20.きれいな人 Bonito
—¿Y esa sonrisa de idiota que tienes? —Jackson lo abordó cuando salían de clases.
—Nada. ¿Qué hacías? —dijo en un intento por desviar el tema de conversación, pero lo cierto era que no podía parar de sonreír. El fin de semana con Hoseok había sido increíble e inolvidable y ya estaba picado por la impaciencia de volverlo a ver.
—Estás algo perdido últimamente —lo reprendió su amigo. Chasqueó la lengua, obviamente rechazando la afirmación de Jackson.
—No es cierto —dijo, pero no tenía sentido mentir. Sus amigos lo conocían bien. Lo miró y luego asintió lentamente. —Está bien —dijo finalmente, derrotado— Yo... conocí a alguien.
—¿Ese chico misterioso que mencionó Kiki?
—No sé qué les dijo Kiki.
—Que te gustaba alguien y que no te molestáramos mucho con eso.
HyungWon sonrió.
—Tampoco es algo de lo que no pueda hablar. Sólo nos estamos conociendo.
—Dejaste a HyunWoo por él así que supongo que te gusta mucho este chico —Jackson le golpeó el hombro con el suyo.
—Se llama Hoseok.
Las cejas de su amigo se dispararon hacia arriba.
—No me suena. ¿Es de la universidad?
—No es de por aquí. Lo conocí de casualidad mientras visitaba a mi tía. Es de por allí.
—Ah, bueno y ¿entonces?
—¿Entonces qué?
—¡Cuándo lo conoceremos! —exclamó exasperado.
HyungWon se quedó en silencio un momento. Estaba tan entusiasmado con su 'relación' que no se puso a pensar en los detalles secundarios. Hoseok no pertenecía a su época ni él a la suya. Ni siquiera sabían si Hoseok podía saltar en el tiempo como él. Tenía miedo de intentarlo y que él no pudiera regresar. ¿Qué pasaría con ellos si su relación crecía? ¿Cómo iban a manejar las cosas? Ya le estaba costando trabajo separarse del chico cuando debían volver a su vida normal, ¿qué iba a ser de ellos si dejaban que las cosas avanzaran?
—Emm, no lo sé —dijo dudando— supongo que cuando venga de visita.
Cuando llegó a su casa su madre estaba maquillándose sentada en la mesa de la cocina con un espejo de aumento.
—¿Vas a salir? —preguntó dejando la mochila sobre una silla.
—Hey... hola, amorcito. Si, saldré a cenar. Te dejé la comida en el horno. ¿Cómo fue tu día?
—¿A cenar con quién si se puede saber?
—preguntó cruzándose de brazos al tiempo que entrecerraba los ojos de manera sospechosa. Su madre nunca cenaba fuera de la casa.
—Saldré con un amigo —dijo ella vagamente.
—¿Un amigo o un amante?
Ella casi se entierra el lápiz delineador en el ojo.
—¡Hijo!
HyungWon se echó a reír.
—¿Qué? Ah, picarona. ¡Tienes un hombre!
Su madre se tapó la cara con las manos.
—Cállate. Mira las cosas que dices.
—Pues era hora —dijo abriendo la heladera para tomar algo de jugo.
Su madre se giró y frunció la boca.
—¿A tí no te molestaría que yo... ya sabes?
—¿Que tengas un novio? —dijo encogiéndose de hombros—. Ma, hace años que estás sola. Creo que te tardaste demasiado.
La mujer se acodó en la mesa con una sonrisa algo caída.
—Supongo que siempre esperé a que él volviera —dijo. Se notaba la tristeza en su voz.
HyungWon hizo un intento por comprender a su madre, pero lo cierto es que todo lo referente a su padre era un tema que aún lo enojaba. Su madre lo había amado mucho y el tipo no había tenido reparos en abandonarlos para 'perseguir sus sueños' y sólo los visitaba de vez en cuando, ilusionando a su madre y haciendo pocos intentos de hacer funcionar la familia. No lo odiaba por no haber estado con él, lo odiaba por haberle hecho promesas a su madre que nunca cumplió. Se había acostumbrado a crecer con una figura paterna fantasma. De esas que aparecía de vez en cuando pretendiendo suplir con regalos las pocas ganas de ser padre y esposo que tenía. Sólo que él nunca le creyó. Pero su madre sí. Y eso le dolía. Ella había pasado años esperando algo que nunca sucedió. Y luego murió. Y ella se quedó sola.
—Mereces ser feliz, ma. Él ya no está.
Ella asintió y luego lo miró y le acarició la cara.
—Gracias, hijo. Ahora cena algo y ve a darte un baño. ¿Cómo están tus cosas?
—Bien. Yo creo que saldré un rato también. Tengo que ver a un amigo.
Su madre se levantó y le sirvió la cena.
—Pero cena algo antes de irte. Y no vengas muy tarde.
Comió mientras hablaba con su madre de varias cosas y cuando terminó, lavó su plato y subió a su habitación.
Se bañó rápidamente y luego corrió al espejo a darse una última mirada antes de oprimir el botón del reloj. Se dio un golpe seco cuando cayó en el piso de la habitación de Hoseok. Estaba vacío y agarró los stickers para pegar uno en la puerta.
Esperó un rato hasta que se dio cuenta que había una nota en la cama.
'Si vienes hoy, espérame. Tuve que ir a hacer un trabajo a la casa de un compañero. Te extraño...'
HyungWon sonrió y se guardó la notita en el bolsillo para luego recostarse en la cama. Pasaron unos cuarenta minutos cuando la puerta se abrió y Hoseok tiró su mochila en el piso y corrió a treparse encima suyo.
HyungWon apenas si tuvo tiempo de abrir los ojos cuando ya lo tenía sobre su cuerpo.
—Hola —susurró Hoseok besándolo apasionadamente. HyungWon solo atinó a afirmar su brazo en la cintura del mayor pero respondió al beso de inmediato. Lo había extrañado todos esos días.
—Hola, bonito —saludó cuando cortaron el beso y estaban casi quedándose sin aire.
Hoseok rió y enterró la cara en el cuello largo de HyungWon que suspiró feliz.
—¿Cómo sabías que iba a venir hoy? —le preguntó jugando con los dedos en su espalda.
—No lo sabía, dejo una nota todos los días...
—respondió Hoseok entrelazando los dedos con los suyos.
HyungWon no pudo evitar derretirse con esas palabras. Hoseok también pensaba en él.
—No veía la hora de escaparme para verte
—confesó—. Quiero que llegue el viernes. Esto de verte algunas horas se me hace insoportable.
Hoseok se incorporó apenas y dejó un sonoro beso en sus labios.
—¿Qué quieres hacer el fin de semana?
HyungWon elevó las cejas y se mordió el labio lo que hizo que Hoseok se riera todo colorado y escondiera la cara en su pecho.
—Tonto. Me refiero a salir. Pervertido.
HyungWon se echó a reír.
—Tú preguntaste. Y yo no dije nada.
—Pero lo pensaste —dijo Hoseok dejando besos en el cuello de HyungWon.
—Pues si sigues besándome así no tendrás que esperar hasta el viernes... —lo enroscó en sus brazos y lo giró para Hoseok quedara boca arriba debajo suyo.
—¿Tú quieres...? —Hoseok giró la cara muerto de vergüenza.
—Ah, quiero tantas cosas contigo, pero si te refieres a eso, no te voy a mentir. Me gustaría hacerte el amor.
Hoseok jadeó y se llevó una mano a la cabeza.
—Yo... Em... no sé qué decir.
HyungWon se inclinó para besarlo despacio, pero luego se alejó y se dejó caer de lado.
—No te preocupes, no te obligaré a nada —dijo riendo mientras le acariciaba el cabello con sus largos dedos.
—Lo sé —Hoseok le retuvo la mano y le dió un beso en la cara interna de la muñeca—. Me refiero a que yo... Bueno, a mi también me gustaría... Ya sabes.
HyungWon jamás se iba a cansar de mirarlo. Hoseok era precioso.
—No tengas miedo. Puedo esperarte el tiempo que sea necesario.
Hoseok se quedó en silencio y luego saltó de la cama.
—Mmm, iré a ducharme primero. Estuve todo el día fuera de casa... ¿me esperas o quieres... no sé —se rascó la nuca con timidez— emmm, quieres ducharte conmigo?
HyungWon creyó escuchar mal y abrió los ojos tanto que luego le dolieron cuando parpadeó.
—¿En serio quieres que nos duchemos juntos?
Hoseok estaba sonrojado y HyungWon no aguantó las ganas de besarlo así que se levantó de la cama y lo atrajo hacia su cuerpo agarrándolo por la cintura.
—¿Lo quieres?
Hoseok levantó la cara y asintió.
—Solo si tu quieres.
HyungWon se mordió el labio y le dejó un beso en el cuello.
—Oh, no sabes todo lo que esperé esto... Vamos.
Hoseok se rio y rodó los ojos para luego arrastrarlo fuera de la habitación. HyungWon se dejó llevar feliz y con una sonrisa que nunca se le iba a borrar.
Estaba feliz.
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