4. La piscina
- No tiene ni puta gracia Lena
-Oh, si, si que la tiene. Que le des clases al niñato con el que te enrollaste en el instituto...es muy fuerte Viole, muy fuerte. Es el destino, ¿lo sabes, no?
- Sólo me dio un beso, no nos enrollamos, y además ¿Porqué va a ser el destino? -resoplo entrando por la puerta de la piscina. Desde que le conté a Lena todo lo que ha pasado estos días, no para de reírse de mi la muy hija de puta
- A ver. El tío que te dió el mejor beso de tu vida...lo tienes viviendo 4 pisos más abajo de ti. Y encima lo ves todos los días. Lo que no sé es como no te lo has follado ya encima de la mesa del comedor. De verdad que no lo entiendo
- Lena. Que tiene 17 años joder...
-Dejará de tenerlos, créeme. Y a estas edades están experimentando con el sexo porque acaban de descubrirlo y quieren hacerlo a todas horas. Así que...
Llegamos a la parte del cesped donde da sombra y dejamos nuestras cosas en el suelo. A estas horas empieza a llegar la gente a la piscina, pero al ser jueves, tampoco es que haya mucha. Saco mis cosas de la mochila y extiendo mi toalla en el suelo. Cerca nuestra hay algunas toallas, pero no tan cerca como para agobiarnos. Me quito el vestido para quedarme con mi bikini de triángulo rojo y me quito la goma de la coleta.
- Ese bikini te queda de infarto. Te hace más tetas -me dice Lena riéndose- mañana podrías dar las clases así
- Aún te pego Lena. Olvídalo ya, ¿quieres? que es menor, MENOR. Déjalo ya
- Y tú eres tonta, TONTA. Tienes la posibilidad de tener una aventura, y no quieres. Anda que yo me lo iba a pensar, una mierda me lo iba a pensar...
- Es un delito...
- A partir de los 16 años y si es con consentimiento por ambas partes...ya no es delito...
- Vete a la puta mier...
Me quedo congelada sin terminar la frase cuando lo veo. Abro tanto mis ojos que creo que me voy a quedar ciega. Pau está aquí, en la piscina. Acaba de salir del agua con unos amigos, con los cuales bromea y se ríe. Empieza a andar hacia el cesped y a mi se me ha secado la boca y no soy capaz ni de hablar. Joder, es que encima en bañador está más bueno todavía. Pero, ¿dónde coño escondia esas abdominales? Que cuerpo, madre mía, que cuerpo. Lo que me faltaba ya.
- Viole, ¿qué te pasa? te has quedado extasiada...
- Pau
- ¿Qué Pau? ¿Tú Pau?
- No es mi Pau imbécil. Pero si, está aquí... -lo veo venir hacia donde estamos y yo no soy capaz ni de hablar
- ¿Dónde? -me pregunta Lena mirando hacia todos lados
-El rubio alto con el bañador azul. El que viene hacia aquí con esos tres...
Veo a Lena mirar hacia donde le digo y abrir sus ojos como platos.
- ¡Santa madre de dios! -dice Lena medio gritando
- No chilles idiota
- Pero, ¿tú eres tonta? ¿tú has visto que pedazo de tío?
- Tiene 17 años Lena...
- Porque lo dice él, pero vaya, me reafirmo, o le comes la boca o eres gilipollas...
- No pienso hacer nada con él...
- Entonces, eres gilipollas
Voy a replicarle a Lena cuando lo veo llegar hacia nosotras y quedarse parado mirándome mientras sus amigos cogen las toallas. Porque si, el destino existe y son los que están detrás nuestra. Yo trago saliva porque Pau me hace un repaso de arriba a abajo esbozando una sonrisa traviesa que hace que mis pezones se pongan duros. Joder, y eso con solo mirarme. Pero claro, cuando él está recién salido de la piscina, con toda esa agua cayéndole por el cuerpo y a mi sólo me dan ganas de lamérselas...
- Hola Violeta -me dice él sin dejar de mirarme
- Ostia -dice Lena- encima tiene una voz bonita
- Cállate -le digo entre dientes. Pau nos mira y se ríe. Yo le sonrío apretando mis labios
- ¿Qué haces aquí? -me pregunta mientras uno de sus amigos le trae una toalla. El chico castaño, y bastante mono por cierto, mira a Lena y le hace un repaso también de arriba a abajo encontrándose con la mirada divertida de mi amiga
- Pues lo mismo que tú, hacer el trabajo de Alfonso X, uy no, espera, que ese eres tú... -Pau se ríe con mis comentarios y a mi esa sonrisa me hace temblar hasta las orejas
- Luego lo hago
- Más te vale
- O me castigas -Pau alza una de sus cejas y yo trago saliva de imaginar como lo castigaría
- Soy Manu, soy amigo de Pau -nos dice el castaño rompiendo nuestro duelo de miradas
- Pues yo soy Lena, ¿qué edad tienes?
- 21 -le contesta él riéndose
- ¡Menos mal! -le doy un codazo a Lena para que se calle de una puta vez pero parece estar muy entretenida mirando al castaño
- Manu, esta es Violeta, mi vecina -le dice Pau presentándonos
- Soy su profesora -le contesto yo replicando
- También eres mi vecina -me contesta él haciendo que tenga que morderme la lengua porque tiene toda la razón
- Y yo soy Lena, su mejor amiga. Encantada guapetón
Mi amiga se va hacia Pau y le da dos besos haciendo lo mismo que con Manu el cual la agarra de la cintura cuando se besan. Lena y él empiezan a sonreírse y a hablar y yo los miro algo alucinada.
- Me voy a bañarme
Ando hacia el borde de la piscina pasando de todos, incluyendo a Lena, la cual está muy entretenida con el amigo de Pau. Voy hacia las duchas y abro el grifo para mojarme antes de meterme. Me doy la vuelta y veo al rubio mirándome descaradamente, y si, yo también lo miro a él. Sus ojos recorren mi cuerpo y lejos de hacerme sentir incómoda, me hacen morderme los labios. Pau sube su mirada hasta mis ojos y nos miramos durante unos segundos. Dios, que lindo es. Me doy la vuelta tragando saliva y me tiro de cabeza en la piscina maldiciendo el golpe de agua fría en mi cuerpo. Nado durante un rato olvidándome de todo y de todos, sobre todo de Lena, la cual es una traídora, y me ha vendido por un chico.
Paro de nadar y me quito el pelo de la cara mirando hacia el sol cerrando mis ojos. Un ligero chapoteo a mi lado me hace girar mi cabeza. Pau viene hacia mi nadando y se para delante mía sonriéndome.
- Nadas muy bien Violeta -me dice acercándose a mi
- Mi madre me llevaba de pequeña a cursos de natación
- Tú a natación y yo a kárate -le sonrío sin poder evitarlo.
Este niño es un dulce para que negarlo, vale si, un dulce de comértelo. Pau y yo empezamos a hablar andando hacia el fondo de la piscina.
- Creo que tu amiga y mi amigo han tenido un flechazo -le digo a Pau
- No es el único -me contesta él
- ¿Tú es que no tienes filtro niño?
- Contigo no -Pau me saca la lengua y yo me sonrojo sin poder evitarlo
- ¿Sabes que soy mayor que tú?
- ¿Sabes que eres muy guapa?
- ¡Pau!
- ¿Quéee?
- No sigas que no hago pie aquí -estoy de puntillas y él sigue andando hacia atrás. De pronto se acerca a mi hasta estar casi a mi altura
- Agárrate a mi cuello
- No
- ¿No te fías de mi? -Pau me mira poniendo ojitos de cordero
- No
-Prometo no hacer nada. Te lo juro Violeta. Anda ven
Miro a Pau y termino poniendo mis brazos alrededor de su cuello. Mis pechos están pegados a los suyos y sentir su piel junto a la mia, es una sensación bastante agradable, bueno, agradable no, es que me tiene encendida el muy puñetero. Pau pone mis manos en mi cintura y me mira a los ojos de unas maneras que me derriten. Empieza a andar hacia atrás conmigo cogida de su cuello y sin apartar su mirada de mi
- ¿Porqué no quieres que te bese otra vez? ¿Es que no te gusto? -me pregunta mirando a mis labios. Suspiro algo nerviosa porque sentir su pecho desnudo junto al mio es demasiado agradable
- Ay Pau. ¿Quieres la verdad?
- Si claro
- Es que...eres menor, tienes 17 años joder
- Ya...pues resulta que en menos de dos semanas cumplo los 18, pero yo no te he preguntado eso. Si tú no quieres nada conmigo porque no te gusto, dímelo y te prometo que te dejaré en paz
Miro a Pau mordiéndome los labios. Sería muy fácil decirle que no y así me quitaría un problema de encima. Pero es que no puedo mentirle, no puedo, ni a él ni a mi misma. Así que me callo y él sonríe mientras me mira.
- Sigues teniendo 17 años Pau, no lo olvides
Me separo de él y salgo huyendo, si que lo hago. Me pongo a nadar como si se me fuera la vida en ello porque es que no soy capaz de enfrentarme a él y a lo que me dice. Diviso a Lena que viene nadando hacia mi y me paro a hablar con ella.
- Tía, no me habías dicho lo simpáticos que son los amigos de Pau. Son muy agradables -me dice ella riéndose
- Porque no los conozco
- Pues ahora si. Y Manu es super-mono... me encanta
- Yo me he dado cuenta si
Ruedo mis ojos al mirarla y ella me echa agua en la cara. Así que acabamos peleandonos e intentando ahogarnos. Un rato después salimos del agua para volver donde tenemos nuestras cosas y secarnos con nuestras toallas.
- Perdonar -nos dice uno de los amigos de Pau- ¿tenéis crema solar? es que he sido tan tonto de que no he traído
- Si claro -le digo rebuscando en mi bolsa y dándosela- pero es factor 30, ¿te sirve?
-Claro que si -me dice él cogiendo el bote- creo que a mi me pasa como a ti, tenemos la piel muy blanca y nos quemamos con facilidad
- Es verdad -le digo riéndome- ponte la que quieras, tengo más botes en casa
- Gracias, ¿Violeta? -me pregunta él con precaución. Lo miro asintiendo- Lena nos ha dicho como te llamas, yo soy Ferrán, otro de los amigos de Pau
- Pues encantada Ferrán
Le sonrío y me doy cuenta de que si, de que estos chicos son un encanto. Extiendo mi toalla en el cesped y me pongo boca abajo para tomar el sol. Lena está enfrascada en una conversación con Ferrán y se ríen divertidos. Me gusta verla feliz. Ella lo pasó muy mal con su último novio. No la dejaba hacer nada, siempre la tenía controlada. Hubo un momento que él hasta le prohibió salir con sus amigas y ahí fue donde ella lo mandó a tomar por culo. Le dijo que a ella no la controlaba ni su padre así que menos un tío que no era capaz de hacer que se corriera. Si, así es mi Lena, más bruta que un arado, pero, un cacho de pan. Y el chico que se enamore de ella va a ser inmesamente feliz a su lado.
Estoy pensando en las palabras de Pau, y bueno, la verdad es que no me hace sentir incómoda las cosas que me dicen. Por extraño que parezca, y soy yo a la que le parece extraño, me siento bien a su lado, pero bien de estar tranquila... Aunque me tire los tejos cada vez que puede.
- Te vas a quemar si no te echas crema -alzo mi cabeza para encontrarme a Pau que se sienta a mi lado con mi bote de crema
- Quería secarme antes -le digo mirándolo a los ojos. Pau tiene una mirada tan azul y tan bonita
- Anda, date la vuelta que te voy a echar crema, ¿o tampoco quieres que te toque?
Lo miro y me muerdo los labios. A ver, tampoco puedo estar todo el día rechazando al chiquillo, sobre todo cuando quiere ser amable conmigo. Me doy la vuelta y siento como abre el bote de crema y se echa. En cuanto sus manos tocan mi espalda, no puedo evitar sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo al sentir sus dedos en mi piel. Vale, si, esto no ha sido una buena idea. Ahora entiendo cuando los tíos se excitan y se les pone tan tiesa que no pueden ni moverse de donde están. Porque eso es lo que siento yo ahora mismo. Mis pezones están duros como piedras. Las manos de Pau extienden la crema por toda mis espalda y por mis hombros. Lo hace lentamente como si estuviera dándome un masaje. Se siente de maravilla lo que me está haciendo. Es que joder, besa bien, y acaricia bien. Como todo lo que haga lo haga igual... Y seguramente será así.
Unos segundos después deja de acariciarme y yo interiormente protesto de no sentir más sus manos en mi cuerpo. Me doy la vuelta y nos miramos fijamente.
- ¿Me puedes echar crema en la cara Violeta?
Me dice dándome el bote. Me incorporo y me pongo de rodillas. Cojo el bote y me echo crema en la mano. Empiezo a embadurnarle la cara con ella con cuidado de no dejarle roales. Repasar sus mejillas, su nariz, su frente y tener sus labios tan cerca...es demasiado hasta para mi. Sus ojos no me quitan la vista de encima y me muerdo los labios por instinto mientras termino.
- Cuando estás nerviosa siempre te muerdes los labios -me dice él bajando su mirada hacia ellos
- Puede -le contesto yo reprimiendo las ganas de volver a mordérmelos
- ¡Violeta! -la voz de Lena llamándome nos hace romper el contacto visual. Me incorporo para ir hacia donde ella quiere y casi me choco con Pau que se había levantado a la misma vez que yo
- Por cierto, estás condenadamente sexy con ese bikini
*** No sé si os habréis dado cuenta, pero la historia se desarrolla en un barrio a las afueras de Madrid. No voy a dar nombres porque ya sabéis que a mi me gusta inventar. Asi que la mayoría de las veces leeréis nombres de pueblos o barrios en esta historia que ni siquiera existen.
Muchos besos y abrazos ***
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