— ¿Qué haremos con tu primo? —cuestionó entonces Albus, una vez todos hubieron salido de dirección y quedado en la salida, esperando al profesor Longbottom, porque de hecho aún esperaba poder hablar con Ariana sobre lo sucedido el día de hoy.

Pero Scorpius apelaba al uso emocional de la situación y se enfrascó en que Ariana no se sintiera tan presionada, así se sentó a su lado en las sillas de piedra que estaban en el pasillo y con sus cejas doblegadas y todo el cuidado posible, tocó el hombro de Ariana para que esta lo mirara— Ariana, lo que dijimos en dirección no es mentira, te ayudaremos con tu condición, no te dejaremos sola, a la verdad eres una de las chicas más sinceras que Albus y yo hemos conocido y no eres culpable de lo que tu primo haga o no —tal vez podía confiar en ellos, tal vez ellos lo ayudarían, mirando el ceño fruncido de Albus y la mirada comprensiva fe Scorpius, Ariana podía denotar la impotencia de hacer algo por parte de Albus y la preocupación genuina de Scorpius hacia su persona.

Aunque ahora, Ariana no sabía si ser "el mago más poderoso" para Benjamin significaba destruir Hogwarts o quien sabe...

El único que lo sabía a ciencia cierta, era su primo mismo.

Pero lo cierto era que no sabía dónde encontrar a su primo, ¿En Durmstrang? Tal vez o posiblemente... y entonces recordó el día que fue por primera vez al callejón Diagon, cuando conoció al extraño hombre de nombre "Carrow" casi como si su consciente lo relacionara al instante.

— creo que es mi deber saber que hará Benjamin —masculló Ariana— y la única forma es averiguar dónde imparte sus clases, él mencionó que iba a clases privadas, aunque nunca habló del lugar, pero cuando estuvimos en el callejón Diagon, hubo un hombre que pareció conocerlo y mencionó algo sobre esperarlo en el callejón Durmstrang, creo que se llamaba Carrow —y entonces a Scorpius se le encendió el mundo.

— ¿Carrow? De la familia Carrow —enunció.

Y Albus pareció recordar algo— pero los únicos Carrow que puedo recordar, son los hermanos Carrow que estaban en Azkaban y hasta donde tenía entendido murieron en las celdas, es imposible que sigan vivos —

Ariana frunció su ceño— entonces debe ser otro Carrow —

— tendremos que hablar con mi padre —mitigó el asunto Scorpius con cierto recelo— si hay más Carrow sueltos, seguramente mi padre sabrá, le enviaré una lechuza y en cuanto pueda vendrá —aunque a decir verdad la relación de Albus y el señor Malfoy era por no decir menos demasiado tensa, uno porque siempre parecía ser el único amigo de Scorpius y dos porque siempre ambos terminaban empecinados en algún problema, el señor Malfoy aludía esto a los fastidiosos antecedentes del señor Potter y sus dos espléndidos amigos que por no decir menos siempre parecían tener líos en Hogwarts cuando estudiaban, tal vez Harry Potter habría inculcado eso en su hijo y por ende Scorpius siempre terminaría irremediablemente metido en algún problema.

No pasó mucho para que el profesor Longbottom los llevará a los tres al salón de clases de encantamientos que para su suerte estaba vacío, de por sí todos los estudiantes a esa hora se encontraban en el comedor, compartiendo y comiendo el almuerzo propuesto por el colegio, donde se supone que Scorpius, Albus y Ariana debían estar, en cambio se encontraban esperando algún regaño o prueba del profesor Longbottom en el salón de encantamientos.

— creo que no hay mucho que agregar o comentar sobre la gran explicación de la profesora Mcgonagall —el profesor Longbottom siempre procuraba mantener un margen muy bueno y estrecho con sus estudiantes, en especial y a petición del señor Potter, procurar que Albus fuera totalmente apoyado y corregido de ser necesario por él— ahora quiero saber de ustedes y sus opiniones con respecto a lo que vieron o experimentaron —se enfocó aún más en Ariana— ¿jamás te había pasado algo así? —

Ariana aún no sabía si seguía condicionada para estar en Hogwarts, por ello tenía miedo de lo que no pudiera controlar.

Se sentía retraída, asustada de aquello que parecía no entender, pero una mano en el hombro la hizo volver a la realidad, levantó la mirada a su izquierda y vio a Scorpius sonreír.

De alguna forma, la mirada y el apoyo de Scorpius a Ariana le provocaba mucha confianza, pero al mismo tiempo hacía que su corazón latiera majestuosamente a mil por hora y Ariana solo pensaba si así se sentía tener un amigo. Un amigo que siempre te apoyara.

— No señor, cuando vivía con mi familia, estaba acostumbrada al trato que tenían sobre mí, que nunca creí que mi voz también debía contar o que yo también debía usar magia, aún así, mi —por un momento se detuvo, con pesar, tan solo porque iba a hablar de él— mi primo Benjamín siempre procuraba mostrarme algo de magia o me prestaba su varita para yo intentar hacer magia —expuso nostálgica, casi llena de tragedia, por Benjamín, por lo que estaba pasando, el solo hecho de pensar que su primo sería un ser tan despiadado para mandar un Homornox al Colegio era claramente la idea más descabellada que a ella se le podía haber ocurrido, pero la realidad más golpeante que alguna vez la haya sacudido.

El profesor Longbottom compareció a la pequeña dama y asintió ante el relato, tal vez asumiendo lo mucho que extrañaba a su primo, quién de acuerdo al relato, parecía ser el único capaz de brindarle el apoyo correspondiente.

— no importa lo que hayas vivido en tu casa o como te trataban, ten por seguro que en Hogwarts nosotros jamás te haremos sentir así —Potter estaba convencido que la protegería, haría lo que fuera necesario para ella, casi lo mismo que había hecho con Scorpius y él cuando empezaron Hogwarts, se protegían frente a cualquiera que decidiera estar en contra de ellos— no permitiremos que eso suceda, nosotros te protegeremos, ¿verdad Scorpius? —

Scorpius no demoró en asentir y confirmar lo que Potter decía— no tienes que preocuparte, Ariana, nosotros te protegeremos, eso te lo podemos asegurar —y con una mano en el hombro de la chica, por un instante la mirada de Ariana se impregnó en Scorpius de una manera tan dulce, que creyó sin reproches todo lo que ellos le decían.resurgido entre estos chicos.

Como el profesor Longbottom, debía asegurarse que los chicos tuvieran buenas relaciones, así que no demoró en sugerir algo— en mi ala del castillo hay un amplio lugar de estar que no suelo usar con mucha regularidad, suelo ir más a casa que quedarme ahí, así que pienso que dejar ese lugar para que realmente alguien lo use, no estará mal —indicó el profesor Longbottom— estoy seguro que la directora no se sobrepondrá a una idea de convivió entre ustedes en mi salón, mientras yo esté ahí por supuesto —era bien sabido que Hogwarts era tan inmenso que era posible que todos los estudiantes y profesores vivieran ahí, sin quejas, el ala del profesor Longbottom era amplia y él casi no la usaba, pero estaba dispuesto a ofrecer a ellos, con tal de no tener que despedirse tan pronto para verse al día siguiente y esperar un montón, porque claramente esta amistad no era tan idéntica a cualquier otra.

— ¿Podemos estar ahí cuanto tiempo querramos? —preguntó Scorpius, a lo que el profesor Longbottom asintió.

— Cuánto tiempo necesitan, chicos, solo iré a avisarle a la profesora Mcgonagall para que se inicie en cuanto pueda, ahora vayan a clases, pronto nos volveremos a reunir —dicho esto, el profesor no demoró en hacerlos irse, en cuanto vio que era poco más del mediodía y seguramente ellos habían perdido tres clases.

Esa misma tarde, Scorpius hizo que su lechuza volará por los aires en dirección a su hogar, con la esperanza de que su padre pudiera recibir la carta y leerla a tiempo, una vez encargado de eso, los jóvenes decidieron reunirse para seguir hablando sobre lo sucedido, el ser obscurial y el obscurus eran cosas que debían sí o sí mantener estudiado para saber manejarlo, así que Ariana había apostado por empezar a leer de ello en la biblioteca, donde podría encontrar todo sobre ello.