VIII
La cama y las almohadas se sentían tan suaves, olían a limpio y al mismo tiempo tenían un aroma especial, algo que me tranquilizaba. Aún con los ojos cerrados tomé la sábana para cubrirme más y llevarlas a mi nariz. Una luz traspasó mis párpados y yo los apreté por la molestia.
— Maldito flash. — Murmuró Toni y abrí los ojos. — Que alegría que despiertes al fin, creí que me tendría que ir sin un beso de despedida.
— ¿Qué haces en... — La pregunta se quedó en el aire al notar que no estaba en mi habitación.
— Jarvis, dile a Alfred que suba el desayuno de Steve. — Pidió sentándose en la orilla de la cama. — Ayer te dormiste y no cenaste. — Dijo extendiendo su mano para acariciar mi mejilla con ternura, lo cual se sintió raro.
— No es necesario, yo puedo baj...
— Quédate aquí, quiero cuidarte y mimarte. — Manifestó poniendo su mano sobre mi pecho para que no me levantara, cuando su mano se detuvo sobre mi piel desnuda, me percaté de que no llevaba ninguna prenda encima, sólo estaba cubierto por la sábana. — Pase. — Dijo cuando tocaron la puerta y yo me tapé hasta el mentón.
— Buenos días señorita Stark y señor Rogers.
Toni se levantó de la cama cuando el omega entró, hasta ese momento noté que solo estaba vestida con un liguero negro y la ropa interior del mismo color, él no pareció sorprendido ante su semidesnudez, más bien camino en silencio hasta donde estaba yo y pareció dudar unos segundos con la bandeja en las manos. Tuve que hacer acopio de toda mi fuerza de voluntad para sentarme en la cama y sacar las manos de debajo de la sábana para tomar el desayuno. Tampoco se mostró sorprendido por mi desnudez.
— ¿Qué preparaste? — Cuestionó la alfa saliendo del closet, ahora un poco más cubierta, pues se abotonaba una camisa formal.
— Para comenzar un batido de frutos rojos con proteína, unos red velvet pancakes y para finalizar, manzana caramelizada con panceta y un par de analgésicos para aliviar cualquier dolor que pueda padecer este día.
Mi cara debía estar como un semáforo en rojo ante las palabras del mayordomo y Toni pareció alegre por la eficiencia de él. Silenciosamente el hombre se marchó y la alfa se dirigió al closet para terminar de vestirse.
Llevé mi mano al dolor punzante que tenía en el cuello y pude sentir seis líneas en la zona, intenté recordar como me las había hecho e inmediatamente me llegó un recuerdo, Toni me había mordido, en S.H.I.E.L.D. y frente a todos.
— Me marcaste. — Expresé cuando ella regreso vestida con una falda lápiz gris y una chaqueta de un color un poco más oscuro.
— Hice más que eso, cariño.
— ¿Por qué tengo tantas? — Consulté delineado las hileras de dientes marcados en mi piel, en total eran tres y cuando no conteste pensé lo peor, quizá más alfas me habían mordido en la agencia.
— Es difícil morder el mismo lugar cuando estás en diferentes posiciones. — Contestó después de colocarse accesorios de joyería.
Nunca había escuchado eso y todas las marcas que había visto eran prolijas, en cambio yo tenía un desastre de mordidas en mi cuello. Intente recordar el momento que tuvimos sexo, pero mi mente parecía haberlo borrado, sabía que lo había hecho por ligero ardor en mi parte íntima, pero no lograba evocar nada en mi mente.
— Yo...
— Desearía quedarme más tiempo, pero tengo que reunirme con mis padres, ayer llamaron como mil veces. — me interrumpió cuando terminó de arreglarse el cabello. — Prometo hacerte mío cuando regrese. — Agregó inclinadose para besarme suavemente en los labios. — Esperame aquí, con esos bonitos muslos bien abiertos para mi y no salgas por nada del mundo. — Finalizó desde la puerta — Y come.
La alfa se fue y yo me quedé con un vacío en el pecho, sentía ganas de llorar y la necesidad de ser consolado me embargó, lo más ridículo es que quería que me abrazara la persona que había roto mi confianza, quería meter la cara en su cuello y aspirar su aroma para lograr calmarme, pues parecía que la esencia que dejó en la cama no era suficiente para mí. Toni me había marcado sin mi consentimiento y actuó como si nada pasará, se fue sin preguntar como me sentía y ni siquiera se disculpó por su arrebato. Intenté hacerme razonar, pero no funcionó.
Terminé mi desayuno sin ganas de levantarme, puse las cosas del otro lado de la cama y me acurruqué nuevamente. El sentimiento de tristeza no se iba, me sentía impotente por no haber hecho nada, por dejarme arrastrar a esa situación. Finalmente me quedé dormido.
Cuando desperté ya no estaban los platos del desayuno, así que decidí levantarme. Me di un baño en mi habitación, aún me sentía confundido, como si no pudiera poner mis emociones en orden, todo había pasado demasiado rápido, un día Toni estaba inconciente, sin esperanzas de volver a despertar y al día siguiente era mi alfa, la palabra aún me sonaba rara, era algo tan lejano para mi y ahora era una realidad.
Luego de estar un rato en el agua tibia me sentí un poco más relajado, pero no totalmente. Estaba vistiendome cuando un recuerdo llegó a mi mente, estaba de cara al colchón y podía ver mis manos apretando una almohada. Solo eso pude ver, el recuerdo se cortó después de eso. Al menos lo había disfrutado, me dije saliendo de mi cuarto.
Caminaba hacía la sala cuando, divisé a Natasha parada frente al ascensor, fue muy tarde para regresar, ella ya me había visto, así que me sonrió.
— Hola Steve, ¿Cómo estás?
— Supongo que bien. — Respondí pasando mis brazos alrededor de mi cuerpo, como si me pudiera abrazar solo. —... Todo es nuevo.
— Lamentó como sucedió todo. — Expresó y yo evité hacer contacto visual con ella. — ¡Santo cielo! — Exclamó sobresaltadome un poco. — No puedo creer que te hiciera una marca así. — Agregó tomando mi mentón para que girara un poco la cara y yo no pude evitar apartarme. — Lo siento.
— No es tu culpa... — El sonido del elevador detuvo mis palabras.
— Steve. — Saludo Barton con un movimiento de cabeza y yo hice lo mismo. — Felicidades por la unión, escuchamos que la pasaron bien. — Habló con incomodidad y yo no supe que responder, afortunamente siguió caminado.
— ¿Seguro que estás bien?
— No sé como me siento. — Me sinceré. — Quiero llorar, quiero estar furioso por lo que hizo Toni, quiero irme lejos y extrañamente también quiero quedarme para estar junto a ella.
— Es normal, has vivido golpes emocionales día tras día. — Me consoló. — ¿Quieres que hagamos algo juntos?
— Toni dijo que no saliera de su dormitorio.
— No eres su empleado para que te de órdenes. — Respondió cruzandose de brazos. — Vamos a ver una película.
La alfa me dijo el nombre de la película y me dio un breve resumen sobre lo que pasaría, pero yo no podía concentrarme, mi mente era un completo caos y mi cuerpo también, no lograba encontrar tranquilidad. En un momento ocurrió algo gracioso y escuché risas, así me percaté de que Bruce y Clint se nos habían unido.
Alfred nos trajo bocadillos y yo comencé a intentar entenderla, sólo habían pasado un par de minutos cuando el sonido del ascensor llamó mi atención. Toni apareció e inmediatamente frunció sus cejas al verme en la sala.
— Creí haberte dicho que me esperaras en mi habitación. — Habló acercándose a mi.
— Estamos en una torre, pero el no se llama Rapunzel. — Respondió Natasha.
— Esto es entre mi omega y yo.
— No tienes el derecho de llamarlo así, tu lo reclamaste a la fuerza.
— De una u otra forma estaríamos unidos, así que mejor temprano. — Manifestó al mismo tiempo que subía la manga de su camisa y mostraba mi nombre en su muñeca. — Vamos a mi habitación. — Dijo hacía mi.
— Como desearía que nos hubiéramos marchado de aquí antes de que volvieras.
— Sabes que no puedes hacerlo, los propios omegas lucharon por la ley que me obliga a mantener a Steve bajo mi cuidado, ¿o ya olvídate que un alfa que muerde a un omega debe llevarlo a su casa y mantenerlo como suyo? Debieron pensarlo mejor, pues esa ley me favorece.
— Encontraré la forma de separarlos, las leyes tienen fallas.
— Piensa bien antes de actuar de forma estúpida, recuerda quien soy y siempre gano... Espera, ya lo hice, lo tengo a él. — Contestó cruzandose de brazos, sus ojos parecía que brillaban un poco más a medida la discusión subía de tono y eso lograba intimidarme.
— Algo harás que vaya en contra de las leyes, te lo aseguro.
— Siempre te has empeñado en hacerme ver como la mala de la historia, me lo voy a terminar creyendo. — Ironizó y sus ojos pasaron de la pelirroja a los mios. — Vamos a mi habitación.
— No, el está con nosotros.
— Steve, ven conmigo.
— No, Steve quédate.
—¿Cuándo te graduaste como la guardiana de Steve? — Formuló comenzando a molestarse. — Mira, tuve un día de mierda y...
— Que tuvieras un día de mierda no justifica la forma en que lo tratas.
— Quiero hablar civilizadamente con él y a solas.
— ¿Tú civilizada? ¿La que lo marcó como una salvaje frente a todos sin importarle lo dolorosa que puede si no se estaban apareando?
Natasha se había puesto de pie y Toni se había acercado más a ella. Su lenguaje corporal indicaba que estaban cerca de comenzar una pelea. La pelirroja ya había soltado sus feromonas, sorprendente la otra alfa no se dejaba arrastrar por ellas a pesar de que esa era una clara falta de respeto hacía Toni pues estaba marcando su casa.
— Al final lo hicimos, sólo cambié el orden. — Contestó dando un paso hacia atrás dejando de lado el posible enfrentamiento.
— No estaría sorprendida si me dicen que lo violaste. — Manifestó dejando de soltar feromonas.
— No fue así, ¿Verdad Steve?
A mi mente llegó otro recuerdo, Toni preguntadome: ¿Sellamos la marca? Pero yo no recordaba mi respuesta y estuve a punto de estar de acuerdo con ella pues quería que toda esa lucha se detuviera, cuando llegó otro fragmento. Era yo diciéndole que se detuviera y no lo hizo.
— No, yo te pedí que te detuvieras y no lo hiciste.
— Ni siquiera sabías lo que hacíamos, no pudiste decir tal cosa.
— ¡Con más razón! ¡Debiste detenerte si yo no estaba consciente de lo que pasaba!
— Mira, Steve, he permitido muchas veces que me grites y no te permito que lo vuelvas a hacer, está es mi única advertencia, la próxima vez tendrás que hacerte responsable de tus actos. — Expresó con excesiva tranquilidad, lo que me causó un ligero temor pues sus ojos ahora estaban aún más brillantes. — Puedes continuar viendo la película, hablaremos luego, cuando me calme con un buen baño.
Aunque intentará centrarme en la película, ya no podría hacerlo, tenía miedo de lo que Toni haría o diría.
8 de Enero 2021
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