Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Peculiar

El día transcurrió tranquilo. Ambos tenían o habían deliberado que hacer con los cuatro diamantes, entonces hicieron un pico, sobrando un Diamante para cualquier cosa.

Esta vez no irían solos a un lugar, por lo cual Jotaro y Kakyoin fueron juntos a la mina.

Estuvieron un buen rato picando, hasta que se toparon con una grieta natural, adentrándose en ella, y dejando antorchas donde lo necesitaran para ver por la oscuridad.

Para Jotaro esa era un buena experiencia, dado que caminar en plena en oscuridad con la posibilidad de encontrarse con un creeper cara a cara seria como obtener experiencia de lo que pasa.

Lo interesante de estar al lado de Kakyoin era porque los dos, se cuidaban, se acompañaban y el miedo que se sentía se podía ir con tan solo mirarse a los ojos.

□□□□□

Después de encontrar recursos en el camino, encontraron una extraña entrada, o quizás era un túnel, entraron juntos, y en ello se dieron cuenta, que aquello era una mina. Caminaron tratando de no perderse.

Siempre juntos, se podía decir que en las esquinas ambos sentían algo de pánico, dado que no se podía ver que abría del otro lado, por ellos ambos acordaron que antes de dar un vuelta, se darían las manos, de esa manera el otro podía empujar al otro por si había un peligro cercano.

□□□□■

Ambos encontraron un vagón con cofre, los cuales había un par de lingotes de hierros y una manzana completamente diferente a las normales, no solo era dorada, sino que esta parecía tener una especie de encanto.

Guardaron todo lo que podían, aunque no podian evitar a veces encontrarse con un arquero, o hasta zombies, debes en cuando con un creeper.

□□□□

Para cuando llegaron a casa, notaron que tenían lo suficiente para mejorar sus armas, además de tener un cofre único donde guardaban lo más apreciado que encontrarán.

Para los dos, la experiencia de vivir juntos, les gustaba, empezando a tener su rutina diaria.

Comer juntos, a veces hasta comerciar con los aldeanos, en busca de cosas que necesitaran en el momento.

□□□□□

Los días pasaron, las noches también, las rutinas de minar, ir a pescar, talar árboles, empezar a cultivar juntos, y mejorar su casa parecía ser cosas que en lo personal ambos disfrutaban.

Se acostumbraron a la idea de no encontrar a otra persona como ellos, porque ya eran felices juntos.

□□□□□□□

En uno de esos momentos en los cuales ambos cultivan sus alimentos, ayudados de un par de aldeanos, escucharon un sonido peculiar, observaron a un aldeano, pero distinto, este llevaba consigo una ballesta, y un rostro de estar siempre cabreado, a lo que Jotaro observó como el par de aldeanos granjeros salieron corriendo a esconderse a sus casas.

Los dos quedaron confundidos, por lo cual tomaron sus escudos, y se cubrieron por si algo pasaba, y en efecto aquel extraño aldeano los atacó.

El primero en salir a atacar fue Noriaki, quien no tardó en cubrirse al ver como aquel aldeano preparaba su ballesta para volver a disparar.

Por lo cual Jotaro también fue para ayudar a Noriaki. Ambos pudieron atacar sin mucho esfuerzo, quedando pensando del porque ese sujeto llegó ahí y solo.

Volvieron para terminar de sembrar rápido, para meterse a la casa, descansar era lo mejor, mañana irían a explotar todo a su alrededor por si esas personas se ocultaban cerca.

□□□□□□

La rutina de la mañana había cambiado un poco, después de comer, alistaron más comida, y con ello su armadura, mientras sus espadas nuevas salían a relucir.

Como era de costumbre, miraron a los aldeanos salir de sus casa, para hacer lo que siempre hacían. Mientras veían como crecían algunos pequeños aldeanos.

□□□□□

Se habían adentrado mucho por el bosque, y con ello, los peligros del día a día. Pero esta vez más atentos de lo normal.

— Kakyoin — hablo Jotaro, el pelirrojo le tomó atención — ¿porque? — pregunto, para luego seguir — No se supone que todos son buenos —, para el Noriaki era cierto, normalmente los aldeanos eran buenos, pero ese aldeano no parecía ser bueno, es más hasta armado estaba.

— No lo sé, pero tampoco sé, porque es malo. — le dijo al otro, mientras caminaba a su lado.

Era bastante obvio, ninguno sabría realmente la respuesta por ahora quizás más adelante sí.

□□□□□

Después de caminar por casi bastante tiempo, el bosque se tornó aún más espeso, y con ello, un extraño castillo, ambos quedaron sorprendidos, nunca lo pensaron en su vida, como era posible que existiera semejante construcción.

No sabían si entrar o que hacer, a lo que de manera lenta, supieron un pie dentro, observando el interior, era enorme, espacioso, pero sobretodo oscuro, como si algo se ocultara ahí.

Paso a paso, los dos caminaron por ahí, observado el lugar.

— Jotaro — esta vez hablo Kakyoin — Este lugar. — dijo mientras apuntaba por las escaleras y está se mostraba el rostro de aquellos aldeanos — parece que es su hogar — Jotaro solo asintió con la mirada, algo les decía que no debían estar ahí.

Pero la curiosidad los hizo seguir adelante.

Esperando que nada malo les pase.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro