Desperté con la sensación de humedos besos sobre mi abdomen, me removí un poco degustando de dicho toque, hasta que reparé en los dedos sobre mi entrada y mis piernas abiertas, así que apresuradamente abrí los ojos y lo primero que vi fue a Toni desnuda, su cabello castaño estaba echado hacía un lado, nuestras miradas chocaron, la mía desconcertada y la suya maliciosa, me sonrió y mordió suavemente mi costado, antes de que yo pudiera pedirle explicaciones hundió sus dedos en mi interior, sacándome un jadeo de placer pues estaba realmente mojado.

— Estaba esperando pacientemente que despertaras, no te preocupes, no estaba aburrida, jamás lo estaría si estoy contigo, porque lo único que hago es admirarte. —

— ¿Detuviste... — Iba a preguntar sobre el cronómetro que estaba parado cuando ella subió hasta mi altura para morder ligeramente mi oreja.

— Quería darnos un tiempo para sellar nuestro amor.

— Pero...

Sus caricias me desconcentraron, mis piernas automáticamente rodearon su cintura, entre más lo hacíamos más la necesitaba. Besó mis labios y con los talones la incité a entrar empujando su trasero. Lo hizo de forma rápida, de una sola estocada se adentro en mi, adueñandose así de toda mi voluntad. Sujeté mis manos a sus hombros y clave mis uñas en su piel de la misma forma que ella clavaba las suyas en mis caderas.

Estaba cegado por el placer, no podía pensar en nada más que recibir las violentas penetraciones de mi alfa, mi conciencia intentaba decirme que estaba con él enemigo, pero algo debía estar mal en mi, pues no me importaba, quería estar con ella para siempre, que me poseyera esa forma era como tocar la gloria, al mismo tiempo que caía a las profundidades del infierno, el mejor veneno.

Era un prisionero del deseo y me agradaba serlo. Las manos de Toni tenían agarrada la parte de atrás de mis rodillas para tenerme totalmente abierto y dispuesto para ella. La sala estaba llena de jadeos y gemidos, además del ruido que hacían nuestras pieles chocando.

Ella me tenía totalmente embriagado, podría pedirme lo que sea y yo le diría que si, no sabía si era por mi naturaleza o había perdido totalmente mi dignidad con sólo sentir sus feromonas o un amor enfermizo hacía ella.

— Más... Por favor... más.

Le pedí sin ninguna pena y como si fuera posible, ella hizo caso a mis órdenes, con un ritmo más avasallador y sin descanso. Un rato después mis rodillas casi estaban pesadas a mi pecho, no sabía que era tan flexible, Toni sabía probar mis límites.

Su cuerpo se acercó un poco más al mío y besó uno de mis párpados, hasta ese momento noté que estaba llorando de placer y ella con sus labios se llevó mis lágrimas.

Estaba a punto de alcanzar el límite y Toni metió su cabeza entre mi cuello. Sus dientes se enterraron profundamente en mi piel, pero no me dolió en lo absoluto, más bien me llevo más a la cima. Un agradable picor se hizo presente en mi brazo y como pude lo revisé, para mi sorpresa el nombre de mi alfa estaba más brillante que nunca. Hacia un tiempo había notado que parecía desgastado, como si amenazara con borrarse, pero ahora estaba como nuevo, más definido incluso que la primera vez que se imprimió en mi piel.

— Ahh... Toni. — Jadeé cuando mi pene soltó una descarga de semen y ella continuó dándome placer con sus toscas penetraciones.

Chillé encantado cuando Toni se corrió en mi interior y segundos después sentí el nudo comenzando a crecer, me removí un poco buscando estar lo más cómodo posible y dejé que la alfa apoyara su mentón sobre mi hombro.

— ¿Serás mi omega para siempre?

— Para siempre.

— Seremos como uno solo

— Siempre serás mi alfa.

La abracé fuertemente cuando el nudo comenzó a crecer, intentaba no pensar en el dolor, pero con cada segundo lo iba sintiendo más y Toni liberó una ola de feromonas que logró calmar mi ansiedad por esa nueva sensación.

El sudor comenzó a secarse y temblé ligeramente al ver pasar los efectos del orgasmo. Dejé caer mi cabeza creyendo que la apoyaría en algo suave, pero estaba muy cerca de la orilla, de forma que esta colgó fuera de la superficie, pues no había brazo en ese lado del sofá. Y fue cuando los vi, tres cápsulas frente a nosotros, como las que Toni guardaba sus trajes, pero estas eran selladas y tenían a tres de mis amigos adentro. Inmediatamente la empujé y con mis pies me impulsé para sacarla de encima mío, y también arrancar el nudo de mi interior.

— ¿Qué ocurre, bebé?

— ¡¿Qué es eso?!— Grité mientras me sentaba e inmediatamente sentí la semilla de Toni deslizarse fuera se mi.

— Estoy creando la manada perfecta para nosotros, si tenemos un bebé, hay que formar una.

— Pero, ¿Qué les hiciste? — Consulté buscando mi ropa en el suelo y colocandomela apresuradamente.

— Los perfeccioné, en un rato van a despertar, los traje aquí mientras despertabas.

Cuando me cambié fui frente a ellos, Bruce, Natasha y Clint. Estaban inconcientes, pero vivos, se notaba que respiraban. Me sorprendí más cuando vi una marca en el cuello de la alfa y luego noté que los otros dos también las tenían.

— Llevan mi marca, ahora sólo me podrán obedecer a mi, haré con ellos todo lo que tu me órdenes.

— Qué hiciste, Toni. — Susurré abrumado y me giré hacía ella, noté que la cuenta regresiva había comenzado a contar nuevamente. — No puedes continuar.

— Lo haré, porque te lo mereces... Te mereces completamente todo, el mundo debería estar a tus pies por lo maravilloso que eres.

— Toni...

— Es la verdad, perdón por como te traté y las cosas que hice, es que... No era yo, pero, de ahora en adelante serás mi prioridad, no haré nada más que tus deseos.

"Perdón" repitió mi mente y a pesar de todo lo que estaba pasando, se sintió bien.

— Entonces, deten esto.

— No puedo, es por nuestro bien y el de nuestros cachorros.

— No debo aceptarlo. — Establecí cambiando la mirada, pues sus ojos desesperados por amor me harían actuar de forma que no quería.

— Si puedes, es tu derecho, ya sacrificaste mucho, ahora te toca decirle que si a la vida que siempre quisiste, la linda familia que anhelabas, los hijos con los que siempre soñaste... yo te lo daré, te daré todo, solo únete a mi.

¿Cómo se pelea con el deseo? ¿Cómo se le dice que no a la mayor ilusión? El raciocinio queda en el olvido cuando nos exponemos a nuestras ambiciones. Podía sentir la lucha en mi interior, la razón contra el egoísmo y sabía cual iba a perder. No tenía caso intentar luchar, aunque lo hiciera, ella lograría doblegarme y prefería quedarme por decisión propia que por obligación.

Le sonreí y ella supo que todo iba a estar bien. En algún rincón de mi mente, mi conciencia sabía la razón de mi admisión. Era el extremis, ya había interactuando con mis ansias de amor, apenas ella me lo administró tomó el control de mi, al igual que hizo con Toni, encontró sus antojos y buscó la forma de cumplirlos a costa de todos nosotros. Ya no había forma de detenerlos, su intelecto se había vuelto mayor que el de cualquiera, nadie podría pararlo, de todas formas, ¿Cómo acabar con una amenaza que nadie conoce? Ninguno de sus allegados sospechó del plan y los únicos que podían frenar sus proyectos estaban retenidos en cápsulas.

Todo estaba perdido, o quizá no, tal vez Toni en algún momento entraría en razón o yo me perdería al igual que ella.

— Ven, Steve. — Me llamó hacía las paredes de cristal para ver hacia abajo la ciudad. — Admiremos nuestra obra maestra, nada podrá obstaculizar el cumplimiento, ¿Deberíamos hacer un brindis o deberíamos volver a hacer el amor?

Dejé que me besara, sus manos fueron a mi cintura y comenzaron las caricias, poco a poco dejaron de sentirse mal, la culpa fue desapareciendo, el pecado sabía bien, era dulce y probablemente nunca me arrepentiria de la ambiciosa decisión que tomé.

Estaba sin ropa sostenido en un pie, y con la otra pierna apoyada sobre el hombro de Toni, para darle mejor acceso a mi punto de placer, me apoyé en el cristal para equilibrarme y ella estaba a punto de llevarme al nirvana y no soltarme jamás, cuando las luces se apagaron.

— Reinicio completo. — Dijo Jarvis unos dos segundos después y las luces volvieron a la normalidad.

— ¿Jarv, qué pasó? — Consultó Toni alejándose de mi, para buscar la razón del fallo, olvidándose completamente de mi.

Se puso el vestido que estaba en el suelo y yo busqué ponerme mi ropa interior, apenas me cubrí, escuché golpes en las cápsulas. Primero vi a Bruce, tenía su vista fija en sus manos, como si no se reconociera.

— ¡Toni! ¡Sacanos de aquí! — Vociferó la pelirroja.

— ¿Toni? — Se escuchó la voz de Virginia. —¿Estás bien?

— ¿Pepper? — Se confundió Toni..

— Todo está bien, traje a tu padre, él lo va a arreglar, no te preocupes, estarás mejor, te cuidaremos.

— ¿Qué hicieron? — Gruñó la alfa viendo con furia las pantallas frente a ella.

— El compuesto está a punto de salir, cuando lo aspiren el extremis saldrá de su cuerpo. — Habló la madre de Toni.

— No, ustedes son unos simples hombres, no lograrán detener mis intenciones. — Dictaminó y comenzó a teclear rápidamente.

¿El fin estaba cerca? Era muy difícil pelear una guerra que ya sabías estaba perdida.

11 de Febrero 2022

Me dio mucha risa esa lista de lectura 🤣🤣🤣 Pero queda perfecta para la historia