¿Es el amor posible para nosotros los sin chiste?
Le pregunté a mi mejor demonio:

No molestes, llévate a otro lado ese ojo triste,
muérete o vete sin dejar testimonio.

¡Pero hice todo lo que quisiste!
Te sigo desde que tenía veinticuatro,
me engañaste, ve lo que hiciste,
me volviste estelar de tu infernal acto.

Y ahora trato de revertir ese trato tan opaco,
no quiero más cabras ni seres alados;
quiero la normalidad de un día soleado,
gente parloteando con tranquilidad mientras fuman tabaco.

¿Será posible o será un sueño?
Solo pido hallar a mi preciosa Julieta,
si la viera, la haría mía, aunque tuviera dueño.
Ni siquiera importaría que me tratara con desdeño,
con tal de poseer su coqueta silueta,
sería capaz de matar con empeño.

¡¿Por qué te ríes?!

Entiéndelo, nadie puede querer a un tipo como tú,
ya deja de jugar al poeta
date un tiro en la cabeza,
hazle ese gran favor al planeta,
es más, vamos por tu ataúd.

Hablaba y hablaba mi querida aberración,
pero no hice caso y continué mi andar;
y vaya que hice bien en no escuchar,
pues al día siguiente llegó mi bendición.

No es la chica más guapa, ni nada de eso.
Siempre va leyendo, debe ser de gran intelecto,
la vi caminando cuando regresaba del trabajo,
tan propia, tan brillante; fue un momento perfecto.

Desde ese día no hago horas extras,
salgo corriendo buscando verla de nuevo,
corro con antorcha de ilusión perfecta,
esperando encontrarla, iluminarla;
verán como me atrevo.

-Así que el día que la tenga a mi costado
no te quiero ver más por acá

Le dije a mi demonio guardián.

-Porque si te ve dirá...

-Que soy un loco de verdad.