diecinueve
Han pasado tres semanas desde la primera carrera del año en Bahréin. Tres semanas desde el accidente de Charles, tres semanas desde mi charla con él y desde que descubrí lo que verdaderamente pasaba.
Justo al llegar a Madrid fui a dejar las cosas claras a mis jefes tan, claro lo dejé que me fui de mi trabajo. Sin consultarselo a nadie, pero es que me daba lo mismo. Ellos no se tienen que meter en mi vida personal porque no son nadie para hacerlo.
Las cosas con Charles ahora están mucho mejor, hay cordialidad y nos tratamos como amigos. Aunque, ambos sabemos lo que sentimos el uno por el otro, pero mi corazón aún tiene que sanar.
Estamos en Italia para la segunda carrera del año. Y ahora mismo, estoy viendo como Carlos concede otra entrevista, una de las tantas que ya lleva en el día de hoy.
- Zoe, ¿estás dormida? - me pregunta Carlos, cuando justo acaba de terminar una de sus entrevistas.
- No pero tengo mucho sueño, estoy agotada.
- Ve a descansar a la habitación del hotel anda.
- No sabes cuanto te lo agradezco. - digo y cojo las llaves de la habitación.
- Pero espera sola no puedes ir, Zoe.
- ¿Cómo que no?
- No porque estás muy cansada, y eres capaz de dormirte conduciendo el coche, así que te llevará otra persona - dice y mira hacia su alrededor. - Espérate que ya vengo.
- No tardes que me duermo aquí mismo. - digo y se ríe.
Tres minutos después contado por el reloj lo veo venir con Charles.
- Hala ya puedes ir Zoe, Charles cuidala en el viaje.
- Eso siempre. - asegura el monegasgo.
- Adiós Carlos, nos vemos luego - me despido de él, con un beso en la mejilla.
- Adiós, descansa.
Charles y yo comenzamos a alejarnos del paddock para ir hacia su coche.
- Gracias - agradezco, con una sonrisa cuando me abre la puerta.
- No es nada - dice y guiña un ojo.
Deja de hacer eso por dios, me pone nerviosa.
- ¿Por qué estás tan cansada? - me pregunta, una vez que ya ha puesto en marcha el coche.
- He empezado clases telematicas y estoy agotada, desde las nueve a las tres tengo las clases.
- ¿Has dejado tú trabajo de modelo? - pregunta sorprendido.
- Sí. Pero no quiero hablar de ese tema porque ellos no se merecen ni un solo segundo de mi tiempo - respondo.
- Woo y ¿esa Zoe? - cuestiona, y reímos.
- ¿Cómo te ves para la carrera? - pregunto mirándolo.
- Me veo bien, espero hacer un buen resultado y que mejor que aquí en italia, que es territorio Ferrari.
- Me gustaría verte en el podio - me atrevo a decirle.
- Si me monto en el podio, estate preparada porque te dedicaré el podio. - dice y me deja sin habla. - ¿Te ha comido la lengua el gato, Zoe? - pregunta con gracia, después de unos minutos en los que no he dicho nada.
- Que gracioso, Charles.
- Siempre lo soy, Zoe.
El coche se llena de tensión, pero no una tensión mala sino todo lo contrario.
- Llegamos señorita - me informa y efectivamente estamos ante el hotel.
- Gracias.
Bajo del coche y me doy cuenta de que Charles viene detrás mía, pero no le digo nada.
Subimos a la segunda planta que es donde está mi habitación.
- ¿Vas a pasar? - pregunto, mientras meto la tarjeta para abrir la puerta.
- Si tú me dejas.
- Yo voy a dormir, tú has lo que tu quieras. - digo y asiente.
Me meto en la cama y me quedo dormida al instante. Siento como Charles también se tumba y pasa un brazo por mi cintura.
Me levanto una hora y media o dos más tarde. Y ya Charles no está, pero veo que hay una pequeña nota.
Querida Zoe:
me he tenido que ir para terminar mis últimas entrevistas del día.
Espero que te haya sentado muy bien el sueño.
Te quiero ❤️
Charls.
Me llevo la nota al corazón y suspiro, ay por dios porque no deja de ser tan bonito este chico.
Justo cuando me levanto de la cama llaman a la puerta.
- Zoeeeee, abre.
- voy, Lando.
Me acerco abrir y allí me encuentro a Lando con una pequeña sonrisa en su rostro.
- Hey Zoe, vamos a comer ya. Todos te estamos esperando. - apunta y aparecen los demás.
- Vamos Zoe que hay pasta.
- Uhhh voy voy - digo y salgo rápidamente de la habitación.
- Ya sabemos con qué chantajear a Zoe cuando queramos algo, con pasta. - dice Pierre y lo miro mal.
- No os paséis. - digo y me apresuró para llegar a el comedor.
Llego al comedor y me echo un plato lleno de pasta.
- No sé dónde metes los kilos - dice Lando, yo niego con la cabeza.
- Y yo que pensaba que ya lo había visto todo. - añade George, riendo.
- No me hagáis reír mientras como por favor. - pido y sigo a lo mío.
- No hija mía, come tranquila. - dice Carlos.
- Charles, ¿Zoe come toda esa cantidad de pasta? - pregunta Max a Charles.
- Sí y porque hay más personas aquí, que si no se comería toda la bandeja entera. - responde.
- Anotado que no podemos ir a comer pasta con Zoe, que se come nuestros platos - dice Daniel y le saco el dedo del medio.
Cuando acabo el plato me siento en la gloria, dormir un poco y comer era lo que necesitaba.
- ¿Y bien qué hacemos ahora? - pregunto.
- Parece que la niña ya no está como un zombie. - dice Carlos, y niego.
- Podemos ir a dar una vuelta cerquita de aquí. - aconseja Max, y yo asiento.
- Si está bien - dice Charles.
- Bien, pues en media hora os quiero aquí a todos. - comenta Carlos, cada uno sube a su habitación.
Subo a mi habitación y rápidamente me cambio de ropa, ya que esta mañana iba con un simple chándal, ante todo cómoda la verdad para estar allí viendo las entrevistas.
@zoegarcia
Aún me faltan quince minutos y justo mi teléfono suena, veo que es un mensaje de Lando y de Carlos.
- Hola hola - dice Lando entrando y saltando en la cama.
- Niño chiquito - decimos Carlos y yo a la vez, chocamos las manos.
- Lo que ustedes digáis - dice Lando rondando los ojos.
- Bueno a lo que vamos - dice Carlos llámando nuestra atención.
- ¿Qué pasa? - pregunto desconcertada.
- Tienes una sonrisa que ni el gato de Alicia en el país de las maravillas ¿Ha pasado algo con Charles? - pregunta Lando.
- No, simplemente ha dormido aquí un rato.
- Eso ya es un paso, pero me apuesto a que ha habido algo más que eso pero no lo dices. - dice Carlos mirándome fijamente. - Pero no te voy a obligar, y ahora vámonos que nos esperan.
Bajamos a la planta baja y allí están esperándonos.
Vamos a una cafetería muy cerca del hotel y nos sentamos a tomar algo.
Damos una vuelta por las calles que están más cercas del hotel y después volvemos de nuevo al hotel.
Nos vamos cada uno a su habitación para ducharnos y luego bajar de nuevo a cenar.
Para cenar comemos una ensalada y una tortilla francesa.
Cuando acabo de cenar decido subir a mi habitación y me quedo en el balcón admirando las vistas del anochecer. Siento la puerta abrirse y me encuentro frente a Charles.
- La puerta estaba abierta - me dice y me giro para verla, efectivamente estaba abierta.
- No me había dado cuenta.
- Se ve, ¿qué haces?
- Tomar un poco de aire y ver las vistas desde aquí.
- Es bonito. - indica, poniéndose a mi lado.
- Lo es.
- Pero no más bonito que tú - susurra mirándome a los ojos.
Lo miro de vuelta y estamos a escasos centímetros. Nos vamos acercando más hasta que nuestras respiraciones casi se mezclan.
- Lo siento Charles, no puedo - sigo rompiendo los centímetros que nos quedaban.
- Yo también lo siento - dice rascándose la nuca. - Mejor que me vaya ya.
Sale por la puerta y suspiro fuerte mientras me apoyo en la barandilla y me dejo caer al suelo. Soy idiota en este momento, claro que lo soy.
Miro las redes y no paran de salirme fotos de hoy en las que salimos charles y yo.
- Ojalá volver a esto.
nuevo capitulo!!
me paso hoy por aquí para dejar este capítulo y aprovecho que no hay instituto, nos vemos el viernes ❤️.
espero que os guste y que os esté gustando la historia ❤️.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro