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42. Os Presento A Mi Novia

Viernes tarde

El tren acaba de llegar a la estación. Estoy mirando por todos lados para ver por donde viene Violeta. Joder. Llevo 4 días sin estar con ella y es como si hiciera una eternidad que no la veo. En estos cuatro días hemos hablado todos los días por teléfono y hay veces que hasta me quedo sin batería del rato que estamos enganchados. Y cada dos por tres una videollamada.

Cuando volví a mi casa, mi madre me dijo que la chica con la que estaba tenía que ser muy especial porque ya no tenía la cara de tristeza con la que me fuí. Le he dicho que cuando la conozca, lo entenderá. Sólo espero que mis padres acepten que Violeta y yo estamos juntos, porque su opinión es muy importante para mi, aunque, sinceramente, si no están de acuerdo conque salgamos, me va a doler pero me va a dar igual, yo voy a seguir con ella. Después de todo lo que hemos pasado no pienso permitir que nada ni nadie nos separe esta vez.

Ferran está también aquí conmigo porque Alba viene con Violeta. Voy fijándome en la gente que sale del tren hasta que la veo. Ella alza su cabeza buscándome. Se muerde los labios y cuando me ve, una gran sonrisa ilumina su cara. Violeta llega hasta mi medio corriendo y se arroja a mis brazos literalmente. La agarro por la cintura y mis labios se posan en los suyos para recordar de nuevo a que saben sus besos. Ella se separa de mí y me mira tan sumamente feliz que hace que lo sea yo también.

- Dios, lo que te he echado de menos Pau -me dice ella abrazándome con fuerza

- Y yo también niña mía

Abrazo a Violeta, acaricio su mejilla con suavidad mientras no dejamos de mirarnos.

- Estas todavía más bonita que el lunes - la miro fijamente mientras ella se sonroja

- Te quiero

- Y yo a ti

Beso a Violeta sin importarme estar en mitad del anden. Solo quiero sentir sus labios contra los míos. La calidez de sus brazos que me rodean. Nos separamos riéndonos. Ella se da la vuelta para saludar a Ferran, algo imposible porque Alba y él están besándose como si no hubiera un mañana. Violeta se acerca a Ferrán riéndose y los interrumpe dándose un abrazo. Alba aprovecha y me saluda a mi también. Cojo la maleta de mi novia y agarro su mano entrelazando nuestros dedos. Salimos juntos de la estación a una distancia prudencial de nuestra pareja de amigos que se miran y se hablan como si nosotros dos no existiéramos. 

- ¿Vas a subir conmigo a mi casa? - Violeta se muerde el labio inferior mientras me habla y está tan adorable que solo me dan ganas de comermela a besos

- Claro que voy a subir contigo mi niña. Y luego ya sabes, a cenar a casa de mis padres, que mi madre está to loca por conocer a mi novia

- Espero que no se lleve una desilusión cuando me vea...

- ¡Que tonta eres cuando quieres!

Estrecho a Violeta entre mis brazos y caminamos hacia el coche. Mi padre me lo ha dejado para que venga a buscarlas. Abro el maletero para poner las maletas de las chicas en el, cuando Alba se acerca a Violeta mirándola indecisa

- Viole. ¿A ti te importa que me quede en casa de Ferran en vez de contigo?

- ¡Claro que no me importa tonta!

Las dos amigas se abrazan muy sonrientes y se dan un beso en la mejilla. Lo de mi amigo y Alba también tiene que ser serio cuando él va a llevarla a su casa. Violeta se monta delante conmigo y Ferran y Alba van detrás. Arranco el coche y por el camino le explico a Violeta que mi madre ha hecho una cantidad ingente de comida.

- Podíamos ir nosotros también a cenar a tu casa Pau -me dice Ferran- ya sabes que tu madre me adora

- Casi vives en mi casa Ferran. Lleva esta noche a cenar a tu novia por ahí y no me des más por culo a mi

- Luego cuando quieras hablarme de lo muuuucho de menos que echas a Violeta te va a escuchar tu tía la pelos

Miro a Violeta y veo que una sonrisilla asoma en su cara y nos miramos los dos a los ojos riéndonos. Ella pone su mano en mi mejilla y me da una leve caricia que me hace sonreír.

- No me hagas hablar Ferran de lo tuyo- le digo mirándolo por el espejo retrovisor. Él tuerce el gesto porque sabe que si yo he le he hablado de mi novia, él lo ha hecho de Alba

Un rato después dejo a Ferrán y a Alba en su casa y a nuestro bloque llegamos 5 minutos después. Aparco el coche en mi plaza de garage y cuando me quito el cinturón miro a Violeta con una gran sonrisa.

- Ven aquí mi niña

Violeta se acerca a mi y nos abrazamos durante unos segundos. Mi mano acaricia su mejilla con suavidad y ella me mira sonriendo. Poso mis labios en los de ella en una caricia lenta. Llevo 4 días sin besarla y se siente como si fuera una eternidad. El roce de sus labios son delicados contra los míos y no tardamos poco en buscar nuestras lenguas. El beso se vuelve exigente, duro, los dos hambrientos el uno del otro.

- O subimos arriba o lo hacemos en el coche -le digo separándome de ella. Violeta me mira y se pone a reír

- ¿Tantas ganas me tienes Pau Francisco?

- No te imaginas cuantas, que me duele la mano derecha de la de pajas que me he hecho pensando en ti

- Dios, eres terrible. Siempre pensando en lo mismo -Violeta me da un puñetazo en el hombro

- ¿Y en qué quieres que piense?

- ¡Pues en que va a ser! En que me quieres, que me echas de menos...todo eso...

- Ya sabes que te quiero, las 24 horas del día me las paso pensando en ti...pero también me duelen los huevos por ti

- Anda, vámonos para arriba

Violeta sale del coche negando con su cabeza pero riéndose. Salgo yo también y vamos hacia el maletero para coger su maleta. Mentiría si dijera que no estoy nervioso, porque lo estoy. Aunque conozco a su padre, ahora me lo va a presentar oficialmente como su novio, y quieras que no, es para ponerse nervioso. La cojo de la mano y vamos hacia el ascensor. Le doy a la sexta planta y la agarro de la cintura para abrazarla.

- No estés nervioso Pau -me dice ella acariciando mi barbilla- ya verás como hoy todo va a salir bien

- Estoy algo intranquilo, pero sinceramente, sean tu padre o los míos, si a alguno no le gusta que estemos juntos, es que me da exactamente igual. A mi la única que me importa lo que piense eres tú

- A mi también me pasa igual. Después de todo lo que hemos pasado, si hay alguien a quien no le guste, como que me la pela

El ascensor se detiene en la última planta y cojo aire con fuerza. Las puertas del ascensor se abren y  siento mi corazón latir con excesiva fuerza. Ferrán me pregunto si estaba seguro de todo esto pues era un paso muy importante. Le conteste que si que lo estaba, que era lo que quería. Violeta es mi novia y quiero que lo sepan las personas más importantes de mi vida.

Ella saca la llave de su bolso y abre la puerta no sin antes darme una sonrisa tranquilizadora. Entramos a su casa y si, ahora si, ahora ya no hay vuelta atrás.

- ¡Ya he llegado! -dice ella mientras avanza por el recibidor. 

Al momento su padre y Tasi salen de la cocina mirándola muy contentos, aunque cuando me ven a mi se quedan algo sorprendidos. Su padre se acerca a ella y se abrazan cariñosamente mientras yo permanezco a una distancia prudencial. Cuando terminan de saludarse, ella se da la vuelta y me coge de la mano acercándome a ella.

- Papá, Tasi, aunque ya lo conocéis, quiero presentaros a Pau, él y yo somos novios

Violeta se muerde los labios mientras mira a su padre el cual me hace un repaso de arriba a abajo frunciendo el ceño. Tasi es otra cosa. Me mira alegre y se viene hacia mi para darme dos besos.

- ¡Que alegría hija! -le dice ella- encantada Pau de que seas su novio, la verdad. Me alegro mucho cariño

- Gracias Tasi

- Pero bueno, pasad al salón. Voy a preparados la merienda. Habrá que celebrar que mi niña por fin sonríe

Pasamos al comedor y Violeta no deja de mirar a su padre, el cual no ha abierto la boca en todo momento. Entramos allí y Tasi nos hace sentarnos en la mesa, esa mesa en la que tanto he estudiado. Bueno, y otras cosas también... Me siento al lado de ella y Violeta me coge de la mano por debajo de la mesa mientras sonríe.

- ¿Y desde cuando salís juntos? -nos pregunta su padre cruzando los brazos

A eso no sé que contestar porque entonces tendría que dar explicaciones de todo lo que ha pasado entre nosotros y este hombre ya empezaría a odiarme.

- Empezamos a salir este verano -le dice Violeta tomando ella la iniciativa - pero me vine a Valencia y lo dejamos...pero hemos empezado a salir otra vez porque nos hemos dado  cuenta de que queríamos estar juntos...

Su padre tuerce el gesto de nuevo haciendo que me ponga más nervioso.

- ¿Cuántos años tienes Pau?

- En julio cumpliré 19

- ¿Y no crees que eres muy joven para mi hija? -me pregunta él haciendo que pegue un respingo en mi asiento

- Pues la verdad es que no, ¿usted cree que Tasi es demasiado joven para usted?

Vale si, me he pasado con mi suegro, pero mucho. Pero es que paso de que la gente me cuestione por mi edad. Esto ya lo sufrí con la propia Violeta y no pienso volver a pasar por lo mismo. Su padre me mira entrecerrando los ojos. Me va a mandar a la puta mierda, lo sé. Y me lo merezco. 

- Joder Pau. Eso ha sido bueno, lo reconozco. Me lo merezco -el padre de Violeta empieza a sonreír y suelta una carcajada haciendo que me relaje

- Es que te has pasado papá. Se lo has puesto a huevo -le dice ella sonriéndole

- Desde luego. Aunque bueno, si habéis tomado la decisión de venir a decirnoslo, es que lo vuestro va en serio -sigue diciéndome este hombre que mira a su hija como si fuera el bien más preciado de su mundo

- Si que lo es papá -me dice ella apretando mi mano- por primera vez en mi vida soy completamente feliz y todo es gracias a Pau

- Pues me alegro por los dos. Soy el menos indicado para cuestionar vuestras edades, pero Pau, ya lo sabes, si la haces llorar o le haces daño...soy cazador y tengo licencia de armas... -el padre de Violeta me señala con el dedo y yo trago saliva mirándolo.

- Te quitaron la licencia hace dos años porque no veías bien papá, asi que no lo flipes -le contesta ella rodando sus ojos

- No se preocupe, le juro que su hija va a ser feliz a mi lado. Es lo único que yo quiero en esta vida

-Ay, dios, ¡qué romántico! -dice Tasi entrando con una bandeja de bizcocho de manzana que tiene una pinta espectacular

El resto de la merienda va bastante mejor. Su padre me pregunta por mis estudios y escucha muy atentamente todo lo que yo le explico. Violeta le cuenta también lo que ha hecho en Valencia estos días y para cuando nos damos cuenta son ya más de las 7 de la tarde. Me levanto de mi sitio para despedirme porque tengo que irme a casa.

- Yo me voy ya. Mi madre quiere que le eche una mano para la cena -les digo estrechando la mano del padre de Violeta

- Pau, se nota que eres un buen chico -me dice él sonriéndome- Arnau era un capullo insoportable que me hacía la pelota a la menor ocasión... tú ni lo has intentado, por eso me gustas

No puedo evitar sonreír y sentirme bien antes sus palabras. Le doy dos besos a Tasi y Violeta me acompaña a la puerta. Nos abrazamos antes de despedirnos durante unos segundos.

- Bueno, no ha ido mal ¿no? -me pregunta ella alzando sus ojos para mirarme

- Tranquila, ha estado bien. Bueno, te espero a las 9

- Vale. Pues hasta dentro de un rato amor

Le doy un beso a Violeta en los labios y salgo de su casa más tranquilo que cuando entré. Ahora a ver como se lo toman mis padres, porque mucho hablar de que a mi madre le encanta Violeta, pero cuando la tenga delante, a ver lo que dice.

Más tarde...

Violeta acaba de llamar al timbre. Cojo aire con fuerza y voy hacia la puerta para abrirle y está adorable, bueno, está preciosa. Lleva puesto un vestido de punto de color arena que le llega por encima de la rodilla y su pelo se lo ha dejado suelto. Me mira mordiéndose el labio y la hago pasar inmediatamente.

- Estas preciosa cariño

Le doy un beso en la mejilla y la llevo de la, mano hacia el comedor donde están mis padres. Ella permanece detrás de mí mientras entramos en la estancia. Mi padre está sentado en su sillón y mi madre está terminando de poner las cosas.

- Mamá - le digo llamando su atención. Ella se gira y me mira con una gran sonrisa en su cara - está aquí mi novia

Dejo que Violeta salga de  detrás de mi. Mi madre se queda mirándola y esboza una sonrisa.

- Hola - dice Violeta con timidez

- Oh, dios mío - dice mi madre llevándose las manos a la cara- ¡lo sabía! ¡sabía que era ella!

Mi madre se acerca a Violeta y le da un gran abrazo. Ella le responde muy cariñosa y cuando se separan mi madre le acaricia la mejilla con mucha ternura.

- ¿Por qué habéis tardado tanto en decírnoslo? - dice mi madre mientras mi padre saluda también a Violeta. Nos hace sentarnos y yo lo hago al lado de ella

- Bueno... es que han pasado algunas cosas entre nosotros y hasta que no lo hemos arreglado no nos hemos atrevido a decir nada - le digo a mi madre

- Tu madre sabía que estabais juntos desde hace tiempo - dice mi padre echándole refresco de cola a Violeta en su vaso

- ¿Ah, si? - le pregunta Violeta algo sorprendida al igual que yo

- Os vi una tarde en el parque agarrados de la mano y dandoos un beso... después de ir a la boda...

- Por eso siempre me dabas la lata con ella ¿no mamá?

- Estaba deseando que me dijeras que estabais juntos. Por eso no paraba de lanzarte indirectas - mi madre me abraza y la veo sumamente feliz- me alegro mucho de que seáis novios

Mi madre me sonríe y miro a Violeta y la veo más relajada. Y yo también lo estoy la verdad. Pasamos una cena bastante divertida. Violeta nos cuenta anécdotas del instituto y le contamos un poco a mis padres como comenzamos a salir. La  cara de mi madre cuando nos mira es de alegría. Cuando terminamos de cenar, mi madre saca el álbum de fotos poniéndome en vergüenza delante de Violeta. Pero no me importa mucho porque verla en mi casa, sentada en el sofá con mis padres es uno de las cosas que me imaginaba cuando empezamos a salir en verano. Así que me da igual que ella me vea con 3 años desnudo encima de una mesa.

Pasada la medianoche, Violeta se levanta del sofá y se despide de mis padres.

- Gracias por la cena Carmen - le dice ella abrazandola muy cariñosa

- Gracias a ti por venir cariño. Verás cuando le diga a todas mis amigas que tengo una nuera...

Violeta se ríe mirando a mi madre. Y yo ruedo mis ojos dramáticamente.

- Por cierto chicos - sigue diciendo mi madre - si queréis dormir juntos... por mi no hay problema. Si vais a hacer algo prefiero que lo hagáis en tu cuarto que en el coche, por poner un ejemplo...

- ¡Mamá!

- ¿Acaso estoy mintiendo hijo?

- Vale mama. Muchas gracias. Lo tendremos en cuenta

Me doy la vuelta y miro a Violeta la cual tiene la boca abierta sorprendida y tiene la cara como un tomate. La cojo de la mano y abro la puerta para salir de mi casa. Nos montamos en el ascensor y Violeta se muerde los labios empezando a reírse.

- A mi madre se le va la olla -le digo apretando el botón de la planta baja

- Tasi me dijo lo mismo cuando te fuiste. Mi padre no pudo replicar porque ella le dijo que mejor en casa que en la calle y que seguro que llevábamos mucho tiempo durmiendo juntos...

- ¡Madre mía!

Me llevo las manos a la cara y me rio yo también. Llegamos a la planta de abajo y Violeta me abraza cuando salimos a la calle.

- ¿Donde vamos Pau?

- Había pensado en que fuéramos a un sitio tranquilo a tomarnos algo y estar solos un rato, ¿te parece bien?

Violeta me mira con una brillante sonrisa y asiente mientras me abraza con fuerza. Nos quedamos en silencio un rato mientras disfruto de poder pasear con ella tranquilamente por nuestro barrio.

- Violeta, he estado pensando una cosa

- ¿El qué cariño?

- Mañana por la noche ¿o en tu casa o en la mía?

- ¡Eres terrible Pau!

- No soy terrible, es que tengo muchas ganas de estar contigo haciendo cosas muy sucias... y a poder ser desnudos, tú encima, o yo, me da igual. Lo que tú quieras Violeta

Violeta me da un suave puñetazo en el hombro y entonces decido que este es el momento. Saco una cajita de detrás de mi espalda y se la doy. Ella me mira algo confusa sin saber muy bien lo que es.

- Feliz cumpleaños Violeta. Siento no habertelo dado antes -le tiendo la caja y ella la coje bastante ilusionada

- No tenías porqué regalarme nada. Que estemos juntos para mi ya es suficiente regalo

No puedo evitar mirarla y sonreir como un tonto, un tonto enamorado. Y la sonrisa que tiene ella ahora mismo mientras coge la cajita me calienta el corazón. Va quitando el lazo azul de la caja y rasga el papel de regalo. Aparece un estuche plateado, lo abre y me mira muy emocionada. Le he comprado una pulsera de Pandora con unos cuantos dijes que cuelgan. Hay un helado, una violeta, un libro, un corazón, una nota musical, un sol y una estrella.

- Es preciosa Pau, pero preciosa -Violeta está totalmente sorprendida. La veo hasta con los ojos brillantes al mirarme

- Es un poquito de nuestra historia amor. Para que nunca la olvides

- Como voy a olvidarla. Si ahora si que estoy segura que eres la historia más bonita de mi vida

*** Vale si, supongo que estos "tiernos capítulos" tienen que compensar a lo capullo que fue Pau.

Quiero dedicar el capítulo a i_Valery_. Gracias por leerme y por seguirme. Un abrazo ***

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