Hacia un mes me había marchado de la Torre a Francia de vacaciones, la excusa perfecta para evitar las discusiones de todos los días con Steve y también visitar a mi hermano, pero ya estaba de regreso en mi amado hogar.

"La vida es corta como para que la malgastes intentando forjar una conexión con alguien que no te quiere, eso sólo te hará infeliz." Eran las sabías palabras que me había dedicado mi hermano para que dejara de pensar en Steve, lástima que yo nunca hacía caso a los consejos, pues justo ahora me encontraba comiendo con todo el equipo en la mesa, les había dicho que tenía que darles un anuncio, así que todos estaban esperando que yo hablara.

— ¿Nos dirás cuál es tu anuncio, Toni?— Preguntó la alfa cuando terminamos el almuerzo, pues yo no había tomado la palabra.

— Nadie tiene permitido cortejarlo, porque yo lo haré.— informé de forma clara dejando a todos sorprendidos, incluso el mismo Steve parecía estar en shock.

— Lástima, ya tengo quien me corteje y justo ahora tenemos una cita. — Declaró Steve recomponiendose del estupor por mi declaración anterior y se levantó  rápidamente de su silla para dirigirse al ascensor.

— ¿Con quién cojones está saliendo Steve? — Pregunté poniéndome de pie cuando las puertas del ascensor se abrieron y dejando salir grandes cantidades de mi aroma molesto.

— Con la agente 13 — respondió Bruce.

— ¿Sharon Carter?

— Ella — Acotó Natasha — Y ya controla tus feromonas que estas molestando a Clint.

— Jarvis, limpia el ambiente. — Demandé al darme cuenta de la nube de feromonas que había concentrado en la habitación.

Salí del comedor casi corriendo hacia mi taller para contactarme con mi prima y vieja amiga, lastimosamente nuestros caminos se habían separado, pero siempre nos guardabamos cariño, de niñas éramos muy apegadas, ya que mi madre la traía a casa semanalmente, por eso nos surgió nuestra amistad. Sabía que si yo le contaba lo que estaba pasando ella se haría a un lado y me dejaría el paso libre para conquistar a Steve, por eso justo ahora frotaba un pañuelo con insistencia sobre mi brazo.

— Hola Toni, es una sorpresa que me llames a horas decentes.

— ¿Cuántas veces me tendré que disculpar por eso?

— Cuando dejes de llamarme a las tantas de la madrugada.

— Sabes que siempre pierdo la noción del tiempo.

— No es por apresurarte, pero en unos momentos tengo una cita y no quiero llegar tarde.

— Es justo sobre eso que quiero hablarte, mira esto — Dije luego de haber logrado quitarme el corrector de la muñeca.

— ¿Cuándo apareció tu marca?— Preguntó sorprendida.

— Hace unos meses. — Revelé sintiéndome mal por no haberle contado.

— Ahora me siento tan bien por la confianza que me tienes — Expresó sarcástica.

— Quería decírtelo, pero Steve no quiere aceptarlo, así que lo mantuve en silencio. — Confesé y su expresión decayó al imaginar lo duro que sería para ella estar en mi situación.

— Me siento tan mal por esto.

— No tienes que sentirte mal, tu no lo sabías.

— Hoy hablaré con Steve y terminaré esto, aunque ni siquiera iniciamos nada, aún no me había pedido que fuera su novia, pero ustedes merecen estar juntos y ahora tengo la esperanza de que mi marca surja algún día.

— Gracias prima.

— Deberías hacer algo con los agentes, estoy segura que cuando se den cuenta que ya no sale conmigo se le lanzarán encima.

— Ya tengo planeado lo que haré — Manifesté mientras sonreía con malicia y ella me sonreía con aprobación.

— El es tan dulce, hazlo feliz, se que eres una buena alfa y va a quedar en buenas manos.

Así dimos por finalizada la llamada, y yo decidí que quería ver lo que pasaría, de modo que me dirigí al estacionamiento, pero Clint y Bruce me miraron con duda cuando me subí al ascensor, y yo les hice un gesto de despedida con la mano.

Llegué a una velocidad que rompía límites y los pude ver, a ambos rubios, desde lejos pude leer los gestos de disculpa en la alfa y la forma en que se señaló el brazo me dejó claro que le estaba contado que ya sabía el nombre de su soulmate.

Mientras los veía desde una distancia prudente percibí un aroma dulce, un omega, me giré hacía el olor y la vi una linda omega rubia. Llevaba un bonito escote que me dejaba ver los dos grandes atributos que tenía al frente.

— Buenas tardes, señorita Stark, es un placer conocerla. — Saludó y yo le sonreí en grande.

— Dime Toni — Respondí aceptando la mano que me tendía y le besé el dorso. — Lindos diseños. — La alabé viendo sus uñas, aunque estaban algo más largas para mi gusto, pero sabía que a las chicas nos gustaba que nos halagraran por cosas pequeñas.

Con mi pulgar acaricié el dorso de su mano y ella soltó un risita, levanté mi mirada para fijarla en sus ojos verdes y sonreí en grande, lo que siempre me servía para seducir omegas.

— ¿Vuelves al trabajo o podemos ir a un lugar más privado? — Cuestioné, aunque sabía que esa agente me daría una tarde de sexo gratis.

— Podemos ir a mi casa.

Un fuerte agarre se fijó en mi muñeca y me hizo soltar a la chica que no sabía ni su nombre.

— Será otro día, pero se donde trabajas. — Dije al verme arrastrada por mi omega, y gocé cuando lo escuché gruñir.

— Nada de lo que hagas hará que me una contigo. — Estableció cuando estuvimos lejos de mi conquista, pero ella cruzó la calle justo por detrás de Steve y se despidió de mi con la mano, así que yo le devolví el gesto hasta que el omega se puso en mi campo de visión.

— Eso dices ahora, pero te aseguro que llevarás mi marca. — Finalicé antes de irme a mi auto.

Si Steve esperaba librarse de mi, estaba muy equivocado. Apenas llegué a la Torre me apresuré a mi taller para ingresar al sistema de S.H.I.E.L.D. tarde varios minutos, pero cuando al fin lo logré active mi cámara para darle un anuncio a todos los agentes.

— A todos los agentes les hago saber que el Omega Steve Rogers será cortejado por la mejor alfa de todos los tiempos, por si aún no lo saben, soy yo. Y no quiero que nadie se interponga, porque si alguien intenta hacerme competencia tendrá que atenerse a las consecuencias, créanme que no les conviene tenerme como enemiga. Bueno, fin del comunicado, que tengan un lindo día.

Sonreí feliz cuando terminé mi anuncio y me encargué de enviar una copia a cada dispositivo conectado con los servidores de la agencia para que nadie tuviera excusa para decir que no vio mi comunicado y claro el vídeo se borraría después de su primera reproducción, para evitarme problemas con Steve.

Salí de mi taller para dirigirme a mi habitación, me cambiaría mi ropa por una deportiva para hacer una sesión de ejercicio.

— Provocarás la tercera guerra mundial en esta Torre. — Expresó la pelirroja cuando entre al gimnasio.

Al parecer la alfa ya había visto el video y eso me causó felicidad, ya todos deberían saberlo, con esa paz mental me puse ha hacer ejercicios de calentamiento para luego dirigirme a la barra para hacer flexiones de brazos, hice ejercicio por alrededor de una hora hasta que oí mi voz favorita.

— TONI — Escuché los gritos de Steve a lo lejos llamando mi nombre y sólo me causó gracia, salí del gimnasio y me dirigí a la cocina mientras oía sus gritos provenientes del taller, y me serví agua bajo la mirada de Bruce. — ¡Que les dijiste!

— Tienes que ser más específico, cariño.

— Tu sabes de lo que hablo.

— En realidad no, guapo.

— ¡Ya deja de ser tan cínica! — Ladró arrebatandome el vaso de agua de la mano para ponerlo de golpe en la barra sobresaltado a Bruce que aún no se había ido. — Sharon terminó conmigo y ahora haces semejante barbaridad.

—Sí, es cierto, hable con ella, sólo le dejé claro que eres mío. — Hablé centrándome sólo en el primer punto.

— Yo soy un objeto para ser de tu propiedad.

— Cuando lleves mi marca me pertenecerás.

— Nunca llevaré tu marca, ni siquiera se porque perteneces a esa casta, una alfa de pacotilla nunca será mi dueña. — Exclamó y no respondí durante unos segundos.

— Repitetelo hasta que lo creas, mi lindo omega. — Respondí sonriéndole con picardía luego de recomponerme por lo que me había dicho antes y vaya que sus palabras me habían dolido, pero acostumbraba siempre no lo demostré, siempre tenía una careta imperturbable en mi rostro.

El sonido de un golpe resonó en toda la habitación, un leve mareo me recorrió la cabeza, por el cambio repentino de dirección y a eso sumándole el fuerte golpe de la cachetada que me había dado el supersoldado.

— Ahora golpeas a las mujeres. — Critiqué llevándome la mano a la zona afectada y devolviendo mi rostro a la anterior posición para verlo a los ojos.

— Antes de ser mujer eres alfa.

— No creí que fueras de los que justifican la violencia, Capitán.— Manifesté con desaprobación antes de marcharme de la cocina con el vaso de agua.

31 de Diciembre 2021

Un pequeño regalo de fin de año ♡

Subiré el siguiente capítulo cuando lleguemos a los 10 votos, así que no olviden dejar sus estrellitas ☆