Marinette se acomodó más cerca de la calidez que la rodeaba, sentía como el calor la inundaba y el aroma a sol y mar le indicaba que estaba en casa.

Aún qué no era su habitación de infancia que siempre olía a pan recién horneado y galletas se sentía tan cómoda como si estuviera allí.

La luz llegaba desde un ángulo diferente al que estaba acostumbrada y se dio la vuelta para cubrir su rostro de la luz.

Enterró su rostro en el cálido y confortable cuello de Luka, era obviamente su novio quien dormía a su lado y era su firme cuerpo contra lo que se acurrucaba.

No deseaba abrir sus ojos esa mañana, el día anterior había sido brutalmente agotador para ambos con los últimos detalles de la mudanza y ordenar su nuevo departamento.

Era acogedor, no demasiado pequeño, una habitación que compartían y otra que usarían como estudio para los diseños de Marinette y los instrumentos de Luka , un baño y una cocina pequeña y un espacio que condicionaron como una sala y comedor.

A Marinette le había encantado el balcón de la habitación, ella amaba sentarse con Luka a ver los atardeceres cuando el tiempo se los permitía con sus ocupadas carreras en ciernes.

Eso en realidad había sido el motivo de mudarse juntos.

Marinette comenzaba su carrera como diseñadora y tenía bastantes encargos de cantantes e incluso algunas actrices famosas y Luka aún continuaba tocando con Kitty Section mientras que en paralelo estaba grabado un disco como solista.

Jagged Stone era el fundador de un nuevo sello discográfico y había firmado a Kitty Section tres años atrás y cuando el éxito fue bastante grande le ofreció a Luka la oportunidad de trabajar en solitario de forma paralela al igual que Rose había comenzado a trabajar como actriz, Juleka comenzaba a incursionar en el modelaje de pasarela e Iván estaba comenzado a involucrarse más en la composición de los temas de la banda y algunos para Luka y Jagged.

Con tanto en sus manos ambos estaban apenas unas horas juntos cada semana y las llamadas y mensajes pronto dejaron de ser suficientes. Entonces una noche apenas dos meses atras sentados en la terraza de la vieja habitación de Marinette abrazados bajo una mullida manta Luka la había besado suavemente y le había dicho

—vivamos juntos Marinette.

Ella había sonreído tan ampliamente que sus ojos brillaban de emoción y mirando los ojos azules de su novio supo que estaban listos para dar ese paso.

Luego de cinco años juntos aún se amaban de la misma forma y deseaban estar juntos todo el tiempo posible.

—Busquenos un bonito departamento con terraza o un balcón ¿Esta bien?

Luka sonrió con fuerza y la abrazó más cerca besando sus mejillas y cuello con alegría.

Si quería un balcón buscarían un departamento con las mejores vistas de la ciudad. Eran jóvenes aún, ella acababa de cumplir los veinte años y el tenia veintidós pero desde que estaban juntos habían comenzado a luchar por sus sueños apoyándose el uno al otro.

Financieramente ambos ganaban lo suficiente para independizarse y vivir juntos era solo la progresión natural de su relación. Se amaban pero aún deseaban esperar un poco para casarse. Ambos deseaban hacerlo pero ninguno de los dos sentía que fuera el momento adecuado.

Habían hablado con los padres de Marinette y aunque ambos estaban algo tristes por que su pequeña estaba creciendo estaban felices de que su hija era feliz junto a un buen hombre que la amaba y cuidaba de ella como si fuera un tesoro.

Y así luego de semanas de búsqueda habían encontrado el lugar perfecto para ellos y se habían mudado juntos oficialmente la noche anterior. Era también la primera vez en cinco años que despertaban juntos. Por lo general cuando estaban juntos a solas eran momentos robados y con el tiempo contado ya fuera en su casa o la suya mientras sus padres salían pero desde la noche anterior no tendrían que precuparse de nada que no fuera estar juntos.

Marinette sonrió, estaba tan feliz de tener a Luka, de saber que serían sus ojos lo último que vería por las noches y lo primero que vería al despertar. Estaba feliz de amar y ser amada de manera incondicional.

Además Tikki dejaría de sentirse sola cuando ella y Luka estaban en casa juntos por que Sass le haría compañía.

Aún con los ojos cerrados sintió los suaves labios de Luka en los suyos y sonrió.

—Buenos dias...

Murmuraron ambos y sonrieron disfrutando de la felicidad de su primera vez despertando juntos en su nuevo hogar.

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Capítulo doble para conmemorar el estreno de la titiritera 2 ;)