— hará efecto en unos minutos, pero volver a la normalidad no será exactamente normal, ella tiene que tomar agua y una vez que pueda mantener la calma en el tren, intentaré volver para presentarme formalmente con la profesora Haywood —Ariana había sacado su escoba de su maleta y se dispuso a ponerse sobre ella.

Era obvio que sus manos temblaban y sus pies también, el señor Khanna lo supo y con una risa dijo— sabía que no podías hacer todo bien, no sabes volar ¿cierto? —La única prueba que parecía ser un enorme obstáculo para Ariana, ahora era realidad.

Pero si no se enfrentaba a este oponente significaba que no estaría lista para Hogwarts, significa que todo el esfuerzo puesto en sus estudios y las salidas con Benjamín, las prácticas y demás, serían en vano. Ariana no podía permitir eso.

Así que aferró su agarre a su escoba y se acercó lo más posible a la ventana, tal vez sus dos complicaciones ahora resultaban ser atravesar la pared y poder maniobrar en una escoba, la ventana no era muy grande, no tanto como para Ariana atravesará.

Y tal vez, la mejor opción que hubo en el momento, era que el señor Khanna, se apiadó de la señorita Grindelwald y terminará por objetar una mejor solución— señorita Grindelwald —llamó entonces.

— ¿s-sí? —Ariana tartamudeaba.

— si estas abierta a opciones menos riesgosas que atravesar la ventana, puede explorar el techo del vagón, tal vez encontrará una escalinata que puede abrir una puerta afuera —

Eso sí que era un gran avance, cuando Ariana levantó su mirada, se encontró la ventana superior abierta para su suerte.

No demoró en hacer que su escoba se levantará, pero por ahí mismo cayó nuevamente al suelo, sabía que sus habilidades de volar en escoba no eran exactamente las mejores, pero si quería ir a Hogwarts debía demostrar que podía.

Así que levantó la escoba una vez más entre sus piernas, con su esperanza por delante y su perseverancia en la convicción que traía encima.

Mantener firme la escoba en ocasiones podría resultar difícil, pero no imposible, entonces Ariana se elevó, dos metros del suelo y luego descendió, casi como si practicará primero antes de atreverse a volar por los aires. Lo hizo tres veces y el señor Khanna parecía entender su clara inestabilidad en cuanto al vuelo.

Pero aún así, no podía evitar sorprenderse al ver a una chica inexperta en vuelo, querer surcar los aires.

Una vez más, Ariana volvió a tocar el suelo como había practicado y en ese momento la valentía pareció apoderarse de ella cuando sintió de pronto que era hora, sin un minuto más de retraso, Ariana se elevó aún más que en otro momentos y terminó atravesando la ventana abierta que le permitiría llegar afuera y cuando por fin lo hubo hecho su mirada fue a parar en el tren que corría a gran velocidad sobre los rieles pegados al suelo y sintió vértigo el solo hecho de estar cerca de poder caer, sin embargo algo más llamó su atención, cuando vio sobre los aires a Faigel volar contra otra persona a bordo de una escoba, Ariana se apresuró entre los aires tomando consideración de su cercanía al tren, pero decidió por sobre cualquier cosa, estipular su valentía y no caer.

— ¡Faigel! —sacó su varita al instante a la expectativa de un ataque, sin embargo, el señor Wood quién la vio acercarse pareció impresionado por su manera tan inexperta de tomar la escoba y montarla.

Pero lo que más le llamaba la atención, era el cabello de Ariana y los ojos distintos que traía de nacimiento, era casi como ver una leyenda despierta.

— señorita Grindelwald —

— tengo entendido que es parte del examen práctico, de Hogwarts —comentó Ariana— no me puedo valer libremente con la escoba, lo admito, pero haré mi mejor esfuerzo, profesor —estaba más que dispuesta a mantenerse sobre los aires, aunque de vez en cuando veía abajo con el miedo inminente de caer, pero para entonces el tren ya había pasado por completo de ellos, mientras se mantenían sobre los aires.

Resultaba gracioso para el señor Wood, saber que una chica a la cual la mitad del mundo mágico parecía asustarle, no era más que una chiquilla asustada pero valiente. Aún así, también era increíble el hecho de que Ariana Grindelwald portará un fénix, aunque era bien sabido que era mitad Dumbledore significativamente.

Pero el predominio del apellido Grindelwald siempre parecía ser el que resultaba más catastrófico para Ariana.

— tienes un fénix muy tenaz, pero ¿volarás los aires tanto como nosotros? —una rápida movida realizó el señor Wood cuando se dispuso a acelerar en su escoba— veamos que tan rápida será tu nimbus 2022, aunque siempre digo que el brujo que lo monta será el que lo determine —Ariana se apresuró a seguirle el paso como pudo, pero el viento era ágil y fuerte contra ella, terminó por deambular por el aire y tuvo que guardar su varita para evitar caer por desequilibrio, sus manos temblaban aún y sus pies estaban listos para tocar el suelo.

Pero aún así, no se rindió y alcanzó al señor Wood— ¿no me atacará? —

Eso le resultó gracioso al señor Wood— ¿por qué te lo diría? ¿Cuál es la gracia de atacar? —

— es que… —

— recuerde, señorita Grindelwald, que su enemigo jamás sepa su siguiente movimiento, pero en este caso, actuaré como un competidor, así que esta es mi propuesta —el viento mecía con fuerza el cuerpo de ambos competidores— seremos dos brujos a escoba que volarán lo más rápido que puedan, pero en su caso, usted escapará de la Bludger que llevó conmigo —y hasta ese momento, Ariana no había caído en cuenta que el señor Wood tenía una bludger en mano y desafortunadamente Ariana desconocía la razón del balón o su utilidad en el deporte mágico.

— ¿planea atacarme con una pelota? —cuestionó Ariana algo desconcertada.

El señor Wood miró la bludger y luego a Ariana, lo cuál le causó intriga de si realmente la chica sabía sobre ella y no demoró en preguntar— ¿sabes para qué sirve? —se detuvo en el aire y Ariana le imitó.

Ariana había leído sobre las actividades del Quidditch, sí, pero jamás llegó a profundizar sobre la utilidad de cada pelota, así que apenada dudo al responder— eh, funciona en el quidditch, seguramente se utiliza mucho en Hogwarts —y esa respuesta por parte de la pequeña Grindelwald de alguna forma despertó ternura en el señor Wood al descubrir que realmente no sabía para qué funcionaba.

— okay, es una bludger y sí, es para el quidditch, pero algo que tienes que saber de los bludger es que están hechas de hierro, las dos Bludgers utilizadas en todos los juegos son hechizadas para tratar de tirar a los jugadores de sus escobas. Los dos Golpeadores de cada equipo intentan proteger a los otros miembros de su equipo de las Bludgers y/o golpear con ellas a los jugadores rivales —explicó el señor Wood.

Y Ariana comprendió que no era una pelota cualquiera, pero tenía curiosidad por saber en qué ayudaría esto a su examen— entonces, ¿me la lanzará? —

Viéndolo de esa forma, el señor Wood pareció recapacitar en lo que trataba de hacer, pues ciertamente parecía algo irracional lo que tendría en mente, pero el quidditch podría servir como un entrenamiento en el campo, después de todo estaba volando por los aires, así que pareció confirmar su plan— espero no represente un problema para usted —

Aunque en realidad sí era un problema para Ariana, tener que evitar una bludger, jamás sería fácil incluyendo a jugadores profesionales del quidditch, pero la chica tenía una voluntad de hierro y no podía desestimar su deseo por pertenecer a un colegio.

— no, señor Wood, para mí será un honor —aunque su voz temblará.

El señor Wood lo notó, pero se acercó a ella para tranquilizarla, lo más que pudiera— señorita Grindelwald, piense en esto como en una práctica para entrar al equipo de quidditch en Hogwarts, muchos son los aficionados por el quidditch que van el día de pruebas para entrar en el equipo, pero pocos son los que logran entrar, el bludger es un desafío muy tenaz y es la mejor manera de demostrar que tan bueno eres en la escoba —tal vez la razón principal de todo el sermón del señor Wood era convencer a Ariana de que esto le ayudaría en su desarrollo por el quidditch, pero los gustos de Ariana no se acercaban en nada a un juego de quidditch.