El sábado después del concierto Marinette se encontraba en su habitación haciendo algunos diseños de accesorios mientras Tikki se recuperaba del ataque de akuma de esa mañana.

En esa ocasión la mujer estaba sumida en la desesperación al ser engañada por su esposo, había pasado la mañana atacando a los hombres de la ciudad, había sido simple vencerla con ayuda de Chat Noir como cebo y tras la batalla y consolar un poco a la mujer había vuelto a su habitación para que Tikki se recuperara.

El sonido de su móvil con su canción favorita de Jagged Stone le indico que era un mensaje de Luka.

"Ma muse está tarde Rose y juleka quieren ir al cine ¿Te unes a nosotros?"

Con una gran sonrisa miró a Tikki y sin dudar respondió.

"Claro que si"

Se encaminó a su armario, no planeaba arreglarse demasiado ese día y solo cambiaría sus pantalones por unos jeans claros y su playera blanca por una en tono rosa pastel.

"Paso por ti en una hora"

Guardo rápidamente su cuaderno de dibujo y sus lápices antes de ir hacia el baño, luego de sudar muchísimo como Ladybug esa calurosa mañana se le antojaba refrescarse antes de salir esa tarde.

Una hora más tarde Luka y Marinette dejaban la panadería, con el chico comiendo unos bollos recién horneados regalo de la madre de Marinette y ella riendo al verlo aún un poco nervioso por saludar a su padre.

Tom Dupain lo había saludado con alegría y le había dicho que lo nombraba responsable de la seguridad de su preciada hija mientras palmeaba su espalda de forma juguetona.

Marinette y Luka pasaron por alto el hecho de que los padres de la chica lo estuvieran tratando como un novio y no un amigo, ella avergonzada y el bastante satisfecho.

Después de todo su intención original era llegar a ser su novio aún que debiera tomarse su tiempo para conseguirlo.

Rose y Juleka ya se encontraban en el cine con las entradas en la mano, era una popular película de comedia que todos deseaban ver y luego de comprar golosinas y bebidas se acomodaron, Luka y Juleka tomaron los extremos con Rose y Marinette en el centro.

Durante la película comentaban entre todos en voz baja y soltaban alegres carcajadas, Luka y Marinette compartían unas palomitas con caramelo de las que Rose también tomaba algunas de vez en cuando.

Había sido un momento divertido para todos y al salir habían decidido caminar hasta un parque cercano donde Marinette y Rose se dedicaron a tomar fotografías conmemorativas.

Juleka avergonzada y aún esperando algo que le impidiera aparecer posaba junto a las chicas mientras Luka tomaba las fotografías.

Otras más las tomo Luka con su propio móvil solo de él y Marinette, ese día no llevaba su guitarra pero aún así charlaban y se divertían, habían tomado una fotografía en el cine justo antes de que las luces se apagaran y en el parque sentados juntos en el césped bajo la sombra de un árbol.

Juleka sin decirles nada había tomado algunas más. En el cine mientras Marinette lo tomaba del brazo para arrastrarlo hasta la dulcería, en el parque mientras Luka miraba a Marinette con cariño mientras ella les contaba sobre su más reciente diseño.

Y una más mientras Luka tomaba las manos de Marinette intentando convencerla de inscribirse en un concurso de diseño que había sido anunciado algunos días atrás.

Esa noche Juleka sonrió mientras le enviaba las fotos a su hermano segura de que en los próximos minutos escucharía la hermosa melodía que su hermano llevaba tocando desde que conoció a Marinette.

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Una tarde cualquiera Marinette y Luka jugaban videojuegos en la casa de la chica mientras comían galletas y tomaban chocolate caliente.

—Eres increíble Marinette, no logre ganarte ni una vez—Luka rió un poco mientras sacudía las migajas de su ropa y el controlador en sus manos.

—Gane un torneo una vez—Comentó risueña la chica mientras bebía el último sorbo de chocolate en su taza.

—No me sorprende, aún así quiero la revancha ma petite muse y por supuesto más galletas—Solicitó el chico mientras miraba el plato casi vacío en la mesa frente a ellos.

—Claro, la revancha es una buena idea aún nos quedan un par de horas antes de ver a las chicos para el ensayo—Marinette lo vio comer con deleite las galletas y sonrió, le encantaba esa faceta infantil en el chico.

El contraste entre su pelo teñido, su ropa de aspecto rebelde e incluso sus uñas negras con la suave sonrisa de felicidad por el simple placer de comer un dulce le resultaba adorable. Luka era Luka, simplemente haciendo lo que le gusta sin temor a lo que otros piensen de él.

—Pero olvida las galletas, creo que comienzo a verte un poco más... blandito—Pero había descubierto un placer culposo en molestarlo un poquito para verlo hacer infantiles pucheros. Como ese que hacía mientras se tocaba el estómago, tan plano como siempre, y soltaba con tristeza su galleta antes de sonreír de nuevo y comenzar a jugar unos segundos antes de encogerse de hombros y volver a tomar la galleta.

Era adorable. Definitivamente nunca había conocido a un chico como él, podía ser ella misma sin miedo a ser rechazada incluso con pequeñeces como bromear con el un poco más de lo que la gente considera normal en ella.

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—Marinette salgamos hoy, desde hace semanas que no pasamos tiempo juntas después de clases—Alya había alcanzado a su amiga antes de salir del salón de clases con una sonrisa amplia.

—Hoy quede con Luka, Alya. Lo siento, pero ya debe estar afuera ahora mismo esperandome—Marinette le sonrio un poco culpable a su amiga, pues durante las semanas pasadas había estado mucho tiempo con Juleka y Rose en charlas de chicas y películas o con Luka jugando videojuegos, escuchando música o paseando juntos.

—¿Que tal si llamo a Nino y nos juntamos por la tarde los cuatro?—Alya moría de curiosidad por ver a Marinette con el hermano de Juleka, sabía que estaba pasando mucho tiempo con el chico pero aún la veía mirar a Adrien algunas veces con la mirada perdida y nostálgica.

—Claro a Luka no le importaría, hoy veríamos una película en mi casa y ordenariamos pizza—Marinette leyó un mensaje de texto y tomo sus cosas con velocidad antes de comenzar a caminar junto a Alya hacia la puerta—Nos vemos en mi casa por la tarde, antes Luka y yo iremos a comprar unas cuerdas para su guitarra y unas telas que necesito para el diseño del concurso.

—Claro, llegaremos a las 6—Le confirmó Alya mientras la veía alejarse hasta el hermano de Juleka, el la esperaba sonriente y tomó la mochila de su amiga para llevarla él antes de tomarla de la mano y arrastrarla con una sonrisa calle abajo.

Alya sonrió un poco al escuchar a Marinette reír de algo que el chico le dijo antes de que se alejara demasiado, se veía bastante cómoda con Luka y solo sintió pena por su amigo Adrien, estaba a punto de perder a la mejor chica del mundo y todo por su incapacidad de verla como algo más que una amiga.

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Alya y Nino entraron alegres a la panadería Dupain y se encontraron con la madre de Marinette acomodando algunos panes recién horneados en sus charolas.

—Hola chicos pasen. Marinette está arriba—La mujer les señaló con la mirada hacia arriba al tener las manos ocupadas y amablemente los dejo pasar.

—Gracias señora Dupain—Alya agradeció por los dos y subieron por la escalera hasta la trampilla que se encontraba abierta pero Alya se detuvo al escuchar una risa masculina.

—¡No te muevas Luka! es peligroso—Alya y Nino se miraron antes de continuar subiendo al darse cuenta de que el chico ya había llegado.

—Me dan cosquillas ma petite muse, no es intencional—Nino miro un poco sorprendido a al chico de pie sobre un taburete mientras Marinette sentada en el suelo colocaba alfileres cuidadosamente en la tela de los pantalones y una mano de la chica descansaba descuidada en la pierna de Luka.

—Hola Marinette, hola Luka.—Alya fue la primera en saludarlos y Luka sonriente saludo con la mano mientras ahogaba una nueva risilla mientras Marinette lo tocaba.

—Hola chicos siéntese, en un momento termino solo necesito ajustar un poco el bajo del pantalón—Marinette hablo con un par de alfileres entre los labios y les señalo el amplio sofá rosado.

—Claro—Ambos se sentaron y continuaron mirando a Marinette, se había puesto de pie y miraba con ojo crítico el atuendo desde todos los ángulos mientras obligaba a su modelo a girar para ella con un gesto de su mano.

—¿Qué te parece Luka?—El negro le quedaba genial a la piel del chico y la camisa gris se manga larga le daba una apariencia sofisticada en conjunto al chaleco oscuro.

—Esta genial. Pero creo que los hombros están un poco ajustados.—Luka movio sus brazos un poco y Marinette confirmó que se ajustaban un poco más desde la última prueba que habían hecho dos semanas atrás. No era algo drástico pero la diferencia estaba allí.

—Creo que tu tiempo extra en el gimnasio está funcionando Luka—El chico sonrio burlón mirándola atacar su abdomen sin piedad con un dedo.

—Nunca se sabe cuando encontraras a una princesa que necesite transporte ma petite muse y ser blandito no ayudaría—Marinette se sonrojo violentamente al recordar la noche del concierto cuando fue llevada a casa en su espalda y si bien el chico era agradablemente cálido no había nada blandito en su cuerpo cuando lo abrazó para despedirse esa noche.

—Todo un caballero como siempre—Marinette dejó los alfileres en su set de costura y Luka bajo del banquillo.

—Iré a cambiarme no tardo.—Luka alboroto el cabello de la chica con suavidad antes de bajar por la trampilla.

—Ten cuidado con los alfileres—Grito Marinette al verlo desaparecer la trampilla.

—Ma petite muse ¿Por quién me tomas? Ya soy un experto a estas alturas gracias a cierta diseñadora perfeccionista—Luka solo asomó un poco la cabeza para responder burlón y desaparecer de nuevo.

—Marinette ¿Ordenamos pizza?—Sugirió Nino con una sonrisa mientras apuntaba a su móvil con la cabeza.

—Claro, ¿Está bien ver esta película?, Juleka dijo que es genial—Alya casi esperaba que Marinette sugiriera ver alguna película de romance como siempre hacia para perderse en sus fantasías con Adrien pero el DVD que les mostraba era oscuro con una mujer de piel grisácea en la portada capturada con alguna especie de grito de terror en su expresión.

—No sabía que te gustaban las películas de terror Marinette—Comento Nino con sorpresa mirando a su novia interrogante, la Marinette que conocían no era temeraria.

—No mucho pero la última vez que vimos una elección de Juleka fue una excelente película—Marinette se río un poco rascando su nuca con una mano y agitando la otra con fuerza, esa era una expresión más conocida para ambos de su amiga.

—Mi hermanita tiene gustos cinematográficos bastante buenos. Deje el traje en la cama—Luka se sentó junto a Marinette y le acarició la cabeza distraídamente mientras tomaba la película para ver la sinopsis.

—Gracias, Bajaré por algunos bocadillos mientras llega la pizza—Alya vio a su amiga apoyar su mano en la rodilla de Luka para levantarse mientras hablaba con ella y Nino.

—No te preocupes yo voy, huele a que tu madre esta horneando esas galletas de doble chocolate—Luka jalo a Marinette de la cintura dejándola sentada de nuevo y se puso de pie con una sonrisa infantil en el rostro que dejo a Alya sonrojada y a Niño ligeramente celoso del atractivo natural del otro chico.

—Ahora entiendo por que te estas ejercitando mas últimamente—Marinette se rió fuerte mientras Luka mantenía una sonrisa impaciente inhalando discretamente el aroma de galletas recién horneadas.

—Tus padres cocinan maravillas y no soy quien para negarme si les gusta alimentarme—Amaba ir a casa de Marinette por que siempre era divertido pasar tiempo con ella, ya fuera escuchando a Jagged Stone, enseñándole a tocar la guitarra, siendo su modelo, viéndola diseñar mientras el tocaba la guitarra o pasando tiempo en su balcón viendo las vistas de Paris por la tarde.

Y luego estaba la deliciosa comida que los padres de la chica preparaban y con la que insistían siempre a invitarlo a quedarse a cenar, a tomar un bocadillo y charlar los cuatro ya fuera de los concursos donde Marinette se incribia con su insistencia o de su banda y donde tocarían.

—Tienes engatusada a mi mamá con tus ojos de cachorro—Marinette sabia que esos ojos azules eran un arma infalible contra su madre cuando quería una porción extra de postre e incluso su padre estaba encantado con él y a veces jugaban videojuegos los 3 juntos.

—Estoy condiderando proponerles la adopción, pero amo a mi madre con su pésima cocina incluida.—Luka amaba muchísimo a su madre y su hermana pero la cocina de esa mujer era horrible, tanto que desde pequeños Juleka y él habían aprendido a cocinar y se turnaban cada día para hacerlo.

—Vamos los dos, traeremos bebidas también—Marinette se sujetó del brazo de Luka para levantarse del sofá y ambos bajaron aún riendo un poco dejando a Alya y Nino solos en la habitación de la chica.

—¿No notas algo raro en Marinette?—Nino susurro conspirador mientras miraba la habitación de la chica, recordaba que alguna vez escucho que ella tenía muchas fotos y pósters de su amigo Adrien pero no veía ninguna por el lugar.

—No sabía que en estas semanas se había acercado tanto al hermano de Juleka—La castaña miraba la habitación. Ni un rastro de Adrien en el lugar y la pared parecía llena de diseños nuevos, algunos parecían incompletos otros tenían pequeñas notitas de colores con algo escrito.

—Pero la verdad se ve muy alegre últimamente—Marinette era una chica bonita, pero siempre tenía una expresión algo triste cuando Adrien estaba cerca y Alya sabía que era por sentirse rechazada por lo que entendía a lo que se refería su novio.

—Esta muy tranquila, no tartamudea, no tropieza, ni rompe cosas pero la vi sonrojarse más de una vez—pero la Marinette de esa tarde era diferente, en un buen sentido.

Esa Marinette sonreía con alegría, tenía los ojos brillantes y parecía resplandecer cada vez más. La notaba más segura de si misma, alegre y bromista. Incluso parecía perfectamente cómoda con el contacto físico con ese chico.

—Quizá ella y Luka si son solo amigos y por eso ella no se vuelve loca de nervios—Marinette siempre había estado enamorada de Adrien, no creía que eso pudiera cambiar tan fácilmente  sin importar que tan atractivo fuera el hermano de Juleka.

—La pizza ya había llegado.

Marinette con una caja en las manos entro en la habitación unos segundos antes que Luka que cargaba una gran charola llena de bebidas, galletas y algunos bocadillos más.

—Bueno veamos esa película chicos. 

Alya noto que en lugar del horario de Adien colgaba solo una lámina color blanco y entonces noto a Luka conectar un proyector a la computadora de Marinette mientras ella colocaba la película.

No era algo nuevo para ellos, al parecer esta actividad ya la habían realizado varias veces antes y se preguntó cuanto tiempo pasaba el chico en casa de su amiga pues a juzgar por lo que había escuchado incluso los padres de Marinette lo adoraban.

Alya no recuerda mucho de la película, habia fingido estar muy asustada y abrazado a su novio para poder observar mejor a su amiga.

Estaba asustada pero no se habia lanzado a los brazos del chico, solo estaba sentada muy cerca, estaba a punto de apartar la mirada cuando escucho la música indicando un punto culminante de la trama y vio a su amiga tomar la mano del chico y cerrar los ojos.

El se rió un poquito y le murmuró algo que Alya no pudo escuchar y Marinette recargo su cabeza en su hombro sin soltar su mano y continuó viendo la película con las mejillas completamente rojas.

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Luego de algunas horas Alya y Nino se despidieron de Marinette y Luka que estaba ayudando al padre de Marinette con algunos sacos de harina y se marcharon.

—No creo que Marinette se de cuenta pero cuando ella y Luka están juntos su brújula no se vuelve loca—El chico recordó lo que le contó su novia una vez sobre estatuas y brújulas el día del festival musical y supuso que eso sería algo bueno.

Adrien estaba deslumbrado y no lograba ver con claridad que Marinette era la chica perfecta para el pero tarde o temprano lo vería.

—Eso es bueno ¿No? Creo que significa que aún le gusta Adrien.

Alya no estaba segura de eso. Su amiga no solo había limpiado su habitación de la presencia del rubio, había muchas cosas diferentes en ella.

Estaba llegando a tiempo al colegio, había mejorado sus notas, estaba inscribiéndose en concursos de diseño y estaba saliendo mucho con Rose y Juleka, estaba ampliando aún más su círculo de amigos cercanos y la cercanía que mantenía con Luka la hacía sentir incómoda.

Su contacto no era del todo romántico, es decir bromeaba con el chico con soltura y el la molestaba un poco también. Pero al mismo tiempo parecean compartir bromas que solo ellos entendían y se sentía un poco excluida.

Quizá así se sintió su amiga cuando ella misma comenzó a salir con Nino, suspiró un poco y decidió que si Adrien era una estatua entonces Luka parecía ser el polo magnético.

Es decir la brújula se vuelve loca con la estatua cerca como un mal funcionamiento pero lo correcto sería que apunte al polo magnético para que la brújula pueda funcionar correctamente.

—No necesariamente, su brújula no se vuelve loca Nino, simplemente apunta al norte y Luka es el norte. ¿Me explico?

Alya miró un poco desanimada a su novio, le habría encantado que su amiga y Adrien salieran juntos, pues los cuatro en citas dobles seguro sería divertido.

Pero viendo a su amiga cambiar dudaba que esa chica en la que estaba transformándose se conformara con amar a un chico que no la ve como interés romántico y las migajas de atención y señales mezcladas que el rubio solía darle.

Y Alya entendía, su amiga era maravillosa. Merecía ser tratada como una princesa o quizá aún mejor, como una emperatriz. Su amiga era fuerte, brillante y valiente y merecía a alguien que la viera por lo que era.

—Creo que si lo entiendo, si Adrien no espabila rápido la va a perder y esta vez será definitivo.

Alya abrazo a su novio mientras continuaban caminando bajo las luces de Paris y se mantuvo callada.

Estaba segura de que Adrien ya no tenía oportunidad. Al menos no si no cambiaba rápido y comenzaba a tratar a su amiga diferente. Si seguía igual entonces toda oportunidad estaba perdida.

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Aquí la siguiente parte que espero les guste. Dudas, quejas y sugerencias estoy a un comentario o mensaje de distancia

Nox