Todos estaban tan encantados por los bebés, se sentían tan felices del matrimonio que aunque en un principio fue difícil de asimilar, poco a poco fueron aceptando su relación. En cuanto al pueblo estos sorpresivamente no los juzgaban, decían que no tenían porque interponerse ni mucho menos opinar mal.

Pero aún no era la calma después de la tormenta, una noche la paz que reinaba en el lugar se convirtió en un completo caos, de pronto aparecieron varios hombres a caballo, dispuestos a atacar a quien fuera. Los Madrigal fueron alertados de esto por Dolores la cual dijo que se estaban aproximando a casita.

- ¡Refugien a Mirabel y a los niños! - Dijo la abuela

Pero no hubo mucho tiempo, un hombre entró al lugar y comenzó a atacar a la familia. Los que pudieron hicieron uso de sus dones, aunque eran muchos y sin que pudieran evitarlo lograron llevarse a los gemelos, hiriendo a Mirabel.

- ¡Hay que seguirlos! - Musitó Félix y pidiéndole a Agustín, Camilo y Bruno que lo acompañarán

Estos sin importarles el riesgo que correrían estaban dispuestos a enfrentarse a lo que sea por los bebés.

- ¿Y exactamente qué haremos? - Dijo Camilo

- No lo sé, pero haremos todo lo posible por recuperarlos - Le respondió su padre

Bruno recordó su visión y sabía que algo malo sucedería, pero optó por quedarse callado y seguir caminando.

Mientras tanto en el río, los hombres mientras cruzaban este. Su plan era que los siguieran lo cual se dió, lograron divisar a los hombres Madrigal aproximarse.
Lo único que querían los malos era que de una vez por todas aquella familia dejara de ser tan "Especial" y solo vivieran en total sufrimiento y que mejor que llevandose lejos al fruto del "Pecado"

De un momento a otro la situacion se convirtió en uno lleno de total tensión. Al ya estar frente a los hombres a caballo estos sin esperar a más sacaron sus armas y apuntándoles a los Madrigal quienes solo contaban con una que otra "Arma" para defenderse, sabían que eso no era suficiente.

- ¡Cobardes, prefieren irse a lo más fácil! - Les gritó Camilo

El líder de los "villanos" Julio sonrío y bajó de su caballo. Ellos no podían creer que alguien tan joven tuviese tanto odio por quienes no tenían la culpa de nada.

- Ustedes no merecen tener ese milagro

- Nosotros recibimos el milagro para protegernos de personas sin corazón como ustedes - Dijo Bruno, molesto - Mi madre perdió al amor de su vida por la culpa de tu abuelo ¿Y te atreves a decir que no merecíamos ser protegidos?

- Si a protegidos te refieres a que vivieras en el rechazo de todos e incluso de tu propia familia, te has de haber sentido bastante protegido

Obviamente ese comentario lo molestó más de lo que ya estaba, ni siquiera pensó 2 veces en atacar primero aún portando solo un cuchillo que había encontrado.

Julio logró esquivar al pelinegro, y también sacó su fiel arma, el machete de su abuelo. Repitió en su mente el juramento que le había hecho a este, vengarse de los Madrigal sea como sea.

Mientras sus cuñados y sobrino también luchaban con los secuaces de Julio, Bruno de nuevo pensó en la visión y tras aquella pequeña distracción logró ser herido por su contrincante, pero eso no le impidió que pudiera detenerlo antes de que lo volviera a atacar. Le quitó el machete y también lo hirió solo que aquello para Julio fue mortal. Sus hombres al ver como su líder había perdido no dudaron en querer irse, pero fueron detenidos por Camilo quien con uso de su don y la ayuda de Agustín pudieron quitarles a los bebés y también una de las pistolas de estos, atacadolos hasta que sin más huyeron, siendo al igual que Julio lo había sido, siendo unos cobardes.

Bruno estaba perdiendo mucha sangre, así que no tenían mucho tiempo para llevarlo a casa. Pero él estaba seguro de que no iba a poder llegar a tiempo.

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Además de los 2 capitulos que faltan para terminar así con la historia les informo que habrá un final alternativo que si, será uno bien triste, pero tranquilos que no será el definitivo.

En fin, gracias por leer
Hasta la próxima <3