Concierto
Marinette había salido corriendo a casa luego de finalizadas las clases dispuesta a buscar el atuendo perfecto. No era una cita pero saldría a un concierto con Luka y no deseaba ir desarreglada, cambiar requería más que solo limpiar su habitación de las fotos de Adrien.
Quería cambiar su forma de ser y variar un poco su estilo no estaría mal, además saldría con Luka. Sabía que el jamás la juzgaría por su apariencia y la apoyaría amablemente como siempre había hecho hasta el momento.
Algunas horas después se miraba en el espejo asombrada. Nunca se había vestido así antes. Al menos nunca había usado esas prendas olvidadas de su armario y menos aún al mismo tiempo.
Un pantalón negro entallado a sus curvas con una blusa blanca con la espalda de encaje negro y chaqueta negra de cuero, era verano pero las noches a veces eran algo frias. Al final decidió usar unos botines negros con un tacón pequeño para mantener un estilo más a corde con el resto del vestuario en lugar de sus zapatillas rosas.
Su cabello lo dejó atado en una sola coleta alta, Tikki la miraba sonriente al verla colocar un poco de maquillaje y sonreír para si misma mientras se miraba.
—Estas muy bonita Marinette—La aludida se sonrojo un poco y girando ante el espejo sonrio aun más al imaginar la cara que pondrían sus amigos si vieran a la tímida Marinette vestida así.
—Es muy diferente a mi estilo Tikki pero me gusta—Marinette miró el reloj y se dio cuenta de que Luka estaría por llegar por ella.
Tomo un pequeño bolso negro lleno de galletas para Tikki y guardo su móvil y dinero también antes de bajar a la panadería donde esperaría a Luka.
—Hija estas guapísima—una sonrisa pícara adorno la usualmente risueña cara de su madre al verla—¿Estará incluido Adrien es la salida de esta noche?
—No mamá, saldré solo con mi amigo Luka hoy pero me sentía con ganas de cambiar un poco mi estilo y hoy es la oportunidad perfecta.
Sabine sonrió ampliamente ante la respuesta de su hija, esperaba que su pequeña pudiera dejar ir la obsesión que tenía por ese chico Adrien y comenzara a valorarse más.
A su pequeña le hacía falta confianza. Tanto tiempo de ser rechazada por el chico que le gusta poco a poco lograba minar aún más su amor propio y eso causaba los ataques de ansiedad y torpeza a los que poco a poco se acostumbraron pero que no eran realmente parte de la personalidad de su hija.
—Buenas noches señora Dupain—La puerta de la panadería se abrió suavemente y Luka entro con una sonrisa amable en el rostro—Hola Marinette estas extraordinaria hoy.
—¿No me veo rara?—preguntó tímida Marinette cuando sintió los ojos del chico mirarla.
—En absoluto Marinette. Estas realmente Bonita esta noche.—El sonrojo en las mejillas de la chica aumento aún más antes de mirar a su madre y recordar que se encontraba allí también.
—Mamá él es Luka Couffaine, Luka ella es mi mamá—Sabine sonrió al chico, era bastante atractivo, alto cabello negro teñido a azul en las puntas y con unos ojos preciosos. No solo por el color azul si no por la expresión honesta de ellos.
—Luka es un placer conocerte—El chico sostuvo la mano de la mujer con delicadeza un momento antes de que Marinette nerviosa se colocara de pie a su lado.
—El placer es mío señora Dupain, le prometo que cuidaré bien de Marinette hoy—La mujer sonrió ampliamente al ver a su hija junto al alto chico vestido de negro. Se veían bastante bien juntos.
—No lo dudo Luka, ahora vayan a divertirse.
Ambos se despidieron con entusiasmo antes de salir de la panadería y dirigirse hasta el lugar del concierto.
°•°•°•
Marinette nunca había estado en un lugar así, no era un concierto enorme como el de su ídolo en común pero el lugar estaba bastante lleno de gente, Marinette un poco preocupada de perderse en un acto de torpeza se sujetó de la camisa negra que llevaba Luka para la ocasión.
Las personas amontonadas, las luces y sonidos eran bastante estridentes y algo intimidantes para la chica que apretó más la tela entre sus dedos hasta que Luka sonriendo con amabilidad sujetó su mano y ella agradecida entrelazó sus dedos.
Esta no era la primera vez que se sostenían de las manos y Marinette no sentía esos nervios explosivos que la obligaban a actuar con torpeza frente a Adrien mientras Luka la guiaba por el lugar.
En lugar de eso sentía un cosquilleo en sus entrañas de emoción, la suavidad de su agarre y las pequeñas asperezas en la mano del chico producto de las largas horas practicando con su guitarra, el calor de su piel contra la suya y la seguridad de que estaba a salvo con él.
Luka observaba divertido sus reacciones a lo largo del evento, sus ojos azules llenos de sorpresa, su sonrisa cuando la primera banda realizó la apertura del concierto y sobre todo se había dado cuenta de que en ningún momento ella había intentado soltar su mano, que aún sujetaba entre la suya.
No era ningún tonto, sabía que ella no se enamoraría de él en cuestión de horas. El no buscaba que Marinette se enamorara con el mismo fervor obsesivo de su amor por Adrien.
El buscaba que ella llegara a amarlo, de forma profunda. Que se conocieran de tal forma que el amor resultara natural e inevitable. La clase de amor que no buscas, que no llamas pero que un día descubres que esta allí. Firme y afianzado en el pecho, llenando el corazón con su presencia.
El deseaba que Marinette lo amara sin fantasías ni idealizaciones, que lo viera por completo, con sus virtudes y defectos, en los buenos momentos y también en las dificultades. Que eligiera amarlo día a día por que creyera que a pesar de los problemas que enfrentaran valdría la pena.
La noche avanzó de manera natural entre ambos, cantando las canciones que conocían y bailando juntos cuando el ritmo lo ameritaba. Marinette olvidó su torpeza por esa noche y se dedicó a fluir al ritmo que Luka marcaba segura de que incluso si resbalara él estaba allí para atraparla.
—¿Te divertiste hoy Mama-Marinette?—Salieron del lugar con pasos tranquilos, habían esperado a que la mayor parte de la multitud saliera y Luka miraba las mejillas sonrojadas de la chica, su piel ligeramente brillante y el cabello revuelto a pesar de la coleta debido al baile y el calor de la multitud.
—Fue genial Luka, creo que nunca me divertí así antes—Marinette se colocó de nuevo la chaqueta que había tenido que quitarse en medio del sofocante ambiente pues la noche estaba ligeramente fresca.
—¿Estas cansada?—Luka la vio caminar algo lento, y miro sus pies enfundados en botines con tacón, suponía que no era algo que usara habitualmente y después de horas de pie bailando y cantando junto a él sus pies debían estar cansados.
—Agotada, ojalá pudiera volar a casa— Marinette rió suavemente al imaginar llamar a Tikki y usar su yoyo para ir a casa.
—Eso tiene solución. Sube—Luka sonriendo soltó su mano, que había tomado de nuevo mientras salían esquivando personas y se inclinó frente a ella ofreciendo su espalda.
—No, no, no, no, era solo una broma no podría yo...—El sonrojo de Marinette era tan intenso que incluso Tikki quien espiaba por una rendija del bolso contuvo una carcajada.
—Marinette sube a mi espalda o te llevo estilo princesa hasta tu casa. Esa son tus opciones—Luka risueño se había parado frente a ella colocando sus manos en sus hombros mirándola a los ojos fijamente.
Marinette trago saliva al imaginarse a si misma siendo llevada por las calles de París como una princesa y su sonrojo se acentuó aún más por que no dudaba que el la llevaría así si se negaba a subir a su espalda.
—Subire... —Murmuró muy bajito y Luka se inclinó frente a ella de nuevo, subió con algo de vergüenza aún pero al sujetarse a el con suavidad y rodearlo con sus piernas solo fue capaz de sentir alivio a sus doloridos pies y la envolvente calidez del cuerpo de Luka junto al suave pero desconocido perfume que la hacía pensar en el aroma de la lluvia cuando comienza a caer—Esto es agradable.
—Lo que sea por ma muse*—Luka la sujetó bien y comenzó a caminar con pasos tranquilos, ella era bastante ligera y el estaba en buena forma física.
El amar la música no lo convertía en un chico de interiores, el amaba salir a ejercitarse y la meditación era algo para ayudarlo a mantener su mente tan sana como su cuerpo.
—Gracias Mon preux chevalier**—Marinette cerro los ojos y decidió disfrutar del paseo.
°•°•°
Un par de aclaraciones, en esta historia estoy trabajando con la edad de Marinette en 15 años por lo que Luka tiene 17.
*Mi musa.
**Mi valiente caballero.
No suelo actualizar rápido, la que avisa no es traidora pero mi musa está activa de momento por que mi hija tiene obsesión por ver Ladybug y tengo los personajes gritando en mi cabeza las próximas escenas.
Si demoro un poco más no se desesperen, puedo tardar en actualizar pero no suelo abandonar permanentemente una historia.
Dudas, quejas y sugerencias estoy a un comentario de distancia.
Nox.
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