7. Que la noche no se acabe
Maratón 3/?
Colgué y me quité el pijama inmediatamente, fui al armario y, como hacía frío, tomé unos pantalones, una camisa ajustada y una chaqueta negra, me maquillé ligeramente y me puse perfume.
Tomé mis cosas y salí del departamento.
Crucé el lobby y lo vi parado al lado de los ascensores, vestía también unos vaqueros y un suéter lila con franjas blancas, le sonreí nervioso y él me devolvió la sonrisa.
Y como era su costumbre me ofreció su brazo y en cuanto lo tomé presionó el botón del ascensor.
- Buenas noches - dijo con esa hermosa voz
- Buenas noches - respondí sintiendo como mi cuerpo temblaba.
Subimos y el ascensor se detuvo en el piso dos, subieron tal cantidad de personas que se llenó, yo estaba parado delante de él y sentía su cuerpo pegado al mío que, aunado a su delicioso aroma y al movimiento propio del ascensor, provocó que mi cuerpo empezara a reaccionar.
Él ladeó ligeramente la cabeza para exhalar justo en mi oreja y en ese momento la excitación aumento al máximo, ¿Cómo se atrevía a tentarme de esa manera?, en un ascensor lleno de gente y con una cámara que grababa todo.
Finalmente bajamos en el piso 15 y parecía que él estaba empeñado en torturarme porque camino lentamente por el largo pasillo, con sus manos dentro de los bolsillos de sus vaqueros.
- Permíteme unos minutos, necesito pasar primero al bañ- señaló mientras deslizaba la tarjeta para que la puerta se abriera.
Yo asentí con la cabeza mordiéndome el labio inferior, así que me quede parado en la mitad de la habitación, esperando.
Pasaron cinco minutos y no salía, definitivamente me estaba torturando, así que decidí devolverle la jugada.
En cuanto salió me dio la sonrisa traviesa que me encantaba y se acercó a mí, levantó sus manos para tomar mi rostro pero yo se las tomé de las muñecas impidiéndoselo, me miró confundido
- Ya fue suficiente tortura respondí con un hilo de voz.
- ¿Y qué es lo que quieres?, preguntó en mi oído mientras frotaba su sexo contra mis nalgas. - dímelo agregó exhalando en mi oreja.
- Deja de jugar ya, hazme tuyo.
- ¿Quieres que te haga mío ahora?
- Sí... te lo suplico. Sentí que se levantó de la cama, yo entré en pánico, me di la vuelta y me enderecé, lo vi sacando un condón de su pantalón y poniéndoselo mientras yo me acosté boca arriba, él se subió a la cama.
Yo abrí las piernas, dándole la bienvenida a disfrutar de mi cuerpo, pero, él otra vez volvió a torturarme y sólo me frotaba muy suavemente, mientras yo me retorcía porque se introdujera de una vez por todas.
- Basta de juegos, ya no soporto - supliqué casi con lágrimas en los ojos.
- ¿Qué es lo que no soportas? - preguntó colocando su cuerpo encima del mío.
- Lo que estás haciendo, necesito tenerte dentro ahora - ordené.
- ¿Me extrañaste? - preguntó entrando en mí finalmente de un tirón.
- Sí - grité cuando su masculinidad cubrió todo mi interior.
- ¿Cuánto? - preguntó con la voz distorsionada moviéndose afuera y adentro.
- Mucho - apenas y pude responder entre gemidos.
-¿Mucho? - repitió mientras disminuía el ritmo de sus movimientos.
- Muchísimo - exclamé tratando de alcanzar su rostro para besarlo.
- Demuéstrame que tanto.
Entonces, lo aprisioné con mis piernas y empecé a moverme rápidamente, sus manos las tenía a mis costados apoyadas en la cama, yo subí las mías y las puse en su espalda apretándosela con cada movimiento que se iba intensificando, no sabía cómo definir los sonidos que escapaban de mi boca, por la intensa excitación desentirlo dentro, como entraba y salía de mí mientras él gruñía, tenía las mismas ansias y la misma necesidad que yo.
Hizo los movimientos finales para llegar al orgasmo al mismo tiempo que yo y gritamos juntos, se dejó caer encima de mí y así se quedó un buen rato sin retirar su miembro de mi interior, que se lo agradecí infinitamente.
Esa noche lo hicimos de diversas formas, con urgencia, no quedó un solo centímetro de mi cuerpo que no haya quedado cubierto por sus besos y sus caricias y, entonces, comprendí que no importaba cuanto luchara, yo lo necesitaba y no podía dejarlo, no cuando me brindaba todo ese universo de posibilidades que ni siquiera mi mente retorcida podía crear, era completamente adicto a él y no me importaba nada con tal de seguir disfrutando de su cuerpo, de sus besos y de sus dedos acariciándome, me declaré vencido y no iba a volver a alejarme de él.
Una vez más colapsamos juntos, nuestros cuerpos estaban repletos de sudor, nuestras respiraciones erráticas y el pulso hasta las nubes.
Se acostó a un lado de mí mientras su ritmo cardíaco y su respiración regresaban a la normalidad al igual que los míos, nos quedamos en silencio mirando hacia el techo, yo estaba buscando la forma de preguntarle si él era quien me había llamado cuando un fuerte trueno se escuchó seguido de una intensa lluvia, yo me abracé a él sin poder evitarlo.
- ¿Te asustan las tormentas? - preguntó extrañado.
- Sí, desde niño - respondí con toda la vergüenza del mundo, algo completamente absurdo después de todo lo que habíamos hecho, quizá por eso me sentí tonto al admitir mi temor.
- No pasa nada, la lluvia es algo muy normal, vital para la vida, además, no estás solo.
- Lo sé, es sólo que - recordé las famosas reglas y guardé silencio - no importa.
- Tranquilo, me quedaré aquí hasta que pase - dijo acariciando suavemente mi hombro.
- ¿De verdad?
- Sí, no traigo coche y no quiero mojarme.
Mi ilusión se desvaneció en el aire, por un segundo pensé que se quedaría sólo por hacerme compañía, pero supuse que eso rompería la regla de los lazos afectivos, así que me separé de él y me volteé dándole la espalda, me abracé a la almohada hasta que me quedé profundamente dormido.
Un ruido me despertó, me pareció que era la puerta al cerrarse, pero al enfocar mi vista en ella no había nadie, miré mi reloj y eran las 10:45 de la mañana, entonces me levanté a toda prisa de la cama y cuando terminé de vestirme caí en la cuenta de que era sábado, sola me reí y moví la cabeza.
Tomé mi celular de la mesa y me encontré otra nota escrita en computadora
"Recuerda que después de la tempestad viene la calma, la vida es un equilibrio y no podemos ir en contra de eso"
Volví a leerla varias veces, no comprendí el mensaje de trasfondo si es que lo había, la guardé en mi bolsillo y salí de la habitación, no sin antes voltear hacia la cama y recordar lo que había pasado en ella, el desorden era prueba fiel de la noche más desenfrenada y placentera de mi vida, una amplia sonrisa apareció en mis labios y salí rumbo a mi departamento.
Tomé un largo baño, mientras imágenes de lo sucedido la noche anterior se repetían, sus besos, sus gemidos, sus caricias, todo lo tenía tatuado en mi mente y en mi piel, me sentía satisfecho como nunca antes y estaba decidido a seguir con él, no podía renunciar a todo lo que me hacía sentir, quizá con el tiempo se olvidaría de las reglas y me mostraría quien era en realidad
Pero, extrañamente, yo no estaba muy seguro de que él supiera quién era yo, me asustaba la idea de que no le agradara Taehyung, el chico correcto y de futuro prometedor en el mundo de la publicidad y ese pensamiento me llevó a NamJoon, aún lo amaba, él me completaba de una manera muy diferente, pero en ese instante no quise pensar más, recordé las palabras de HoSeok :
"Disfruta del momento sin pensar en el después" y eso era lo que iba a hacer.
Ya sé viene lo chidooooo jsjsjsjjsjsjsjsjsj
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro