CAPÍTULO 23
Alejó todas esas preguntas estúpidas de su cabeza solo para ir donde sus soldados y verificar sus estados.
Jimin acariciaba la mano de Taehyung y este parecía disfrutar que los dedos de Jimin le hicieran pequeños tactos relajantes en sus grandes manos.
--¿Duele mucho?--…--Se acercó el menor a la oreja del mayor para susurrar la pregunta.—
--No nene, solo arde.—
Jimin se sonrojó. Se sentía tan bien tener aquel tipo de halagos hacia con el.
--Mmm…--…--Jimin se reincorporó en una mejor posición frente la camilla del mayor sin dejar de darle caricias a sus nudillos.--…--¿Por qué? ¿por qué viniste?,
esta misión no era para que estuvieras aquí. No eres un médico militar.--
--Por dos razones--…--Su mirada evitó la del pelinegro--…--Uno: quería estar cerca de ti y asegurarme de que estuvieras a salvo, sin embargo creo que los papeles se invirtieron porque ahora tu eres el que me está cuidando.--…--Ambos sonrieron pero el color carmesí en las mejillas de Jimin fue más intenso--…--Y dos: fue orden del coronel Jeon.—
El rostro de Jimin se desfiguró creando una mueca de desagrado e impotencia. Traer a un medico sin entrenamiento a una posible guerra no era algo sensato, a final de cuentas el doctor Kim terminó gravemente herido. Jimin no iba a dejar esto así, Oh no señor.
El debía defender a su amigo Taehyung, porque mas que un amigo… estuvo apoyándolo en todos esos momentos de maltratos y dolor, lo atendió varias veces y era el único que se preocupaba verdaderamente por él.
--Coronel Jeon.--…--Jimin escupió las palabras sin simpatía para captar la atención del castaño, quien, estaba recogiendo algunas provisiones.--…--¿Usted le ordenó al doctor Kim que viniera?—
Jungkook asintió cerrando una pequeña mochila negra con algunas armas que le servirían en caso necesario. Dejó un arma de color negro y detalles dorados en su mano derecha.
--¿Por qué lo hizo?--…--Jimin parecía un perro rabioso, pero a Jungkook no le intimidó en lo mas mínimo su comportamiento “defensor”.—
--¿Por qué no hacerlo? El doctor Kim es el doctor de la base y debía venir por si surgía alguna complicación--…--Carga el arma haciendo luego un fuerte ruido al cerrarla.—
--Por su culpa el doctor Kim está de esta forma--…--Lo señaló desde donde estaban pero Kim mantenía sus ojos cerrados--…--No es un doctor que conozca de defensa militar, fue atacado y no pudo ayudar en el cuidado de los soldados, no tenía que exponerlo de esa manera tan cerca de la batalla, debió pensar mejor ant…agh~ ¡¿Qué le pasa?!—
Jungkook se hartó de tan dramático espectáculo hecho por el enano que tenía cargado como un costal de papas. Su herida dolía, ¡Por supuesto que sí! pero eso no le impidió cargar al menor para que cerrara la provocativa boca que tenía antes de que lo callara de otra forma.
Forma que no podía ser en público y menos frente a todos los soldados, menos hacerla cuando esa forma lo hacía cuestionarse muchísimo.
--Bájame, ¡Coronel Jeon bájeme!--…--Jimin pataleaba y refunfuñaba como un niño pequeño, y a pesar de ser un momento serio, todos sus compañeros se reían por lo bajo menos los soldados del coronel Kai--…-C-coron…¡Auchs! Usted de verdad que es una bestia.--…--Jimin terminó dentro de un auto en el asiento del copiloto. Jungkook cerró la puerta tan brusco que Jimin se encogió en el asiento temiendo que llegara a soltarse y pegarle.—
Jungkook ladeó su cuello para tronarlo a medida que rodeaba la camioneta negra 4x4 para subir en ella. La herida dolía mas de lo normal y no era una buena señal ya que el dolor empezaba a marear, pero él no debía verse débil, menos frente al idiota de Park. Estar débil frente a un soldado no era una opción.
Estuvo listo y encendió el auto.
Jimin entró en pánico.
--¡Déjeme Bajar, necesito estar con Taehyung!--…--Jungkook apretó el volante dejando sus nudillos blancos. ¿Jimin siempre era así de ruidoso?--…--No me puedo ir así como así sin mis compañeros.—
--Los demás están siendo curados por los paramédicos del coronel Kai, los que estén en mejores condiciones iran a la base y los otros serán enviados a la capital. Tu estas sin heridas graves, puedes regresar a la base conmigo y eso es lo que vamos a hacer.—
--Coronel Jeon.--…--El coronel Kai se acercó y el pelinegro dejó de berrinchar.--…--Dentro de poco llegarán los helicópteros para que puedan llevarse a los heridos a la capital. Por favor, tenga cuidado y quiero a Candy sin ningún rasguño, cuídela mucho.—
Jungkook asintió para arrancar el auto sin importarle los disparates dichos por Jimin.
--¿Quién es Candy?--…--Preguntó Jimin mientras miraba la ventana trasera y notando como el auto de a poco se alejaba mas.—
--Es… una buena chica.--…--Jungkook ni siquiera se mantuvo muy cuerdo en ese momento como para decir que estaba en algo correcto. Solo ansiaba dormir.—
--¡Oh claro! no le importa que el doctor Kim y sus hombres estén graves, nada mas se dedica a cuidar a esa tal Candy.--…--Jimin hasta para hacer berrinches absurdos se veía tan delicado aunque todo su rostro esté rojo de rabia.—
Jungkook pisó el freno deteniendo el auto de forma nada gentil ni cuidadosa.
--¿Qué carajos pasa con uste…?--…--Se congeló al tener a Jungkook apuntándolo justo en medio de sus cejas con el arma negra de detalles dorados a las esquinas.—
--¿Puedes callarte la boca de una puta vez?--…--Su voz quería salir mas mala y amenazante, pero no era muy posible puesto que su brazo ya estaba sumergido en un devastador dolor al igual que su espalda.--…--Si no te callas voy a dejar un lindo hueco en tu cuerpo.—
--N-no seria capaz--…--Jimin mantuvo su mirada desafiante.—
Jungkook movió el arma hacía un lado dejando de apuntar a Jimin y apuntar a la ventana semi abierta. Disparó.
Park Chilló encogiéndose en su asiento hecho bolita. Jungkook había olvidado como Jimin se ponía cuando escuchaba este tipo de sonidos provenientes de armas. Jimin ahora parecía todo lo contrario a un rebelde y retador soldado, pues tapó sus oídos y cerró fuerte sus ojos hasta que dolieron y entonces fue ahí donde Jungkook se sintió un poco culpable.
Pasaron un par de minutos para que Jimin abriera los ojos mirando a su alrededor desorbitado del mundo.
--Hey…--…--Dijo Jungkook en voz baja pero Jimin solo miraba a la nada abrazando sus piernas.--…--Hey.—
Jimin volvió en sí, giró su cabeza hacia Jungkook, sus ojos transmitían; miedo, desprecio, angustia, su labio inferior temblaba delicadamente y Jungkook no deseó otra cosa en el mundo que tener esos labios quietos en un lugar donde no sería muy apropiado, no tendría que desear tener esa boca contra la suya.
Jimin tragó duro echándose para atrás lo mas lejos que pudiese. No quería estar cerca de Jungkook.
--H-haré lo que us-usted diga me callaré.--…--Jungkook frunció sus labios con molestia porque Park miedoso era… raro.—
Jeon volvió la mirada al arma en su mano y la tiró encima del cuerpo de Jimin que al tenerla encima solo quedo estático.
--Te presento a Candy.--…--Encendió de nuevo el motor.--…--Es el arma favorita del coronel Kai y me la prestó por si ocurre alguna emergencia. Él dice que es la pistola mas perfecta del universo.--…--Sonrió ladino. Echó a andar el auto.--…--Agh~, Kai siempre tiene esa rara costumbre de ponerle nombres a toda cosa.--…--Jungkook no era muy conversador pero quería alivianar el ambiente y de esa forma mantener su mente distraída para no concentrarse en el jodido dolor en la espalda y brazo.--…--Cuida esa pistola mas que tu vida, no puedo dejar que le pase nada o soy hombre muerto.—
Jimin se sentía como un total idiota, mediocre, imbécil y otros insultos más. ¿Cómo pudo ponerse tan histérico por una simple pistola? Claro, él no sabia que era una pistola, lo que aviva mucho mas su vergüenza. Él pensaba que era una mujer y por esa razón actuó tan estúpido frente al coronel.
Jungkook seguía manejando y parpadeaba con fuerza como si en verdad le estuviera costando trabajo hacerlo.
Jimin se acomodó mejor en el asiento sentándose como se debía. Con sus manos temblorosas colocó en arma en los asientos traseros encima de unas cajas de madera. Debía tener cuidado, no quería al coronel Kai molesto y buscándolo solo para pasarle factura de su arma en mal estado.
Todo era un profundo silencio y Jimin sintió un enorme alivio al divisar la base desolada. Al parecer los soldados restantes no regresarían ahora, por lo que entonces estaba solo con el coronel Jeon. ¡Qué bien!
Qué mal.
Qué miedo.
Qué terrible.
El auto paró y Jimin bajó lo mas rápido que pudo sintiendo la tierra debajo sus botas, el aire libre. Volvió su vista hacia el mayor viéndolo por el parabrisas. Se le hizo gracioso ver al coronel con su frente apegada al volante, quizás estaba muy cansado y la herida en su espada lo tenía débil. Jimin se acercó a la puerta del conductor ahogando un grito al ver toda la sangre saliendo de su herida, había sangre pegada en el asiento y esta se hacía color en la ropa del mayor, abrió la puerta rápido con los nervios carcomiéndole por dentro, alzó al mayor apegándolo al asiento. Jungkook estaba inconsciente.
*Santísima mierda*.
--Piensa Jimin, piensa carajo.--…--Debía resolver esto por él mismo ya que la base estaba sin personas.—
Recordó que cuando salieron él no cerró la puerta de la habitación del mayor así que tenía que estar abierta. Cuando ya había maquinado todo lo que tenía que hacer sacó a Jungkook del auto (con mucho esfuerzo) Este pesaba mucho y Jimin se sorprendió de sí mismo por poder llevarlo en su espalda a la habitación que por suerte, todo seguía igual a como lo dejo antes de ir a la misión. Acostó al mayor y este parecía un muerto. Claramente, Jimin pensaría que estaba muerto de no ser porque el cuerpo de roca aún respiraba y de veces jadeaba.
Hasta sus jadeos eran llamativos.
Pero Jimin no tenía tiempo para andar pensando en esas cosas por lo que salió rápidamente hacia el consultorio de Taehyung en busca de algo que pudiera servirle para curar al coronel.
Regresó con un tazón de aluminio lleno de agua, alcohol y algodón, eso fue lo que pudo encontrar. Rogaba que Jungkook no se despertara porque sabiendo la gravedad de la herida seguramente se pondría histérico cuando le echara el líquido y seguramente lo golpearía hasta delirar. Jimin se tensó al pensar que eso podía pasar, conociendo al coronel seguramente eso haría.
--Solo espero y no me mate—
Jimin echó alcohol en el tazón para ligar este con el agua y que así fuera menos fuerte. Mojó una buena cantidad de algodón y, siendo para él la decisión mas difícil en todos sus diecinueve años… colocó este en las esquinas de la herida a lo que Jungkook abrió los ojos de golpe y elevó sus hombros en molestia. Ardía, pero no dijo nada, sabía que debía ser curado, al igual que sabía que no había nadie más ahí que él y Jimin así que tenía que arrojar su orgullo por la ventana.
Jimin terminó y dejó las cosas en el suelo. Eso debería servir hasta que alguien con mejor experiencia que la suya vea al coronel. Por lo menos ya estaba mejor. Buscó un pañuelo entre los cajones del mayor y no pudo evitar sonrojarse al abrir la cajonera con sus boxes.
Encontró un pañuelo naranja y fue a mojarlo en el baño.
Regresó y el mayor aún seguía boca abajo en la cama. Jimin sacó por completo la camisa del mayor con una navaja que tenía guardada en su bota.
Su espalda era tan ancha y hermosa con algunos lunares, su piel bronceada tan reluciente pero cubierta por diferentes manchones de sangre que lo devolvieron a la realidad recordándole su misión. Pasó el pañuelo mojado por la espalda quitando la sangre con mucho cuidado. Cuando terminó se alejó lentamente para dejar que el coronel Jeon durmiera pero…
--Jimin…--…--Jungkook lo estaba llamando viéndolo con el ceño fruncido y sus ojos abiertos.--...—Acércate.—
Jimin no lo pensó mucho y se acercó al mayor esperando por una bonita insultada pero grande fue su sorpresa cuando un jalón en su muñeca le hizo perder el equilibrio y caer semi acostado al lado del coronel. Se sonrojó violentamente al percatarse de la cercanía de sus rostros.
Jungkook miraba cada facción del rostro de Jimin; era como un pequeño muñeco al borde de estallar por su sonrojo hasta las orejas. Ambos olían a humo y pólvora.
--Acaricia mi cabello.--…--Mandó el mayor con su voz áspera. Jimin vaciló.--…--Es una orden.—
--Siempre hace eso.--…--A regañadientes el pelinegro llevó su mano al sedoso y largo cabello de Jungkook para acariciarlo desde la nuca hasta la coronilla. Se sentía bien, mejor que bien, acariciar su cabello porque se deslizaba magníficamente por sus pequeños dedos. Estaba tan entretenido que no notaba como Jungkook lo miraba embellecido por su hermosura.—
Jungkook se tranquilizó y cerró los ojos.
Las caricias en el cabello eran su debilidad y forma de relajarlo ya que solo quería olvidar un rato el dolor. Jimin se encargó de eso con sus suaves manos.
Jeon Jungkook era heterosexual…
Pero que le gustara solo un hombre no lo hacía gay ¿O sí?
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