Aylin: Hola 😊

Aylin: Hola 👀

Aylin: Benja... 😌

Aylin: Soy yo. Aylin 🙈

Benjamín: 😕

Aylin: 😍

Benjamín: 😐

Aylin: 😌

Benjamín: 👍

Aylin: ¿Qué haces? 😊

Benjamín: Editando un vídeo (?)

Aylin: Wow 😍

Benjamín: Es lo que hago siempre.

Aylin: ¿Y antes de eso? 😍

Benjamín: Dormí  (?)

Aylin: 😍😍😍

Benjamín: 😐

Aylin: ¿Y antes?

Benjamín: Fui al baño.

Aylin: 😐

Benjamín: También estuvo Wow 😏. Cuando abrí la puerta a Capitán Pantaletas hasta le lloró un ojito.

Aylin: No seas cerdo 😒

Benjamín: Tú empezaste 😂

Aylin: 😢

Benjamín: Bueno bye.

Aylin: Hoy estuve hablando con nuestra terapeuta, sabes 😢

Benjamín: ¿NUESTRA QUÉ?

Aylin: Terapeuta 😍

Benjamín: No digas Paola Durán.

Aylin: 😍😍😍

Benjamín: 😐

Aylin: Y me aconsejó.

Aylin: ¿Te puedo invitar al cine?

Benjamín: No.

Aylin: Tú eliges qué vemos 😍.

Aylin: 👧🎬👦

Benjamín: ¿Por qué haces esto?

Aylin: Te quiero ver 😚

Aylin: ¿Benja?

Aylin: Me sale Visto ✅✅

Aylin: 😢

Aylin: Voy a publicar un vídeo nuevo en mi canal y te lo voy a dedicar 😍.

Benjamín: No, no hagas eso.

Aylin: Ya mismo lo grabo 💅.

Benjamín: Es en serio. No.

Aylin: No lo haré si aceptas que mañana salgamos ☝.

Benjamín: 💀

Aylin: ¿Entonces?

Benjamín: No.

Aylin: ¿Por qué me odias? 😢

Benjamín: No quiero hablar de eso.

Aylin: Ni siquiera estoy tocando el tema de los poemas 😢.

Aylin: ¿Benja?

Aylin: Otro Visto ✅✅ 😢

Aylin: Benja... 😢

Aylin: 😢😢😢

Aylin: Le voy a quitar dos corazoncitos a tu nombre en WhatsApp. Ahora en lugar de decir ❤❤❤BENJA❤❤❤, dirá solamente ❤❤BENJA❤❤

Aylin: 😢😢😢😢😢😢😢😢😢😢😢

Aylin: Ya puse a Adele a todo volumen 😢

Aylin: 💔

...

Este es uno de esos momentos que, para ser franco, pensé jamás llegaría: Pedirle un consejo a Armando.

Está en la cocina ocupado con la cena, desde que Iara vive aquí se esfuerza en que parezcamos "normales". En cualquier caso, lo suyo no es ser chef, pues termina sacando de la nevera algo para descongelar y como puede sigue la receta que lee en el empaque. Hoy son milanesas y creo que también puré... Parece puré.

—Hola, Oliver Odom —saludo desde la puerta.

—No te burles —me gruñe.

Rasco mi nariz para ocultar mi risa.

—No me burlo, tú también deberías sacar un libro de recetas. "Cómo descongelar correctamente una caja de milanesas". Apuesto a que la mayoría no sabe hacerlo.

—Ya.

Lo miro meter la caja al microondas recién reparado, termino de entrar a la cocina, tomo asiento en la mesa y espero. ¿Cómo empezar a hablar?

—¿Ya tienes hambre? —pregunta. Claro, jamás deducirá qué es lo que realmente quiero. No tenemos ese tipo de relación.

—Yo siempre tengo hambre, Armando.

—Me pasaba lo mismo a tu edad pero porque yo practicaba deportes.

—Yo no. Supéralo.

—No, si no es reclamo —aclara, sacando las milanesas del microondas para ahora colocarlas sobre una sartén con aceite. Se quemó al intentarlo, por supuesto—. Tú eres tú... Yo soy yo...

¿Qué clase de conclusión es esa?

—Necesito un consejo —acepto a regañadientes. Con eso capto su atención.

—¿Mío? —Hasta a él le parece estúpido.

Hago rodar mis ojos. —Seee.

—Te escucho.

—Bien. ¿Si maté a alguien y no quiero ir a prisión qué debo hacer?

—¿Te vieron? —pregunta Armando, conservando su seriedad.

—Estábamos solos, sí.

—Mientras no te vinculen con la desaparición todo, bien. Además que no hay cuerpo, espero —Me mira interrogante.

—Ni cuerpo ni huellas —confirmo.

—¿Tu coartada en caso sea necesaria?

—Estaba contigo esa noche.

—Comimos pizza y vimos la saga de La guerra de las galaxias —apoya él—. ¿Algo más?

—Dirigí una estafa tipo piramidal —continuo.

—¿Firmaste algún papel? —Sacudo mi cabeza en negación—. ¿A nombre de quién está la operación?

—Un imbécil que se conformó con el 5%.

Armando asiente y se vuelve a concentrar en las milanesas. —¿Es tu testaferro en todo? ¿Cuentas bancarias? ¿Propiedades?

—En todo —ratifico.

—Si fuiste lo suficiente listo como para no dejar pistas, también estarás bien —zanja.

—Genial.

Hace un gesto afirmativo y esta vez me mira con humor. —Ahora si dime qué quieres.

Rayos.

Me dejo caer en mi asiento y trato de no mostrarme torpe.

—Promete que no te vas a reír —empiezo.

Él ladea su cabeza hacia un lado. —Prometo no reírme... o al menos no tanto.

—Eh... Eso suena creíble.

—¿Entonces?

—Aylin —suspiro, aunque trato de que el suspiro no suene estúpido.

—¿Qué pasa con ella?

—Pensé que... Pensé que no me quería, ¿de acuerdo? —Creo que me ruboricé—. Antes éramos amigos y eso. Hasta con el pasar del tiempo, mucho después, ella me fue gustando. Pero yo no creí que...

Armando me anima a continuar al ver que no me atrevo. —¿Qué?

Tengo que admitir que no me está decepcionando, hasta hizo a un lado la cena para sentarse conmigo a hablar. Lo que es... raro. Se siente raro. Raro, pero bien.

—Que yo le iba a gustar —termino—.Y no estoy preparado. Me había hecho la idea de que no sería así.

Sé que sueno estúpido.

—¿Tienes idea de cuánta gente puede estar llorando en este momento porque no le corresponden y tú, que sí, te quejas?

Apoyo mis codos en la mesa y meto mi cabeza entre mis manos. —Y es tú culpa —le hago saber.

—¿Mi culpa? —Armando suena incrédulo.

¡Sí!

—No sé cómo corresponder el afecto —admito, aunque eso, en parte, no es noticia—. Siempre estoy a la puta defensiva. Soy un jodido Grinch del amor.

—Ajá, ¿y eso por qué demonios es mi culpa? —insiste en saber Armando.

—¡Me obligas a tratarte mal! —reclamo—. ¡Te pones enfrente de mí a hacer cosas que avivan mi antipatía!

¡Oh, mi cruz!

Armando se cruza de brazos. —Es una puta broma, ¿no?

—¡No!

No sé cómo tratar a Aylin.

Él hace rodar sus ojos. —Antes la tratabas bien.

—¡Porque solo era mi amiga! —le recuerdo. ¿Por qué no ve el problema con claridad?—. Ahora le tendría que decir cosas como... como... —Llevo mis manos hasta mi cuello para apretarlo.

—¿Qué la quieres? ¿Qué es linda? —concluye Armando y asiento sintiéndome morir.

—Benja, es tu primera novia. Te vas a acostumbrar a ser bueno. Ella te va a inspirar. Incluso vas a querer bañarte diario, salir bien en clases, perfumarte... No dejar por todos lados calcetines con olor a queso.

Apoyo mi frente sobre la mesa. —¿Y si me veo ridículo?

Armando pone una mano sobre mi hombro y lo aprieta. —Sobrevivirás.

—Es que... No sé ni cómo empezar —Le entrego mi móvil para que lea mi última conversación con Aylin—. Mira eso. No es normal, ¿o sí?

Lo escucho reír en voz baja. —Sí. Mi primera novia me regalaba ositos de peluche frente a mis amigos. Tenía que soportar que se rieran de mí.

—¡Ves! Es más fácil de lejos.

—Bien. Ignórala y deja que se enamore de otro —propone. ¿Qué mierda? Levanto mi cabeza y le miro molesto. Armando se echa a reír—. O quizá no.

—¿Ves por qué te trato mal a veces?

Él niega con la cabeza. —Antes le escribías poemas, ¿no?

—¿Qué parte de "No es tan fácil decirle las cosas a la cara" no entiendes?

—Empieza con cosas pequeñas —me anima—. Anda, envíale "Espero que duermas bien" en un mensaje.

—No voy a hacer eso.

—Bien —Armando se cruza de brazos y se deja caer un poco en su asiento—, deja que otro lo haga entonces.

Mierda.

Me acomodo a manera de mantener erguida mi espalda. Debo lucir digno. Busco mi teléfono, lo enciendo, lo desbloqueo y... empiezo a escribir.

—Pero no voy a agregar caritas —amenazo.

—Solo la frase está bien.

Benjamín: Espero que duermas bien.

Aylin responde rápido.

Aylin: Tú también, cielo ♥.♥

—Me dijo "cielo" —digo a Armando, sintiendo miedo. Casi pánico.

—Genial —Él da palmaditas a mi espalda—. Ya no le respondas nada —aconseja y asiento—, déjala que sola haga castillos imaginarios en su mente, piense en su boda y demás.

—¡¿BODA?! —Por poco me caigo al piso

—Sí, las mujeres suelen hacer eso. Imaginar... cosas —La boca de Armando se tuerce en una mueca—. No conmigo, claro. Con los tipos que son correspondidos.

¿BODA?

Empiezo a sentir nauseas...

—Pe-pe-pero soy muy joven para casarme.

—Nadie está diciendo que no.

Mi cabeza da vueltas...

Me siento como si un oso panda saliera bailando de mi trasero.

—¿Benja? —escucho que me llama Armando—. Hey, agárrate bien de la mesa —señala, poniéndose de pie, pero de pronto todo se torna oscuro y por un momento solo veo a Capitán Pantaletas saltar a la mesa para tratar de lamer mi cara...—. ¡BENJA!

¿BODA?

Adiós, mundo cruel e indiferente.

...

Hoy me bañé, vestí y lavé mis dientes como hago siempre. La única diferencia es que hasta me perfumé y peiné. Nada de dejar caer mi cabello de forma rebelde. Lo acomodé hacia un lado y, por si fuera poco, estoy usando calcetines nuevos.

Y es que al parecer, lo tendré claro en cuanto la vea, es mi primer día con Aylin siendo... bueno, más que amigos.

Espero que a Armando no le moleste que me haya apropiado de una de sus mejores lociones...

Nah, que se joda.

Mi abuela me lo dijo siempre "Tengo un nieto guapísimo". Pero tengo claro que son cosas que ella debía decir. Por el contrario, que Aylin o alguna de las chicas que me están mirando lo digan es... diferente. Más real. Quién diría que existe mejor sensación que llegar a cien mil suscriptores en Youtube.

—Hola, Benja —me saludan de forma casquivana algunas compañeras cuando entro al instituto. Las ignoro. Maldición, no es como si de pronto fuera un tipo social.

Ignoro a todas excepto...

—Hoy te ves inusualmente bien, Benja —empieza Karen, interponiéndose en mi camino. Oh, no—. ¿Será el nuevo perfume o simplemente actitud? Mi madre dice que mi belleza es 100% actitud —Y aunque me empecino en desecharla, insiste en caminar junto a mí—. Mis seguidores en Instagram me lo dicen, sabes. "Wow, Karen, eres genial con y sin maquillaje". Lo que me hace pensar que, quizá, mi belleza viene del corazón. Eso es importante en una modelo, sabes: proyectar seguridad... Porque yo voy a ser modelo. Es cosa que me descubran y ¡Bam! Ya te lo había dicho, ¿cierto?

¿Por qué yo, Dios?

¿En serio tengo que soportarla solo por ser amiga de Aylin? Mientras me pregunto eso recorremos los pasillos juntos.

—Tú te ves bien —continua—. Y como que muchos dicen que nos veríamos mejor juntos. Qué tontos, ¿no?

Seee

No estoy lo suficientemente desesperado como para salir con una chica insoportable solo porque es bonita. Además, estoy empezando con mi primera novia, y al menos con la primera debo ser fiel.

—Hola, Benja —me saluda otras de las chicas, ya cerca del salón. Hago un gesto con mi mano a manera de saludo y termino de recorrer este pasillo.

—Con esto no digo que salga con lo ex de Aylin —sigue Karen—. Porque como que ella medio te considera su ex. Pero la vida sigue, ¿no? Mi mamá dice que no podemos estancarnos...

A un lado de la puerta del salón miro a Aylin, que me vio venir y ahora me está sonriendo de una forma que me obliga a también sonreírle. Mi pecho palpita fuerte.

Llegó la hora de la verdad, Dios.

Más de sus amigas y otros idiotas del salón están cerca de ella. Los mismos que se burlaron de mis poemas. Por lo que mi duda es: Me detengo y espero a decidir si saludo o no a Aylin, o entro directamente al salón. Lo segundo es lo que hago siempre.

—Bonito peinado, Benja —se burla Seco y me obligo a ignorarle. Me veré igual de estúpido el resto del ciclo escolar, así que no tengo nada para defender.

Y la verdad me da igual que no le guste mi cabello. No me peino para él.

Lo importante es que las chicas no opinan que me mire ridículo. Lo demuestran con miradas y comentarios entre ellas... Cosa que alerta a Aylin. Oh, Dios, tengo una novia celosa. Pero bueno, ¿me acerco a ella o no?

Mi miedo es que se vuelvan a reír de mí, que ella vuelva a callar, que...

La dirección de mis pensamientos cambia cuando la veo caminar con decisión hacia mí. ¿Qué rayos? Lo hace mirando sobre el hombro a las chicas que le rodean, las que me están provocando. ¿Es ella la que va a marcar territorio?

Cuando estamos separados a menos de un metro, me sonríe de forma más astuta, estira su brazo, me coge de la camisa y me jala hacia ella... ¡Jesús! Lo hace de una forma que, de un momento a otro, nuestros labios chocan y... me besa.

Es un beso torpe. Lo que confirma que es el primero para ambos. ¡Pero es un beso, joder! Cierro mis ojos y simplemente dejo que me guíe mi instinto.

—UUUUUUH —se escucha de pronto en coro. Son nuestros compañeros.

—¡Eres mi ídolo, Benja! —aplaude alguien, un chico; lo que me hace sonreír un poco hasta que...

—Señor Calaschi... Señorita Shin —escucho que nos llama el profesor de Física Fundamental. El viejo acaba de llegar—. Basta.

Despego mis labios de Aylin, la miro y los dos nos sonreímos. Seee, esto no será tan difícil después de todo. Pero bueno, el chico asocial del salón y la aplicada, ¡qué escándalo!

Entramos juntos a la clase y ocupamos nuestros respectivos lugares, los que convenientemente están uno junto al otro. No es tan malo después de todo. El caso es que los dos sonreímos como imbéciles. Por el lado contrario, dos asientos delante mí, en la fila continua, Karen me dirige una mirada de odio. Ups, sigo con tu amiga. Su actitud ahora me hace reír.

—Vamos a oficializarlo —me dice de pronto Aylin, lo que me vuelve a alarmar. No digas "boda", joder—. ¿Ahora si me vas a seguir en Instagram? —pregunta, batiendo sus pestañas.

Su preocupación me hace reír. Por lo que, para corresponder, saco de mi bolsillo mi teléfono, lo desbloqueo y se lo entrego.

—Anda, hazlo tú misma —la ánimo y eso le encanta.

¿Ves?, no es tan difícil complacer a las mujeres. No sé de qué se queja Armando.

No le presto atención a Aylin durante, al menos, un minuto. Estoy ocupado buscando mi cuaderno de Física Fundamental. Por eso salto cuando la escucho chillar:

—¡Qué esto, Benjamín Calaschi!

Me vuelvo en dirección a ella. Está roja de la ira mientras mira estupefacta la pantalla de mi teléfono... Y no tengo idea del por qué hasta que ella misma me muestra qué pasa.

—¡No escucho que empieces a explicarte, Benja! —insiste.

Oh, genial, olvidé que ayer me desvelé bloqueando a más de esas locas.

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Y esto apenas empieza 7u7 Aún faltan mensajes de chicas enojadas, eh. En fin, ¿se están preparando emocionalmente para leer juntos a todos los personajes principales de Secretos y Papeles? Y cuando digo "todos" me refiero a  todoslos que menciono en el prólogo de Carolina entre líneas. Porque si creen que ya no puedo soprenderles, se equivocan ♥

Pero bueno, GRACIAS por votar, comentar y por seguirme en Instagram como: TatianaMAlonzo