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006.こよみ Calendario

[HyungWon]

Lunes 10 de Junio

Me despertó el ruido de la alarma. Tenía la oreja pegada al reloj así que el ruido retumbó en mi cabeza y pegué un salto que me hizo caer de la silla. Miré alrededor y dejé escapar un grito. ¡Estaba en mi habitación!

Mi mamá abrió la puerta y me miró preocupada.

—¿Qué diablos haces en el piso, hijo? ¿Tuviste una pesadilla?

—Em... algo así... supongo.

—Bueno, apresúrate. Te dejé el desayuno en la mesa. Yo ya me voy que estoy llegando tarde —se acercó, me dio un beso en la frente y salió de mi habitación.

¿Qué estaba pasando conmigo? ¿Y por qué mis sueños de repente eran tan... reales?
Me levanté y busqué la playera de Judas en el escritorio. Estaba seguro de que me había quedado dormido sobre ella. Pero no había rastros de la dichosa playera. Esto estaba por volverme loco. Pero ahora tenía que ir a la universidad. Tenía un examen que rendir. Me duché rápidamente, me puse unos jeans rasgados, una playera sin mangas, una camisa, agarré los apuntes, el reloj, la mochila, el celular y salí. Tomé una tostada de la mesa y me fui para el campus. Una bocina me sacó de mi ensoñación.

—Hey, Wonnie —era Jackson que estaba en su motocicleta—. Sube que llegaremos tarde.

Corrí y de un salto me subí a la moto.
—Gracias, me quedé dormido.

—Suele pasar —dijo—.  ¿Estudiaste?

—Si... algo.

Cuando llegamos, las puertas estaban a punto de cerrar. Di el examen en silencio, intentando recordar todo lo que había leído pero mi mente regresaba una y otra vez a Hoseok. Debía empezar a buscar un médico urgente.

A la hora ya estábamos todos afuera en el patio, sentados en el césped. Saqué el celular y tenía algunos mensajes de HyunWoo.

[¿Quieres que nos veamos hoy? Mi compañero llega mañana, podríamos aprovechar que tengo el departamento una noche más...]

¿Crees que HyunWoo sea la persona que estás buscando?

Las palabras de Hoseok se repetían una y otra vez. ¿Pero por qué estaba pensando en él ahora? Despierta, HyungWon. Hoseok no existe. Es producto de tu imaginación o quizás sea tu amigo invisible que llegaba tarde a tu vida.

—Hey, campeón —Chang se sentó a mi lado y miró el celular—. Parece que las cosas con HyunWoo marchan sobre ruedas, bien por tí.

—Chang, ¿tú que buscas en una relación?

Mi amigo me miró, ladeó la cabeza y se echó a reír. —¿Una relación? ¿Qué te pasa? ¿Acaso te mordió una chica?

—Olvídalo, eres un idiota —dije golpeándolo en la cabeza con los nudillos.

—¿De qué se ríen ustedes dos? —preguntó Tae dejándose caer a mi lado.

—Que a Wonnie lo mordió una chica y ahora anda haciendo preguntas raras —dijo Chang riendo.

—Oigan —Jooheon los interrumpió entregándonos unos sobres negros—. ¡Las de la fraternidad NYX nos invitaron a su fiesta!

—A ver, déjame ver eso —Kihyun le arrancó el sobre de las manos a Honey y empezó a leer—. ¿Una fiesta temática?¿De los años '30?

—Así es —Honey estaba entusiasmado— ¡podemos ir todos vestidos como los Peaky Blinders!

Miré la invitación y la guardé en mi bolso.

[Claro, pasa por mí a las ocho] —escribí.

—Chicos me voy, tengo que trabajar y luego a una cita sexy —hice un pequeño bailecito y me despedí de mis amigos.

Trabajé intentando terminar todo rápido así podía irme temprano y poder ducharme antes de ver a HyunWoo. Abrí mi placard, pensando qué ponerme. Generalmente no era una persona muy meticulosa con la ropa pero HyunWoo me gustaba y quería gustarle también. Así que esa noche me esmeré y me tiré el placard encima. Me ahumé apenas los ojos y puse un poco de color a mis labios. El silbido que soltó HyunWoo cuando me vio fue recompensa suficiente para mi.

—Hola, bombón —dijo agarrándome por la cintura y estampándome contra su cuerpo—Me encanta eso que te pusiste en la boca
—dijo antes de acercarse y morderme ligeramente el labio inferior. De repente me encontré haciendo ruiditos felices contra su boca.

—Vámonos antes de que te arranque la ropa en el portal de casa y mamá nos saque a escobazos —dije despegándome de su cuerpo y caminando hacia su auto.

HyunWoo me dio una nalgada y me abrió la puerta.

—¿Tienes hambre?

Lo miré y alcé una ceja. —¿De ti? Siempre.

HyunWoo tenía una risa madura, grave y profunda. Era muy sexy al oído. —Al departamento entonces... —dijo poniendo la llave en el bombín de arranque y dándome una mirada hambrienta.

—Apresúrate que estoy famélico...

Cuando crucé la puerta de casa eran casi las dos de mañana y suspiré feliz porque al otro día no tenía clases y podría dormir hasta tarde. Me quité los zapatos y entré en la cocina. Mi mamá había dejado una nota pegada en la heladera.

'Fui a la casa de tu tía, me quedaré hasta el sábado. Come y mantén la casa limpia, que los salvajes de tus amigos no rompan nada. Te amo. Dejé dinero ya sabes dónde.
xox'

Subí a mi habitación y me tiré en la cama así vestido como estaba. Jugué un rato con el celular, me llevé una mano detrás de la cabeza y...

—¿¡Qué diablos!?

Me incorporé de un salto y mi celular cayó al suelo.

—¿HyungWon? ¿Eres tú? ¿Cómo... ?

Hoseok me miraba desde la cama con los ojos como platos.

—¿Hoseok? —miré rápidamente alrededor. Estaba en la habitación de Hoseok. Y estaba seguro de que esta vez estaba totalmente despierto—. ¿Cómo llegué aquí?

Hoseok me miraba como si hubiera atropellado a su hámster y yo estaba demasiado shockeado para buscarle una explicación racional a lo que estaba pasando.

Me palpé el cuerpo, chequeando que todo estuviera en su lugar. Mi ropa era la misma que tenía cuando llegue de la cita.

—HyungWon... —Hoseok se levantó despacio, más asustado que sorprendido—. Acabas de materializarte en mi habitación... —dijo dudando en acercarse a mí.

—Yo estoy tan sorprendido como tú —dije sin moverme del lugar.

—Entonces era verdad...

Lo miré, esperando que él tuviera más información que yo sobre lo que estaba pasando.

—Anoche me dijiste que estabas estudiando y de repente apareciste a unas cuadras de aquí...

¿Entonces no estaba soñando? No recordaba haberme quedado dormido ahora.

—Espera —dije agachándome para agarrar mi celular. Lo encendí y miré la hora en la pantalla. ¡Eran las siete de la mañana!

—¿Qué es eso? —di un respingo. Hoseok señalaba mi mano. Levanté un poco el teléfono.

—¿Un celular? —no estaba para bromas.

Abrió la boca para empezar a decir algo pero un ruido se escuchó en el pasillo y Hoseok me hizo un gesto para que mantuviera silencio y salió de la habitación. Mi corazón latía alterado, no entendía nada de lo que estaba pasando. Habían pasado cinco horas desde que llegué a casa. Desbloqueé mi celular para llamar a mi mamá pero aunque todo parecía estar en su sitio, aplicaciones y demás, el teléfono me rebotaba todas las llamadas. Hoseok volvió a los pocos minutos.

—Lo siento, era mi padre. Se iba a trabajar.

Entonces miró otra vez mi teléfono y picado por la curiosidad se inclinó a mi lado.

—¿Qué? —pregunté.

—¿Es algún tipo de gameboy? —preguntó sin mirarme.

—¿Eh? Hoseok, es un celular. ¿Acaso no tienes uno?

Sacudió la cabeza negando. Suspiré y se lo di. Lo tomó en seguida, con la manos temblando. Lo hizo girar entre sus manos, como buscando algo.

—¿Dónde están los botones? —la pregunta me descolocó.

—Es un IPhone, Hoseok. Tiene pantalla táctil —moví mis dedos por la pantalla y esta se iluminó. Hoseok soltó un silbido.

—Wow, esto es genial. ¿Dónde lo conseguiste?

—¿Nunca tuviste uno? —vaya, eso era disparatado.

—No. ¿Debería? ¿Son muy caros?

—Em, bueno, algo así.

—¿Cómo dijiste que se llamaba? ¿Ipho... qué?

Esto era increíble. Había escuchado que había personas que se resistían a la modernización, pero estaba seguro de que todo el mundo, sectas incluidas, sabían lo que era un Iphone.

—IPhone. ¿En serio nunca habías visto uno?

—Lo juro. Ahí dice 2019. ¿Es el modelo? Debería anotar ese nombre para buscarlo luego.

—Esa es la fecha, Hoseok. Lo compré hace un año, así que es modelo 18, creo. No estoy seguro...

De golpe Hoseok lo soltó en la cama y se levantó, alejándose unos pasos.

—Oye, no lo tires —le recriminé. Me había costado una fortuna—si lo rompes, vas a tener que comprarme uno nuevo.

Hoseok seguía mirando el aparato como si lanzara llamas. —Hoseok, ¿qué te sucede?
Estaba bromeando, no voy a pedirte que me compres uno nuevo.

—HyungWon... ¿Quién eres?

—¿Qué? Ya deja de mirarme así, ¿qué demonios tienes?

—¿De qué fecha hablas? La que está en la pantalla, dijiste que era la fecha... ¿a qué fecha te refieres?

—A la fecha de hoy... —ya estaba hartándome de su actitud. Al final resultó que estaba mal de la cabeza. Lindo pero loco.

Caminó hasta su escritorio y revolvió entre sus cosas. Cuando encontró lo que buscaba me estiró un cartón. Era un almanaque. De 1985.

—¿Y esto? ¿Los coleccionas?

—¿Qué? ¿Eres ciego?

Volví a mirar el almanaque buscando algo que hubiera pasado por alto.

—Hoseok, no entiendo. ¿Por qué me das un almanaque viejo?

—¿Viejo? HyungWon... es de este año...

Ahora sí que estaba pasándose de la raya.

—¿Puedes dejar de bromear? Esto es serio, acabo de aparecer en tu casa y no sé cómo pasó eso y tú vienes con tus cositas vintage a tratar de tomarme el pelo...

—Hey, yo no hago eso. Te estoy diciendo que... aish —se llevó una mano a la cabeza y se revolvió el pelo— espera... ¿Dónde está...? Ven conmigo —sin darme tiempo a responder, me agarró del brazo y me arrastró escaleras abajo. Fue hasta la cocina y volvió con un periódico.

—Ten —dijo poniéndolo en mis manos— fíjate la fecha.

Miré el papel. Martes 11 de junio de 1985.


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