¿Amistad?
Marinette miraba el escenario con una gran sonrisa, Luka era increíble. Un guitarrista como pocos con un talento impresionante. Seguro incluso Jagged Stone diría lo mismo.
Se le ocurrió una idea y con su móvil gravo la siguiente canción, para su buena suerte Luka ayudaba en los coros un poco y su voz era increíble también. Le envió el video a Penny Rolling pidiéndole su opinión sobre su amigo, como agente ella tenia más experiencia y su opinión no sería parcial como la suya.
Se dedico a bailar y cantar mientras disfrutaba de ver a Luka con su salvaje cabello teñido de azul agitarse al ritmo de sus movimientos, sus ojos azules como el mar brillando de emoción y su pasión por la música presente en cada acorde que sus dedos arrancaban del instrumento.
Cuando la banda bajó del escenario vio a muchas chicas mirar a Luka, esa noche aún con su ropa habitual desprendía un aura diferente y más atractiva de lo normal, quizá por que cuando estaba en el escenario era un Rockstar en toda su gloria.
—Eso fue increíble Luka... ¡Eres asombroso!—No pudo contenerse cuando estaba frente a ella y lo abrazó con fuerza sintiendo como correspondia levantandola ligeramente del suelo.
—No es la gran cosa, hoy solo fui un suplente—Aún sin soltarla le respondió y ella con una sonrisa se apartó sin soltarlo del todo.
—Vamos Luka no seas modesto, sabes que eres genial—Tanto que sentía muchas miradas de envidia y odio clavarse en ella y riendo un poco las ignoro. Luka era su amigo, no tenía por qué alejarse por que a un montón de desconocidas les molestara que abrazara a su amigo.
—Lo se, pero la modestia también es una virtud ma petite—Luka soltó su cintura pero tomo su mano y la guió hasta un lugar más cercano al escenario, mientras veían a la gente marcharse poco a poco Marinette entrelazó sus dedos y sonrió.
—¿Podemos ir por un helado antes de ir a casa?—Marinette le parecía tan adorable cuando tomaba esa actitud dulce y mimada. Nunca la había visto ser así con alguien más, en las últimas semanas siempre estaban en contacto físico.
Un abrazo al despedirse y un beso en la mejilla, tomarse la mano en lugares concurridos, que lo tomara del brazo camino a su casa, los espontáneos besos en la mejilla que ella le daba de vez en cuando y el mismo solía besarla en la frente cuando estaba muy nerviosa para calmarla.
Sabia que no era amor, no aún, era una extraña y cercana amistad con un ligero tinte a algo más. Pero era algo natural entre ellos, una fluida melodía.
—Claro, les avisaré a los chicos que me voy. No tardo.
Lo suyo no era amor, no aún pero Marimette sabia que era especial, para ella Luka era irremplazable. Era su mejor amigo, su guía y consejero. El era su roca en momentos difíciles. No era amor, no aún pero Marinette descubrió, mientras lo veía alejarse para reunirse con los chicos de la banda que lo había invitado a tocar, que no le importaba si pronto llegaba a serlo.
°•°•°•°
La suave melodía de la guitarra de Luka llenaba la habitación de Marinette pero ella caminaba frenética frente a su computadora. Su bandeja de correo abierta y el cursor apuntando a un correo titulado: Resultados del concurso.
—Tengo miedo de ver la respuesta del concurso, quizá sea como las otras y no llegué a la final.
Luka aún sentado en el sofá rosa de Marinette dejó su guitarra a un lado. Se levantó y caminó hasta estar de pie tras ella.
—Te lo dije estos concursos te ayudan a ganar experiencia y aún si no ganas en todos estas aprendiendo, además tu nombre y diseños comienzan a ser vistos—Cuando había chocado con el sujetó suavemente por la cintura hablándole con voz dulce, tranquilizando sus nervios o al menos intentándolo.
—Es cierto, es por la experiencia y no por ganar—un poco más calmada se abrazo al chico en busca de algo de valor.
—Demuestra ese valor y abrelo, no te preocupes por el resultado—Luka beso su frente con dulzura infinita y luego la soltó guiandola hasta su computadora, tomo su mano y la coloco sobre el mouse para indicarle que hacer.
Marinette respiro profundo varias veces y con su mano libre se aferro a la mano del chico reteniendolo a su lado mientras abría el correo y un mensaje se desplegaba frente a ella.
Leyó incrédula, una vez, dos e incluso tres veces y nada cambió. Aún podía leer claramente cómo la felicitaban por el diseño y le comunicaban que había ganado. Le enviarían el premio por transferencia electrónica y su diseño sería confeccionado por un sastre famoso respetando íntegramente el diseño.
—¡Luka Gane!—Marinette grito de emoción cuando su mente comprendió plenamente que había ganado. Su diseño sería usado en un evento de transmisión mundial y miles de personas sabrían que era ella quien lo diseñó.
—Lo ves Marinette, tu definitivamente eres extraordinaria—Luka rió cuando la chica emocionada saltó a sus brazos, rodeando su cuello y el la levantó del suelo aprovechando su altura, Marinette sonreía y el beso su mejilla suavemente.
—Aún no lo creo, mi diseño será usado en una alfombra roja Luka, es increíble.
—Tu eres increíble.
Marinette no supo cuánto tiempo permaneció así abrazada a Luka, estaba tan feliz. Estaba un paso más cerca de sus sueños. Del sueño de Marinette, de ser diseñadora y ser reconocida por ella misma y no por lo que hacía cuando usaba el traje de Ladybug.
°•°•°•°
Nino junto a Alya se encontraban en el parque charlando un poco cuando Adrien los alcanzó en el lugar con una sonrisa al poder salir con amigos un fin de semana.
—Es raro que tengas un sábado libre amigo—Nino palmeo su hombro divertido mientras el rubio de sentaba a su lado.
—Mi tutor de piano enfermo, y Natalie dijo que podía salir—Adrien se encogió de hombros un poco y sonrió aliviado por tener un descanso.
—¿Que deberíamos hacer? ¿Vamos al cine?—sugirió Nino con alegría.
—Llamare a Marinette para ver si quiere ir con nosotros—Alya sonrió escondiendo su satisfacción, era una buena oportunidad para que Marinette saliera con Adrien.
—Si, es buena idea—La sonrisa de Adrien fue alegre, hacía mucho tiempo que no veía a Marinette fuera de la escuela.
—No responde, ¿Vamos a su casa?—Alya había intentado llamar a su amiga un par de veces pero no le respondía, probablemente se habría desvelado con algún diseño y aún dormía a pesar de ser pasado el medio día.
—Claro, vamos—Adrien sonrió siguiendo a sus amigos hasta la panadería de los padres de su amiga.
Charlaron un poco en el camino y Alya abrió la puerta del local con una sonrisa, miraron el local en apariencia vacío buscando a los padres de su amiga.
—Bienvenidos a la panadería Dupain —Los tres miraron al mismo tiempo hacia la voz que los saludaba con amabilidad, un chico alto, de cabello negro con puntas azul intenso, una camiseta blanca con una chaqueta oscura manchadas de harina y un medio delantal atado a la cintura fue lo que vio Adrien. Era el hermano de Juleka.
—¿Luka? ¿Que haces aqui?—Alya lo miro sorprendida, no sabia que Luka trabajaba con los padres de Marinette, si amiga no le había dicho nada.
—Hola Alya, chicos. Estoy ayudando a Marinette hoy mientras sus padres están fuera. El señor Dupain no quería dejarla con todo el trabajo sola—Luka les había sonreído mientras hablaba y sacudía en vano su ropa.
—Es muy amable de tu parte ayudar a una amiga—Nino intentaba dejarle un mensaje sutil a Adrien, Marinette y Luka son amigos y no le gustaría que el rubio malinterpretar algo y se rindiera incluso antes de comenzar.
—Es un trabajo excelente, en compañía de una hermosa chica y la paga es en galletas. ¿Quien se negaría?—La respuesta del chico por alguna razón irritó a Adrien, sabía que Marinette era bonita y no entendía por qué le molestaba tanto escuchar al hermano de Juleka decirlo.
—¿Donde está Marinette?—Alya fue la primera en notar que su amiga aún no hacía acto de presencia.
—Arriba, se resbaló en la cocina y terminó cubierta de harina. Fue a tomar una ducha.—Luka rióun poco al recordarla con su oscuro cabello lleno de harina, incluso sus pestañas estaban cubiertas y había estornudado varias veces antes de que la empujara escaleras arriba para que se duchar.
—Supongo que como siempre la persigue el desastre—Adrien sonrío al decirlo recordando los muchos tropiezos de la chica y sus tartamudeos.
—Lo se, pero es adorable—Luka sonreía y Alya lo veía, sus ojos azules llenos de ternura al pensar en su amiga y una punzada de culpabilidad se instaló en su pecho, claro que le encantaría que su amiga y Adrien salieran juntos pero al ver la expresión de Luka se preguntaba si no era egoísta de su parte.
—¡Luka!—Todos escucharon un grito estridente, no de miedo si no de molestia y Adrien frunció el seño, no sabía que la siempre dulce Marinette podía gritar así.
—¿Que pasa Ma petite?—pero Luka sonreía con diversión, como si esperara esa reacción de la chica.
—Te dije que yo limpiaria—Marinette entro mirando a Luka, con sus ojos azules mirando solo al chico frente a ella con irritación.
—No te enojes Ma petite muse, si tienes un caballero deberías aprovecharlo. Además tienes visita—Luka le había revuelto el cabello un poco y Adrien noto que estaba aún húmedo y suelto sobre sus hombros, se veía diferente más bonita incluso con esa expresión irritada que al contacto del chico con su cabello se había transformado en una tranquila sonrisa.
—¡Oh! Hola chicos, ¿Que hacen aqui?–Sonrojada se dio cuenta que sus amigos los miraban y los saludó un poco tímida al sentir los ojos verdes de Adrien fijos en ella y sin darse cuenta avanzó un paso más cerca de Luka.
—Vinimos a invitarte al cine, hoy tengo la tarde libre—Adrien le sonrió amablemente y por alguna razón decidió hacer hincapié sutilmente en que era a ella a quien venían a buscar.
—Seria divertido pero estamos a cargo de la panadería hoy—Marinette se encogió un poco de hombros y nego con la cabeza mirando a Luka que le sonreía a la señora Baudin, una mujer ya mayor que vivía sola desde que sus hijos se habían mudado a los Estados Unidos y solo una de sus nietas la visitaba cada día por las tardes.
La mujer pasaba a comprar los panecillos favoritos de su nieta todos los días a la misma hora, esa tarde la señora sonreía mientras Luka la atendía y se despidió pellizcando un poco la mejilla del chico con cariño. Marinette sonrió internamente al ver como Luka en solo unos minutos lograba agradarle tanto a las personas y se alegró más que nunca de conocerlo aquel día en el barco de su madre.
—Es una lástima, Adrien rara vez tiene tiempo libre—Alya sonaba un poco desanimada y Marinette vio de reojo a Luka decir adiós con gesto alegre a la mujer desde la puerta.
—Es cierto, pero quizá la próxima vez—Le sonrio a sus amigos con alegría mientras Luka caminaba hacia ella con una sonrisa.
—Iré a sacar el pan del horno—Adrien se abstuvo de hacer una mueca al ver al chico volver a acariciar el cabello de su amiga y se preguntó si era algo normal ser tan cariñoso con una amiga.
—Claro, gracias Luka—Y luego estaba esa sonrisa de Marinette, una sonrisa alegre, dulce y con un brillo diferente a las nerviosas sonrisas que estaba acostumbrado a recibir de la chica.
—Oye si necesitas más ayuda podemos quedarnos un rato—Alya estaba notando la ligera y sutil tensión en el chico rubio a su lado y sonrio satisfecha en un rincón de su mente.
—No Alya, estamos bien. No es la primera vez que ayudamos a mis padres un rato por las tardes, mis padres dicen que Luka es genial para el negocio las ventas suben cuándo esta aqui—Alya vio a su amiga reír mientras hablaba mirando de reojo la trastienda como esperando una respuesta.
—¡Deja de burlarte Ma petite!—Y llego instantáneamente cuando el chico volvió con una charola de pan recién salido del horno listo para rellenar una charola vacía en el frente de la tienda.
—No es burla, ¿Cuantos números van hoy?—Marinette lo miro fijamente levantando una ceja con una sonrisa retadora.
—No llevo la cuenta—Luka respondió ofendido mientras acomodaba con delicadeza pieza a pieza el pan sin mirar a la chica y con las mejillas ligeramente rojas.
—Seis chicas te dieron su número y no estoy contando las que entraron pero no reunieron el valor de hablarte—Alya vio a Marinette señalar al chico con un dedo acusadora mientras soltaba una risita al verlo boquiabierto.
—¿Celosa ma petite muse?—Una sonrisa satisfecha adorno los labios de Luka y se acerco a su amiga para picar su mejilla con un dedo.
—No, ni un poco—Sonriente Marinette se apartó del peli azul negando con la cabeza.
—Fingire que te creo—La risa de Luka lleno el lugar al mismo tiempo que Marinette soltaba un gruñido irritado al ser abrazada por la espalda por el chico que recargo su barbilla en la coronilla de la chica.
—¡Marinette, Luka ya llegamos!—Adrien esperaba que al ver a los padres de Marinette Luka se apartara o el señor Dupain mirara molesto al peli azul y se sorprendió al verlos sonreír.
—Hola mamá, hola papá—Marinette no se apartó y saludo con una sonrisa a sus padres.
—Hola señor y señora D.—Luka solo sonrio y saludo con una mano mientras la otra aún rodeaba a la chica suavemente como si no fuera algo extraño abrazarla frente a sus padres.
—Cariño, Tom necesita algo de ayuda para traer las compras—La madre de Marinette señaló al auto estacionado frente a la tienda y Luka sonrio asintiendo con la cabeza.
—Claro, vamos señor D. le ayudaré de inmediato—Solto a Marinette y se apartó alborotado su cabello y salió charlando con el padre de la chica sobre un par de clientes que le habían enviado sus saludos.
—¿Que los trae por aquí chicos?—Sabine Dupain Cheng era una mujer observadora y había notado la mirada fija del chico Agreste en su hija mientras Luka la estaba abrazando.
—Vinimos para invitar a Marinette al cine—Alya sonreía al parecer viendo lo mismo que la señora Dupain.
—Llegamos en buen momento entonces, ve con ellos pero que Luka te acompañe de regreso para que cene con nosotros, prepararemos una pequeña cena de celebración—Con una astuta sonrisa Sabine incluyo a Luka en los planes de los chicos. Era bastante obvio para ella que el rubio comenzaba a ver a su hija pero ella prefería a Luka.
Su hija estaba feliz desde que Luka era parte de su vida, estaba cambiando poco a poco y era un buen cambio, estaba mejorando sus notas, estaba más calmada todo el tiempo, era más valiente y entraba a concursos de diseño para ganar experiencia, estaba luchando por sus sueños.
—¿Qué celebrarán señora Dupain?—Nino pregunto curioso.
—Que mi talentosa hija ganó el concurso de diseño para el vestido de gala de una actriz famosa—Sabia que su hija no les había contado nada aún. La noche anterior había sido Luka quien les contara pues Marinette aún no se lo creía.
—Eso es genial Marinette no nos habías contado nada—Alya estaba impactada de que su amiga se hubiera inscrito en un concurso del tal magnitud cuando incluso había dudado de su talento para el concurso de bombines.
—Apenas anoche vimos el resultado, estaba tan nerviosa que si Luka no me hubiera calmado creo que aún no hubiera visto el correo.—roja hasta el cuello Marinette se rascaba la nuca nerviosa.
—Muchas felicidades Marinette, eres una diseñadora muy talentosa—Adrien le sonrio pero no se acerco a ella, sabía que era talentosa y le alegraba que el mundo comenzara a notarlo.
—Gracias chicos—Adrien sonrió al verla tan feliz, era una chica dulce que merecía que le sucedieran cosas buenas, su torpeza y timidez no deberían impedirle lograr sus sueños.
—Están invitados también a cenar chicos—Sabine sonrió educadamente invitando a los amigos de su hija también.
—Gracias señora, entonces está decidido vamos los cinco al cine y vendremos a celebrar a Marinette más tarde.—Alya desbordaba entusiasmo aún que la idea original era salir los cuatro sospechaba que si no incluían a Luka la madre de su amiga se sacaría una excusa de la manga para que su hija no fuera con ellos.
—Deberían llamar a alguna amiga más chicos, el pobre Adrien se podría sentir extraño entre parejas—Alya contuvo una carcajada, la sutileza de la madre de Marinette se había acabado y no le molestaba dejar claro a cuál de los amigos de su hija quería como yerno.
—Mamá ya te dije que Luka es mi amigo—Riño sonrojada Marinette a su madre a pesar de saber que era una batalla perdida.
—Claro hija, lo que digas—Sabine rió mirando con diversión a su esposo quien de inmediato se dirigió a la cocina y Luka entrar de nuevo a la panadería, el chico había escuchado todo y tenia una sonrisa traviesa en los labios.
—No soy solo tu amigo. Soy tu mejor y más encantador amigo Ma muse—El tono falsamente dolido del chico y su teatral gesto de desolación lograron hacer reír a los padres de la chica y a Alya.
—Cierto, cierto, no se que buena obra hice para merecer un mejor amigo como tú tan guapo, talentoso, encantador y sobretodo humilde—Riendo suavemente Marinette miraba a Luka y le hablaba con falso arrepentimiento y tono dulzón.
—Quizá Ma muse en otra vida salvaste el mundo—Dijo el chico con seriedad y ella no pudo evitar pensar en que quizá era por salvarlo a diario como Ladybug.
—Tonto, iremos al cine con los chicos y no creo que quieras ir así de sucio—Marinette lo miro divertida y sacudió un poco de la harina que tenía en la camiseta.
—Cruel mujer, tu me dejaste cubierto de harina y ahora te burlas. Con su permiso señora D, chicos, iré a cambiarme y planeo usar tus nuevos diseños—Luka subió con total tranquilidad mientras que Adrien no podía evitar notar cuán cercano parecía el chico no solo con Marinette si no con su familia también.
—Oye Marinette me encanta tu falda, es genial—Alya llevaba un rato mirando a si amiga, su ropa era absolutamente linda ese día, aún que solo usaba una simple blusa de color crema era la falda rosa a la rodilla lo que más llamaba su atención pues era muy bonita.
—Gracias Alya, estoy renovando mi armario con mis propios diseños. Mi mamá insiste en que es una buena práctica—se sonrojo un poco y miro su propio atuendo, su falda era rosa con pequeños y casi imperceptibles patrones florales en el bajo de la falda, todo bordado a mano.
—Es genial, de verdad tienes talento—Alya sabia que su amiga era buena, pero últimamente parecía estar mejorando aun más, incluso en la costura.
—Gracias por la playera Ma muse, esta genial—Luka volvió con el pelo ligeramente húmedo, probablemente después de lavar su rostro y usando una playera negra con lo que parecían las teclas de un piano formadas por palabras escritas en color azul, al verla un poco más de cerca Alya noto que era la letra de una canción que no reconoció.
—Te quedo perfecta—Marinette sonrio mirándolo con ojo crítico, le gustaba como el negro resaltaba el tono de piel de Luka y hacia que sus ojos lucieran aún más intensos.
—¿Tu la hiciste Marinette?—Pregunto Nino sorprendido al ver que estaba realmente muy bien hecha.
—Si, hice algunas hace unas semanas para Kitty Section y al hacerlas se me ocurrieron algunos diseños más.—Marinette estaba fascinada con la nueva racha creativa que estaba experimentando en esas semanas.
—Nuestra próxima visita a la tienda de telas pagare la cuenta—Luka le sonrio a Marinette mientras ella estaba mirando aún en busca de hilos sueltos o fallas en la costura.
—No es necesario, úsalas en tus conciertos y si preguntan di que son mis diseños—Tenía que admitir que en el último concierto había escuchado a algunas chicas indagar quien era el guitarrista de esa noche y comentando cuán genial era su estilo.
—Así que tu plan es usarme de modelo para hacer publicidad, me encanta como piensas ma petite pero aún así pagaré por la tela al menos y te invitare helados siempre que quieras—Luka extendió su mano para cerrar el trato y vio a Marinette con expresion pensativa mirarlo dudosa.
—Esta bien pero con la condición de que desde hoy siempre que toques en público uses mis diseños—estaba segura de que Luka llegaría a ser un músico muy famoso y si la respuesta de Penny era lo que esperaba entonces simple cuestión de tiempo.
—Trato hecho ma petite muse—Marinette tomo la mano de Luka y cuando se soltaron dio unos cuantos saltitos de alegría.
—Genial, cuando seas el mejor y más famoso músico tendré testigos de tu promesa. Acabo de firmar mi primer contrato de exclusividad—Lo miro a los ojos sonriente y se imagino a Luka tocando en grandes escenarios con miles de admiradoras coreando sus canciones.
—La futura diseñadora mundialmente famosa Marinette Dupain-Cheng diseñará mis vestuarios, sere la envidia de todo el mundo—Luka rió orgulloso y la abrazo por los hombros provocando una risita en Marinette.
—Bien entonces es hora de ir al cine—Adrien nervioso decidió que era un buen momento para interrumpir y recordarle su presencia a su amiga.
—¿Qué les gustaría ver entonces?—Preguntó Luka con una sonrisa sin soltar a Marinette y caminando a la salida del lugar.
—Adiós chicos, que de diviertan—Sabine los vio alejarse sonriente mientras se despedían de ella con gestos alegres.
Lo sentía por el pobre chico Agreste, pero su hija había dedicado mucho tiempo y esfuerzo para ser especial para el chico y nunca logro nada más que ser llamada buena amiga.
Con Luka su hija actuaba naturalmente, estaba cómoda y el chico aún cuando ambos se decían amigos daba con sus gestos la impresión de que ese estatus era simplemente temporal.
Su pequeña estaba creciendo y quizá no sería Luka con quien se casara algún día o tal vez si, pero lo que estaba segura era que conocerlo y llegar a amarlo sería algo que cambiaría su vida y la convertiría en la grandiosa mujer que estaba destinada a ser.
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Opiniones, peticiones o quejas estoy a un mensaje de distancia
Nox
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