Ꜥꜥֶָ֢🪖ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 15
Aturdido y abrumado... Esas eran las palabras para definir a Kim TaeHyung en este instante. JungKook mantenía una mirada penetrante y autoritaria hacia con él, lo que lo ponía aún más nervioso. ¿Qué cosa hacía este hombre para que su corazón se acelerase de esa manera? Sentía que su pulso explotaría en cualquier momento cuando el mayor se giró, quedando su cuerpo totalmente expuesto a los ojos del menor. Su cuerpo era una total obra de arte, definitivamente. Quizás solo era atracción gracias a su deslumbrante apariencia física, porque del resto... Solo podía sentir odio hacia aquel coronel imbécil que hizo de su vida un total infierno.
— Supongo que tus manos serán mejor — El mayor volvió a su posición anterior, mirando fijo a la pared de enfrente — Como ya anteriormente te dije, es una orden, y para mi mala suerte no alcanzo a lavarme cómodamente la espalda, así que vuelve aquí y enjabóname como es debido.
Suspiró pesadamente, parpadeando varias veces. Si el mayor dijo que sus manos serían mejor... Entonces la esponja no le serviría de nada, ¿verdad?
No se preocupó en recogerla del suelo; solo, a paso lento, se acercó al mayor, agarró el jabón para pasarlo por la espalda musculosa del contrario. Cuando creyó que estuvo bien, dejó el jabón a un lado para, tímidamente, abrir sus manos y colocar sus palmas en la parte de sus omóplatos. JungKook respiró hondo.
— Asegúrate de dejarla limpia — Gira un poco su cabeza para verlo de reojo — No me gusta la idea de que hagan las cosas mal. Haz el trabajo completo.
El menor tragó duro, ¿a qué se refería con trabajo completo? Negó numerosas veces, soltando un suspiro desganado. Por lo menos estaba vestido, y se le hacía menos incómodo. Sus manos pasaron de moverse en círculos a clavar de manera sutil sus uñas en la espalda contraria.
JungKook dejó de estar tenso y, por alguna rara razón, se sintió relajado a tal punto de cerrar sus ojos.
Las uñas enterradas en su espalda eran un acto que le fascinaba cuando mantenía sus relaciones sexuales. Le encantaba que le arañaran la espalda; se le hacía totalmente excitante. Ladeó su cuello cuando las manos del menor fueron hacia arriba recorriendo la parte de su columna vertebral. Llegó hasta su cuello para pasar de arañar a dar leves masajes de nuevo, pero ahora en su cuello. JungKook entreabrió su boca al sentir que la mano de TaeHyung pasaba por sus hombros, haciendo un recorrido por sus fuertes y grandes brazos. Esa no era una parte que él le pidió enjabonar, pero ¿qué más da? Debería alejarlo y, acto seguido, golpear su tierno rostro, pero no negaba que era relajante. Además, las manos del menor eran delicadas y suaves.
— E-esto es raro, n-no debería estar aquí con usted en estas condiciones — El menor volvió sus manos a la parte baja de la espalda.
— No es raro, Kim; somos solo dos hombres en un baño, dándose una ducha. Te di la orden de que me laves la espalda como cualquier otro hombre lo haría — Respondió con indiferencia, abriendo sus ojos de nuevo y volviendo a la realidad.
— Pe-pero lo van a malinterpretar — Sus manos empezaron a temblar de nuevo, causando risa en Jeon.
— Quien se atreva a malinterpretar esto no pasará más de treinta segundos antes de que su lengua termine hecha mil pedazos — Volvió a cruzarse de brazos.
— No me gustaría ver pedazos de lengua regados en el suelo. ¡Guácala! — La sola idea llevó al menor a remover sus hombros con incomodidad. JungKook sonríe, agradeciendo estar de espaldas para que el menor no le mirase.
— Si tanto le temes a los actos de violencia, entonces ¿por qué carajos una alimaña como tú está aquí?
Bien, eso salió muy tosco y ¿normal en él? Así que TaeHyung no se sintió ofendido. El coronel Jeon ya le había dicho cosas peores, por lo que ya era costumbre, y él podía llegar a ser muy tolerante.
— No es miedo — Demandó — Solo que debo hacerlo.
— ¿Por orgullo familiar? — JungKook tenía curiosidad.
— Algo así. Es solo que no es precisamente por el orgullo que quiero darles; eso es lo que menos me importa — Sus palabras fueron fluidas, a pesar de que los nervios se fueron de a poco mientras mantenía esta "charla" con el coronel. Ahora que lo pensaba mejor, era la primera vez que entablaban una conversación sin necesidad de gritos, discusiones, maltratos, castigos o golpes de por medio.
Y no le parecía nada mal.
Pero era extraño.
Sus manos seguían deslizándose por la espalda ajena. Llevó sus manos a su cuello, rodeándolo unos centímetros más lejos de su nuca. No supo por qué, pero tuvo la necesidad de apretar justo allí y otorgarle un suave masaje al mayor. ¿Se molestaría por eso?
No fue así. JungKook no protestó ni alegó nada a tal acto, por lo cual TaeHyung seguía haciendo lo suyo. JungKook cerró sus ojos de nuevo, disfrutando del masaje. Al parecer, Kim era muy hábil con sus manos. Desde que entró en las fuerzas armadas este año para entrenar a esa multitud de mediocres, no ha tenido el tiempo necesario para relajarse o algo parecido, pero ahora se sentía como si estuviera bajo los efectos de una droga, poniéndolo aliviado... En cierta forma.
— Desde hoy tienes mi permiso para ducharte aquí — Soltó, abriendo la ducha de nuevo.
— ¿Eh? — Se alzó de puntillas con intención de poder mirarle al mayor.
— Lo que oíste. No quiero que mis hombres se vean afectados por tu influencia y luego me tenga que hacer cargo de sus estupideces. Será mejor que no te duches con ellos, ya que luego no quiero que andes de marica llorando por cada rincón de la base. Ya me es suficiente con saber que eres gay como para tener que aguantarme quejas tuyas porque todos decidieron de repente partirte el culo. No servirías de nada en silla de ruedas, la verdad, no sirves para nada ni siquiera estando bueno y sano, pero por lo menos trata de evitarme molestias, ¿okay? — Cogió aire en sus pulmones, adentrándose en la regadera para que el agua se encargase de quitar el jabón de su cuerpo — Tienes mi autorización.
El menor estaba feliz; ya no tendría que venir corriendo hasta el baño, no tendría que sentirse mal por utilizar el baño del coronel. Por lo menos trataría de no toparse con él como ocurrió hoy, ya que, de todas formas, sus intenciones no eran que los miraran juntos en el mismo baño. Sería un completo caos si sus compañeros se dieran el lujo de malinterpretar las cosas.
Sonrió gustoso y salió de la zona donde permanecía el rubio, agarró sus cosas colocándose firme frente al mayor, sintiendo su corazón bombear con fuerza al verle de nuevo y una punzada en su entrepierna cuando este cerró la regadera para echar su cabello hacia atrás, evitando que le interfiriera en la visión. Le miró un tanto raro de nuevo, mirada que nunca había visto en el castaño. Sonrió ladino.
— P-permiso para retirarme — Golpeó sus zapatos haciéndolos sonar.
— Permiso concedido, soldado TaeHyung.
¡Oh, my good! Su voz salió grave y ¿sexy? Oh, por el cielo.
TaeHyung analizó sus palabras, cayendo en cuenta de que no utilizó su apellido para referirse hacia él, y que solo le llamó por su nombre.
Su nombre sonaba tan caliente en esa voz... Saliendo de esos labios.
El menor sentía de nuevo esa pulsante sensación sobre su miembro, así que se apresuró a darse la vuelta, saliendo del baño prácticamente corriendo.
JungKook ríe burlón.
— No toparme con ese idiota aquí va a ser muy difícil — Relamió sus labios.
No sabía por qué, pero se le hacía entretenido encontrarse con el menor en la ducha, ya que era un lugar cerrado como para que los demás no le vieran. De todas formas, él podía volver a toparse con el menor si quería.
Tampoco es como si le desagradara la idea.
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