Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

008.あらわれる Aparecer

[HyungWon]

Hoseok trabajaba en una disquería. Aún no entendía cómo había pasado por alto todos los detalles de la época que ahora me resultaban tan vistosos. Los carteles, la gente, la ropa, los autos. Cuando me desperté ese sábado en el parque no reparé en lo que me rodeaba. Quizás era porque estaba demasiado distraído mirando a Hoseok que todo lo demás simplemente pasó a segundo plano pero ahora, mientras pedaleaba la bicicleta por su vecindario, podía ver lo diferente que se veía todo en ambos tiempos. Era fascinante. Cuando llegamos al lugar de trabajo de mi amigo, dejamos las bicicletas a un costado y entramos. Un hombre fumaba apoyado contra la pared, sentado en un taburete alto de cuero gastado.

—Buen día, Suk —saludó Hoseok pasando por al lado del hombre—. Ya puedes irte si quieres.

El hombre se incorporó y agarró su chaqueta. —Llegas tarde, niño. Tienes suerte de que esto esté vacío... —. Luego miró a Min y lo señaló con la mano que sostenía el cigarro— y tú, ¿estuviste metiendo mano en el depósito? Faltan algunos pósters.

—Sólo tomé dos, estaban ahí juntando polvo, viejo tacaño.

—Hey, mocoso, más respeto, soy tu tío. —Él hombre agarró un periódico del mostrador y golpeó a Min en la cabeza.

—Ouch —se quejó el rubio frotando la parte donde había recibido el golpe—. Tío, necesito dinero.

—Oh, no. ¿Acaso tengo cara de alcancía? Trabaja, chico. Oí que en Jackie O están buscando un repartidor.

Min frunció la boca y resopló ofuscado.

—Ah, Suk, él es HyungWon —dijo Hoseok sonriendo. El hombre me señaló con el periódico como había hecho con Min.

—Tú, chico, vigila a este ladronzuelo —me dijo mientras señalaba con la cabeza a su sobrino— es un dolor de trasero.

Quise reír pero hice una pequeña inclinación de cabeza. El hombre salió del local dejando una estela de humo apestoso.

—¡Este lugar es genial! —exclamé y empecé a revisar las bateas repletas de discos.

—No dirías eso si pasaras la mitad de tu vida en este lugar —Min fue hasta el tocadiscos y agarró uno de los tantos vinilos que había en un estante. Me miró: —¿Gillan o Coverdale?

Miré a Hoseok que me hizo una seña con un dedo levantado.

—Eh, ¿Gillan? —respondí dudando.

La cara de Min se iluminó. —Tú y yo nos llevaremos bien.

Sonreí y vi que Hoseok me guiñaba un ojo. Y me sentí extrañamente contento.

Yo no podía salir del asombro con todo lo que pasaba a mi alrededor. La gente que entraba, vestida de maneras imposibles para mi, el clima distendido, las risas de los dos chicos que ya sentía mis amigos.

—...y me dijo: ¿Quién eres? ¿Boy George?
—Min gesticulaba y se llenaba la boca con unas galletas de limón que sacó de su morral— ¡Qué más quisiera yo que parecerme a Boy George! Ni siquiera me sale bien el delineado. Y él es, simplemente perfecto —suspiró y apoyó la mano en su mejilla.

—Personalmente, creo que eres más lindo que Boy George —dije con sinceridad. Min saltó de su asiento y me abrazó.

—Me encanta tu amigo, Seokie, ¿me lo puedo quedar?

Nos echamos a reír los tres y cuando quisimos darnos cuenta, ya era hora de cerrar la tienda. Min me obsequió varios pósters que había sacado del depósito y me los puso bajo el brazo. Le agradecí y cuando salimos Min se despidió de nosotros y se fue caminando con las manos en los bolsillos y silbando.

—Me gusta tu amigo —dije mirando como la figura rubia se perdía en la esquina.

—Es un buen amigo —dijo Hoseok.

—Hoseok —me miró— estuve pensando, aún no sé cómo volver a mi tiempo, pero si llego a desaparecer y a aparecer en tu habitación otra vez, ¿no crees que deberíamos tener algún tipo de señal para cuando eso ocurra?
—Hoseok suspiró y asintió.

—¿Cuándo crees que desapareces?

—No lo sé —dije intentando repasar todos los detalles de mis 'viajes'.

—La última vez desapareciste cuando dormías a mi lado —observó.

—Y también aparecí así ese día, me quedé dormido en el escritorio de mi habitación.

—Oye, pero hay algo que no cuadra. La primera vez que pasó tú estabas en la casa de tu amigo —asentí— y apareciste en el parque. Luego te quedaste dormido en tu habitación y apareciste... ¿Dónde apareciste?

—A una cuadras de tu casa pero para el otro lado, no del lado del parque. Caminé y reconocí tu calle.

—Bueno, sigamos, la tercera vez apareciste en mi habitación. ¿Recuerdas haber hecho algo en particular en esas situaciones?

Negué con la cabeza. —Solo que las dos primeras veces estaba dormido y desperté aquí. Anoche estaba despierto...

—Piensa, ¿qué hiciste exactamente anoche?

—Emm —fruncí el ceño— llegué de mi cita con HyunWoo, mi mamá me dejó una nota diciendo que iría a la casa de mi tía y que volvería el sábado, luego subí a mi habitación y me tiré en la cama. Eso es todo. No entiendo.

Llegamos a la casa de Hoseok, su padre estaba en la cocina.

—Hola, pa... —saludó mi amigo, su padre le dio un corto abrazo y luego me sonrió.

—HyungWon, ¿no? —preguntó.

Asentí rápidamente con una pequeña inclinación.

—¿Te quedas a almorzar?

Miré fugazmente a Hoseok que me alentó levantando las cejas y asintiendo con la cabeza.

—Bueno, si no es mucha molestia...

—Para nada —respondió indicándonos que nos sentáramos— los amigos de Hoseok siempre son bienvenidos. ¿Estudian juntos?

Abrí la boca para responder pero Hoseok se me adelantó. —No, lo conocí en la tienda. Hace unos meses, HyungWon entró a comprar un disco, hablamos y descubrimos que tenemos mucho en común—. Mi amigo me apretó la mano por debajo de la mesa. Le devolví el apretón, sintiéndome cálido por dentro.

—Y dime, HyungWon —el hombre nos sirvió la comida y se sentó frente a nosotros—. ¿Cuántos años tienes? Te ves muy joven.

—Tengo veinte, señor.

—Shin. Shin Doyoung —dijo con una sonrisa—. ¿Estudias?

—Si, señor. Estudio Literatura —Hoseok me miró sorprendido.

—Ah, ya entiendo por qué te llevas bien con mi hijo. Pues me alegro que haya encontrado un amigo que ame leer tanto como él.

Cuando terminamos de almorzar, ambos lavamos los platos mientras su padre veía televisión en la sala.

—Subamos a mi habitación —seguí a Hoseok escaleras arriba. Una vez que cerró la puerta, se apoyó en ella y me miró con el ceño fruncido—. Escucha, estuve pensando, si en algún momento de la noche desapareces y yo estoy dormido, ¿volverás?

—No sé cómo funciona esto de los viajes, Hoseok. ¿Y si desaparezco y no vuelvo a aparecer aquí?

Su expresión se ensombreció. —¿Crees que eso sea posible?

Moví la cabeza, todo era tan confuso.

—Escucha, si eso llega a pasar y... Y no volvemos a vernos, me gustaría que tuviéramos un recuerdo. Al menos para recordar que nos divertimos estos días, ¿no? —Abrió su placard y sacó una vieja cámara de fotos polaroid—. Ven, vamos a tomarnos una foto.

Asentí. Tenía un nudo en el estómago. No quería pensar en la posibilidad de no ver más a Hoseok. Me sentía a gusto en su compañía. Me paré a su lado y pasó su brazo por mis hombros. Sacó la foto y la tomó despacio, agitándola para revelarla. Nos quedamos mirando el rectángulo de papel donde nos veíamos sonriendo.

—Quedó muy bien —dije riendo— ahora saquemos una con mi teléfono.

Repetimos el mismo procedimiento, jugando y riendo.

—Ah —Hoseok me tomó por los hombros— escucha, si por una de esas casualidades, llegas a aparecer en mi habitación y no estoy —dijo mientras revolvía en un cajón. Sacó una plancha de stickers con caritas smile amarillas. Lo miré sin entender—. Si no llego a estar cuando tú aparezcas, pega uno de estos en la puerta del lado de afuera, así podré saber cuando estés aquí o si estuviste.

Le prometí hacerlo.

—Hyungwon, tengo que ir a estudiar en un rato...

—Entiendo —dije mirándolo sin saber muy bien qué hacer.

—¿Quieres tomar una siesta?, yo volveré en algunas horas.

—Está bien. ¿Qué hora es? —levanté la mano y miré el reloj que se había quedado parado, lo agité y apreté un costado y... Mi cuarto se materializó frente a mis ojos.

Un grito se me quedó atorado en la garganta. Caí al piso de la impresión. Entonces... Era el reloj.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro