XXVI
Está vez estaba preparada, recién había pasado por una farmacia, compré varios frascos de vitamina de venta libre, pero específicamente para el periodo de embarazo. Ya que la última vez no pude llevar a Steve a una clínica, haría que tomará los suplementos necesarios hasta que aceptara. También llevaba una canasta de frutas en el asiento trasero. Y en una bolsa aparte varias pruebas de embarazo, que ni siquiera eran necesarias, estaba segura de que saldrían positivas, pues Steve es un super omega, así que era obvio que quedaría preñado al primer intento, pero si él lo pedía le daría el derecho a la duda.
Fury me había solicitado que me uniera a la próxima misión, así que aunque mi antiguo equipo me odiara, yo debía estar ahí, pues ese hombre prácticamente me obligó a aceptar.
No fue difícil que una omega me diera el número de habitación de Steve, quien se podría negar ante una alfa que le llevaba un regalo a su omega. Caminé con las cosas a la vista de todos sin avergonzarme por ello, estaba segura de que algunos sabían que Steve y yo nos separamos, pero no conocían los motivos, así que posiblemente creían que con este regalo el rubio me aceptaría de regreso.
— Hola, Steve. — Saludé cuando abrió la puerta
El rubio parecía confundido por mi aparición y yo no podía dejar de sonreír por su dulce aroma, aún no sé sentía el olor del futuro cachorro, pero anhelaba percibirlo dentro de muy poco.
— ¿Qué haces aquí?
— ¿Puedo pasar y poner esto en la mesa? — Consulté y con algo de duda asintió y me dejó pasar. — ¿Y ya decidiste un lugar permanente para vivir?
— Me quedaré aquí.
— Es acogedor, pero es un buen lugar para... — Me mordí la lengua antes de decir bebé.
— ¿Para?
— Tus cosas siguen en la Torre y aquí no hay espacio suficiente, así que deduzco que buscaras otro lugar para vivir.
— No he decidido nada.
— Puedes regresar a tu habitación en la Torre, yo ya no vivo ahí.
— No, gracias, prefiero estar aquí mientras busco algo fijo.
— Podría comprarte el apartamento que quieras. — Ofrecí sentandome en la cama después de dejar la canasta sobre una mesa.
— Tengo dinero propio, no necesito que me mantengas.
— Lo sé, pero quiero un buen futuro para... — Otra vez me detuve y me quedé viendo la otra bolsa que aún conservaba en mis manos. — Traje esto. — Dije y se lo entregue.
— No hay ningún bebé. — Respondió cuando vio el contenido.
— ¿Ya no? — Pregunté intentando comprender su negativa.
— Nunca lo hubo.
— No es posible, tienes que hacerte la prueba.
— Fury me proporcionó unos anticonceptivos creados especialmente para mi, por eso sé que no hay posibilidades.
— ¿Cuándo?
— Los pedí después de la primera vez que casi olvidamos usar protección.
— ¿Por qué no me lo dijiste?
— Creiste que querría procrear hijos con mi verdugo?
— Yo...
— Te comportaste como un ogro conmigo, no dejaría que fastidiaras la vida de un inocente.
— Se lo que hice, pero intento cambiar.
— Puedes cambiar, pero ya entre nosotros no hay nada, no tienes una excusa para seguirme viendo, porque no tendremos un bebé, sigue con tu vida y yo con la mía, finjamos que nuestros nombres se borraron de nuestras muñecas.
— Diré que nunca tuve uno si es lo que quieres, pero no me prohibas verte. — Supliqué y él negó evitando mi mirada antes de responder. — Por favor. — Interrumpí y me levanté para dejarme caer de rodillas a unos pasos de distancia. — Te lo pido así, si lo quieres, tratame de la misma forma que yo hice contigo, pero no me apartes.
— Levantate y deja de intentar hacerme sentir mal para que acepte.
— Por favor. — Volví a suplicar, caminando sobre mis rodillas para quedar frente a él.
— Toni, lo único que te pedí fue tiempo y tú has aparecido en mi vida cada semana.
— Lo siento, es que no puedo alejarme de ti.
— Tendrás que hacerlo.
Me quedé con mi vista fija en sus ojos, viéndolo desde abajo y finalmente su mirada se posó sobre la mía, la expresión de estos no cambió a pesar de ver los míos inundados de tristeza.
— Dile a Fury que no estaré en la reunión. — Hablé poniéndome de pie cuando el volvió a cambiar su mirada.
— ¿Te unirás a la misión?
— Eso parece.
— ¿Esa es tu forma de alejarte de mi? — Dijo con sarcasmo cuando yo estaba a punto de abrir la puerta.
— El pirata conoce mi secreto y amenazó con revelarlo si no hago lo que quiere.
— Sabes que no lo haría, ¿Verdad?
— Lo sé, pero me gusta tener una excusa.
Sabía que Fury no haría nada, pero era su única ventaja sobre mi, así que la usaría siempre que pudiera.
Finalmente salí de la habitación con rumbo a la empresa, está vez había tomado las riendas en serio, también comencé a ir a terapia, había mejorado mi relación con mis padres, según mis planes lo único que faltaba era ser mejor alfa para mi futuro hijo o hija, pero ahora tendría que ser mejor para mi, no para alguien, ni para Steve, pues ya no me quería cerca de él y no había bebé.
— ¿Todo bien, jefa? — Preguntó Pepper usando ese título para sacarme una sonrisa.
— Cuando centre mi mente en algo todo estará mejor. — Respondí cuando cerró la puerta de la oficina, quedándose ella adentro.
— ¿Quieres hablar? — Formuló siguiendome hasta el escritorio.
— No hay mucho que decir. — Expresé sentandome en mi silla y ella se apoyó en el escritorio frente a mi evitando que tomara las carpetas sobre este. — Steve no está embarazado y no quiere volverme a ver. — solté sintiendo que mi garganta se oprimía por esas duras palabras para mi.
— Lo siento. — Dijo y puso una mano sobre la mía para apoyarme y el silencio nos envolvió.
— Supongo que aquí es cuando aplico el dicho: Es mejor haber amado y haber perdido, que nunca haber amado
— Estoy segura de que encontrarás alguien que si te ame.
— No quiero que alguien más me ame, quiero que Steve lo haga.
— Steve ya no lo hará.
— Entonces, prefiero quedarme sola.
— Toni, solo es un capricho.
— No es eso, él es mi soulmate.
— Toni, te conozco, sé que cuando algo se te mete entre ceja y ceja no paras hasta que lo consigues, ¿Y eso cómo se llama?
— Capricho, pero lo que siento por Steve es algo muy diferente.
— ¿Recuerdas cuando Whitney Frost comenzó a trabajar para ti como asistente?
— No. — Respondí, aunque era mentira, la recordaba perfectamente.
— Tenía novio y como se negó ante tus insinuaciones, a ti se te metió en la mente que te querías acostar con ella, así que arruinaste la relación que tenía con su alfa.
— Ella quería un trabajo en el área de investigación, así que yo le hice una propuesta que ella tomó.
— No intentes sentirte limpia. Tu solo querías probar tu capacidad de tener al omega que tu quieras. — Sentenció y quizás era cierto, todas mis conquistas eran para inflar mi ego, para sentirme superior y que todos supieran que yo conseguía cada cosa que me proponía. — Así que, ahora déjalo, ya te lo llevaste a la cama, ¿Qué más podrías esperar? Cumpliste tu cometido, ahora puedes comenzar a ver que hay personas a las que les interesas, pero tu las ignoras. — Finalizó y comenzó a caminar hacia la salida.
— Soy de lo peor. — Susurré.
— Quizás, pero si abres bien los ojos, te darás cuenta que hay personas que te aceptan tal y como eres.
— ¿Quiénes? — Cuestioné y ella soltó una carcajada. — ¿Happy?— Agregué, lo que la hizo reír más fuerte.
Un escalofrío me recorrió. Jamás estaría con un alfa, habría una guerra de poder demasiado enérgica y yo nunca estaría dispuesta a ceder el control.
●●
— Hueles a Toni. — Fue lo primero que dijo Natasha cuando entré a la sala que nos reuníamos.
— Vino a visitarme.
— ¿Ya la perdonaste? — Averiguó despegando la mirada del libro sobre deltas que leía.
— No. — Contesté sentandome a su lado. — ¿Encontraste algo importante?
— Puedes creer que cuando un alfa muerde a un alfa macho toda su anatomía cambia, por ejemplo, aquí dice que se comienzan a formar órganos para procrear, como si fuera un omega, en algunos casos es un proceso doloroso.
— ¿Hay posibilidades de que pasará eso contigo?
— Asumo que eso pasó, me gusta saber que tengo otra vez la posibilidad de procear.
— Espero lo logres y seas feliz. — Dije al recordar que ella me contó con pesar lo que le había pasado. La sensación para la alfa era devastadora, pero ahora tenía otra oportunidad.
— Al final de cuentas lo que me hizo no fue tan malo. — Declaró y yo le sonreí. — Si se lo cuentas te borraré la sonrisa perfecta que tienes.
— No lo haré. — Respondí inmediatamente borrando mi sonrisa. — Bruce también está feliz de ser un omega nuevamente. — Comenté, pues en la mañana me lo había encontrado y se veía más radiante que nunca.
— A Clint parece no importarle estar marcado. — Acotó la pelirroja. — Pero cuando vea nuevamente a Toni la moleré a golpes.
— Algo me dice que la verás muy pronto. — Manifesté recordando que la alfa se uniría a la misión y Fury aún no se lo decía a nadie.
— No me importara si te está besando cuando la encuentre.
— No lo haremos.
— Es tu soulmate, lo harán. — Afirmó con malicia y yo negué, Toni tendría que probar que de verdad había cambiado para que yo la dejara si quiera tomarme la mano.
5 de Marzo 2022
¡Hola! Lamento mi desaparición, cuando me dio Covid era más fácil escribir, tenía demasiado tiempo libre... aún tengo, pero no hay inspiración. Espero no perderme otra vez.
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