24. Un fin de semana y una piscina
💞💞Viernes💞💞
- ¿Te gusta? -Pau me agarra de la cintura por detrás y me atrae a su pecho mientras me muerdo el labio sonriendo
- Pssh. No está mal -le contesto aguntándome la risa. Pau me da la vuelta y me mira con los ojos muy abiertos
- Oh, mierda. Joder. Siento que no te guste Violeta, mira que estuve buscando un montón hasta dar con la que me pareció más bonita -Pau se lleva las manos al pelo y yo es que no puedo. Está tan mono que no quiero hacerle sufrir. Pongo mis manos en su cintura y él baja su mirada y me mira
- Es perfecta Pau, perfecta
- ¿De verdad? -su cara ilusionada me mira. Le doy un suave beso en los labios asintiendo
- De verdad. Me encanta. Y no sólo por el hecho de que la casa es preciosa es por todo lo que significa. Te has molestado en buscarla para nosotros, para que estuviéramos a gusto...eso significa mucho para mi
Pau pone su mano en mi mejilla y mi corazón golpea en mi pecho furiosamente. Mirar a Pau, sentir su mirada sobre mí me produce miles de sensaciones a la cual más bonita.
- Este fin de semana nos olvidamos de todo y de todos. Solos tú y yo y que el mundo arda en llamas si quiere
Pau me besa y yo lo abrazo perdida ya en sus labios contra los míos. En la suavidad de su lengua que busca la mía para acariciarla lentamente. Nos separamos y él me coge la mano para ver el resto de la casa. Acabamos de llegar después de una hora de viaje. Pau me ha traído a un pueblo a las afueras de Madrid, el último pueblo antes de llegar a Toledo.
La casa tiene una sola planta con 2 amplios dormitorios, un baño con ducha y bañera, aseo con ducha, un comedor con chimenea que en invierno tiene que ser una pasada y una cocina bastante grande. El jardín tiene piscina, como no, barbacoa, una zona de de comedor y un amplío cesped. Me ha gustado muchísimo cuando la he visto. Y Pau tiene razón, este fin de semana es sólo para nosotros.
Ayer cuando fuimos a Mercadona era para comprar todas las cosas que nos íbamos a traer aquí. Organizamos las comidas para no tener que comprar de más, aunque esta noche haremos una barbacoa. En cuanto terminamos las clases, mientras Pau bajaba a su casa para recoger las cosas, yo lo fui llevando todo al coche y lo espere cerca de la casa de Ferrán. Así que aquí estamos, pasadas las dos de la tarde y con una ilusión que me muero pensando en el fin de semana que me espera con él.
- ¿Dónde quieres que durmamos? -me pregunta Pau después de haber visto los dos dormitorios- ¿en el que da al jardín, o el que da a la entrada?
- Yo prefiero dormir en el que da al jardín, así por la noche abrimos la ventana y nos da más fresco -le respondo
-Vale, pues en el del jardín. Voy a por las maletas y las ponemos en este
- ¿Quieres que comamos ya? -le pregunto mientras él va hacia la entrada para coger nuestras cosas. Pau se gira y me mira con una sonrisa muy pícara
- Primero voy a comerte a ti enterita, luego ya comemos...
💞💞Más tarde...💞💞
- ¿Sabes que si gano te queda sólo la parte de arriba del sujetador? -Pau se relame los labios después de darle un sorbo a su copa de Brugal con cola
- Si, lo sé. Aún te puedo ganar...
- Violeta. Estás casi desnuda y yo sólo me he quitado la camiseta...eso de que me ganas...
Fulmino a Pau con la mirada y él se ríe. Después de cenar una improvisada barbacoa de verdura, sacamos la botella de Brugal y las cartas. Pau se empeñó en jugar a la brisca y el que perdiera se tenía que quitar una prenda. No sé si es porque él juega muy bien o porque el alcohol me está afectando esta noche, pero la que pierde soy yo.
Ahora tenemos la jugada definitiva. Si gana él, me quedo en pelotas, y si gano yo le voy a pedir que se quite los pantalones. Pero es cuestión de tiempo que yo pierda. Tiro mi carta. Soy tan tonta que no he contado las que faltan, porque la cabeza no me da para pensar. Es un 3 de oros, lo miro satisfecha porque mi carta es muy alta y creo que si, que esta vez he ganado. Pau resopla y me mira a los ojos. Le da otro sorbo a su bebida y con total tranquilidad pone su carta sobre la mesa. Un simple 2 de bastos, un puto 2 de bastos que era la muestra.
- ¡No te creo! -le digo poniéndome en pie y arrepintiendome al instante porque decidí quitarme las bragas antes que el sujetador en la anterior ronda. Vuelvo a sentarme y Pau estalla a carcajadas
- Pero no te sientes tonta, con las vistas tan espectaculares que hay desde aquí
- Te odio, ¿sabes?
-Sabes que no. Venga Violeta, quítate el sujetador, alégrame la noche guapa
Pau me guiña el ojo y yo vuelvo a mirarlo fijamente. Si quiere guerra, la va a tener. Muy lentamente voy quitándome el sujetador tirante por tirante. Él no aparta su vista de encima mía mientras llevo mis manos hacia atrás y lo desabrocho. Me lo sujeto por delante con las manos y cuando ya me lo he quitado del todo, se lo arrojo a la cara y salgo corriendo antes de que me vea totalmente desnuda hacia la piscina. No me lo pienso, de un salto me zambullo en ella escuchando los gritos de Pau por detrás. Permanezco debajo del agua unos buenos segundos y cuando salgo a la superficie, lo veo que está en el borde mirándome mientras se ríe.
- Estás loca Violeta
- Puede, bueno, qué, ¿vienes o no? el agua está buenísima
Pau me mira y no se lo piensa. Se quita toda la ropa y se queda como dios lo trajo al mundo. Dios, es que más bueno no se puede estar. Con razón lo deseo a todas horas. Lo que este niño me produce no es normal, no lo es.
Pau se tira de cabeza y llega hasta mi buceando. Sale del agua y viene hacia mi. Pongo mis manos en su cuello y él las suyas en mi cintura.
- Estoy loca por ti Pau -le digo viendo como él esboza una sonrisa satisfecha- nunca he estado tan agusto con nadie como lo estoy contigo
- ¿Me lo dices porque estás medio borracha?
- Te lo digo porque te mereces que te diga todos los días que eres lo más importante que tengo ahora en la vida -guau. ¿En serio estoy diciendole todas estas cosas? Pues si, creo que el alcohol me está aflojando la lengua y como no tenga cuidado puedo acabar pidiéndole matrimonio. Oh, matrimonio, Pau y yo casados, con varios niños rubios a nuestro alrededor...que bonito por dios
Pau me mira muy serio y yo siento que el corazón se me va a salir del pecho en cualquier momento. Su mano me aparta un mechón de pelo mojado de la cara y nos miramos a los ojos en un callado silencio que ninguno quiere romper.
- Perdóname por no haberte dicho antes lo que significas para mí Pau
- Estás perdonada mi niña. Me hace muy feliz que me digas todas estas cosas Violeta. Significa que te importo más de lo que yo pensaba
- Claro que me importas Pau
Mis dedos se enredan en su pelo y tiro de él hacia mi para besarlo. Pau sabe a ron y a cola. Sus labios están frescos y quiero saborear cada centímetro de su boca y no dejar ni un solo trozo sin besar.
- ¿Sabes que estamos en una piscina? - Pau baja sus manos hasta agarrar mi desnudo trasero y me lo aprieta acercandome a su pene el cual está bastante duro
- Mucho estabas tardando Paulino
Pau se acerca más a mi y sus labios están en mi cuello mientras me alza las caderas para que mis piernas le rodeen la cintura.
- Te voy a follar aquí en el agua porque llevo deseando hacerlo desde la primera vez que te vi en bikini. Me la pusiste tan dura que me dieron ganas de arrancartelo y tomarte allí mismo en el césped
Sus labios están de nuevo en mi. Lo beso hambrienta de sus besos, del roce de sus labios contra los míos una y otra vez. Pau se agarra el pene con una de sus manos y poco a poco va entrando en mi haciendo que yo me arquee hacia atrás al recibirlo. Siempre es así, siempre que está dentro de mi todo mi cuerpo tiembla de deseo de anticipación, de querer estar así para siempre. Pau me agarra de las caderas tirando de mi hacia él. Sus movimientos son pausados dejando que me acomode a él. Mis manos se enredan en su pelo y mis labios siguen besando los suyos mientras mi lengua acaricia la cavidad de su boca.
Me separo de él y lo miro a esos ojos de los cuales estoy perdida. Lo abrazo con fuerza y mis dedos se clavan en su hombro mientras el balanceo de nuestras caderas aumenta cada vez más. Pau jadea mi nombre con cada embestida, gruñe deseando liberarse. Lo sé porque ya lo conozco, nuestros cuerpos ya se conocen. Mis piernas lo rodean apretando más mi agarre.
- Voy a correrme Pau. Voy a mojarte enterita -le susurro mordiéndole el cuello dejando que mis dientes se claven en el con suavidad
Pau acelera sus embestidas gritando maldiciones cada vez que entra y sale de mi. Siento ese cosquilleo que inicia la tormenta que se desata en mi cuerpo cada vez que tengo un orgasmo con él. Mi boca lo busca para que calle mis gemidos y lo hago, me corro con fuerza sin ningún pudor. Pau clava sus dedos en la piel desnuda de mi trasero y lo hace también, se libera dentro de mí echando su cabeza hacia atrás y mirándome con una sonrisa en la cara que no hay dios que se la quite.
Me dejo caer rendida en sus brazos y dejo que acaricie mi espalda desnuda mientras recupero la respiración. Estamos así unos minutos escuchando el sonido de nuestros corazones, el viento que mueve los árboles y los sonidos de la noche.
- ¿Ya se te ha quitado el deseo rubio mío? -le digo mirándolo con una sonrisa calmada
- Nunca se me va a quitar el deseo por ti mi niña
Al día siguiente...
El reloj de mi móvil marca las once de la mañana. Me desperezo en la cama y veo que Pau ya se ha levantado. Sonrío feliz y me llevo los dedos a los labios recordando todo lo que hicimos anoche. De la piscina nos fuimos a la cama y no recuerdo los orgasmos que tuve anoche, sólo sé que fue una noche de las que no se olvidan.
Me levanto y voy al baño. Después de hacer mis necesidades, me pongo un bikini y me echo una camiseta por encima. Salgo del dormitorio bostezando buscando a Pau. Lo encuentro fuera en el porche recostado en una hamaca leyendo. Alza sus ojos de su libro y una maravillosa sonrisa se instala en su cara cuando me ve.
- Buenos días mi niña, ¿has dormido bien?
Me acerco a Pau y bajo mi cabeza para besarlo. Mis labios se demoran en los suyos y acaricio su mejilla cuando nos separamos.
- Lo poco que me has dejado dormir, si, he dormido bien
- Tú tampoco me has dejado dormir Violeta, que bien que me rogabas anoche que no parara -Pau me guiña un ojo y yo le doy un pequeño puñetazo en el hombro
- ¿Has desayunado? -le pregunto sentándome a su lado. Pongo mis piernas encima de las suyas y dejo que sus dedos acaricien mi muslo haciendo que se me erice la piel
- Un vaso de leche. Estaba esperando que despertaras para hacer el desayuno. Por cierto, ¿esa camiseta no es mía?
- Humm. Creo que sí -le digo arrugando mi nariz
- Te queda muy bien, estás muy sexy con ella
- No pienso devolvértela. Me gusta mucho como me queda. Además huele maravillosamente a ti
Pau se acerca a mi y me da un beso en los labios que me sabe a gloria bendita.
- ¿Qué lees? -le pregunto señalando el libro
- Los pilares de la tierra. Me tiene enganchado
- ¿Por donde vas?
- Por la parte que Aliena busca a Jack...
- Oh. Me encanta la historia de Aliena y Jack, es de mis preferidas
- Ella era algunos años mayor que Jack -Pau me mira alzando una de sus cejas y yo acaricio su mejilla perdida en sus ojos, en sus manos que rozan mi muslo, en la calma que me da tenerlo a mi lado, vale si, y en lo bueno que está...
- Y aún así acabaron enamorados locamente el uno del otro...
- Como tú acabarás enamorada de mi Violeta
- ¿Y quién te dice que no lo estoy ya Pau?
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