14.シークレットSecreto
[HyungWon]
Todos nos reíamos mientras nos mirábamos al espejo con los disfraces puestos.
—Hey, esto es genial —Tae se miraba en el espejo de mi habitación y giraba para verse de todos los ángulos— podría acostumbrarme a esta ropa.
—¡De verdad! —Kihyun jugaba con sus tiradores sentado en la cama—. Lucimos sensacional. Wonnie, tienes que peinarte el cabello hacia atrás, lo tienes muy largo para ser un Peaky Blinder.
Resoplé y me senté en la cama mientras Jackson metía la mano en el pote de gel y comenzaba a peinarme con los dedos.
Unos minutos después, mi teléfono vibró con el mensaje de HyunWoo que ya estaba esperándonos en la puerta. Después de darnos un último vistazo en el espejo bajamos todos en fila. Cuando abrí la puerta todos lanzaron un silbido de admiración al ver a HyunWoo vestido para matar. Su traje gris plata se ajustaba perfectamente a sus piernas musculosas, la camisa blanca con los primeros botones desprendidos y un chaleco haciendo juego con el pantalón. Su cabello con reflejos color miel recogido en un prolijo rodete.
—¡Wow, hola muñeco! —Dije casi abalanzándome sobre él. Me devolvió el beso con entusiasmo y me dio una pequeña nalgada—. Todos se ven genial. ¿Listos? ¿Quién va en mi auto?
—Yo iré en la moto con Jackson —anunció Suga. Ambos caminaron hacia la moto.
—Yo puedo ir con ustedes y Tae —sugirió Kihyun que de repente se comportaba de manera extraña. No le di mucha importancia ya que estábamos llegando tarde a la fiesta.
Chang y Kai se subieron al auto de Jooheon y así todos partimos.
La casa de la hermandad NYX era una vieja mansión americana de estilo victoriano, con un gran parque rodeado de árboles que estaban cubiertos de luces para la fiesta. Decenas de personas pululaban por el lugar y la música se escuchaba por todo el lugar. Pronto nos encontramos con más compañeros de la universidad y muchas chicas salieron a recibirnos.
Adentro todo era un caos. Algunos disfraces eran muy elaborados y llamativos. Había hadas, guerreros, pitufos, Narutos, enfermeras, jugadores de futbol americano y por supuesto los infaltables Martys Mcfly. De golpe recordé que no vería a Hoseok por una semana y se me hizo un nudo en el estómago. Una semana...
A las horas todo se había descontrolado. Muchos disfraces habían desaparecido, había gente besándose y metiéndose mano por todas partes. Tae se besaba furiosamente con una rubia vestida de enfermera del Resident Evil contra una pared, Chang se había sacado la camisa y bailaba sobre una mesa solo en pantalones y tiradores y con una botella de whisky en la mano. Jackson y Suga habían improvisado un pequeño partido de básquet en el jardín delantero junto con otros muchachos de diferentes fraternidades. Jooheon se había adueñado de la consola del dj y agitaba a la multitud con sus gritos y su música. Sólo Kihyun estaba sentado jugando con su celular.
—Hey, ¿qué haces? —pregunté echándome a su lado, apoyando la cabeza en su regazo. El alcohol estaba haciendo efecto lentamente y mi cabeza empezaba a ralentizarse.
—¿Y tu novio? —preguntó mirando alrededor.
—No es mi novio —dije encendiendo un cigarrillo.
—Duermen juntos, salen en citas, conoce a tus amigos... Eso es un novio para mí.
Me eché a reír. Kihyun venía de una familia súper conservadora y aunque intentaba no juzgar nuestro despreocupado comportamiento, a veces simplemente su estricta crianza salía a la superficie.
—Eso es porque eres un aburrido.
Escuché una risita.
—¿No te gusta HyunWoo para que sea algo más que tu amigo con derecho a roce?
Solté el humo y fruncí el ceño.
—No sé, me gusta, sí...
—¿Pero...?
Suspiré y me senté.
—Me gusta alguien más.
Kihyun apagó su celular y se levantó del sofá.
—Vamos al jardín, los gritos de Joo ya me están rompiendo la cabeza.
Lo seguí afuera y nos sentamos bajo uno de los tantos árboles luminosos.
A lo lejos vi que HyunWoo se había unido al partido de los chicos. Su cabello largo, ya suelto, ondeaba en el viento, su camisa había desaparecido y ahora colgaba de sus pantalones. Era de una belleza salvaje que quitaba el aliento.
—Tu semental está casi desnudo —Kihyun miraba hacia donde estaban los demás.
—Con ese cuerpo, yo directamente no me pondría ropa.
—Y sin embargo te gusta otra persona. ¿Quién es?
Aparté la mirada de mi compañero de cama y miré a Kihyun.
—Es... Es un amigo.
Kihyun levantó las cejas.
—¿Tienes más amigos aparte de nosotros?
—Obvio. Lamento informarte que no son exclusivos.
Mi amigo rio.
—Bien, cuéntame sobre él.
—Bueno... —me rasqué la nuca no sabiendo bien por dónde empezar—. Él es increíble. Es lindo, agradable, divertido. Su sonrisa es hermosa, tienes que escucharlo.
Los ojos de Kihyun estaban abiertos al límite.
—¿Qué? —pregunté terminando el cigarrillo.
—De veras te gusta este chico.
—Creo que sí. Cuando estamos juntos me olvido de todo, hasta te diría que no sé ni en que día me encuentro cuando lo veo.
Y técnicamente era cierto.
—¿Cómo se llama?
—Hoseok.
—¿Va a la universidad?
Asentí lentamente.
—Estudia literatura también.
—¡Eso es genial! Quiero conocer al chico que logró que te enamoraras —dijo riendo mientras jugaba con el pasto— pero... ¿Qué harás con HyunWoo? Le gustas.
Me encogí de hombros.
—No sé.
—Igual, lo míao con Hoseok es algo imposible. —Pronto toda la realidad alterna que vivía se hizo latente. Hoseok era de otro tiempo.
—¿Por qué dices eso? —Kihyun lo miró.
—Él es... Es... Heterosexual. —Bien pensado.
—Ah. —Kihyun frunció la boca—. Oh, lo siento, Wonnie.
Sonreí con tristeza. Otra verdad. Hoseok no solo era una persona del pasado sino que también le gustaban las chicas. Sólo podrían ser amigos siempre que yo lo visitara.
—Emmm, ya que estamos siendo sinceros, ¿puedo decirte algo?
Asentí con rapidez y recosté la cabeza en el tronco del arbol.
—Yo... Bueno, no sé cómo decir esto.
—Tranquilo, ¿es algo grave?
—No sé, depende de dónde lo mires.
—Kihyun, no me asustes, ¿qué sucede?
Su cara se puso toda roja.
—A mí me gusta HyunWoo.
Abrí la boca para decir algo, pero la volví a cerrar. Nunca lo hubiera imaginado. De hecho ni siquiera sabía que a Kihyun le gustaban los hombres de esa manera. Siempre sus comentarios eran muy correctos, pero ahora, con la verdad sobre la mesa, todos pequeños detalles que antes habían pasado desapercibidos saltaron a la vista. Su actitud con las chicas, cómo parecía huirles, sus comentarios despectivos cuando alguno hacía algún comentario insinuándole que necesitaba una novia.
—Ki, yo no sabía que tenías pluma —dije mirándolo fijamente— o sea, eres delicado y medio histérico, pero jamás pensé que te gustaba comer la galleta...
Kihyun me pateó de costado.
—¿Esa estupidez vas a decirme? Acabo de decirte que me gusta el chico con el que te acuestas.
—Ah, oye, ¿por qué no me lo dijiste antes, idiota? Si hubiera sabido que te gustaba no hubiera hecho nada con él.
Kihyun se echó a reír.
—¿Tú viste a HyunWoo? —Estiré el cuello y miré para la cancha de juego. Asentí. —Bueno, ahora mírame—. Lo hice.
—¿Y qué?
—¿En que planeta ese hombre iba a fijarse en mí?
—Se fijó en mí —dije encogiéndome de hombros—. Aunque a decir verdad no recuerdo cómo lo conocí. Sólo desperté y estaba en cama.
Kihyun gruñó y se agarró la cabeza con ambas manos.
—De todas formas quería decírtelo. Eres mi amigo y me sentía fatal por esto.
—Hey, no es tu culpa que te guste. HyunWoo es hermoso. Creo que deberías ir a hablarle.
Kihyun parpadeó repetidas veces y al final soltó una carcajada.
—En serio, estás loco.
—¿Por qué? Te gusta.
—A él le gustas tú.
—Pero a mí me gusta otra persona.
—Pero acabas de decirme que es un imposible, Wonnie.
—Pero eso no quiere decir que tenga que seguir con HyunWoo. Escucha, de todas maneras ya no podré seguir viéndolo sabiendo lo que sientes por él. No soy tan mierda. En serio. Creo que deberías hablarle.
No sabía qué estaba haciendo al darle ese consejo a Kihyun, pero por otro lado así era mejor. Lo único que sabía era que ya quería volver a ver a Hoseok.
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