41. La Despedida
*** Este capitulo es para whereisjkar. Espero que te guste. Muchas gracias por leerme y por tus comentarios que me dan la vida. Eres un sol primorcete. Un abrazo. ***
Domingo
Por la mañana temprano...
- Violeta, despierta amor
Los dedos de Pau rozan mi brazo con mucha delicadeza haciendo que sienta un cosquilleo en todo el cuerpo. Estoy muerta de sueño. Me he acostado a las 5 y pico de la mañana después de haber estado en una de las discotecas del puerto dándolo todo. Había cogido el sueño enseguida y por eso no sé porqué Pau me despierta con lo dormida que estoy. Le gruño en respuesta para que me deje en paz pero él vuelve a insistir.
- Mi niña levántate por favor
- ¿Qué hora es? -le digo alzando mi cabeza y viendo que todavía no es de día
- Mejor no te lo digo. Pero levántate. Quiero que vengas conmigo a ver una cosa, por favor. Confía en mi
Ruedo mis ojos suspirando pero me levanto. Pau tiene una toalla en sus manos y me tiende una de sus sudaderas para que me las ponga. Lo hago y me pongo mis zapatillas. Me coge de las manos y salimos del dormitorio cruzando el pasillo hacia el comedor. Pau abre la cristalera y cruzamos la terraza bajando las escaleras que nos llevan a la playa. Él me lleva de la mano porque aún estoy adormilada y temo que puedo tropezarme y caer. No sé donde quiere ir pero conociéndolo, tiene que ser importante.
Está amaneciendo ya. Se vislumbran los primeros rayos aunque aún el sol no haya aparecido. Pau pone una toalla en la arena de la pequeña cala y se sienta en ella haciendo que me siente entre sus piernas. Sus brazos me rodean y apoyo mi cabeza en su pecho dejando que su cuerpo me de el calor que necesito.
- Había pensado que sería bonito que viéramos el amanecer juntos mi niña
Me doy la vuelta para mirar a Pau el cual me sonríe muy dulce. Le doy un breve beso en los labios y me agarro más fuerte a sus brazos, los cuales me dan esa tranquilidad y seguridad que tanto había echado de menos. Permanecemos en silencio unos segundos disfrutando de la calma del amanecer. El sol empieza a salir y es un bonito espectáculo. Nunca había visto amanecer con nadie, y con Pau tengo muchas primeras veces.
- Voy a echarte muchísimo de menos Violeta. Cuando llegué no pensé que te recuperaría. Estos días contigo han sido increíbles
- Para mi también lo han sido Pau. Y...joder, es que se me hace muy duro irme y no estar sin ti
- Serán sólo 4 días mi niña. Estoy deseando que llegue el viernes y vengas a Madrid
- Y luego tú vienes a Valencia
- Y luego yo voy a Valencia. Podremos con esto, y lo sabes. Sólo nos separan 3 horas en el AVE
Mi mejilla está cerca de la de Pau. Dejo que sus labios me besen con calma. Seguimos mirando el horizonte. Seguimos disfrutando de los dos. De estos pocos momentos a solas que nos quedan.
- A lo mejor piensas que es un poco pronto Violeta, pero me gustaría decirle a mis padres que estamos juntos -Pau aprieta los labios y yo lo miro bastante sorprendida. Sus manos acarician mi muslo con mucha suavidad haciendo que se me erice la piel- pero si no quieres, no pasa nada...
- Tendrás que subir tú al ático entonces -le digo segundos después de pensar en lo que me pide. Es lo más lógico, es lo normal. No puedo ir a Madrid y no querer estar con él sin tener que escondernos.
Una sonrisa se forma en su cara cuando se lo digo. Pau me estrecha con más fuerza entre sus brazos y siento su corazón latir con fuerza en su pecho.
- Aunque no sé yo que pensará tu madre cuando le digamos que estamos juntos Pau
- Mi madre te adora
- ¡Venga ya!
- Es en serio. Una vez me vio con Cris paseando de lejos y me dijo que no le gustaba, que no se parecía a ti...no sé es como si se oliera algo...
- Tu madre no es tonta Pau. Pero bueno. Veremos a ver si sigue pensando lo mismo cuando me vea como la lagarta que le ha robado a su niño
- ¡Eres muy tonta Violeta! Mira, la opinión de mi madre es muy importante para mi, pero sinceramente, si no le hace gracia que estemos juntos, me la pela. Después de que hemos conseguido arreglar lo nuestro, es que ni mi madre va a hacer que deje de estar contigo
Dios. Estoy tremendamente feliz con sus palabras. Tres días. Tres días en los que no nos hemos separado ni un solo minuto, en donde hemos aprendido a querernos, a que nuestros cuerpos se buscaran de nuevo. Hemos tenido largas conversaciones de cualquier cosa que se nos ocurriera y si, nos hemos enamorado aún más todavía. Ahora si estoy total y absolutamente segura de que lo nuestro es ahora más fuerte. ¿Qué cómo lo sé? Porque mi corazón me lo ha dicho y le pasa como a mi estómago, siempre tiene la razón.
Lunes
A Alba y a mi nos quedan casi 5 horas viaje hasta que lleguemos a casa. Estoy terminando de meter el neceser en la maleta mientras me aguanto las lágrimas. Anoche lo deje todo arreglado y no pude evitar ponerme a llorar pensando que en un rato ya no veré más a Pau por lo menos hasta el viernes. Lo voy a echar tanto de menos que me duele el alma. Sé que es una tontería porque nos veremos ya mismo, pero es que no puedo.
- Van a ser sólo 4 días niña mia -la voz de Pau entrando en la habitación me hace pegar un respingo y soltar el neceser en la maleta
- Lo sé. Pero no puedo evitarlo -las manos de mi novio se posan en mi cintura y dejo que mi cabeza repose en su pecho. Permanecemos unos segundos abrazados y al separarme Pau limpia mis lágrimas con sus dedos
- Tengo miedo Violeta -me confiesa él bastante serio
- ¿Miedo? ¿De qué?
- Pues de que llegues a Valencia y no sé...te des cuenta de que no me quieres tanto y que vuelvas a ver al tal Saúl ese y...
- Pau, no -mi mano acaricia su mejilla girando su cara para que me mire- no. Te quiero a ti y sólo a ti. Tenlo claro, por favor. Dios, no tengas dudas amor. Si te sirve de consuelo yo también tengo miedo de perderte cuando vuelvas a Madrid
- Violeta, no lo tengas. Sabes que te quiero. Estos días juntos han sido los mejores de mi vida. Tenerte de nuevo a mi lado ha sido un puto sueño hecho realidad. Y ahora que te tengo no pienso dejarte escapar nunca más
- Nunca digas nunca Pau
- Si lo digo. Te quiero. Y pienso demostrártelo cada puto minuto de mi vida
Pau se acerca a mi y me da un beso de los suyos, de los que me quita el aire y de los que hacen que mi corazón quiera salirse de mi pecho.
- Cuatro días, sólo cuatro niña mía
- Tendremos que confiar el uno en el otro Pau
Mis ojos se van de nuevo a él, a los suyos, a perderme en esos maravillosos ojos azules que me miran como si fuera única. Sus dedos rozan mis mejillas, mi nariz, siguen un camino hacia mi frente para volver a repasar mi cara y acabar en mis labios. Con los dedos en ellos vuelve a besarme tan lentamente que creo que voy a morir. Siento las lágrimas como bajan por mis mejillas y se mezclan con nuestros besos.
- No llores Violeta por favor. Me parte el alma verte así. Por favor mi niña no llores más
- Vale. Lo intentaré, pero no te prometo nada -me aparto de Pau e intento sonreirle para hacerle sentir mejor- anda, ayúdame a cerrar la maleta
Pau me da un beso en los labios y nos giramos para que yo pueda meter el neceser con el resto de mis cosas.
- ¿Te llevas mi sudadera? ¿la que te dejé encima de la cama? -me pregunta él mientras cierra la cremallera
- Si, si que me la llevo, ¿has guardado mi camiseta?
- Tu camiseta y tu colonia de mora
- Dormía muchas noches con tu camiseta, la que te quité cuando estuvimos el fin de semana en aquella casa. Todavía olía a ti, y ...era la manera que tenía de sentirte cerca de mi
- Oh, mi niña. Joder lo que te amo Violeta
Pau y yo nos abrazamos de nuevo hasta que Alba entra por la puerta con los ojos rojos también. Vale, creí que yo iba a ser la única que lloraba hoy, pero resulta que no.
- Yo ya estoy, bueno, no estoy, pero cuando quieras Viole -me dice ella
- Venga si, vamos
Me separo de Pau con desgana, mucha desgana y con el corazón demasiado triste. Él coge mi maleta y salimos de la habitación no sin antes darnos otro beso. Caminamos por el pasillo y al llegar al comedor, el resto de mis amigos tienen también sus maletas preparadas. Tanto a unos como a otros nos espera un largo camino de regreso a casa. Le echamos un último vistazo a todo para comprobar que no nos dejamos nada y salimos de esta casa donde entré soltera y salgo con novio, con mi Pau. Más feliz no puedo ser, la verdad.
Vamos hacia mi coche y metemos mi maleta y la de Alba. Me giro para mirar a Pau y esta vez me tengo que aguantar las lágrimas porque se lo he prometido. Sus manos están en mi cintura y las mías en su cuello.
- Martes, miércoles, jueves y el viernes nos vemos de nuevo amor. Sólo 4 días -me dice él besando mis labios de nuevo
- Se me van a hacer eternos Pau
- Lo sé, a mi también. Violeta, te tengo de nuevo a mi lado amor. Y esta vez te juro que no te voy a dejar que te vayas por lo menos hasta que quieras seguir a mi lado
- Pues te vas a cansar de mi porque no tengo muchas intenciones de dejarte y estar sin ti otra vez
Abrazo a Pau sintiendo en el estómago un nudo enorme. Tengo muchas ganas de llorar. Me había acostumbrado otra vez a estar a su lado, y despedirme así es una puta mierda.
- Venga va. Que se os hace tarde
Me muerdo los labios para no llorar y me doy la vuelta para despedirme de mis amigos. Abrazo muy fuerte a Lena prometiendole que la llamaré luego. Beso a Manu y me giro para abrazar a Ferrán. Abre sus brazos y me refugio en ellos un rato.
- ¿No estás enfadada conmigo, verdad? -me pregunta él mientras me separo para mirarlo- por lo de Pau
- Sospecho que todo esto fue idea tuya para que pasara algo así... -Ferrán me mira con su sonrisa más pícara confirmando mis sospechas- pero, como al final ha salido bien, te perdono
- Viole, puedes estar tranquila con Pau, te quiere muchisimo y yo lo creo. Hemos hablado mucho sobre ti, sobre vosotros. Y puedes confiar en él
- Nos hemos dado otra oportunidad Ferrán. Yo también lo quiero y confío en él
- Pues no tengas miedo. Ten fé
- Te quiero mucho Ferr
- Y yo a ti "mi amor"
Abrazo a Ferran riéndome y volvemos a separarnos. Lena y Manu se van hacia su coche y Alba y yo nos quedamos despidiéndonos de nuestros novios. Vuelvo a abrazar a Pau, vuelvo a refugiarme en sus brazos deseando no tener que despedirme.
- Te quiero Pau
- Y yo a ti mi niña
Nos besamos esta vez siendo un beso cargado de promesas y de amor, mucho amor. Intento que no se me note las ganas de llorar tan terribles que tengo. Nos separamos y él me acompaña hasta montarme en mi coche. Me siento en mi asiento y me pongo el cinturón. Me asomo por la ventanilla y volvemos a besarnos de nuevo. Sus dedos acarician mi mejilla con mucha dulzura.
- Ten mucho cuidado por la carretera -me dice Pau sonriéndome
- Te lo prometo
- Te quiero Violeta, no lo olvides nunca mi amor
- Yo también te quiero
Le sonrío y tengo que arrancar el coche mientras Ferrán y él se situan a un lado. Nos despedimos de ellos y salimos de allí. Por el espejo retrovisor veo a Pau que me dice adiós con la mano y yo hago lo mismo. Los dejamos atrás al girar por una calle. Respiro con fuerza cogiendo aire de los nervios que tengo ahora mismo.
- ¿Podemos llorar ya? -me pregunta mi amiga
- Podemos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro