Fui a mi habitación y primero hablé con mi contacto del estadio y le pedí cuatro pases para el palco familiar. Después le marqué a NamJoon, sonaba y sonaba, pero no me contestaba, estaba a punto de colgar cuando finalmente respondió.

– Hola JiMin, ¿cómo estás? – contestó un tanto agitado.

– Bien ¿y tú? ¿interrumpo? – pregunté serio ante la posibilidad de que estuviera con él.

– No para nada, ¿en qué puedo ayudarte?

– Quiero invitarte al partido de los Gigantes del lunes por la tarde, ¿puedes?

– Claro, hace mucho que no voy a un partido en vivo.

– Pues ya está, te regalo un pase doble para palco preferencial, te los hago llegar a tu oficina el lunes por la mañana.

– Perfecto, muchas gracias.

– No tienes nada que agradecer, nos vemos el lunes – colgué feliz.

Después de cenar, Chaeyoung y yo fuimos al teatro, la obra estuvo entretenida, me gustaban los musicales y la más feliz era mi amiga que cantó todas las canciones.

Al terminar, la llevé a su departamento y luego me fui al mío. El domingo no hice gran cosa, no salí, estuve tocando un rato el piano, quería escribirle una canción a  mi hermano para el día de su boda, pero no encontraba la inspiración, así que sólo toqué canciones que ya me sabía.

El lunes por la mañana me llegaron a mi oficina los pases para el partido y de inmediato le mandé a NamJoon los suyos. Casi todo el día estuve con la desesperacion de si iría Taehyung con él, no quería llevarme una desagradable sorpresa como la vez de la cena, así que decidí averiguarlo, estaba afuera del edificio de Chaeyoung esperando a que saliera cuando tomé mi movil y le marqué a Taehyung.

– Hola – contestó un tanto nervioso.

– ¿Estás libre esta noche? – pregunté sensualmente para escuchar su reacción.

– No... lo siento, un... compromiso previo – eso me indicó que sí iría.

– Entiendo – respondí haciéndome el ofendido.

– ¿Podría ser mañana? – no precioso, será hoy aunque no precisamente en el hotel.

– Quizá... buenas tardes – fue mi respuesta y le colgué.

Sonreí, al fin se había llegado el momento de terminar de mandar al demonio las dichosas reglas, hoy Taehyung conocería mi nombre, hoy yo entraría de manera formal a su vida y me daría una idea de cómo era su relación con NamJoon y que tanto significaba yo para él.

Chaeyoung subió al coche y me miró desconcertada, me preguntó de qué me reía y le dije que de nada, encendí el coche y nos dirigimos al estadio.

Al estacionarme sonó mi movil era de la oficina así que lo respondí y estuve explicándole unas cosas a mi asistente, después de colgar nos bajamos del coche y caminamos hacia el palco, antes de entrar Chaeyoung se encontró a unos amigos, los saludé y ella se quedó con ellos.

Cuando estuve dentro los vi sentados, mi corazón se disparó, saludé a NamJoon que se puso de pie y me dio un abrazo, Taehyung estaba petrificado en su asiento, debió reconocer mi voz y sonreí. NamJoon ayudó a Taehyung a levantarse y él me miró sin dar crédito a tenerme de frente, al lado de su novio.

– Cariño, te presento a Park JiMin, uno de los inversionistas más jóvenes y exitosos del país, él es Taehyung, hermoso, inteligente y talentosísimo hombre del mundo de la publicidad y lo mejor, es el dueño de mis quincenas – dijo NamJoon.

Pobre idiota, ignoraba que a mí me pertenecían su cama y su pasión, eso sí era lo mejor, ser el dueño de sus noches, no de sus días, aunque, claro yo podría ser feliz teniéndolo de tiempo completo, no habría ningún compromiso de trabajo más importante que él, ni mucho menos una "princesa" que se interpusiera en el camino. Lo abrazó y eso me molestó, pero tenía que mantener mi farsa, así que agradecí de nuevo las clases de actuación y le estreché la mano que él retiró rápidamente.

– Sin que me lo tomes a mal NamJoon, tienes un novio muy lindo – tenía que hacerle saber lo que pensaba de él y se ruborizó al escucharme.

– Oh, yo lo sé, gracias, además es un excelente chico, el único que me aguanta el ritmo de trabajo y casi no se queja, por eso trato de complacerlo lo más que se pueda – excepto en la cama o no tendría porque recurrir a mí, pensé mientras les sonreía.

– Sí, se ve que están muy enamorados – aseguré sólo para ver su reacción.

Entonces, Taehyung palideció, NamJoon le preguntó si se sentía bien y él respondió que se le había subido la cerveza y fue al baño, qué ganas de seguirlo y hacerlo mío ahí mismo, con el novio cerca, ver quien tenía más influencia sobre él, pero tenía que dejar que asimilara las cosas, realmente había sido una impresión muy fuerte verme ahí y darse cuenta que conocía a su novio.

NamJoon fue tras él y en ese momento entró Chaeyoung y le preparé una bebida, después ellos regresaron y mi amiga saludó a Nam y él los presento, me llamó la atención que por segunda vez lo llamara TaeTae, supuse que así le diría de cariño, que tipo tan falso, bien que se revolcaba con la tal "princesa".

Les pregunté qué querían de tomar y luego de servirles, entregué sus respectivos vasos a cada uno y rocé a propósito los dedos de él que se puso más nervioso. Tomé a Chaeyoung de la mano para caminar a nuestros lugares, no me gustaba nada ver a Taehyung con NamJoon y quería corroborar si a él le molestaba verme con una mujer, claro que desconocía que se trataba de mi mejor amiga.

A pesar de estar poniendo atención al partido y celebrar con Chaeyoung las anotaciones, estaba pendiente de Taehyung, lo miraba de rabillo y, aunque él quería ser discreto, me di cuenta de la forma en que miraba a Chaeyoung ¿sería posible que estuviera celoso? ¿acaso su novio no le importaba tanto? Entonces se puso de pie y supuse que iba al baño, dejé pasar unos minutos y me levanté con el pretexto de ir por otra bebida y lo vi parado sirviéndose un zumo, en verdad moría por besarlo, pero debía guardar la compostura, aunque no estaba de más ver si él tenía las mismas ganas que yo.

– ¿Disfrutando del partido? – susurré en su oído parado detrás de él.

– No tanto como tú – dijo serio y ahí obtuve mi comprobación, sí estaba celoso.

Me cuestionó de dónde conocía a NamJoon y le respondí con la verdad, entonces me preguntó la razón por la que lo había llamado antes y le mentí, no era tonto, sí había percibido que yo sabía que estaría ahí. Me dio risa escuchar que dijera la frase que le había escrito en el papel sobre que la vida era un equilibrio y más el que agregara que no se la pasaba teniendo sexo todo el día, le respondí que yo tampoco, sin embargo, le hice saber que con él sí podría, no estaba seguro de eso, era mucho alarde, francamente, sólo quería que supiera que era especial para mí.

Después de que terminó el partido nos dirigimos al estacionamiento, Chaeyoung propuso que fuéramos a cenar, pero ellos se negaron, Taehyung argumentando que le dolía la cabeza y NamJoon que tenía que trabajar al día siguiente, le rebatí que no todo en la vida era trabajo y dinero, que había que darse tiempo para disfrutar de los placeres, Taehyung repitió la frase del equilibrio, me agradaba escuchar que me tuviera en mente.

Cuando nos despedimos le sonreí amablemente y deslice mis dedos por su mano mientras la retiraba y lo vi partir abrazado de NamJoon, eso me quitó la sonrisa de la cara, que ganas de gritarle que lo dejara, que él me pertenecía, pero, en realidad no era cierto, yo seguía siendo un intruso en su vida, aunque ahora supiera mi nombre.

– No puedo creerlo – exclamó Chaeyoung  haciendo que dejara de mirarlos y centrara mi vista en él – te gusta el novio de NamJoon ¿de dónde lo conoces? – agregó cruzándose de brazos dejándome boquiabierto.

– Por dios Chaeyoung, me lo acaba de presentar, ¿de dónde sacas que lo conozco de otro lado y que me gusta? – dije esperando sonar convincente.

– Otra vez negando las cosas – movió la cabeza exasperada – ¿de verdad piensas que soy tonta? se te olvida que por ser mujer soy muy intuitiva, además de que te conozco de toda la vida ¿vas a negarme que entre tú y él había una tensión muy fuerte? que no es para nada normal cuando acabas de conocer a alguien.

– Estás equivocada Chaeyoung, ya deberías de escribir un libro, últimamente andas muy fantasiosa.

– Y tú sigues insultando mi inteligencia, está bien, si no me quieres decir la verdad, no lo hagas, pero después no vengas a pedirme ayuda porque no sé si te la dé.

La abracé para tranquilizarla, en verdad había olvidado lo perceptiva que era y francamente no pensé que se notara tensión entre Taehyung y yo ¿la habrá percibido NamJoon? esperaba no haberlo metido en problemas, aunque él lo engañara, seguro actuaría como el típico macho si se enteraba que él le hacía lo mismo.

Al día siguiente, quise llamar a Taehyung, después de todo él había preguntado si nos podíamos ver, claro que las cosas habían cambiado desde esa llamada, ahora él sabía quién era yo y la verdad no estaba seguro de que la relación con NamJoon fuera del todo mal, debía quererlo o no estaría con él, la cuestión era averiguar qué tan profundos era sus sentimientos hacia él, pero para eso necesitaba tenerlos cerca, convivir con ellos, ver como se trataban, quizá era buena idea seguir la sugerencia de Chaeyoung e invitarlos a cenar uno de estos días, o tal vez, debía dejar que las cosas siguieran su curso, faltaba poco para el desfile de jungkook y ahí era seguro que lo viera, aunque no sabía si él lo acompañaría.

Dos días más tarde NamJoon yo me invitó a almorzar en agradecimiento por haberlo invitado al partido y de paso veríamos unas nuevas inversiones, así que quedamos de vernos a las dos en el restaurante del Hotel Renaissance. Llegó muy puntual y mientras esperábamos que nos llevaran la comida hablamos de negocios y después hizo un comentario sobre tomar vacaciones que me dio una gran idea.

– ¿Así que piensas tomarte unos días libres? – pregunté después de tomar agua.

– Es mi intensión, tengo como seis meses prometiéndole a Taehyung que viajaremos y no he podido cumplirle – sin querer me estaba proporcionando información valiosa.

– ¿Y tienes algún lugar pensado? – mi mente maquiavélica estaba trabajando.

– La verdad no, tal vez la playa, no sé.

– Pues yo tengo una pequeña casa muy cerca de Busan, si quieres te la puedo prestar por un fin de semana.

– ¿En serio?, eso sería fabuloso, siempre he querido ir a Busan a pasar unas vacaciones.

– Y a... – estaba a punto de decir "Tae", pero logré quedarme callado a tiempo, ya que él no lo llamaba así – ¿a tu novio le gustará ir allá?

– Seguro, con tal de estar conmigo irá adonde sea – arrogante, lo que no sabía es que no estarían solos.

– Si quieres consúltalo primero con él y ya después me avisas.

– Más bien tengo que consultar con mi jefe que días puedo ausentarme de la oficina.

– Pues cuando sepas la fecha exacta me avisas para darte las llaves.

– Gracias, yo creo que será en dos o tres fines de semana, yo te confirmo – sonó su movil y sonrió al ver de quien se trataba – permíteme unos minutos, es de la oficina – se excusó y se levantó de la mesa.

¿De verdad habría creído que me tragué su cuento? ni siquiera era Tae el que le llamaba, no tenía porque alejarse si se tratara de él y menos con lo que acabábamos de platicar. Que rabia me daba saber que él ignorara lo que realmente hacía su noviecito en su ausencia, aunque por otro lado y pensando mejor las cosas, eso era una ventaja para mí, me estaba facilitando el camino hacia él y quizá algún día yo sería quien lo desenmascarara y ya no habría ningún obstáculo para que él estuviera conmigo, en dado caso que así lo quisiera Tae, tenía que asegurarme que estuviera igual que yo y en ese viaje me daría cuenta, ese viaje sería decisivo para el curso que tomarían las cosas entre él y yo.

Después de varios minutos NamJoon regresó con una sonrisa idiota en la cara, ¿cómo podía ser tan cínico?, y no es que me espantara lo que hacía, yo era un mujeriego, pero al menos no engañaba a ninguno, sabían perfectamente como estaban las cosas, en cambio, él jugaba al novio lindo con Taehyungie mientras se revolcaba con otra que, por cierto, como lo buscaba, mucho más que él que era el novio oficial. Luego de comer y platicar otro rato quedó de llamarme para confirmarme cuando irían a Busan y nos despedimos para regresar a nuestras respectivas oficinas.

Los días siguieron pasando y Tae no me llamaba, así que decidí respetar su decisión y yo tampoco lo busqué ni fui a espiar a su departamento, quizá él ya no quería verme, tal vez me había buscado porque tenía problemas con NamJoon y ya los habían solucionado, la única esperanza que me quedaba era verlo en el desfile de mi hermano que sería esa noche.

Salí de la oficina y fui a mi departamento a cambiarme, después pasé por Chaeyoung y nos dirigimos al hotel. Al llegar se nos acercaron los fotógrafos, posamos unos instantes y luego caminamos hacia Jungkook que estaba con Taehyung, quien al vernos se fue, se veía tan hermoso con ese traje colorido, creación de mi hermano. Éste me abrazó y también a Chaeyoung, estaba tan contento, uno de sus sueños se estaba haciendo realidad y yo me sentía orgulloso de él.

Minutos más tarde Taehyung salió de dondequiera que estuviera y Chaeyoung se acercó a saludarlo, yo lo admiré por unos instantes y después me uní a ellos, no pude evitar acariciar su mano cuando estrechó la mía, se puso nervioso ante el contacto y yo sentí deseos de abrazarlo, pero otra vez tenía que mantener la compostura, estábamos en un lugar público y Chaeyoung ya se había dado cuenta que algo más había entre él y yo así que caminamos a nuestros lugares para ver el desfile. Sin embargo, no podía dejar de mirarlo, lucía espectacular y mi mente lujuriosa imaginó varias formas de quitarle ese traje y hacerlo mío, incluso en ese mismo lugar. De repente, él se levantó y lo seguí con la mirada, entró a una de las bodegas, esperé unos minutos y luego me puse de pie.

– ¿Adónde vas? – interrogó Chaeyoung agarrandome del brazo.

– Al baño – respondí muy seguro, pero mi amiga me hizo una mueca.

Entré a la bodega y vi a Taehyung sentado en un sillón con su cabeza entre sus manos, inspeccioné el lugar buscando el cuarto del aseo, necesitaba tenerlo entre mis brazos, besarlo, acariciarlo, hacerla mío, iba preparado para eso y había encontrado el momento preciso. Así que me acerqué y le pregunté cómo se sentía, él me miró un tanto asustado y nervioso, me encantaba ponerlo así, entonces le sugerí que tenía que relajarse y se negó rotundamente a subir a la habitación argumentando que estaba mi familia y mi novia, quise reírme ante ese comentario y estuve a punto de dejarlo en su error, pero no lo hice, no quería que tuviera una imagen equivocada de mí, entonces lo hice levantarse y lo encaminé al pequeño cuarto.