- Quiero que me lo cuentes todo, pero todo. Y no te dejes nada -Lena le da otro mordisco a su hamburguesa y yo la miro riéndome

Cuando se fue Pau la llamé y quedamos que nos iríamos a cenar las dos solas antes de ir "al botellón" de mi rubio. Uy, mi rubio. Llevo sin verlo desde que estuve en su casa esta tarde, y joder, ya lo echo de menos. Le cuento a Lena casi todo. Porque hay algunas cosas que no me gusta contarle porque son demasiado íntimas. Conforme le explico como se presentó Pau anoche en mi casa y todas las cosas que hablamos, Lena pone una sonrisa y a veces me da palmitas riéndose.

- ¿Sabes que es súper-romántico todo lo que me cuentas Violeta?

- Pues...si te soy sincera, si, si que es romántico...ay, Lena. Estoy ahora mismo en una nube, y no quiero bajar de ella para no darme una hostia

- No sé porqué ibas a dártela. Se nota que le importas mucho a Pau, pero mucho. Y no creo que esté haciendo el tonto contigo. Lo que me alegro es que te estés dejando llevar. Hacía mucho tiempo que no te veía así por nadie, ¡que digo! no te he visto nunca

- Lena, Pau me gusta muchísimo y es más que eso...creo que siento algo por él

- ¡No hace falta que lo jures! Sólo hay que ver tu cara. Y bueno, ¿el sexo que tal?

Le sonrío a mi amiga y le pego otro bocado a mi hamburguesa sin querer decirle nada.

- ¡Venga ya Viole! Di algo joder

- Sólo te diré dos palabras: espectacular e impresionante

- ¿Es el mejor polvo de tu vida?

- Pau es el mejor y punto, y callate ya pesada. No voy a contarte nada más

Lena me mira frunciendo el ceño algo cabreada porque no quiero contarle nada más. Pero se le pasa en cuanto le pregunto por Manu. Es hablar de él y se le ilumina la cara. Terminamos de cenar y salimos del bar en dirección a la zona del parque donde está Pau con sus amigos. Esta mañana hemos estado hablando, bueno, más bien he estado hablando yo, de que tenemos que tener cuidado de que su madre no se entere porque no sé como le sentaría que esté con su hijo. Y le tengo mucho respeto a Carmen, sobre todo después de esta tarde. La madre de Pau ha estado super-amable y cariñosa conmigo y aunque al principio cuando he bajado al cumpleaños estaba muy nerviosa, esta mujer me ha hecho sentir muy cómoda. Lo mejor de la merienda fue que la última mirada que tuvo Pau antes de soplar las velas de su tarta, fue para mi. 

Lena y yo andamos hablando de nuestras cosas, del verano tan diferente que se nos ha presentado. Jamás podríamos haber imaginado las dos que estaríamos en "algo" con alguien, y encima dos amigas con dos amigos. Si, es surrealista y parece el guión de una pelicula romántica. Pero es que la vida es así a veces. Divisamos a los chicos en la parte más alejada del parque. Están sentados en unos bancos y veo a Manu, Juan, los chicos que vinieron a Valencia, mi Ferrán y un par de chicas que no conozco, entre ellas, como no Sandra, la cual intenta llamar la atención de Pau. Y mi cabreo, claro. Nos acercamos a ellos y en cuanto Pau me ve la cara le cambia y me mira con una sonrisa de oreja a oreja. Ni me lo pienso, me acerco a él, y aunque no voy a besarlo delante de todo el mundo, lo abrazo con fuerza dejando que él ponga sus manos en mi cintura para estrecharme contra su cuerpo.

- Feliz cumpleaños Pau -le digo al separarme de él y darle un beso en la mejilla

- Ya he perdido la cuenta de las veces que me lo has dicho hoy -me dice guiñándome un ojo- ¿qué quieres beber?

- Algo sin alcohol -Pau alza una de sus cejas y me mira sin créerselo- esta noche no he pegado ojo y necesito descansar

- ¿Porqué será? 

Me muerdo los labios al mirarlo y me coge de la mano para llevarme hacia uno de los bancos de atrás donde hay varias botellas de alcohol, hielo y resfrescos. Un botellón en toda regla vamos. Lena se acerca a él y lo felicita también. Estoy echándome coca-cola en mi vaso cuando Ferrán llega y me abraza por detrás.

- Hola mi amor de mi vida. ¿Hay algo que no me hayas contado? -me pregunta alzando sus cejas

- ¿Tú que crees? -le respondo riéndome. Le doy un sorbo a mi bebida y miro a Ferrán que espera mis respuestas

- Por tu cara y por la de mi amigo...vosotros ya habéis consumado -me dice susurrándome en el oído

- Si tú lo dices...

Ferrán me abraza y yo me río. Hay que ver los buenos amigos que nos hemos hecho sobre todo desde que estuvimos en Valencia. Pau está hablando con su amigo Dani muy animadamente. Gira su cabeza, me guiño el ojo y yo me sonrojo como una tonta adolescente. La pesada de Sandra no para de dar vueltas alrededor de Pau riéndole todas las gracias y sacando pecho. Me giro para no mirarla aguantando las ganas que tengo de decirle cuatro cosas a la pesaica esta. 

 - ¿Me pasas un vaso? -me pregunta un chico moreno amigo de Pau. Me acerco al banco y le doy un vaso de plástico. Él me da las gracias mirándome de arriba a abajo con una sonrisa complaciente- soy Rodri, ¿y tú?

- Violeta -le digo forzando una sonrisa. Odio cuando los tíos te miran como si fueras un trozo de carne

- Pues encantado Violeta. ¿Eres amiga de Pau? 

- Si -le contesto mirando a mi rubio el cual está mirando hacia donde estamos nosotros no muy contento

- Pues será de hace poco porque conozco a todas las amigas de Pau...

- Pues no las conocerás a todas...

- ¿De qué os conocéis?

- ¿Tú eres muy preguntón, no? -le digo mirando a este chico que cruza sus brazos y se ríe

- Bueno, si quieres paso a decirte directamente que eres guapísima y te invito a algo...

- Guau -me llevo las manos al pecho de manera teatral- ¿estás ligando conmigo?

- Acabo de empezar -su sonrisa ladeada sigue sin gustarme. A ver, el muchacho es mono, pero sólo eso. No es Pau, desde luego. Nadie es Pau.

- Pues lo siento, pero aquí acabas chico

Me bebo mi coca-cola de un trago dejando el vaso en la papelera. Me dirijo hacia el banco donde Pau está sentado. Él me ve venir y cuando me mira mi corazón late deprisa. Ni me lo pienso. Es que ya me da igual. Por reprimir lo que siento por él casi lo pierdo y no pienso permitir que vuelva a pasarme. Me siento en sus rodillas y pongo mis manos alrededor de su cuello. Lo miro a los ojos mordiéndome los labios mientras él pone una de sus manos en mi muslo desnudo y la otra en mi cintura. Sus dedos me acarician despacio haciendo que la piel se me ponga de gallina.

- Estás preciosa con este vestido, bueno, tú estás preciosa con todo lo que te pongas -Pau se acerca para hablarme al oído y yo estoy que me muero ya

- Me lo he puesto para ti, para que luego puedas quitármelo -le hablo bajito de la misma forma que lo hace él

Pau se moja los labios y se acerca a mi para besarme. Y a mi a estas alturas me da exactamente igual que nos miren porque yo lo único que quiero es sentir sus labios contra los míos. Pau sabe a refresco de limón, a dulce y ácido a la vez. Mi lengua se cuela en su boca buscando la suya para rozarla y acariciarla. Sus manos me aprietan el muslo haciendo que busque sus labios con más ansías. 

- ¿Sabes lo que pasaría si la madre de Fran te ve besando a su hijo? -la voz furiosa de Sandra nos hace separarnos y a mi cabrearme

- La estoy besando yo a ella, no ella a mi -le contesta Pau sin apartar su mirada de la mía

- Desde aquí no lo parece Fran -le contesta ella apretando sus labios

- ¿Y sabes que tirarle los tejos a los novios de otras es de zorras? -le digo yo girándome para mirarla. Sandra abre sus ojos como platos soltando un jadeo de sorpresa

- ¿Vosotros...? No, vosotros no -logra balbucear ella poniéndose colorada

Pau me agarra de la mejilla para que lo mire y vuelve a besarme esta vez más ansioso de mis labios y con una profundidad que me mata. Me tiemblan las rodillas, me tiembla todo el cuerpo de lo que sólo sus besos me hacen sentir. Escuchamos detrás nuestra los pasos furiosos de  Sandra largándose del parque terriblemente enfadada, ganándose las risas de Manu y de Lena además de la de Ferrán.

- Pues no que acabo de enterarme que estamos saliendo -me dice Pau haciendo que yo me ponga como un tomate

- Bueno...yo...ay, tonto. Lo que deberías hacer es pensar cuando me vas a pedir salir

- ¿Yo?

- No, el otro vecino, no te jode

-¿Quieres que te pida salir como si aún estuvieras en el instituto Violeta?

- Pues mira, si -me acerco a su oído para que lo que tengo que decirle solo lo escuche él- que yo recuerde mañana tenemos una cita. A ver si buscas un momento bonito porque no voy a conformarme con cualquier cosa. Te prometo que luego te lo agradeceré muy, muy, muy bien

Me separo de Pau y me acerco a su boca para besarlo otra vez y de camino darle un pequeño mordisco en el labio que le hace mirarme con ojos de deseo. La voz de Lena viniendo hacia nosotros nos saca de nuestro ensimismamiento. Estamos un rato más en el parque y pasadas las una de la mañana decidimos irnos para casa Manu, Lena, Pau y yo. Mi amiga y Manu van abrazados y se comportan como si llevaran toda la vida saliendo juntos. Pau me agarra de la mano y aunque a mi me pone nerviosa que alguien pueda vernos, la verdad es que me está empezando a dar igual. 

- ¿Quéreis que el jueves salgamos los cuatro a tomarnos algo? -nos preguna Manu abrazando a su novia

- Uy, si, en parejitas. Que guay. Violeta y yo nunca hemos salido en parejas... -Lena se calla de pronto cuando las dos nos miramos algo apenadas. Hubo un tiempo que si, que ambas teníamos novio, pero no se soportaban entre ellos. Manu le acaricia la mejilla y le da un beso que hace que ella se relaje

- Veniros a casa a cenar mejor -les digo- para pasar calor en una terraza, mejor en la mía, y seguro que estamos más a gusto

- ¿Vas a cocinar tú? -me pregunta Lena sonriendo feliz

- Claro

- Quiero que hagas algún plato asiático que te salen muy buenos

- Pues tendrás que venir a ayudarme que sabes que no pienso estar toda la noche en la cocina

- Yo te ayudo si quieres -me dice Pau apretando mi mano

- Bueno. Serás mi pinché sexy... -le respondo sonriéndole

- Yo traeré el postre -dice Lena

Nos despedimos de nuestros amigos después de planear la cena del jueves. Algo que me apetece mucho. Estamos casi llegando a casa cuando Pau pasa sus brazos por mi hombro y me atrae hacia él. 

- Este es el mejor cumpleaños que he tenido en mi vida. Muchas gracias por hacerme hoy tan feliz

Me doy la vuelta y me quedo parada mirando a Pau. Pongo mis manos en su cintura y alzo mis ojos para mirarlo. Es tan alto que me tengo que poner de puntillas para alcanzar su boca y besarlo. Acabo de descubrir que mi deporte favorito va a ser besar a Pau. Me encanta besarlo, sus labios son adictivos y me tientan a querer más y más de él. 

- ¿Puedo subir a tu casa ya y quitarte ese puto vestido? -me pregunta cuando deja de besarme. Me río y asiento deseando que lo haga

Pau me coge de la mano y caminamos en dirección a nuestro bloque. Saco las llaves de mi bolso y abro la puerta del portal. Pau me tiene agarrada por detrás y me da besos en el cuello haciendo que me ría de las cosquillas que me hace. Nos separamos al escuchar un ruido que viene de las escaleras de acceso a las cocheras. Trago saliva al ver que son los vecinos de Pau, en concreto los del segundo A. Él y su mujer son lo más cotilla que hay en el barrio según dice Tasi.

- Buenas noches chicos -dice ella mirándome de arriba a abajo

- Buenas noches Amalia -le contesta Pau

- ¿Ya para casa Pau?

- Si, que mañana me tengo que levantar temprano

La puerta del ascensor se abre saliendo por ella otro vecino que va a tirar la basura, el cual nos mira a los cuatro. Sobre todo se demora mirándome a mi de arriba a abajo. Le reto con la mirada y él baja la mirada avergonzado. 

-Venga chicos, pasad -dice el marido de la señora

Entramos juntos en el ascensor y yo me quedo en una esquina escuchando como la señora interroga a Pau sobre su fiesta de cumpleaños. Cuando el ascensor llega a su planta se bajan los tres. Pau me mira abriendo mucho sus ojos y resoplando.

-Buenas noches Violeta -me dice Amalia

- Buenas noches Amalia, Felix. Bueno Pau, mañana nos vemos en clase

- Hasta mañana Violeta 

La puerta del ascensor se cierra y yo resoplo. Esta es una de estas cosas que yo sé que puede suceder. Pero bueno, es lo que hay cuando te enrollas con tu vecino, ¿no? Abro la puerta de casa y entro. Cierro con llave porque mucho me temo que Pau no vendrá esta noche. Me quito los zapatos y voy descalza hacia mi cuarto. Me quito el vestido dejándolo encima de la cama. Mi teléfono suena y sonrío al ver a Pau.

- La cotilla de Amalia no ha dejado de hablar conmigo hasta que he abierto la puerta de mi casa -me dice él- no voy a poder subir Violeta, mi madre está todavía despierta cosiendo

- No pasa nada Pau -me tumbo en la cama para hablar con él- oye, ¿y dónde me vas a llevar mañana?

- Es una sorpresa

- Pero por lo menos dame una pista para saber que ponerme

- Algo cómodo. Algo con lo que estés a gusto

- Vaaale. Pues entonces, hasta mañana

- Hasta mañana entonces. Que duermas bien mi niña

- Tú también, descansa y que tengas dulces sueños

- No sé como voy a dormir pensando que estás 3 pisos más arriba y no puedo darte un beso de buenas noches

- Guárdate todos los besos y me los das mañana

- Mañana haré algo más que besarte mi niña. Mañana es cuando vas a empezar a enamorarte de mi