#17
La aldea en donde habita mi familia está cerca. Al pasar una verja de hierro con portón, todo es vegetación. Hay un montón de cabañas pequeñas por doquier, como solía ser. Sin embargo, las plantas están tan altas que me arañan la cara. Y el pantano está justo a unos cuantos metros dónde comienza el bosque, dónde admirabamos a los ciervos. No los cazabamos, porque no era parte de la tradición.
—Tanto tiempo sin verte–, murmulla alguien a mi espalda.
—Pues si–, digo sabiendo muy bien de quién se trata.
—¡Tanto tiempo, ven y abrázame!– exclama Luther al otro lado del camino.
Antes que nada:
•Tranquilos chicos, sigan leyendo.
Luther es mi hermano de corazón e igual de albino peliblanco que yo lo era antes, sin embargo sorprendentemente no esperaba que me reconociera tan fácilmente, me encuentro un poco desilusionado. Pensé que mi cabello naranja contrarrestaria cualquier intento de reconocer quién soy, al menos. En este momento me siento diferente pero volvamos a la trama.
Abrazo a Luther con todas mis fuerzas, propinandole unas palmadas en la espalda. Él se rie y hace igual. Me estrecha tan fuerte que se me hace un hogar, esa muestra de afecto.
—¡Que maravilla!–, murmura—¡Qué maravilla!.
Me suelta, y se aferra a mis hombros, me analiza: ojos, boca, cuello, la ropa que llevo puesta. Sonríe, y por último me revuelve el pelo.
—¡Te ah quedado muy bien eh!.–dice—Ese cambio radical, entonces sígueme tengo que contarte muchas cosas ya que no nos vemos hace... mmm... ¿Unos 12 años?, es muchísimo. No puedo creerlo, pensé que no te volvería a ver nunca más.
Asiento.
—Y aquí estoy, así que no pienses más. También necesito ponerte al día con muchas cosas, estoy hecho un lío. Y bueno, regresé a casa porque no estaba a salvo allá en Primrose Hill's. Corro un peligro enorme.
Sus ojos se desorbitan mientras caminamos.
—¿Qué es lo que pasa?–, pregunta serio.
Lo sigo puerta adentro y al pisar mi casa, aspiró ese aroma familiar y acogedor de tiempos remotos. Que nostalgia.
—Luego me cuentas, ¿O es tan importante?.
—De hecho, si es. Alguien ah intentado matarme y no sé, pero está loco. Fui secuestrado Luther.
Me mira con la boca abierta, no es capaz de decir nada más.
Entonces me abraza una vez más pero este es el abrazo más largo que eh tenido en largo tiempo. Me hago el fuerte.e intento no llorar.
—Todo está bien,estás a salvo–, me dice.
Mis músculos se relajan. Se separa y me ayuda a poner mi bolso en un perchero, junto en el saco de mi traje. Me descalzo como hacía de niño y tomo aire.
—Solo quiero descansar, fue un largo viaje.
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