5. Aún no tengo suficiente de ti
Está parte tiene muchas escenas sexuales Jsjsj.
Si se la quieren saltar no afectara la historia, solo hay en unas conversaciones algo importante.
Maratón 1/?
Y ahora fui yo el primero en colgar.
Tomé mi bolso y mi abrigo del respaldo del asiento, entonces reparé en que hubiera ido a cambiarme de ropa, traía un traje que no lucía muy seductor que digamos, suspiré y me puse en marcha al conocido hotel.
Eran las 8:25 y no había señas de él, resoplé y me dirigí a la salida, iba a mitad del lobby cuando lo vi entrar y mi corazón se aceleró de inmediato, jamás me imaginé que una persona pudiera alterarme de tal manera.
Me sonrió seductoramente y en cuanto estuvo a mi lado me ofreció su mano.
- Disculpa la tardanza, tuve un contratiempo.
- Entiendo - estaba aprendiendo a hablar poco con él.
Llegamos a la reconocida habitación, dejé mi bolso sobre la mesa y sentí como me abrazaba por atrás y pegaba su cuerpo al mío.
Me besó el cuello mientras sus manos acariciaban mis pezones por encima de la camisa.
Me quitó el abrigo y me volteó, me miró con fuego en los ojos, en ellos había el mismo deseo que en los míos, me besó apasionadamente en tanto acariciaba mis nalgas y me pegaba a su cuerpo que ya estaba respondiendo a la pasión que nos consumía.
Yo lo sujetaba fuertemente por la espalda, para evitar que se me escapara, subió besando mi cuello, succionó el lóbulo de mi oreja y lo mordisqueó un poco, exhalando su tibio aliento.
- ¿Hiciste lo que te sugerí? - preguntó bajando su dedo por mi columna vertebral.
- Sí - exclamé con un hilo de voz.
- Demuéstrame como lo hiciste - susurró después de lamer mi oreja.
- ¿Qué? - pregunté contrariado separándome un poco de él para mirarlo.
- Quiero que te acaricies para mí - solicitó con una seductora mirada.
Estaba petrificado mirándolo, sus labios rozaron los míos y su aliento embriagador inundó mi boca hasta la garganta, mientras mi mente trataba de procesar su propuesta. Con un dedo recorrió mis labios sin quitarme la vista de los ojos.
-Anda, compláceme, quiero ver como lo hiciste. - pidió de nuevo.
Entonces se sentó en la orilla de la cama, yo sentía que mi corazón se me salía por la boca, nunca antes había experimentado algo así, pero, él lograba sacar una parte de mí que desconocía que tenía, así que le sonreí seductoramente y comencé a desabrochar mi camisa mientras las yemas de mis dedos acariciaban la piel que iba quedando al descubierto.
Él tenía sus ojos fijos en mí y esa era razón suficiente para estar excitado. Le di la espalda y bajé la camisa de un lado, desnudando uno de mis hombros, después bajé la otra parte y acaricié mi otro hombro, finalmente me la quité y la tiré al suelo.
Me di la vuelta con mis manos sobre mis pezones, me los acaricié con los dedos pulgares sin quitarle los ojos de encima, jugueteé con ellos apretándolos un poco y él colocó su mano sobre el bulto que se le marcaba en el pantalón, yo le sonreí.
Me agradaba demasiado ver que yo era el causante de esa erección.
Nuevamente le di la espalda y bajé el cierre de mi pantalón que instantes después cayó al suelo, dejando a su vista mis nalgas mientras bajaba lentamente mi ropa interior.
Una vez completamente desnudo me senté en el sillón frente a él, que ya se había librado de la prisión de su pantalón y acariciaba su erección, eso me impulsó y me acaricié el cuello, mi mano bajó por entre mis pezones, pasó por mi estómago y finalmente se colocó en mi parte más intima, me arqueé un poco mientras con mi mano libre agarre mi miembro, haciendo movimientos de arriba hacia abajo.
Chupe dos de mis dedos, los inserté y saqué en repetidas ocasiones ya jadeando, cerré los ojos al sentir que casi llegaba al orgasmo cuando, de pronto, él me detuvo, evitando que eso sucediera.
Tomó mis dedos y se los llevó a la boca, los chupó unos instantes, después soltó mi mano.Se colocó sobre mí y se introdujo de un tirón, emití un grito al sentirlo dentro con esa fuerza, sus manos sostenían mis piernas a la altura de las rodillas mientras entraba y salía de mí fuertemente, gimiendo al igual que yo, su expresión retorcida me fascinaba y entonces lo detuve obligándolo a salir de mí, me miró confundido.
- ¿Qué haces? - preguntó con la voz entrecortada.
-Lo que me pediste, complacerte - susurré en su oído.
Hice que se sentara en el sillón y yo me senté encima de él, hincado con las piernas abiertas, absorbiendo su miembro en mi interior, él puso sus manos en mi cintura, pero, yo las retiré y las entrelacé con las mías colocándolas a un lado de él, impidiéndole que me tocara, él me miró fascinado mientras yo me movía libremente lamiendo su cuello y después gimiendo en su oreja, asegurándome que mi aliento le llegara al interior.
Comencé a moverme con más velocidad, faltaba poco para llegar al éxtasis y juntos lo alcanzamos emitiendo un gemido bastante audible. Me dejé caer sobre su hombro y le solté las manos,su abdomen estaba sucio debido a mis escencias.
Emití otro gemido que no pude evitar y él soltó una risita. Me senté a su lado con las piernas temblorosas recuperando poco a poco mi respiración normal, de pronto un gruñido proveniente de mi estómago hizo que me avergonzará.
- El ejercicio intenso provoca hambre - dijo sonriendo.
- Sí, la falta de alimento también, hoy no comí porque...- él arqueó una ceja y entonces recordé las reglas, estaba a punto de dar más información de la necesaria. - No me dio tiempo . - terminé diciendo.
- Bueno, podemos pedir servicio a cuarto. -
- ¿A esta hora? - pregunté sorprendido, calculé que serían cerca de las diez de la noche.
- En este hotel hay servicio las 24 horas. - Se levantó del sillón y lo miré caminar desnudo, tenía un cuerpo muy bien tonificado, supuse que hacía ejercicio.
Tomó el teléfono y dígito tres números, se volteó hacia mí.
- ¿Qué quieres? - preguntó y después le dijo a quien le respondió que esperara.
- No conozco el menú de aquí, ¿alguna sugerencia?
- Hamburguesa, son lo mejor.
- Vale, una, pero las papas en otro plato, por favor... gracias.
Me miró algo extrañado mientras le repetía a su interlocutor lo que yo le había dicho y pidió otra hamburguesa sin cebolla y dos zumos, entonces, el sorprendido fui yo, no imaginé que fuera a acompañarme.
Colgó el teléfono y se acostó sobre la cama, tomó el control remoto y encendió el enorme televisor de pantalla plana, yo me metí al baño a lavarme las manos. Me miré al espejo, tenía en el rostro una amplia sonrisa.
Él surtía un efecto en mí bastante poderoso, todo de él me afectaba, su olor, su sabor, su cuerpo.
Recordé las reglas y decidí quedarme ahí mientras llegaba la comida, preferí eso a salir y soportar su indiferencia.
Minutos después salí envuelto en una toalla de la cintura hacia abajo, no supe porque, pero me daba vergüenza que me viera desnudo si sólo estábamos teniendo relaciones, él tenía puesta una bata blanca con el logotipo del hotel y estaba sentado frente a la mesa, las hamburguesas ya habían llegado, así que recorrí la silla frente a él y me senté
Empecé a comer mientras él hacía lo propio y me miraba.
- Son ricas, ¿verdad? preguntó y después se comió una papa.
- Sí, tienen un sabor especial.
- Receta secreta de la casa.
Le sonreí mientras le daba otra mordida a mi hamburguesa, era tan extraño todo eso, de pronto, sentí que su pie acariciaba mi rodilla, cerré los ojos en automático, no podía controlarme cuando sentía su piel rozar la mía, abrí los ojos y me sonreía traviesamente.
Decidí seguirle el juego, así que tomé la papa más larga que vi, hice mi cabeza hacia atrás y la introduje completa en mi boca, él frunció el ceño encantado y se mordió el labio inferior mientras yo masticaba la patata lentamente, su pie seguía acariciando mi pierna de la rodilla hacia abajo, abrí un poco las piernas y me deslicé un poco en la silla para que él pudiera alcanzar la parte interna de mi muslo, tomé la hamburguesa y la mordí suavemente, tratando de que pareciera sensual.
Él me miraba sonreía, noté que su pecho se movía un tanto agitado, al parecer la seducción a través de la comida estaba funcionando, yo sentía endurecer mi parte.
Y Terminamos de comer y bebí el zumo que habían llevado, jugueteando sensualmente con la pagita, él también se bebió el suyo creo que de un solo trago.
Se levantó y se quitó la bata. Mi respiración ya estaba agitada, necesitaba de él y con cada encuentro crecía más esa necesidad.
Se acercó a mí completamente desnudo, me quitó la toalla y me besó desesperadamente mientras nuestros miembros se frotaban.
Con una mano hice a un lado los platos y él me ayudó a sentarme sobre la mesa, abrí las piernas sólo lo necesario para dejarlo entrar y después enrollé mis piernas en su cintura, aprisionándolo para lograr un mejor roce mientras él se movía en mi interior.
Le supliqué por más con mi voz distorsionada, él sonreía satisfecho de escuchar eso e incrementaba los movimientos, tenía una de sus manos en mi cuello y la otra en mi muslo que apretaba ligeramente, yo hice la cabeza hacia atrás por la intensa excitación que sentía, mis manos estaban sobre su pecho, subiendo y bajando, acariciando sus pezones.
Hice mi cabeza hacia adelante y él me besó con ansias, moviendo su lengua sobre la mía de manera intensa, los movimientos de su cadera aumentaron más y él rompió el beso, un gruñido escapó de su boca mientras terminaba dentro de mí ocasionando que yo también llegara al clímax literalmente maullando.
Volvió a besarme sin salirse de mí y después recargó su cabeza en mi hombro tratando de recobrar la conciencia al igual que yo.
Se separó y sentí un enorme vacío en mi interior cuando su masculinidad salió de mí, podría tenerla por toda la noche dentro. Se metió al baño y entonces yo tomé mi camisa que empecé a abrochar.
- ¿Qué haces? - lo escuché decir y me sobresalté.
- Vistiéndome - dije con un tono de voz como si no fuera evidente.
- Aún no terminamos o, ¿ya te tienes que ir?
- No, es sólo que... bueno, entre las reglas y tu actitud, no sé cuando esto se acaba.
- Cuando veas que yo me visto esa es la señal - dijo fríamente.
Yo debía estarme volviendo loco, esa frialdad, esa indiferencia, esas extrañas reglas, lejos de hacer que saliera corriendo de ahí me plantaban en esa habitación, como un árbol echando raíces.
Él ejercía un extraño embrujo en mí, estaba volviéndome adicto, esa era la palabra correcta para describir lo que sentía, nunca antes había experimentado esa sensación, tomaba alcohol en fiestas, pero nunca he sentido la necesidad de consumirlo sin sentido.
El cigarro lo había probado sólo una vez y no me gustó.
Pero, el verlo ahí, parado frente a mí, mirándome como si me estuviera analizando me hacía desearlo, necesitarlo y sentirlo dentro de mí y eso debía sentir un alcohólico cuando tenía una botella enfrente.
Acortó la distancia que nos separaba, con la punta de su lengua lamió mis labios mientras sus dedos desabrochaban el par de botones que yo había logrado abrochar de mi camisa, la abrió y colocó sus manos en mi cintura atrayéndome hacia su cuerpo en tanto introducía su lengua en mi boca y frotaba la mía.
Mis manos rodearon su cuello y se lo acariciaron, sentí como sus enormes manos acariciaban la piel de mi espalda, me separé un poco mientras él me dejaba completamente desnudo de nuevo, sin dejar de besarnos, empezó a caminar dirigiéndome hacia la cama, cuando la sentí con la parte trasera de mis piernas me senté.
Él fue por un condón mientras yo me subía y me acostaba. Él se tumbó en mí y lamió mis pezones alternadamente, en tanto su mano acariciaba mi cadera, yo acariciaba su cabello, él continuó besándome hasta mi cuello, al que le dio ligeras mordidas.
Lo hice darse la vuelta y yo fui ahora el que quedó encima de él, le besé y lamí el cuello tomando el condón de su mano, me hinqué sobre sus piernas y le coloqué el condón deslizando las yemas de mis dedos en su erección, él jadeo y acto seguido me senté sobre su miembro y comencé a moverme en círculos colocando mis manos sobre su abdomen apoyándome. El gimió más fuerte.
- Oh sí, así - exclamó con la voz entre cortada.
- ¿Te gusta? - pregunté con un hilo de voz.
- Sí, sigue, no te detengas - suplicó.
Seguí moviéndome lentamente, tratando de prolongar la excitación, suavemente hacia arriba y abajo sintiendo sus dedos apretar mis caderas y me detuve.
Con un ágil movimiento, él hizo que me acostara y me embistió con fuerza, entrando y saliendo de mi, mientras nos mirábamos fijamente rozando sus labios con los míos, sentía su aliento que, aunado a sus movimientos, me estaba volviendo loco.
Incrementó la cuerpo haciéndome velocidad y yo lo abracé con mis piernas por sus caderas, mientras que con una de mis manos agarraba mi miembro haciendo movimientos de arriba a abajo,sentí que llegaba al orgasmo mientras él embestía por última vez y colapsaba en mi cuerpo.
- Eres fantástico susurró en mi oído.
- Y tú eres único. - respondí aún con la voz distorsionada.
De hecho se me olvidó mencionar que está historia tiene mucho Lemon Jsjsj.
O sea, si tiene su trama, pero la mayoría de capitulos trata de esto.
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