XXI
El vivir en el mismo lugar que Toni se había vuelto cada vez más tortuoso con el tiempo, pasábamos de ignorarnos días completos a discutir como si no hubiera mañana. Eso último me recordaba a nuestras peleas antes de que marcará, cuando no usaba sus feromonas para someterme, en estas semanas no lo había hecho, algo inusual, posiblemente esperaba el momento que yo estuviera más confiado para burlarse de mi.
Natasha y Clint se habían ido a un piso de la Torre para ellos dos, al parecer intentarían algo serio y me sentía feliz por ellos, pero no dejaba de sentir que me dejaban solo y demasiado cerca del peligro. Pero la alfa me había dado consuelo diciendo que estaba a un minuto de distancia, así que si yo la llegaba a necesitar ella estaría conmigo en un santiamén. Aunque, yo era el que había decidido quedarse, de modo que no la culpaba.
Bruce, apenas terminó ayer de llevar sus cosas a otro piso, por lo que solo quedamos Toni y yo en el piso principal. Ninguno de los tres dijo nada, pero la realidad es que en Toni se empeñó en hacerlos desear irse, pues cualquier lugar y momento le parecía bueno para que terminaramos teniendo sexo. Aún me invadía la vergüenza al recordar que el galeno nos encontró en el comedor, yo me sostenía del respaldo de una silla mientras Toni me penetraba cuando él nos vio. La otra pareja también nos había pillado de esa forma, pero habían reaccionado de forma menos exagerada, pues el pelinegro grito de forma despavorida asustandonos tanto que tuvimos que separarnos en el acto.
Natasha me había recordado que yo debía poner un alto, pero no podía evitar desear a mi alfa. Con una sola caricia suya bastaba para que yo mandara lejos mi compostura y aceptara que ella me hiciera suyo sin importar los malos tratos que recibía de su parte.
Hoy Toni no había ido a su trabajo, se había encerrado en su taller y yo no tenía nada que hacer, ya había hecho mis entrenamientos y Alfred no me dejó ayudarle con la limpieza de la Torre ni con el almuerzo, así que sólo me senté a ver las noticias, pues hoy era mi día libre de S.H.I.E.L.D.
Me llamó la atención el nuevo justiciero de los omegas, aún Fury no había dado con la persona que los estaba "Protegiendo". Eso quedaba en duda, pues, el lo sabía todo. Quien estaba detrás de eso estaba matando todos los alfas que usaban una especie de spray sobre su cuerpo, que al interactuar con las feromonas alfa lograba un control completo sobre la casta omega. Teníamos una gran investigación sobre el tema, por ejemplo, quienes lo había creado, a las personas a las que había sido vendido y los lugares clandestinos en los que se distribuía, entre otros factores. Pero el problema es que siempre estábamos un paso atrás de la persona que se encargaba de tomar venganza por su propia mano.
En esta última ocasión el cadáver del alfa encontrado tenía una nota, al parecer era el último. Seguramente los demás se habían echado atrás al ver la cadena de asesinatos que desembocaba dicha fórmula. No lo admitiría públicamente, pero agradecía que con esos actos los de mi casta estuvieran un poco más a salvo.
Apagué la televisión cuando el noticiero cambió a un programa de chismes y decidí ir a la biblioteca, buscaría un libro y me iría a leer a un parque o quizá a la azotea.
— ¿Steve? — Llamó Toni y rápidamente sentí su manos pasar por mi abdomen, ella estaba detrás de mi. — Te extrañaba. — Habló cerca de mi oreja causándome un escalofrío. — Acompañame un rato en el taller. — Pidió y yo me giré luego de tomar un libro.
Sus ojos estaban brillantes, hace semanas había notado que la intensidad en ellos no bajaba, siempre estaban de un color eléctrico, ni cuando estaba tranquila cambiaban de tonalidad y me dejó de parecer extraño.
— Hice algo para ti. — Dijo cuando me senté en el sofá que había en una esquina de la pieza. — Usé varias fotografías para reconstruir los rostros.
Me entregó un polaroid no muy grande y cuando le di vuelta una sonrisa se pintó en mi rostro. Parecía que el momento en realidad existía, nuestros rostros estaban tal y como los recordaba antes de caer en el hielo. Éramos Gail, Bucky y yo, los tres sonreíamos a la cámara y aunque eso no sucedió, me emocionaba tener un recuerdo de ellos en su mejor etapa.
— ¿Te gustó? — Consultó en un susurro y no pude evitar levantarme para abrazarla.
— Es el mejor regalo que me han dado. — Hablé contra su cuello y nos quedamos así unos segundos.
Aunque me negara, siempre desearía estar cerca de ella, su aroma me atraía, nuestro lazo era irrompible, por mucho que fantaseara con separarme sabía que era imposible llevarlo a cabo.
Toni me soltó hasta que me hizo quedar sentado nuevamente y luego se ubicó a mi lado, estaba bastante relajada, sin ese aire lujurioso que la dominaba cuando estaba muy cerca de mi.
— Me gustan las fotografías. —Comunicó poniendo una mano sobre mi rodilla. — Nadie se ve triste en ellas, por eso no se toman fotografías en funerales, para no recordar los intervalos tristes de la vida, ¿Has notado como nos obligamos a sonreir cuando tenemos una cámara al frente?
— Supongo que nadie quiere recordar dicho momento, con tristeza.
— Exacto, pero siempre hay algo que causa infelicidad, aunque querramos ocultarlo.
— No sé pueden solucionar todos los problemas, solo podemos disfrutar de esos lapsos de felicidad. — Expuse y ella se quedó viendo la fotografía en mi mano.
— ¿Te has preguntado que hubiera pasado si te hubieras quedado en tu época?
— No tiene caso hacerlo, ya no puedo cambiar nada.
— ¿Y si pudieras cambiar la condición de Bucky?
— ¿De qué hablas?
— Si encontrarás la forma de evitar que este enfermo y continúe envejeciendo hasta finalmente...
— Estas diciendo cosas irrealizables.
— ¿Y si yo encontrara la forma?
— Toni, no puedes jugar a ser un Dios, las cosas ya tienen su curso y...
— ¿Y si yo ayudo a ese curso?
— Si afectas el orden natural de las cosas, en el mundo reinaría el caos.
— Para mi sería egoísta no ayudar cuando puedo hacerlo. — Precisó y se levantó de mi lado para ir hacia una pantalla.
— ¿Por qué de la nada estas tan interesada en ayudar al mundo?
— Tengo una empresa de filantropía, no es algo nuevo en mi.
Ella comenzó a hacer cambios rápidos en diferentes pantallas, haciéndome difícil seguir el ritmo de lo que buscaba.
— Entonces, estamos hablando de la razón de que cambiaste tu empresa de armas, por una dedicada a la ayuda humanitaria.
— No exactamente, yo me di cuenta del daño que causaban al mundo mis creaciones, por eso decidí transformar el imperio que construyó mi padre, pero ahora puedo hacer más cambios... convertir el mundo en un lugar mejor.
— ¿Y cómo lo harás?
— Con el extremis.
— ¿De qué manera?
— Te lo muestro si prometes que me acompañaras en todo momento. — Propuso extendiendo su mano hacia mi. Dude en hacerlo, pero la seguridad en su mirada me hizo tomar su mano. Sentí como si estuviera vendiendo mi vida al diablo. Por su parte, ella me sonrió encantada, casi con orgullo. — Te prometo que nosotros juntos construiremos un mundo perfecto para nuestra futura descendencia.
Me atrajo a sus labios, se sentían tan dulces, mejor que nunca, estábamos sellado un trato y yo inocentemente había aceptado lo que ella quería, aunque sabía que no debía hacerlo, algo demasiado fuerte me atraía a sus brazos.
— Mira la cuenta regresiva. — Pidió y faltaban dieciocho minutos para lo que sea que ella tenía planeado. — Ese es el tiempo que falta para que tu y yo fundemos un lugar mejor para todos.
— Pero no me has contado como lo haremos.
— Tenemos que casarnos, todo el mundo tiene que darse cuenta de nuestra unión y después de eso dejaré un regalo en tu vientre. — Relató, pero no parecía que me lo decía a mi, simplemente lo hablaba al aire.
— Cuentame como.
— No tienes que preocuparte de nada, sólo piensa en el bebé que tendremos, es todo con lo que ella siempre soñó.
— ¿Quién lo soñó?— Le pregunté al ver que sus ojos parecían perdidos.
— Un derivado del extremis se va a soltar por toda nuestra atmósfera, todos los que estén en contacto con ella recibirán sus beneficios. — Informó mostrándome en una pantalla como la parte de arriba de la Torre se abría para dejar ver el tanque en el que estaba el compuesto azul. — Imagínate lo increíble que será, por ejemplo, tus colegas que perdieron extremidades en la guerra, estarán curados, las enfermedades terminales desaparecerán y todo tipo de males crónicos. Y todo gracias a que tu me aceptaste.
—Toni, no creo que debas continuar con eso. — Manifesté al caer en cuenta de lo que había aceptado.
— No, ya no podemos, todo tiene que seguir su curso. — Dijo sin prestarme mucha atención. — Ya no tendrás que pensar en que tienes que despedirte de Bucky, el se quedara muchos más años contigo y si logró perfeccionar aún más el extremis, no tendrás que dejarlo ir nunca.
— No tienes que hacerlo, acepto que el se tendrá que ir en algún momento...
— Lamento no haberlo terminado antes, habría salvado a Gail, pero te prometo que haré todo lo que esté en mis manos para que no tengas que pasar por otra pérdida.
"Lamento" resonó en mi mente, esa no era Toni, ella jamás se disculpaba, esas palabras no estaban en su vocabulario, de ninguna forma ella las pronunciaría sin ser presionada a hacerlo. Algo raro estaba pasando en su mente.
— Toni, no estás escuchando lo que digo.
— No quiero discutir, ya no quiero hacerlo, al fin tenemos todo. — Expresó dejando su tableta y abrazandome como si no estuviera pasando nada extraño. — Cuando despiertes estarás en un paraíso, todos nos van a adorar y el mundo va a estar más resplandeciente que nunca, solo déjame hacer unos arreglos de última hora. — Precisó y antes de que pudiera hacer algo, sentí un pinchazo en el brazo y segundos después mi cuerpo comenzó a desvanecerse, poco a poco, mientras Toni evitaba que me cayera de forma brusca.
Antes de cerrar los ojos vi a Toni dejar un dulce beso sobre mi frente y lo último que pasó por mi mente fue, ¿Estaba enamorado o simplemente cegado por el rango que tenía la alfa?
9 de Febrero 2021
Estaba ordenando mi cuarto y me encontré esto:
Es de 2011 😱😱 ha pasado una eternidad y yo sigo pensado en el mismo hombre 😂😂 lo más gracioso de todo es que mi mamá me cachó recortandolo del periódico, seguro pensó que sería un enamoramiento pasajero, pero NO, fue de una década y contando ... 🤣🤣 Y sabe que sigo loca por él, hace unas semanas me vio super emocionada por ver "No mires arriba" y también me vio decepcionarme porque Chris sólo apareció veinte segundos... Ella sabe que no puede esperar que yo superé algo, jamás lo hago
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