Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Teaser

Teaser

El olor a carne quemada inundaba el aire. La piel sancochada hecha cenizas y los restos de Leila se adherían a la hierba húmeda como una brea negra y maloliente. La cabeza, separada a unos pocos centímetros del resto del cuerpo de la recién destruida vampiresa estaba irreconocible. El bello rostro de la mujer había sido reducido a unas pocas tiras de piel abrazadas a una esquelética calavera. Su boca abierta mostraba una dentadura carbonizada de la cual sobresalían un par de colmillos alargados y negruzcos. La larga y abundante cabellera negra eran ahora unas cuantas hilachas de pelo quemado.

Leonardo contemplaba con una mezcla de rabia, impotencia, culpa y tristeza lo que había quedado de su amada Leila. Una lágrima bajaba por su pálida mejilla... lágrima que de inmediato limpió con su mano.

-Leila, mi amor... ¿Qué te he hecho? -susurró con voz entrecortada el príncipe vampiro.

Leonardo se arrodilló junto al cuerpo carbonizado de Leila y recogió en su mano un puñado de cenizas que se escurrían entre sus dedos dejando la palma de su mano tiznada. Otra lágrima se escapó de sus ojos y mirando al cielo gritó con fuerza, como queriendo expiar de su pecho un gran dolor. Las aves en los árboles salieron volando, huyendo despavoridas y su alarido resonó haciendo eco en las laderas de las montañas cercanas.

El vampiro se puso de pie y caminó hasta su corcel. Desamarró un saco de cuero vacío que colgaba de la silla del caballo y regresó hasta donde estaban los restos de Leila... y poco a poco recogió cada hueso del suelo y los echó dentro del bolso. Una vez terminado, amarró de nuevo el saco a la silla del animal. Acto seguido, Leonardo montó su caballo con gran destreza y salió cabalgando a toda prisa hasta perderse en la espesura del bosque.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro