--¿Te quedarás los próximos tres meses?--…--El pelinegro miró hacia el suelo de forma dudosa.—

El doctor Kim se tomó el atrevimiento de pasar su amplia y gran mano por la espalda del menor tratando de darle confianza invitándolo a hablar.

--N-no lo sé—

Hasta hace un día se podría decir que estaba mas que seguro de irse a la marina como había sido en un principio, pero después de aquel trato tan raro del coronel estuvo pensando mucho las cosas y, es que en cierta forma se sentía mejor. No es como si quisiera ganar algo mas con el coronel Jeon porque simplemente no se podía por muchas razones, pero por lo menos podría quedarse los próximos tres meses y luego ir a la marina, quizás podría aprender más de este entrenamiento antes de que le toque echar sus cartas. Solo deseaba llevar las cosas en paz sin ganarse problemas con el coronel y al parecer las cosas no estaban tan tensas como en un principio. A juzgar también porque ambos compartieron la misma ducha a solo un metro de distancia. Hasta le enjabonó la espalda.

--Creo que podría quedarme los próximos tres meses.—

Taehyung llevó sus manos hasta su cadera soltando un suspiro desganado. Si bien era mas que consiente que Jimin le gustaba, pero no quería tener al chico todos los días metido en la enfermería gracias a lo que le vendría los próximos días.
El verdadero entrenamiento empezaría pronto y no quería que el menor pasara por eso.

Él es el doctor de la base, y no recuerda cuantos soldados tuvo que curar cosiendo sus pieles rajadas, aliviar sus quemadas, amputar instantáneamente alguna parte de sus cuerpos porque de no ser así las consecuencias serían peores.  No podía imaginar eso para Jimin y aunque no lo quería lejos… prefería tenerlo lejos que en peligro.

--No creo que debas quedarte, Jimin el verdadero entrenamiento está a punto de empezar. Te considero un buen amigo y no quiero que te pase nada.--…--Coloca su mano en el hombro del chico.--

--¿Debería preocuparme por eso? yo creí que…--…--Levantó su cabeza y sus ojos se encontraron con los del mas alto--…--Lo peor estaba pasando.—

--Me temo que no es así. Si tu viniste aquí para alistarte en la marina ¿Por qué decidiste alistarte en las fuerzas armadas? ambas tienen un arduo entrenamiento, pero al mismo tiempo son muy diferentes.—

--Y-yo no quería estar aquí, pero tuve que hacerlo. Tengo que continuar--…--Sus ojos se humedecen.—

--Pero no entiendo cual es el empeño que tienes en quedarte ¿Qué es lo que te ata aquí?—

El menor mordió su labio inferior con nerviosismo.

--No es algo de lo que me guste hablar. Es algo personal--…--Kim asintió--…--Me quedaré.--…--Dijo firme y el mayor cerró sus ojos desganado. No quería que Jimin saliera lastimado, no más de lo que había sido lastimado.—

--Es tu decisión y la respeto.—

Apartó su mano del hombro ajeno pero el menor agarró su mano en un rápido movimiento dejándolo sorprendido, miró las pequeñas manos del menor agarrar su muñeca. Sus miradas se encontraron.

--No se preocupe tanto por mi, hyung, Si algo malo llegara a pasarme usted siempre estará para curarme ¿verdad?--…--Sonrió y el mayor copió su acto.—

--Por supuesto que si, pequeño--…--Con su mano libre pasó sus largos dedos por los nudillos del pelinegro--…--Pero solo trata de cuidarte, no te metas en problemas.—

--Trataré de hacerlo hyung.—

--No lo trates, quiero que te mantengas fuerte y sano, Jimin. Eres tan lindo y ese entrenamiento que está por venir va a ser tan despiadado contigo que…--

El menor estaba atónito, sus mejillas ya estaban rojas y sus ojos abiertos a par. ¿Le había dicho lindo?

--Temo que algo malo pueda pasarte.—

El menor supo que por lo menos alguien estaba preocupado por el de verdad y no solo actuaba para ganarse su atención y su culo. Kim Taehyung es un gran tipo, no negaría que sería el hombre ideal para cualquier mujer o incluso, para cualquier hombre. Es el partido perfecto; exitoso, amable, inteligente, respetuoso, protector (pero sin llegar a ser meloso) tenía unas facciones fascinantes dignas de admirar, su cuerpo era bien formado y a pesar de no estar con bíceps resaltados… su figura era atrayente y se podría decir que hasta proporcionada.
Jimin no tendría que pensarlo dos veces para aceptar que podría enamorarse fácilmente de un hombre como Kim Taehyung.

--N-no voy a lastimarme… Taehyung--…--Soltó en un susurro bajando su cabeza--…--Así que no te preocupes.—

--Me es imposible no preocuparme. Eres tan hermoso que…--

--¡Hyung!--…--Chilla algo escandaloso--…--Deje de decir eso por favor. Hace que me avergüence.—

El mayor se puso a gachas frente al menor rodeando con sus grandes manos las contrarias, el simple tacto se sentía tan bien y cálido. Electrizante pero al mismo tiempo tan tierno y suave.

--Solo digo la verdad, bonito--…--El silencio era un tanto incómodo pero no tanto. Jimin se exaltó al sentir los nudillos del mayor acariciar su mejilla dándole muchas emociones--…--Solo es la verdad.—

No sabe cuando, no sabe como pero… el mayor se alzó un poco hasta llegar a los labios del menor y besó rápidamente. No fue exigente ni pidió cooperación al menos, pues Jason no quería forzar al pelinegro a algo tan repentino como esto. Estaba más que claro que Park lo traía saltando en un pie, pero el menor era tan tierno y pequeño que aceptaría hasta que este le disparara con una pistola justo al corazón y aún así, se le haría tierno. Sabía que Jimin era de esos chicos por los que vale la pena arriesgar hasta la última gota de sangre.

Pasaron unos minutos y el menor reaccionó volviendo a la realidad.

--N-no se que decir.—

--No necesitas decir algo, si quieres puedes olvidarlo.--

Jimin bajó lentamente de la camilla sintiendo su corazón palpitar con fuerza. Esto lo agarró de sorpresa.
Caminó a paso lento hasta la puerta agarrando la perilla girándola y abriendo la puerta por completo. No sabía que hacer y mentiría si dijese que no le gustó, fue tan repentino pero lindo.

Una sonrisa tonta se coló en sus labios.

--Yo no lo haré aún si tu lo haces--…--Jimin se giró con el ceño fruncido hacia el doctor por lo que acababa de decir ¿a qué se refería con eso?--…--No podré olvidarlo y mucho menos me arrepiento.—

Le pelinegro se enrojeció hasta las orejas y su mano tembló encima de la perilla. Kim sonrió ladino antes de darle la espalda empezando a arreglar todos sus documentos. El menor salió del consultorio sintiendo una loca cantidad de emociones.

(…)

-¿Agente Park… ¿está seguro de no ir a la marina?-

-Mas que seguro-

-¿A que de debe su repentino cambio de opinión? su padre no estará muy feliz de que permanezca en ese lugar-

-Eso ya lo sé señorita Karen, pero véanlo por el lado bueno, si me quedo aquí los próximos tres meses podré tener más pruebas sobre los tratos dados aquí, con lo poco que tengo ni siquiera llegaré a dar una declaración digna-

-Joven Park, ya ha permanecido en ese lugar por un mes, no me gustaría imaginar lo que le depara los próximos tres meses, se dice que el entrenamiento cada vez es mas tortuoso-…-La agente Karen sonaba nerviosa y un tanto preocupada-

-Confíen en mí, además, si sigo aquí puedo encontrar a tu sabes quién y podré devolverlo a casa-

Se escuchó un suspiro cansado al otro lado de la línea.

-Está bien agente Jimin, solo me queda desearle suerte y pedirle que se cuide. Aún me arrepiento dejarlo aceptar esta misión, usted está muy joven todavía y este tipo de casos no son para usted-

-Eso no quita el hecho de que pueda lograrlo y no es tu culpa… yo mismo elegí-

-Cuídate mucho Jimin-

-Lo haré. Ahora debo colgar, si descubren que estoy llamando del teléfono de la cocina van a castigarme-

-Adiós-

-Adiós-

Jimin colgó el teléfono en su lugar saliendo con cuidado de la cocina, no sería para nada bonito que lo descubrieran llamando cuando eso era prohibido.

(…)

“Yo, soldado Park Jimin, he decidido permanecer en servicio de las Fuerzas Armadas por los próximos tres meses. Al terminar con ese tiempo me alistaré para hacer el cambio a la Marina.
Todo por el bien de nuestro país, bajo mis propias decisione”.

Att: Park Jimin

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Jimin le entregó la carta al Coronel Jeon.

--¿Y esto qué es?--…--Giró la carta un par de veces--

--Es una carta que usted debe entregar a la capital, esto anuncia mi estadía aquí durante los próximos tres meses—

Jungkook le miró interrogante desde su silla. Jimin permanecía de pie frente a su escritorio.

--Y yo que pensaba que apenas cumplieras el mes saldrías corriendo de aquí--…--Dejó el sobre sobre el escritorio--…--¿Por qué quieres seguir aquí, Jimin?—

Y aquí vamos de nuevo… Llamándolo por su nombre, enserio que solo con dos veces que le había tuteado y ¡Wow! su nombre en esa voz quedaba tan bien.

--Solo, solo tengo algo que cumplir--…--Su mirada viajó por toda la oficina del coronel. Muchos trofeos, medallas, cuadros y reconocimientos adornaban las paredes de la oficina pintada con un color marrón sombrío e insípido, ¡pero claro! ¿Qué se podía esperar del Coronel Jeon Jungkook?—

--Muy bien, ¿supongo que debo alegrarme porque no te vas?--…--Juntó sus manos dejándolas encima del escritorio. Miró al pelinegro con una ceja alzada y algo de gracia.—

--No, para nada coronel--…--Negó varías veces manteniendo su tono de voz firme--…--No debe alegrarse por pequeñeces como esas.—

--Tienes razón.--…--Asintió lógico--…--Pero me alegra que puedas quedarte, apenas va un mes y me veré tan feliz de verte arrastrado mientras tratas de cumplir el entrenamiento tan feroz que se les viene. Será un gusto--…--Su intención era intimidar al menor… pero claramente no lo logró, pues Jimin tenía mucho que hacer en ese campo de acción, y mejor si entre esos soldados estaba su hermano.—

--El gusto será mío, Coronel--…--Sonrió--…--Pido permiso para retirarme.—

Jungkook lo pensó un poco haciendo muecas con su boca.

--Permiso concedido.--

Jimin dio una reverencia no muy inclinada para girar sobre sus talones dirigiéndose hacia la puerta.

--Si fuera tú… me marcharía, Jimin.--...--Ok, ya van tres veces ¿acaso ya se le estaba haciendo costumbre llamarlo por su nombre y no por su apellido? Pero era tan sexy que… ¡NO! ¡NO! Y ¡NO! no podía tener esos tipos de pensamientos hacia alguien como el coronel, no podía, ese hombre era un monstruo disfrazado de hombre… de hombre sexy.--

--Usted no es yo… así que no me marcharé, al menos no por ahora--…--Giró su cabeza haciendo contacto visual con el castaño, ambas miradas no transmitían mas que ¿desafío? ¡sí! puede ser. Jungkook siempre trataba de intimidarlo con su mirada como lo hacía con los demás, pero Jimin se mantenía firme y eso hacía que al mayor se le hiciera mucho mas interesante. La mirada del mayor era algo mas que simple “desafío” esta mantenía algo de diversión a juzgar también por su sonrisa socarrona.—

Jimin salió por completo de la oficina con su corazón a mil, pensaba que en cualquier momento se le saldría del pecho.

El consideraba al doctor Taehyung como el hombre perfecto, pero en el coronel Jungkook encontraba algo tan indescriptible como incorrecto… algo diferente que lo sacaba de si mismo.

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