📜 Capítulo 73. Deshonra a la familia
Rose Granger aún seguía enojada con el anterior comentario que una de sus amigas había dicho anteriormente en la habitación, no entendía como Albus era capaz de seguir trayendo deshonra a la familia al juntarse con Ariana Grindelwald. Sé detuvo frente a la mesa Slytherin y confrontó a su primo con claro desdén.
— ¿Pretendes matar de un infarto a toda la familia, Albus? ¿Qué se supone que haces? —preguntó indignada mientras Albus apenas y la escuchaba, pero su voz chillona no lograba pasar tan desapercibido.
Así que Albus tomó el libro de las manos de Scorpius y el comedor completo se hizo en silencio, la pelea familiar de Weasley estaba por empezar, Albus entonces enseñó el libro a Rose— estoy tratando de entender las Runas —pero a Rose le interesaba un bledo lo que dijera él sobre runas, porque su mirada inquisidora empezaba a atormentar a Ariana.
— Me refiero a ¿Que haces con ella? —denigrante y sin ánimos de ser respetuosa, Rose fue objetiva con su cuestionamientos— sabes que la familia no deja de estar en boca de todo el mundo por tu culpa —atento nuevamente— y ya quisieran todos que fueran por reconocimientos escolares y mágicos, pero no, siempre que Albus está en boca de alguien es por ser tan atolondrado con quienes se junta —haciendo clara referencia no solo a Ariana, si no también a Scorpius.
Albus bufo— ya hemos tenido esta conversación miles de veces, Rose, no permitiré que hables así de mis amigos —se levantó de su asiento y con el libro en mano se dispuso a marcharse— si tanto quieres que la familia sea vista por otras cosas, tal vez deberías empezar a hacer algo tú y no solo molestarme, andando —dicho esto caminó en dirección a las puertas del comedor, mientras Ariana y Scorpius apenas intentaban asimilar la situación.
Scorpius nunca supo cómo manejar las riñas de los Weasley, cada que Albus y Rose intentaban entablar una “discusión” siempre terminaba en una riña, una en la que las cosas se salían de control y la magia en algunas ocasiones terminaba de alguna forma metida.
Rose enojada desvió su mirada de Albus y la posó en Ariana, casi una mirada de asco y resignación, Scorpius anonadado por la belleza de Rose también fue sorprendido por una mirada de reproche, pero no dijo más y siguió su camino.
Ariana se apresuró a levantarse para ir tras Albus, pero viendo a Scorpius algo pérdido en sus pensamientos le llamó— ¿Vienes? —Scorpius tardó poco, pero atendió el llamado de Ariana.
Ambos emprendieron el seguimiento hacia Albus, pero en el camino el joven refunfuñaba una y otra vez sobre su prima— no entiendo porque tiene que ser tan insoportable —
Ariana no entendía exactamente qué pasaba y creía que tal vez esto había iniciado a raíz de su presencia en la vida de Albus, así que mientras él maldecía por lo bajo a su prima, Ariana habló con Scorpius— ¿siempre han sido así? —
A lo que Scorpius respondió— Albus siempre fue muy impulsivo y torpe al tomar decisiones, en cambio Rose, ella es —un momento de suspiro salió de Scorpius casi como si le costará describirla— es la chica más inteligente de Hogwarts, tiene los mejores índices y es una Weasley, eso dice mucho de su familia, pero Albus sigue siendo el hijo del Elegido, a veces eso tiene más pesos y claro las decisiones que toma Albus también lo convierten en un centro de atención constante —expuso Scorpius— no estoy seguro, pero fue desde que inicio nuestro tiempo como estudiantes, en el tren, cuando conocí a Albus y a Rose, al principio, creí que me llevaría bien con ella, era muy amable, pero cuando supo quién era realmente, pues para ella fue como un enorme cartel de precaución y peligro —la historia empezaba a sonarle familiar, pues casi lo mismo pasó con Ariana en sortilegios Weasley con Rose y Ellie, también con Albus y Scorpius en Ollivander´s.
— Como cuando les dije que era una Grindelwald —
— En ese momento te comprendí —expresó Scorpius— no creo que las generaciones sean igual que sus ancestros, todo depende de como hayas crecido y lo que hayas aprendido en el proceso o al menos eso dice el profesor Longbottom siempre que hacemos algo —recordó Scorpius con desanimó, porque todas las ideas locas por lo general venían de Albus.
— ¿Malfoy? —casi como si buscará en un baúl de recuerdos, Ariana intentaba recordar de qué iba la historia de los Malfoy— sé que son de alto prestigio, pero ¿por qué es un apellido de mala reputación? —
Scorpius por un momento dudo en explicarlo, pero era claro que a diferencia de la suya, la de Ariana era el terror hecho realidad, mientras que su familia solo habían sido magos tenebrosos seguidores de un villano tenebroso.
— Mis abuelos fueron seguidores de Lord Voldemort —expresó Scorpius sin ánimos de orgullo— mi padre, Draco Malfoy, fue el enemigo en el colegio como en la última batalla del padre de Albus, Harry Potter. Mi familia siempre ha tenido historias de ser los malos en cada guerra que el mundo mágico a presenciado —hizo un amago con sus labios y bufo— sé que muchos en el colegio esperan que sea como ellos en sus tiempos, pero no es lo que mi padre me ha enseñado y no tengo razones para serlo —Ariana vio a Faigel pasar por las ventanas de piedra y se entusiasmo al verlo, corrió a la ventana y lo vio volar, Scorpius se detuvo al caminar y llamó a Albus— hey, espera —mientras este maldecía por lo bajo, Scorpius vio a Faigel volar, jamás había visto un fénix de verdad, Faigel era el primero y parecía ser tan majestuoso como en los dibujos— ¿no se va? —le pregunto a Ariana en lo que Albus se acercaba.
— Faigel decidió quedarse —expresó Ariana— un día llegó y no se fue —Faigel sobrevoló dos veces antes de ir a Ariana y reposar sobre la ventana de mármol. Se dejó acariciar por ella y Ariana decidió que era correcto una presentación— Faigel, ellos son Albus y Scorpius, mis nuevos amigos, nos dejaron en la estación ¿recuerdas? —y por supuesto que el ave los recordaba.
— ¿Quién es él? —pero la atención de Albus se vio alterada cuando desde la ventana vio una silueta oscura acercarse en el campo de Hogwarts, los chicos miraron por ella y en cuestión de segundos Ariana reconoció a su primo.
De inmediato los Homornox de hace una semana llegaron a su cabeza y creía que era hora oportuna de hablar con él, tal vez por eso estaba ahí para dar una explicación, así que se apresuró a ir con él— espera, Ariana ¿a donde vas? —
— Es mi primo —dijo mientras caminaba por el pasillo. Albus y Scorpius se miraron por un momento, pero Albus fue quién dijo lo que pensaba.
— Tal vez debamos seguirla —
— No es correcto escuchar conversaciones ajenas, Albus, además si es ese tal Benjamín, seguramente nuestra presencia no le será de agrado —
— Algo me dice que ese tal Benjamín es la respuesta a nuestras dudas —
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