- Somos un rollo. En vez de estar de marcha bailando encima de cualquier plataforma estamos aquí metidos  -dice Lena frunciendo los labios

- Está lloviendo otra vez Lena. Y paso de arreglarme para mojarme. Además, no nos hemos traído paraguas -le dice Alba comiendo otro trozo de pastel

- Eres la negación de la diversión Alba

- ¿Quién quiere salir teniendo tarta de chocolate? -les pregunto- Por cierto, gracias, me ha hecho una ilusión que me muero

Hace 15 minutos que oficialmente es mi cumpleaños. A las 12 en punto se apagaron las luces y mis amigos aparecieron con una tarta de chocolate con un única vela. Me hizo una ilusión enorme y cuando la sople no pude evitar llorar y todo. Pau llega y se sienta a mi lado en el sofá poniendo mis pies encima de su regazo, gesto que hace que Alba y Lena me miren con una sonrisilla diabólica.

- Zipi y Zape -les digo a las dos- lo que sea que estéis pensando, olvidadlo

- Habéis pasado de odiaros y llamaros de todo a... -dice Lena- a lo que sea que esteís haciendo

- Somos amigos Lena -le digo yo mientras Pau coge mi tenedor para pinchar de mi trozo de tarta- y tú, deja mi tarta...

- Por fi, dame un trocito más. Siempre te ha gustado compartir tu comida conmigo -Pau me mira con cara de perrito abandonado y yo ruedo mis ojos para dejar que coja tarta

- ¿Así que amigos, no? -me dice Ferrán sentándose en el sofá junto a su novia- sinceramente, el día que ponga mi propio gabinete me forro

Le saco la lengua a Ferrán y dejo que Pau siga comiendo de mi trozo de tarta. La verdad es que llevamos todo el día juntos. Con un tonteo-somos amigos-pero si me dejas te como la boca que a veces está afectando a mi paz mental. Lena decide poner una película, "La viuda negra", la última de Marvel. Por lo menos nos tiene entretenidos y en tensión las dos horas y media que dura. Mis pies siguen encima de los de Pau y de vez en cuando una de sus manos acaricia mi tobillo haciendo que todo mi cuerpo cosquillee. Un par de veces nuestras miradas se cruzan y nos limitamos a sonreírnos. Para cuando termina la película y nos acostamos, yo estoy nerviosa perdida, pero nerviosa. Esto de ser amigos, es una puta mierda, pero una mierda. Pero es lo que hay. Mejor eso, que nada ¿no? Yo preferiría otra cosa, la verdad, y en lo que yo prefiero no hay ropa de por medio.

Me pongo el pijama y miro por la ventana de mi habitación como sigue lloviendo. La lluvia siempre me ha gustado. Me da paz escuchar como llueve. Me doy la vuelta para meterme en la cama y dormirme escuchandola  cuando un leve golpeteo en mi puerta me hace ir hacia ella. Cuando la abro, me quedo sorprendida al ver a Pau con sus manos apoyado en el marco. Joder. ¿Porque me afecta tanto tenerlo tan cerca?

- ¿Qué te pasa? -le pregunto al verlo tan serio

- ¿Puedo pasar?

- Claro, entra -abro más la puerta y dejo que Pau pase. Cierro tras de mi y lo veo ponerse enfrente mía. El que sus ojos recorran mi cuerpo de arriba a abajo con los ojos oscurecidos de deseo no me ha pasado inadvertido. Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo y como mi vientre se contrae

- Violeta, yo no puedo ser tu amigo

Miro a Pau sintiéndome terriblemente desilusionada y muy triste. Tengo que morderme los labios aguantándome las ganas que tengo de llorar. Ahora que volvía a estar en mi vida de alguna manera, no quiere.
Claro, tanto perdón no podía ser verdad.

- No puedo ser tu amigo cuando lo único que deseo es besarte hasta que me duelan los labios, hacerte el amor hasta que nuestros cuerpos no puedan más y estar contigo, porque sí eso es lo que quiero estar contigo. Me muero por decirte que te amo, que estoy enamorado de ti Violeta, y ya estoy harto de tener que callarme y aguantarme. No puedo más. Me duele el alma de no poder estar contigo. Y sé que sólo me queda ser tu amigo después de todo lo que hemos pasado, pero es que no puedo. Es que no sé ni como me aguanto las ganas que tengo de darte un beso

Miro a Pau muy sorprendida y con el corazón a punto de estallarme. Trago saliva nerviosa. Lo tengo delante de mí confesándome que me quiere, que me quiere a mi. Siento una lágrima resbalar por mi mejilla y aprieto mis labios intentando no llorar. Pau se acerca más a mi y uno de sus dedos atrapa esta lágrima mientras me mira con un amor y una dulzura en sus ojos como no le había visto nunca. Delante de mi tengo al hombre que amo, al que nunca dejé de querer, al que anhele cada puto día durante tantos y tantos meses. Al que he perdonado. Al que amo.

- Te amo Violeta. Te amo con cada fibra de mi ser. Estoy loco por ti

Cierro mis ojos sintiendo la caricia de sus dedos en mis mejillas. Mi mirada se posa en la suya y me pierdo en él, en sus ojos que me miran como si fuera la única persona que existe en el mundo. Miro a Pau, lo miro y sé que todo lo que me dice es verdad, lo sé. Mi corazón también lo sabe. Dejo que su mano siga acariciándome y esta vez no me lo pienso, lo necesito, necesito a Pau más que el aire que respiro. Me acerco a él y beso sus labios sin darle tiempo a reaccionar. Pongo mis manos en su cuello y mis dedos se entierran en su pelo para atraerlo más hacia mi. Pau me agarra de la cintura y su boca se mueve contra la mía en un beso hambriento y a la vez doloroso. Es un beso que sabe a lágrimas, a nuevas promesas y a amor, mucho amor.

- Te quiero Pau. Nunca he dejado de quererte ni un sólo segundo de mi vida

Yo no quiero sufrir más, ni tampoco quiero hacerle sufrir a él con interminables charlas y reproches. Ya lo hemos dejado todo claro, no pienso darle vueltas más al mismo tema cuando yo lo que quiero es a él y a nadie más que él. Dejo que su lengua busque la mía, que acaricie mis dientes y que me engulla. Bajo mis manos hasta llegar al borde de su sudadera y tiro de ella para quitársela. Necesito tocarlo, necesito sentir su piel y ver que todo esto es real. Que él está aquí y que ha venido a mi. El lugar donde le pertenece, a mi lado. Tiro hacia arriba de su ropa y nos separamos para que pueda quitar de en medio la prenda que tanto me estorba. Pau me mira con deseo. Deseo puro y duro por mi.

Ninguno de los dos habla. No hace falta. Lo que queramos decirnos, lo dirán nuestros cuerpos al tocarse, nuestras manos al rozarse y nuestros bocas al besarse. Nos limitamos a quitarnos la ropa sin dejar de mirarnos, de tocarnos, de besarnos hasta que nos falta el aliento. Pau me agarra de las caderas y me sienta encima de una mesa que hay en una de las esquinas de la habitación.

- Querría hacerte el amor Violeta, pero ahora lo único que deseo es follarte porque ya no aguanto más. Tantos meses sin estar sin ti, ¿sabes el puto infierno que ha sido?

- Claro que lo sé. No te aguantes, hazlo, fóllame bien fuerte

Pau me mira relamiéndose sus labios y se agarra el pene entrando en mi de una sola embestida. Echo mi cabeza hacia atrás disfrutando de la deliciosa invasión, de lo maravilloso que es tenerlo dentro de mi. Empieza a moverse con rapidez, con un choque de caderas que me mata cada vez que entra y sale de mí. Sus dedos están clavados en la piel desnuda de mi trasero y tira de el para enterrarse más profundo. Pongo mis manos en su cuello y no puedo evitar jadear sin control. Perdida en sensaciones que creí que no volvería a tener nunca.

- Esta vez no pienso dejar que te vayas de mi lado. Eres mía Violeta, sólo mía. No lo olvides nunca

- No pienso hacerlo. Te amo Pau y también eres mío. Y esta vez como alguna te toque, la mato

Pau echa su cabeza hacia atrás y se ríe con mis palabras. No deja de moverse, de enterrarse en mi una y otra vez. Es la forma que tenemos de perdonarnos, de demostrarnos con nuestros cuerpos lo mucho que nos amamos. Me agarro a sus hombros sin dejar de recibirlo, de sentir como todo mi interior lo reclama una y otra vez. Su mirada es tan salvaje cuando me mira, con una mezcla de deseo y lujuria a partes iguales. Pau va acelerando el ritmo. Sus dedos se clavan más en mi piel. Está reclamándome como suya. Porque es lo que soy, suya y de nadie más. Y es que no quiero ser de nadie más que de él.

Tengo que apretar las piernas cuando siento el comienzo de mi orgasmo. El agradable cosquilleo que lo precede. Miro a Pau y lo veo gruñir cada vez que me embiste, cada vez que se lleva un trocito de mi para hacerlo suyo.

- Te quiero

Le digo mirándolo mientras el orgasmo me invade por completo, mientras estallo en miles de pedazos, sintiendo que quiero llorar y reír a la vez, y sobre todo que amo a este hombre al que nunca dejé de amar del todo. Pau sigue moviéndose acelerando sus embestidas. Me mira con una sonrisa que me mata y se corre bien fuerte gruñendo mi nombre. Se deja caer sobre mis hombros y nos abrazamos. Siento como su corazón late desbocado, como sus dedos acarician mi espalda, como ahora somos uno y solo uno. Pau se separa de mí y acaricia mi mejilla con mucha dulzura. Y si, me muero de amor por él.

- Pienso darte todos los besos que no he podido darte y eran tuyos y sólo tuyos, todas las caricias perdidas, esos abrazos que nos debemos y pienso hacerte el amor hasta que te quede claro que voy a ser la última persona que te ame Violeta

Al día siguiente...

No tengo clara la hora que es. Perdí la noción del tiempo desde que Pau apareció por la puerta de mi habitación. Sonrío al sentir como sus brazos rodean mi cintura y agarro su mano para estrecharla con fuerza. Lo de anoche fue increíble, pero increíble. Después de hacerlo como locos encima de la pobre mesa, Pau me llevo a la cama en brazos y esta vez se tomó todo su tiempo en recorrer mi cuerpo con sus labios centímetro a centímetro. Nos amamos con calma, con toda la tranquilidad del mundo, disfrutando de nosotros. Estoy en una puta nube de la que no quiero bajar.

Siento a Pau como se mueve y su agarre en mi cintura se intensifica volviéndose hasta incómodo. Me revuelvo para darme la vuelta y lo escucho gruñir.

- No te vas a escapar de la cama -me dice él con la voz ronca y sin siquiera abrir los ojos

- No me iba a ir, pero es que me estás aplastando

Pau afloja su agarre y me giro mejor para mirarlo. Joder, mi dios griego ha vuelto. ¿Cómo se puede estar tan guapo nada más despertarse? Su pelo está revuelto y su sonrisa ilumina toda su cara.

- ¿Estas bien mi niña?

Pau acaricia mi mejilla con mucha suavidad y el escucharlo llamarme de nuevo así me hace sonreír y que ni corazón lata con fuerza. Vale si, estoy total y absolutamente enamorada de Pau.

- Si que estoy bien si. Pero, creo que debemos hablar Pau

Su mano se queda suspendida en el aire y lo veo mirarme muy serio y preocupado.

- ¡Mierda! Te has vuelto a arrepentir

- ¡No! ¡Pau no! - llevo mi mano a su cara y lo hago que la gire para mirarme sintiéndome culpable por haberle dado entender una cosa- para nada estoy arrepentida... solo quiero que hablemos de lo que vamos a hacer ahora

- ¿Tú que quieres que hagamos?

Pau se recuesta en la cama y me mira bastante serio. Me siento a su lado y cojo aire con fuerza. Uno de sus dedos coge un mechón de mi pelo y juguetea con él mientras hablamos.

- No quiero ser el polvo que echas cada vez que nos vemos - me muerdo los labios al hablarle y lo veo torcer el gesto

- No eres eso y lo sabes. Te lo dije antes y te lo repito ahora. No pienso volver a dejarte escapar. Te amo Violeta y esta vez no puedo perderte porque si lo hiciera, me perderia a mi mismo. Ya he estado en el infierno desde que lo dejamos, no me apetece bajar de nuevo cuando tú eres mi cielo niña mia

- Pau -las lágrimas amenazan con salir de nuevo de mis ojos. Su mano cálida se posa en mi mejilla acariciandome con mucha suavidad- te quiero muchísimo, pero no puedo volver a pasar por lo mismo. No lo soportaría Pau. Mi corazón se quedó bastante destrozado y no soporto más dolor. Porque tú tienes ese maldito poder sobre mí. Puedes volver a hacerme feliz o destrozarme de nuevo. Y si vuelves a hacerlo, me temo que esta vez no podré pegar los trocitos. Esta vez si te pierdo será para siempre

- Lo siento, lo siento mucho Violeta. De verás que lo siento. Siento mucho todas tus lágrimas, que tu corazón esté así. Ojalá nunca hubieras pasado por esto, ojalá me hubieras escuchado, ojalá hubiera confiado más en ti.. No te puedes imaginar el miedo que tengo ahora mismo de pensar que dejes de quererme ...  

- Si que te quiero Pau, claro que te quiero. Te amo con locura -le hablo llorando, llorando de los nervios que tengo- pero yo también tengo miedo, miedo de que vuelva a pasar lo mismo y me acabes haciendo daño...

- Te juro que eso no va a pasar Violeta, antes me muero -Pau lleva una de sus manos a mi mejilla y me acaricia con suavidad. Sentir sus dedos de nuevo en su piel es demasiado bonito para ser verdad- te prometo que esta vez será muy diferente...

- ¿Y porqué habría de serlo?

- Porque te amo, te amo Violeta. Y sé que esta vez si va a salir bien. Mi felicidad está escrita con tu nombre, cada vez que respiro mi corazón muere por ti. Y te juro por dios que pienso hacerte feliz cada puto día de mi vida, porque yo ya no sabría vivir sin ti amor

Pau se acerca a mi y sus labios están sobre los míos en cuestión de segundos. Es un beso tierno, dulce, calmado. Sus dedos siguen en mi mejilla acariciandome con mucha calma.

-Yo ya no sé más cómo decirte que lo siento. Estoy en tus manos Violeta. Tú decides mi niña

Miro a Pau e inspiro con fuerza. Intento calmar los latidos de mi corazón pensando en cada una de sus palabras. El amor es dar y recibir, y si se perdona, se perdona.

- Tendrás que pedirme salir otra vez - le digo riéndome

- ¿En serio?

Asiento mirando a Pau y él se deja caer en la cama resoplando. Me río al verlo apretar sus labios. Me pongo encima de él y mi nariz roza la suya haciéndole cosquillas.

- Tú y yo solos esta noche. Cenamos juntos y luego si quieres quedamos con los demás - las manos de Pau bajan por mi espalda desnuda provocandome miles de cosquillas

- ¿Cómo si fuera una cita?

Pau asiente y vuelve a besarme mientras sus manos bajan hasta mi culo. Me lo aprieta haciendo que su ereccion se clave justo en mi centro arrancandome un gemido de placer. Nuestros besos se mueven más salvajes y hambrientos uno del otro. Abro mis piernas deseando sentirlo dentro de mi, cuando escucho voces en el pasillo y como a los pocos segundos llaman a la puerta.

Pau y yo nos miramos y dejamos de besarnos. Me quito de encima de él con rapidez mientras escucho a Lena llamarme.

- ¿Podemos pasar Violeta? Queremos cantarte el cumpleaños feliz

- Vale si. Un momento

Miro a Pau y él se recuesta en la cama poniendo sus manos detrás de su cabeza. Busco mi camiseta y mi pantalón los cuales están tirados en el suelo. Me los pongo con rapidez y me doy la vuelta para mirar a Pau.

- No me pienso mover de aquí - me dice él mientras yo ruedo mis ojos

Voy hacia la puerta y la abro encontrándome a mis amigos en el pasillo los cuales empiezan a cantarme cumpleaños feliz a grito pelado. Cuando terminan les sonrío y los abrazo a todos.

- No hemos encontrado a Pau por ningún sitio - me dice Ferran - habrá salido a correr

- Estoy aquí Ferr

La voz de Pau me hace cerrar los ojos y sonrojarme. Mis amigos me miran bastante alucinados y yo no sé donde meterme.

- Poco habéis tardado - dice Lena señalandome con el dedo- ¿no podrías estar sin acostaros ni 5 minutos?

- Ahí te doy la razón Lenita -Pau se levanta y viene hacia mi poniendo sus brazos en mi cintura- no puedo estar sin tocar a mi novia ni 5 segundos

- ¿Tu novia? ¡No me jodas!

Miro a Pau y ruedo mis ojos mientras él me mira todo satisfecho rodeandome con sus brazos.

- Dios - dice Ferran- ¡que bueno soy! Me voy a hacer terapeuta

- Tú eres gilipollas - le digo señalando a mi amigo.
Me zafo de los brazos de Pau y me giro para mirarlo- y tú aún no me has pedido salir para que se te llene la boca diciendo que soy tu novia

Pau me mira con los ojos muy abiertos y yo me hago la indignada yéndome hacia el baño.

Enciendo el grifo de la ducha y me voy quitando la ropa. Aún tengo el olor de Pau en mi piel y no puedo evitar sonreír como una tonta adolescente. Me meto en la ducha en cuanto el agua está templada, me lavo el pelo y me echo la mascarilla. Me estoy enjuagando cuando la puerta del baño se abre entrando Pau por ella. La cierra tras de sí y me mira fijamente. Sus ojos recorren mi cuerpo mirándome con intensidad y haciendo que me excite. Me mojo los labios y sin pensarlo le abro la mampara de cristal para que entre.

Pau tarda poco en quitarse la ropa y en entrar en la ducha. Estoy de espaldas a él y sus manos recorren mi piel muy lentamente haciendo que mi vientre se contraiga de deseo.

- Te lo voy a pedir ahora para que luego no pienses que me estoy aprovechando de ti - su cálido aliento cosquillea en mi oído mientras él va besando la curva de mi cuello. Sus manos abarcan mis pechos y me los masajea haciendo que gima de auténtico placer - ¿quieres salir conmigo?

- No sé... haz algo para convencerme...

- Niña traviesa

Las manos de Pau bajan por mi cintura tan lentamente que me mata. Siento cada roce de su piel y cada movimiento de sus manos deseando que no deje de tocarme. Su mano derecha roza mi clitoris apretandomelo con los dedos para después pasar de largo y tocar el resto de mi sexo. Su mano izquierda sigue tocando mi pecho apretando con movimientos circulares a la vez que sus dedos exploran mi sexo.

- ¿Tienes algo que decirme Violeta?

- Si, que no pares

Pau suelta una carcajada e intensifica los movimientos de su mano. Sus labios se posan en mi cuello y sus dientes me arañan la piel. Es extremadamente excitante sentir sus manos y sus labios por todo mi cuerpo.

- Pon tus manos en los azulejos y abre tus piernas mi niña

Hago caso a lo que él me dice y mis manos se ponen en las baldosas. Abro mis piernas y la mano con la que acaricia mi pecho me abandona. Al instante siento como su pene roza mi abertura subiendo y bajando por ella. Entre el agua de la ducha y lo mojada que estoy, lo siento resbalar siendo una auténtica locura lo que Pau me hace. Él introduce la punta de su pene en mi interior y cuando creo que va a entrar en mi, lo retira y vuelve a acariciarme de nuevo arriba y abajo. Este movimiento lo repite varias veces haciendo que mis caderas lo busquen desesperada. Su mano sigue moviéndose en mi clitoris esta vez muy, muy despacio.

Tengo unas ganas terribles de correrme y a la vez no quiero hacerlo porque la anticipación y esta tortura tan dulce me tienen muy excitada .

- Por favor Pau - lloriqueo y le ruego porque no puedo aguantar más

- ¿Por favor que?

- No puedo más

- ¿Quieres que te folle bien fuerte? - Pau muerde mi oído haciendo que me estremezco de nuevo- ¿quieres que mi polla esté dentro de ti?

- Si, si... por favor... Saldré contigo, pero hazlo ya o te juro que te mato

Pau se ríe y mientras protesto me pilla desprevenida entrando en mi tan fuerte que tengo que tengo que sujetarme a uno de los grifos para no caerme. Es entrar en mi y tardo muy poco en tener un orgasmo brutal que me hace explotar en miles de pedazos.

Sus embestidas son aceleradas, intensas haciendo que disfrute de cada una de ellas. Las manos de Pau siguen en mi cuerpo. Tocandome como le da la gana. Siento de nuevo un cosquilleo en mi vientre y como todo mi cuerpo se tensa.

- Pau, no puedo más joder

- Yo si que no puedo más. Que me tienes loco perdido. Dios, tantos meses deseándote a cada segundo y ahora que te tengo aquí, que eres mía, no puedo saciarme de ti.

Mis piernas se cierran y me dejo llevar. Me corro gimiendo su nombre desesperada mientras él hace lo mismo. Su agarre en mi es fuerte y lo escucho gruñir al acabar. Me sujeta de la cintura y al terminar recuesto mi cabeza en su pecho. Aún permanecemos unidos, aún puedo sentir los espasmos de mi orgasmo en él.

- No ha cambiado nada Violeta

- ¿El que mi amor?

- Tenías razón. Siempre es como si fuera la primera vez cuando estoy contigo. Eres mi lugar favorito del mundo 

*** Este capítulo va para motfut. Perdona que no te lo haya dedicado antes. Muchas gracias por seguirme y porque te gusten mis historias. Espero que este capítulo te haya gustado.

Supongo que todo el mundo se esperaba que Violeta y Pau volvieran juntos. Pues sí, lo han hecho.

Esto es una historia de amor con sus momentos buenos y sus momentos malos, eso está claro. Todos y digo todos hemos cometido errores en el amor. Y Pau ha aprendido de sus errores.

A partir de aquí Pau le va a demostrar a Violeta lo mucho que la quiere.

Espero que os guste el camino que está llevando la historia.

Muchos besos y abrazos ***