2._La elegida
Cuando la muchacha despertó respiro un olor a zoológico. Después oyó un coro de aves y animales. Por ultimo descubrió estaba atada a una silla. Sus ojos estaban vendados,su boca amordazada. Lo ultimo que recordaba fue haber ido por unos víveres,pero no sabia hace cuanto de esto. Hacia frío en aquel lugar y estaba húmedo también. Le habían quitado su abrigo y los zapatos,pero su cuerpo lo sentía intacto. Quizá estaba bajo el efecto de alguna droga. Descarto esa idea,se sentía bastante lucida. Cuando estuvo segura de que no había nadie más ahí,comenzó a tirar de las cuerdas entorno a su muñeca logrando liberar la de su mano derecha. Rápidamente se quito la venda entorno a sus ojos,logrando ver que estaba en una especie de sótano, muy bien iluminado por unas largas ventanas rectangulares,a través de las cuales se podia ver vegetación. Al quitarse la mordaza,respiro mejor.
La mujer respiro profundamente y contemplo sus pálidos pies,por un momento. Desato su mano izquierda, sus tobillos y se levanto despacio, temiendo alertar a su captor,mas no parecía haber nadie a kilómetros de ese extraño lugar. Una escalera de metal llamo la atención de la chica. Se asomo a ella tan lentamente como una tortuga saca su cabeza del caparazón. Arriba habia una puerta abierta, que parecía dar a un jardín. Una puerta abierta ¿Era real? ¿Alguien se tomo la molestia de secuestrarla para abandonarla en un lugar de donde podía escapar? Por temor tomo una delgada barra de metal de entre unos escombros,para ascender hacia esa puerta. Uno a uno,sus cuidadosos pasos la iban aproximando a la salida, así también iban volviendo los recuerdos y el dolor en su cuerpo.
Lo primero que vio,en su memoria,
fue el rostro de un hombre de ojos negros y cabello alborotado,que la arrastro al interior de un vehículo muy extraño,en cuyo asiento posterior la sometió a golpes. Sus puños tenían una fuerza tremenda. El primer puñetazo la dejo muy aturdida,el segundo la noqueó. No estaba segura de cuanto tiempo paso,pero al recobrar el sentido estaba tendida en una cama con las manos atadas, a una argolla de hierro,en el muro. Recordaba llevar una especie de vestido blanquecino y tener la boca cubierta por un trapo adhesivo. Paso horas ahí,hasta que el hombre que la secuestro,entro por una especie de escotilla en el piso. Llevaba una bandeja con comida en la mano derecha y un maletín de doctor en la otra. Dejo ambas cosas al costado de la cama y le quito la mordaza con brusquedad.
-¿Sufres de alguna alergia alimentaria?-le pregunto con una voz grave y algo cansina.
-No me haga daño-le suplico ella,en medio de un llanto patético y temeroso.
-Responde mi pregunta-le exigió aquel individuo ignorando sus palabras.
Todo lo que pudo hacer fue mover su cabeza de un lado a otro,diciendo que no.
-¿Y a algún medicamento?-le cuestiono de inmediato.
-A la penicilina-logro decir-¿Que me va a hacer?
El hombre no le contesto. Saco una navaja que la hizo soltar unos gimoteos,pero su temor su infundado. Él corto las cuerdas y no le hizo daño alguno. Le dejo la comida y se retiro señalandole donde había un baño. Salir de allí era imposible. No había ventanas,sólo una puerta y muy bien cerrada por lo demás. Aquel hombre, de oscuro atuendo,volvió unas horas después con ese mismo maletín,que la primera vez no abrió.
-Tiendete boca abajo en la cama y descubrete. Tengo que inyectarte esto-le dijo aquel sujeto-¡¿Que estas esperando?!
Y la resistencia fue inútil. Él lograba siempre lo que quería. Por dias recibió toda clase de inyecciones. Algunas dolían bastante,otras la dejaban en un estado de letargo y otras la paralizaban al punto de apenas ser capas de respirar,mas esa no era la peor parte. Eso hombre,al que decidió llamar Black,por el color de su ropa,tomaba de ella todo tipo de muestras sin ningún tipo de contemplación. Le quito muelas,piel,
sangre y otros fluidos que guardaba en probetas que se llevaba con un propósito desconocido.
Una noche...Una noche la sometió a tortura eléctrica y desde ese momento todo fue empeorando. Hubiera querido decir que las violaciones fueron lo peor de su cautiverio,pero esas jornadas eran nada en comparación a otras. Y siempre,todo, parecía un experimento.
Cada paso,cada peldaño fue aumentando el mal en su cuerpo malogrado y el dolor se fue volviendo más insoportable. Arrastrándose como un animal invalido llego hasta la puerta. Lloraba de asco y horror, siendo incapaz de pronunciar palabra alguna. Los años de tormento le quitaron el habla y tantas otras cosas. Como anhelaba volver a los minutos de amnesia que tuvo después de despertar.
El verde fresco estaba del otro lado de esa puerta. El aire no viciado del exterior olvidado,hacia el que apenas podía avanzar.Lo alcanzo gracias un estimulo que pensó olvidado:la esperanza. Un descuido de Black podía,finalmente, ponerla a salvo y volver a su vida,que ya ni recordaba exactamente como era. Se temia haberse inventado demasiadas cosas para mantenerse cuerda,aun que lo más sensato hubiera sido entregarse a la locura.Logro ponerse de pie para atravesar el umbral y tocar,con sus pies,la hierva tierna y húmeda de un espacio rodeado de jaulas que se alzaban a los cielos en muros cilíndricos sobre los cuales,brillaba un cielo perturbadoramente azul. Se quedo atolondrada, por todo lo que sus ojos le mostraban.Por la cantidad de animales reunidos ahí. Por la vegetación que colgaba de pequeñas terrazas. Lo más llamativo de todo era la mujer en el centro de ese pequeño patio circular. Era joven y vestia un vestido blanco. Parecía estar dormida de costado y abrazando algo. De detrás de ella surgió ese hombre,que la miro con una media sonrisa torva para luego saltar hacia ella como un depredador.
Intento correr,pero cayó de bruces siendo atrapada por Black,quien de un pie la arrastró de regreso a ese sótano. La arrojo por las escaleras y al golpear el piso vio cerrarse la puerta llevándose el último has de luz de aquel lugar.
Black volvió con la mujer de blanco que amamantaba a un niño,mientras una parte de la pared se abría para dejar ver el espacio infinito.
-Pronto llegaremos a ese mundo y ahí nos estableceremos. Eres la elegida. Todas las otras fracasaron donde tu triunfaste. No tienes que tener miedo-le dijo a esa mujer de blanco que lo mirada con temerosa timidez-Una nueva humanidad no puede surgir sin antes purgar a sus especímenes más deplorables. Tuvieron suerte de que los encontrara-finalizo y presiono un botón en la transparente consola que surgió del piso,frente a él.
De la larga nave salio expulsada un montón de chatarra y miles de miles de cuerpos humanos,que quedaron flotando en el vacío del espacio, mientras la nave se enfilaba a un planeta con dos lunas.
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