Pero Albus rodó sus ojos antes esto y respondió— a nuestro grupo, ya sabes, tú, yo y ella, solo piénsalo en los tiempos de mi papá, él tenía dos amigos la tía Hermione y el tío Ron, ahora imagínate a Albus, Ariana y Scorpius ¿No sería genial? —

Las ideas de Albus brotaban tanto de su imaginación que Scorpius parecía poder visualizarlas y mientras más hablaba, más le agradaba todo lo que llegaba a escuchar de él.

Mientras que Ariana se sentaba en una de las cabinas de pasajeros que había dentro del tren de Hogwarts, entró con su maleta y Faigel, no podía evitar sentirse abrumada y feliz de lo que había pasado y de lo que pronto pasaría, el camino a Hogwarts sin duda sería largo así que abrió su maleta después de dejar a Faigel a su lado y busco entre sus cosas, dentro de la maleta encantada, sus chocolates Weasley, recordando con una sonrisa al señor Weasley.

Vio el estampado de la enorme caja amarillenta y leyó sobre ella "Ranas de Chocolate" y el logo "Weasley and Weasley" sonrió y abrió la caja y dentro de ella descubrió doce cajas más, pequeñas cada una y sacó una de ella para dejar a un lado la caja.

Ariana entonces examinó la superficie puntiaguda de la caja y leyó "rana de chocolate" sobre la forma puntiaguda, la abrió con lentitud y descubrió el chocolate en forma de rana.

Era magnífico lo que él señor Weasley había hecho, tenía la forma exacta de una rana y de pronto hacía como una "grop" y mucho después parecía saltar como una, la rana de chocolate salto y cayó contra la jaula de Faigel y lo despertó de inmediato después de una larga siesta.

Ariana se deslizó por el suelo para tratar de tomar la rana, pero en el transcurso sus lentes también cayeron, se estiró un poco más y agradeció que la puerta estaba cerrada y alcanzó a la rana contra la puerta, entonces se levantó del suelo y suspiro con una sonrisa triunfante mientras veía a la pequeña rana de chocolate encantada y sin dudarlo le dió un mordisco a la cabeza y el chocolate parecía saber exquisito.

Grindelwald volvió a su asintió y siguió comiendo el resto mientras limpiaba su falda, pero sin darse cuenta entonces que el guardia del tren abría su compartimento en busca del boleto.

— boleto para la admisión al expreso de Hogwarts —y casi como el papel en el que se escribían las tareas, el rostro del hombre palideció al ver a Ariana, sin lentes y comiendo en el tren sentada— Gri-Gri-Gri… —

Ariana entonces vio sus lentes en el suelo y se los puso de inmediato cuando su vergüenza aumento en desproporción, busco en sus bolsillos el boleto y lo estiró al guardia del tren— disculpe, aquí está mi boleto, señor —

Apenas era capaz de procesar a quién realmente estaba viendo, le costaba creer que fuera Ariana Grindelwald, pero para Harris el guardia del tren, tan solo sabía que la única pasajera en el expreso Hogwarts sería Ariana, pero se rehusaron a darle el apellido y ahora sabía la realidad.

Harris el guardia del tren bufo— debí haberle dejado la guardia a Lenon, sabía que no era de fiar que solo me dieran el nombre —mascullaba con pesimismo mientras trataba de mantener la cordura frente a Ariana, tomó entonces el boleto y lo rasgó— cuando lleguemos a Hogsmeade entrega está mitad del boleto y podrás ir a Hogwarts —informó a medias Harris mientras se despedía por la puerta con el corazón en la garganta.

Ariana se apresuró a llegar a la puerta de la cabina para llamarle, tenía la necesidad de hacerle saber que realmente no era como lo decían en los relatos y que ella era distinta, era buena, sería una buena bruja.

— señor —

Pero cuando Harris se dió la vuelta, las dudas invadieron a Ariana, ¿De qué valdría tener que decírselo ahora? Si era así tendría que hacerlos con todas las personas, con todos los estudiantes o profesores.

— ¿Se te ofrece algo? —

El señor Harris seguía a la intemperie, pero Ariana negó con pesimismo y volvió a su cabina.

No sería suficiente.

No ahora.

Ariana suspiró pesadamente mientras intentaba mantener la calma, no sería correcto presentarse con lágrimas en los ojos en Hogwarts, era mejor mantener la calma y enfocarse en repasar lo aprendido, aunque era difícil con la vista que tenía ahora, los árboles pasando uno tras otros, el césped siendo movido por el viento, casi era como si tuvieran vida, Ariana nunca había visto un árbol tan cerca como lo hacía ahora, tan solo desde su torre los árboles eran tan diminutos, una sonrisa se implantaba en sus labios mientras se apoyaba en la ventana y sentía como el Expreso de Hogwarts daba pequeños saltitos cada que pasaba de carril, era un ambiente acogedor y perfecto para estar con amigos, casi Ariana podía imaginar a Albus y Scorpius con ella en el vagón, todos yendo una vez más a Hogwarts y por ese momento sus pensamientos volaron con sus deseos de ser parte de Hogwarts, casi podía escuchar a las personas hablar en los demás vagones, caminar con prisa, reír, charlar y ella siendo parte de todos ellos.

Respiro hondo cuando pensó en todo ello, abrió sus ojos y miró a Faigel con firmeza, había estado con la jaula encerrada desde que salieron, así que se acercó para abrirla mientras sus manos temblaban de nerviosismo— tan solo espera un momento, Faigel, no deberías estar tanto tiempo dentro de la jaula, no es bueno para tus alas —abrió la puerta y dejo que Faigel saliera, le miraba de lado y movía sus alas como si hacia mucho no lo hiciera y de un salto, Faigel salió de la jaula y termino a su lado revoloteando sobre el sillón y descansando en los cojines azules oscuros del compartimento.

Faigel le brindaba a Ariana el calor suficiente y la protección que ella necesitaba para mantener su mente positiva, pero por momentos Ariana pensaba en Albus y Scorpius yendo con ella también y compartiendo el mismo lugar.