Cuando tenía solamente quince años había sido bendecida con la responsabilidad de ser Ladybug. La heroína de París junto a su siempre fiel compañero Chat Noir.

Desde ese momento en que Tikki llegó a si vida habían pasado muchas cosas, muchas batallas terribles, al principio no había pensado realmente lo serio que era esa vida dividida.

En esos años las batallas dejaron de ser tan simples, los villanos se volvieron más fuertes, más destructivos y las batallas más sangrientas.

Llegaron al punto donde sus compañeros dejaron de ser temporales y habían sido entregados a sus portadores de manera más permanente siempre con la condición de que cuando el momento llegara, cuando Hawk moth cayera los regresarían.

Diez años habían pasado ya desde entonces y estaban en la cima de la torre eiffel, todos mirándose bajo los antifaces sin decir nada.

El momento había llegado. La batalla había sido terrible y en sus propias manos sostenía el Miraculous de la mariposa que había tomado del inconsciente cuerpo de Gabriel Agreste y Chat Noir aún impactado tenia en sus garras el broche del pavo Real mientras miraba a Natalie, la asistente de su padre, temblar abrazando su propio cuerpo con la mirada perdida. Completamente desconectada de la realidad. 

El silencio se extendía y nadie parecía querer romperlo, solo el sonido de sus Miraculous rompía la tensa calma llena de incredulidad y agotamiento.

Había sido la peor batalla de todas. Sin Queen Bee y Viperion habrían caído, sin la segunda oportunidad brindada por la serpiente apartando tanto a Chat como a ella del violento ataque de Howk moth y la rápida reacción de Queen bee al paralizarlo aún a costa de ella ser casi golpeada no habrían logrado ganar.

Y allí, reunidos en incrédulo silencio vieron a Chat Noir llorar, no entendían la razón hasta que una intensa luz verde los cegó un momento y al abrir los ojos no era otro si no Adrien Agreste aferrado a un pequeño gato negro, su Kwami, quien lloraba junto a su padre.

La única en realidad capaz de reaccionar fue Kagami, sin esperar a que su transformación se terminara de desvanecer había corrido al rubio abrazandolo con tanta ternura que todos permanecieron silenciosos mientras uno a uno volvían a sus formas civiles.

Marinette se aferraba a Luka, mirando a quien fuera su primer amor con tanta pena que sentía su corazón roto, habían pasado años luchando juntos, amándose de la manera equivocada por un largo tiempo sin conocerse realmente.

Los brazos de Luka la acunaron suavemente y Marinette lloró por que la vida era cruel e injusta. Por qué Chat Noir venció a su enemigo y Adrien perdió a su padre. A la única familia que le quedaba.

Y Luka la abrazaba, por que sabía que Marinette estaba llorando de pena y de rabia, maldiciendo al destino de su amigo, de su mejor amigo, de su compañero por que cuando había encontrado felicidad con una mujer que lo amaba incondicionalmente perdía a su padre.

Luka veía con pena a Adrien, nadie debía sufrir tanto como el pobre chico había tenido que soportar. Nadie merecía ese dolor que le habían dejado cargar sobre su espalda.

Kagami lo abrazaba, besaba su cabello con ternura y murmuraba palabras que solo Adrien escuchaba. El rubio se aferraba a su novia con fuerza, como si ella fuera su único anclaje a la realidad y temiera que sus emociones lo arrastraran.

Marinette miraba a Tikki, su pequeña era abrazada por Sass quien dio una señal a los kwamis quienes se acercaron con cuidado a Plagg, el pobre gatito lloraba también, jamás en sus siglos de existencia se había culpado tanto a si mismo por el destino de sus portadores.

Luka se apartó de Marinette lo suficiente para verla a los ojos y le dio una pequeña sonrisa cargada de tristeza.

—El estará bien, no pronto. Pero lo estará por que ya no está solo.

Y Marinette sabía que era verdad. Mirando a los portadores de los Miraculous rodeandolos, a sus amigos que miraban a Adrien con pena intentar ayudar.

Sabia que no era algo que Adrien superaría de inmediato pero viendo a Chloe y Kagami hacer una tregua mientras ambas consolaban al rubio supo que era verdad. Adrien no estaba solo, ya no.

•••••

No tengo idea por qué escribi esto... es algo que no tenía planeado. Solo salió, no estaba segura de publicarlo pero me sentiría mal de no hacerlo por que no me viene ninguna otra idea, es como si esto debiera pasar para avanzar.

En fin, dudas, quejas o sugerencias estoy a un comentario de distancia.