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9. Rompiendo reglas

Nos despedimos y Chaeyoung volvió a abrazarme mientras NamJoon y JiMin hacían lo mismo, definitivamente algo le debía a la vida y ahora me lo estaba cobrando muy caro.

Me despedí de mano de JiMin que me regaló otra de sus sonrisas y abracé a NamJoon mientras caminábamos al coche. Agradecía que al fin pudiéramos estar solos porque así podría buscar las respuestas que JiMin evidentemente no me daría.

- ¿Son geniales, verdad? - exclamó NamJoon al subir al coche, que bueno que él había sacado el tema, así no me vería tan obvio en mis preguntas.

- Sí, ¿cómo fue que los conociste?

- Hace un par de semanas, JiMin fue a la casa de bolsa y ya sabes cómo es Jaebum, de inmediato me lo mando, estuvimos hablando de negocios y el día que firmamos el contrato fuimos a cenar y llevó a Chaeyoung.

- ¿Es su novia?

- Pues a mí me la presentó como su amiga, creo que se conocen hace muchos años, pero quizá son amigos con derechos.

- Quizá - dije mientras miraba hacia la noche.

En el trayecto a mi departamento me quede dormido, NamJoon me despertó suavemente cuando llegamos, Adormilado le di un beso y bajé de su coche.
Al entrar ami habitación pudo más mi curiosidad que mi cansancio, así que encendí el ordenador y mientras tanto me puse el pijama.
Una vez conectado a internet me metí en Google, quizá encontraría alguna información de él.
Con los dedos un poco temblorosos tecleé su nombre y aparecieron varias páginas, entré a una donde estaba una especie de biografía.

Park JiMin

Park JiMin nació 13 de octubre de 1995 en Busan, Corea del Sur.
El menor de su familia, hijo del matrimonio por los Coreanos Park JungSoo gran empresario conformado bancario y Kang Sora, reconocida pintora a lo largo del mismo país.
Su hermano mayor Park Jungkook acaba de graduarse de una prestigiada escuela de diseño de modas de París. De niño tomo clases de piano y danza contemporánea, pero siempre mostró su inquietud por los negocios.
Estudió en las escuelas más prestigiadas del país y siempre obtuvo las mejores calificaciones. Es egresado de la universidad de Harvard donde cursó Administración de empresas y cuenta con una maestría en Economía de la misma institución.
Actualmente es dueño de una pequeña cadena de hoteles que inició con el Renaissance, donde radica por temporadas, su residencia oficial está en Seúl, muy cercana a la de sus padres y también tiene una casa de descanso en Daegu.

Desde temprana edad mostró su inquietud por los chicos, ganándose a pulso en la Educación Secundaria Obligatoria y en la universidad la fama de conquistador que ahora lo ha llevado a ser considerado el soltero más codiciado del medio en el que se desenvuelve.
Es socio y vicepresidente de la fundación que inició hace 15 años su padre, la cual se dedica a ayudar a personas con enfermedades terminales.

Eché un vistazo en otras páginas y, en una de sociales, había fotos de la boda de su primo, me sorprendió ver que estaba casado con una de las más importantes modelos del país, quien era la imagen exclusiva del nuevo perfume del que había estado eligiendo las fotos hace pocas semanas.

Y donde casi me caigo de la silla fue cuando mi mente proceso que su hermano es nada más y nada menos que Park Jungkook, el nuevo diseñador al que le estábamos organizando el evento del lanzamiento de su línea de ropa y que sería el jueves de la semana siguiente precisamente en uno de los salones del Hotel Renaissance.

Parecía ser un chico ejemplar, a excepción de su fama de playboy,

- Algún defecto debería de tener, nadie es perfecto- me dije en voz alta.

Me llevé las manos a la cabeza, sin poder dar crédito a que él fuera el dueño del hotel donde me citaba, ahora comprendía muchas cosas, porque siempre íbamos a la misma habitación, porque sabía lo de las cámaras en los elevadores y lo del servicio a cuarto las 24 horas. No podía ser cierto lo que me estaba pasando, toparme con un desconocido que resultó tener más lazos conmigo que jamás imaginé, no sólo era cliente de mi novio sino que su hermana era cliente de la agencia y a pesar Hwasa era quien llevaba esa cuenta, yo tenía que estar también en el evento, parecía que el destino se que los de que empeñaba en complicarme la vida.

Esa noche casi no pude dormir, tenía demasiadas dudas en mi cabeza y debía reconocer que una gran parte de mí iba a extrañar esos encuentros, pero me quedaba claro que ya no podían ser, no cuando él conocía a NamJoon y cuando yo había comprobado que tenía a alguien en su vida, cualquiera que fuera la relación que llevaran, una cosa era tener la sospecha y otra muy diferente corroborarlo de primera mano, además ella era una buena chica, hasta podríamos ser amigos.

🖤

A

l día siguiente llegue muy temprano a la oficina, tenía que mantener mi mente ocupada lo más que pudiera o me volvería completamente loco.

Como a la media hora llegó Hwasa que se sorprendió de verme ahí a esa hora. A mediodía me llamó HoSeok para contarme que había peleado con su esposo, al parecer su relación se estaba acabando de a poco, me llamó muchísimo la atención algo que me dijo:

"Ahora entiendo que todo debe ser equilibrado, ni puro amor ni puro sexo, lo ideal es una combinación de ambas cosas, tómalo en cuenta para cuando te cases, el deseo no es suficiente, si no hay amor en algún momento se termina la pasión".

Me quedé pensando en sus palabras y tenía razón, yo tenía el amor de NamJoon y la pasión de JiMin, ambos me daban el equilibrio, pero separados la balanza se inclinaba hacia alguno de los lados, que difíciles son las relaciones humanas.

Los días se me habían pasado volando, a pesar de que no dormía mucho y sentía la necesidad de llamar a JiMin, pero ahora no podría resistir que su teléfono me mandara al buzón, además él no daba ninguna señal de querer estar conmigo y yo no iba a rogarle ahora que ambos sabíamos quiénes éramos en realidad.

Me miré al espejo después de terminar de arreglarme, hoy era la fiesta del lanzamiento de la línea de ropa de Park Jungkook y él se había empeñado en que Hwasa y yo vistiéramos uno de sus modelos.

Mi amigo eligió el más atrevido, yo me quedé con una camisa blanca abierta claramente se veían mis clavículas,arriba de esta,llevaba que un saco con diseños, y un pantalón negro a rayas suelto de una tela finísima.

Tomé mis cosas y salí rumbo al conocido hotel que no había pisado hacía dos semanas, claro que el propósito de esta visita era muy diferente.

Fui el primero en llegar, me aseguré que todo estuviera en orden, la plataforma para el desfile estaba lista, las sillas acomodadas, la enorme mesa con los bocadillos y las bebidas, el lugar donde se colocaría la poca prensa que habría, los meseros perfectamente vestidos, un chico estaba haciendo la prueba de sonido, todo iba marchando de acuerdo a lo planeado.
Minutos después llegó Hwasa dimos las últimas indicaciones a los edecanes que y recibirían a los invitados.

- ¿No va a venir NamJoon? - me preguntó Hwasa mientras se retocaba el maquillaje.

- No, tuvo que viajar a China, creo que regresa el sábado.

- Ah vale, hace mucho que no lo veo.

- Yo también, bueno, desde el domingo que fuimos al cine, y tú, ¿por qué no invitaste a tu nuevo amor?

- Tenía otro compromiso.

Alrededor de las siete empezaron a llegar los asistentes y mis piernas me temblaron al ver entrar a el primo y su esposa, señal de que JiMin en algún momento se presentaría, era lógico que toda la familia estuviera presente y yo me debatía por dentro, a una parte de mí le daba miedo volver a verlo, pero la otra se moría de ganas de mirarlo aunque fuera a lo lejos.

Minutos después arribaron el Dr. Park y su esposa Sora, y me dio tanta tristeza al verlos tomados de la mano, sonrientes, felices y orgullosos, deseé que mis padres algún día se hubieran visto así, pero ni siquiera podían hablarse por teléfono, es más ni a mí me llaman por sus múltiples ocupaciones, según.

Un mesero pasó y de la bandeja tomé una copa de champagne que me bebí de un solo trago, necesitaba valor para el momento que inevitablemente ocurriría.

El siguiente en llegar fue precisamente Jungkook, de la mano de su novio, del que no recordaba su nombre, pero que extrañamente su rostro me resultaba familiar, se parecía a alguien que conocía pero no sabía a quién. De inmediato los fotógrafos se acercaron a ellos y ambos con una gran sonrisa y él un poco tímido, se veía que no posaron, él estaba acostumbrado a las cámaras.

Siguieron llegando más invitados, incluído Jackson que iba con su esposa, de inmediato me acerqué a saludarlos y él me felicitó por lo bien que el salón lucía y por toda la organización del evento, tuve que recordarle que lo había organizado en conjunto con Hwasa, pero él me sonrió y me dio unas palmaditas en el hombro.

Me quedé hablando un buen rato con ellos y me bebí otra copa de champagne.
Jungkook se acercó a mi amiga y a mí y nos saludo con un gran abrazo, de inmediato noté el hermoso anillo de oro, con un diamante al centro, que portaba en su dedo anular de la mano izquierda, debía ser de compromiso, sin duda.

- Muchas gracias chicos, todo está espectacular.

- No tienes nada que agradecer, es nuestro trabajo y lo hacemos con gusto - respondió Hwasa.

- Y sus conjuntos les quedaron perfectos, ustedes también van a pasar a modelar, ¿eh?

- No Jungkook, de ninguna manera, te lo agradezco, pero no hay forma alguna de que yo me suba a esa plataforma - dije un tanto serio y con miedo.

- Pero si te ves hermoso Taehyung, aunque yo había pensado que te pusieras la camisa negra con la cinta en el cuello, no es que se te vea mal, para nada, pero los elegí pensando en sus respectivas personalidades.

- Por eso yo traigo este vestido, Taehyung es muy tímido y quiere pasar desapercibido.

- Pues yo percibo en el un lado muy sensual que debería explotar - aseguró guiñándome el ojo.

-Jungkook , que cosas dices - exclamé muerto de la vergüenza, con la cara roja como tomate.

Si supiera cuanto había explotado esa parte con su hermano.

Entonces, vi que los fotógrafos corrían a la puerta y volteé motivado por la curiosidad y lo vi entrar, Park JiMin en todo su esplendor, vistiendo un smoking y corbata negra , con una camisa blanca, el cabello un poco más arreglado que de costumbre, pero sin perder su toque, era un monumento a la belleza masculina.

Mi corazón empezó a latir a toda prisa mientras lo veía posar junto a Chaeyoung, quien lo tenía tomado por un brazo, no pensé que vendría con ella, pero claro, no podía llegar solo tampoco.

Me excusé con Jungkook al ver que caminaban directamente a ella y me fui a meter a la cocina, con el pretexto de ver si ya tenían listos más bocadillos.
Me quedé ahí varios minutos hasta que escuché que el maestro de ceremonias le pedía a la audiencia que tomaran asiento porque estaba por empezar el desfile.

Salí a ocupar mi lugar y en el camino me atajó Chaeyoung

- Taehyung, ique sorpresa verte aquí!, ¿y NamJoon?- exclamó abrazándome.

-No pudo venir, está en un viaje de negocios - respondí al separarnos.

- Ese hombre no cambia, no sabía que eras amigo de Jungkook.

- No lo soy, yo trabajo en la agencia de publicidad que organizó toda la promoción del evento y de la línea de ropa.

- ¿En serio?, ¿eres el responsable de los espectaculares que hay en la calle?, te felicito, están geniales.

- Bueno, en realidad mi compañera Hwasa es la que lleva la cuenta, yo sólo estoy como apoyo.

- Buenas noches - dijo JiMin parándose a su lado y pasé saliva al verlo.

- Buenas noches - respondí con voz ronca por la impresión.

- No pensé encontrarte aquí - agregó extendiéndome la mano para saludarme.

- Soy uno de los encargados de la logística del evento - dije estrechándole la mano que me acarició sutilmente con su dedo pulgar.

- Felicidades, el salón luce de maravilla - dijo mirándome de pies a cabeza.

- Gracias, pasemos a tomar asiento, el desfile ya va a comenzar - agregué nervioso soltando mi mano de la prisión de la suya.

Me senté en una fila delante de ellos, en diagonal, el presentador anunció a Jungkook y él subió y dio las palabras de bienvenida, agradeció a todos los presentes, incluida su familia y su prometido, ahí supe porque su rostro me era familiar, era hermano de la esposa de su primo, vaya sorpresa, supuse porqué ella lo conoció.

El desfile dio inicio y yo sentía las insistentes miradas de JiMin, eso me ponía más nervioso y cuando volteaba a mirarlo me sonreía seductoramente.

Hubo un momento en el que ya no resistí y huí de ahí, me metí a la bodega que se había adecuado como vestidor en la cual había un caos con gente entrando y saliendo. Me senté en un sofá, que había en una esquina, tratando de guardar la compostura, puse mis codos sobre mis rodillas y me llevé las manos a la cara cubriéndome los ojos.

- ¿Cansado o nervioso? - escuché que me dijo con su hermosa voz.

- Cansado, ha sido una semana muy pesada - respondí después de aclarar mi garganta, levantando la cara, estaba parado frente a mí, sonriéndome.

- Necesitas relajarte - dijo poniendo su mano en mi hombro y apretándolo suavemente, ¿por qué insistía en torturarme?

- Gracias por el consejo, lo tomaré en cuenta - dije mirando hacia el suelo, conteniendo mi respiración.

- No es un consejo - deslizó su mano por mi brazo - es una invitación - agregó y bajó hasta llegar a mi mano que tomó.

- ¿Estás loco?, afuera hay un mundo de tu familia y tu novia, no voy a ir a esa habitación gente, incluida arriesgándome a que alguien nos vea - exclamé tratando de soltarme, pero no lo conseguí.

- La gente está muy entretenida con el desfile, incluida mi familia y mi amiga, además jamás mencione subir a la habitación - dijo mientras me hacía ponerme de pie - Hay otros lugares, usemos la creatividad - agregó apretando mi mano.

- ¿Y qué paso con tus reglas? - pregunté tratando de controlarme.

- Ya son obsoletas, claro que si quieres, se pueden poner unas nuevas.

Comenzó a caminar y no me había percatado que al fondo había una pequeña puerta, la abrió y me hizo entrar. Me di cuenta que era una pequeña bodega donde guardaban cosas para el aseo. Entró y cerró la puerta, quedamos completamente a oscuras, sólo se colaba un poco de luz por debajo de la puerta y sentí miedo, estaba subiendo a mi cabeza, pero temía que alguien pudiera abrir la puerta.

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