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Capítulo 19- Escogiendo un bando.

El cansancio hacía que sus ojos siguieran cerrados aun cuando su mente empezaba a despertar. Sintió el dolor de su cuerpo, sus músculos resintiendo cada mínimo gesto, hasta respirar se había vuelto algo complicado, pero Vi seguía luchando contra la bruma de sus pensamientos.

Los recuerdos fueron llegando a ella lentamente, como un rocío suave que iba mojándola, permitiéndole absorber toda la información que antes se había negado a procesar. Finalmente sus parpados cedieron a su orden, abriéndose pausadamente, sus ojos apreciando la habitación casi vacía, el reconocimiento de dónde se encontraba llegando a ella.

No sabía qué hora era o cómo había llegado a la cama, o de dónde había salido una cama para empezar, pero igualmente decidió que primero tenía que quitarse el olor a sudor, suciedad, sangre y quemado. Caminó hacia el pequeño baño donde una ducha la esperaba, quitándose todas sus ropas y pateándolas hacia la esquina del suelo, abriendo la ducha y dejando que el agua despejara su mente mientras corría desde su cabeza hasta sus pies.

Habían dos toallas enganchadas en el cordel que se sujetaba por dos clavos en la pared, Vi reconocía la suya rosada al lado de la azul oscuro de Caitlyn, lo que significaba que Cait ya había estado allí, algo lógico si contaba el jabón de olor a rosas que estaba en la jabonera y las esponjas de baño colgando de los clavos.

Sus manos tomaron una esponja y el jabón, haciendo una espuma decente y pasando la rasposa bola por todo su cuerpo, el agua a sus pies caía sucia y ligeramente rosada, y su piel quedaba algo irritada, pero limpia. Cuando sintió que se había quitado todo rastro de la lucha, tomó el pote de champú que estaba en la esquina de la meseta del lavamanos y esparció un poco en su cabello, lavándolo a consciencia. Estaba ya algo largo, debía de cortarlo pronto o se irritaría considerablemente, detestaba llevar el cabello largo.

Pasó un tiempo después de eso dejando que el agua misma enjuagara su cuerpo y se llevara la espuma, hasta que el sonido de un tarareo llegó a ella. Cerró la ducha y salió, tomando la toalla para secar su cabello y su cuerpo, envolviéndose en ella después.

Abrió la puerta del baño lentamente, encontrándose a Cait usando unos shorts cortos a medio muslo y una camiseta holgada mientras sacaba algunas ropas de ellas de las bolsas y las doblaba acomodadamente en una mesa que Vi reconocía, era una de esas que habían rescatado del bar, estaba en buenas condiciones para no botarla, pero no lo suficientemente como para ponerla para los clientes, así que Cait le había dicho que la mantuviera por un tiempo y ya le encontrarían utilidad. Al parecer la ausencia de un armario había traído la idea a la cabeza de la piltoviana.

—¿Te vas a quedar allí a mirarme todo el día o te unes para el almuerzo? —preguntó Caitlyn suavemente, todavía concentrada en su tarea, haciendo sonreír a Vi ante la idea de que no había necesitado mirarla directamente para sentirla.

—Supongo que tengo hambre —comentó Vi, saliendo totalmente del baño y acercándose a Caitlyn, quien detuvo su acción de doblar ropa para mirar de frente a Vi, envolviéndola en un abrazo suave y pasando sus brazos por los hombros de la pelirrosa, alejando el rostro para que ambas se miraran —. ¿Dijiste almuerzo?

—Llevas durmiendo desde ayer en la tarde, yo me encargué del bar anoche y luego acomodé algunas cosas aquí. Me dormí a tu lado y desperté hace apenas una hora —explicó Cait suavemente, viendo la incredulidad en la mirada de Vi y sonriendo.

—¿Lo hiciste todo tú sola? —preguntó la pelirrosa, sintiéndose mal por no haber ayudado aun cuando Caitlyn era quien debía de reposar.

—Madame me ayudó en algunos aspectos, pero todo fue tranquilo y estoy bien. No debes preocuparte —aseguró Cait, pudiendo leer la preocupación de Vi en su rostro —, Ahora vístete y sube, te estaré esperando con los platos servidos —indicó, dándole un suave beso a Vi y alejándose de ella, dejando que Vi se relajara ante la familiar y tranquila escena, sabiendo que después de almuerzo se acercaba una conversación difícil.

Vi decidió no prolongar su propio sufrimiento, poniéndose ropa interior, unos pantalones holgados que caían desde sus caderas y un sujetador deportivo negro, subiendo las escaleras para encontrar a Caitlyn esperándola sentada en una de las mesas, dos platos con aquella especie de sopa picante y arroz servidos y una mirada dulcemente expectante.

La pelirrosa se sentó, mirando a Caitlyn con ligereza mientras ambas almorzaban, con la antigua vigilante contándole todos los acontecimientos de la noche anterior donde solo ella dirigió el bar, hasta que la comida se acabó y los relatos por parte de Cait pasaron.

—Supongo que tenemos que hablar —comentó la peliazul, mirando suavemente hacia Vi.

—Lo sé —aseguró Vi, apartando los platos a un lado de la mesa y entrelazando sus dedos frente a ella, sus codos apoyados para hacerla sentir más segura —, Solo, espera a que te cuente todo —pidió Vi, relajándose al notar el seguro asentimiento de Caitlyn, sabiendo que ella cumplía su palabra.

Respirando profundamente, llenándose de valor, Vi inició un relato que nunca creyó tener que realizar. Le contó todo, aquellas noches frías de palizas interminables en Stillwater, la llegada de Ahri, la calma que vino con eso, la pseudorelación que sostuvieron por dos años y medio, el vacío que se generó en ella cuando la mujer zorro se fue, cuando las palizas regresaron.

Le habló de la conversación que tuvo con Ahri antes de que ella perdiera la cabeza y secuestrara a Cait, porque una parte de ella que todavía estaba vinculada a esa versión de sí misma que existió dentro de las paredes de aquella celda se alegraba de que alguien que la había protegido estuviera bien.

—Hubo muchas después de ella, pero ninguna como Ahri —declaró Vi, sus ojos grises mirando con claridad hacia Cait, quien había escuchado con total atención y en silencio —. No era amor exactamente, simplemente era una dinámica que funcionaba, ella me comprendía y yo a ella. Durante mucho tiempo quise negar ese vínculo, pero cuando los poderes mentales de Ahri no funcionaron en mí supe que lo que habíamos vivido había sido real, fuera lo que fuera.

—¿Y aun así casi la matas? —cuestionó Caitlyn, no había reproche ni juicio en sus palabras, solo estaba intentando comprenderlo todo.

—La Vi que estaba dentro de Stillwater y la Ahri que la acompañaba son dos personas totalmente diferentes a quienes ella y yo somos hoy en día —contestó Vi, la seguridad en sus palabras dejando claro su punto.

—Si está viva, ella no se va a rendir, no después de lo que pasó —comentó Caitlyn, finalmente dejando que toda aquella historia llegar a ella.

—Lo sé, nos hemos ganado un enemigo más, pero lo resolveremos —afirmó Vi, su mano estirándose por encima de la mesa y alcanzando la de Caitlyn, entrelazando sus dedos —. Todo esto me recuerda que tenía una propuesta para ti —agregó Vi dubitativa, Caitlyn la observó con una ceja levantada.

—Adelante —exhortó Cait, su pulgar deslizándose por el dorso de la mano de Vi, disfrutando de la sensación de la piel sin las vendas.

—Quería enseñarte a defenderte —soltó Vi rápidamente —, No me refiero a que no sepas, sino a que puedas luchar cuerpo a cuerpo. No puedo entrenarte como yo por el momento, pero puedo enseñarte algunas cosas básicas que pueden serte útiles y no dañaran al bebé —explicó, viendo la reacción del rostro de Caitlyn inmediatamente ante la insinuación de que no sabía defenderse. Cait la miró seria durante algunos segundos y luego rompió a reír, incapaz de permanecer con ese acto mucho más.

—Me parece una gran idea —accedió, disfrutando de la sonrisa relajada que se apoderaba de los labios de Vi. « Poco a poco, avanzando »

Caitlyn estaba acostumbrada a someter a su cuerpo a extensos entrenamientos en el gimnasio de Piltover, cierto que no practicaba ningún tipo de lucha, sus ejercicios eran mayormente para resistencia y aumento de masa muscular, pero pasaba un tiempo considerable entrenando cuando no estaba practicando tiros en el campo.

No podía decirse que era ajena al ejercicio, y sin embargo, la hora de entrenamiento con Vi para luchar había sido su punto máximo. Habían empezado con llaves simples y cómo zafarse de ellas, golpes defensivos mayormente, Caitlyn tenía músculo, por lo que Vi le enseñó algunos golpes rápidos que hacer, sabiendo que no podía someterla a sus propias rutinas, pero cuando Vi sugirió hacerlo todo de corrido a ver cómo se adaptaba Caitlyn, Caitlyn no esperó que le fuera tan mal.

—Ciertamente… soy un desastre —afirmó Cait entre jadeos, sentada en el suelo de la sala de juegos, tomando del jugo que Vi le daba y sonriéndole a la pelirrosa cuando esta se sentó a su lado.

—No eres un desastre, no es lo que estás acostumbrada, si me dieras un rifle o una pistola en estos momentos es poco probable que yo logre acertar ningún tiro, hace mucho que no lo hago y esa siempre fue la especialidad de Powder —intentó animarla Vi, haciendo que Cait se interesara por lo que ella decía.

—¿Disparabas antes? —preguntó la piltoviana, mirando con intriga hacia Vi, quien la observó unos segundos antes de sonreír y asentir con la cabeza.

—Hace años —admitió Vi, tomando de su propia bebida —. A Powder le interesaba, se notaba en la forma en que veía a Mylo disparar, pero tenía miedo de hacerlo mal y que este se burlara de ella, así que esperábamos a que él y Claggnor estuvieran dormidos y veníamos aquí a disparar. Como ella no quería hacerlo sola, hubo un tiempo en que disparaba yo también. Puedo decir que no me fue mal, o sea, no era como ella o como tú, pero acertaba en el objetivo mayormente, aunque no fuera en el centro. Cuando ella se volvió muy buena y su confianza creció, decidió disparar delante de Mylo y demostrarle lo bien que lo hacía, después de eso se volvió en una competencia rutinaria entre ellos y yo regresé a mi lugar en la máquina de golpes, donde me sentía más cómoda.

Caitlyn le sonreía a Vi dulcemente, disfrutando de la sonrisa ligera de la chica mientras relataba esa parte de su pasado. A medida que el tiempo pasaba, ella había notado que a Vi se le iba haciendo más fácil mencionar esas cosas y relajarse a su lado, algo que Cait apreciaba como Vi no tenía idea.

La peliazul alzó la mano, llevándola a la de Vi y entrelazándolas, deslizando su pulgar por los vendados nudillos, disfrutando del agarre firme que Vi le devolvió. Una sonrisa grande se fue formando en los labios de Cait, hasta que todos sus dientes se mostraban, pero entonces la preocupación inundó a Vi al ver como esos azules ojos que la maravillaban se empañaban en lágrimas.

—Hey, hey, Pastelito —Vi rápidamente se reacomodó en el suelo, arrodillándose delante de Caitlyn y acunando sus mejillas con sus manos, sus pulgares limpiando las lágrimas de su rostro —. Tranquila, dime qué sucede.

—Es solo… no es… estaba pensando… —Caitlyn estaba teniendo dificultad para hablar, sintiendo el nudo en su garganta aumentar de tamaño.

Llevó sus manos por encima de las de Vi, usando todo ese contacto para respirar profundo, cerrando los ojos, intentando encontrar el control en alguna parte de ella. Vi observó como Cailtyn iba moderando su respiración, las lágrimas iban cesando, ella no apuró nada, se limitó a mirar el proceso y a deslizar sus pulgares por las mejillas de Caitlyn en un gesto tranquilizador.

—Estaba pensando en el bebé —admitió Cait, volviendo a abrir los ojos y enfrentando ese gris hipnótico de los ojos de Vi.

—¿Qué pasa con el bebé? —preguntó Vi, viéndose incapaz de seguir el hilo de pensamientos que Cait había tenido.

—Nada, solo… pensaba en que nunca lo había imaginado, quizás porque no pensé en que tú y yo tuviéramos un bebé, ni siquiera si no estuviéramos juntas, pero ahora, con esa historia, lo noté —dijo Cait, todavía sin explicar totalmente lo que pensaba, por lo que Vi se acercó más a ella, rozando su nariz con la de la piltoviana, sintiendo como las respiraciones de Cait se adaptaban a las suyas lentamente, hasta que la calma llegó.

—Pastelito, necesito que te expliques. ¿No habías notado qué? —pidió Vi, buscando cómo entender lo que había pasado.

—Lo buena madre que llegarás a ser —aseguró Cait, haciendo que Vi se congelara, mirando hacia ella con preocupación.

—¿De qué hablas? Soy un desastre en todos los sentidos —protestó Vi, encontrando ese curso de pensamientos de Cait incoherentes.

—Cuidaste de tu hermana desde muy pequeña, la ayudaste a crecer, a desarrollar sus habilidades y gustos, la apoyaste y la amaste. Eso califica como buenas habilidades maternales —se explicó Cait, mirando como los ojos de Vi se nublaban en negación.

—No estaba sola, apenas me dejaron todo el peso a mí nada más, la cagué a la grande —rebatió Vi, la culpa domando parte de su carácter. Fue el turno de Caitlyn de atraer su atención, apretó de más las manos de Vi, haciendo que la pelirrosa volviera a mirarla a los ojos.

—No estás sola ahora, yo estoy aquí —afirmó Cait, viendo como la claridad volvía a colarse por las tinieblas de los pensamientos de Vi.

Vi no respondió, sintiendo que las palabras no saldrían de su boca. Se impulsó hacia adelante, sus labios impactando en los de Cait, moviéndose a un ritmo suave y profundo que embriagaba sus sentidos. La lengua de Cait perfiló el labio superior de Vi, cerca de la cicatriz y Vi entreabrió sus labios, dejando que la peliazul adentrara su lengua e iniciando una danza armónica en su boca. Nadie luchaba por el control, ambas devorándose juntas, sintiendo los muros de desesperación, preocupación y dudas cayendo ante la forma en que se unían en aquel beso.

Los brazos de Caitlyn pasaron por el cuello de Vi, pegándola más hacia ella mientras un gemido escapa de su boca entre los sonidos húmedos de sus labios uniéndose a esos labios rosados con cicatrices. Las manos de Vi pasaron a la espalda de Caitlyn, aferrándose con fuerza, atrayéndola más hacia sí misma, sintiendo aquel firme cuerpo bajo sus manos, junto a ella.

La realidad atronadora de que esto estaba pasando y que lo harían juntas finalmente dejó de ser solo algo que decían, siendo interiorizada por ambas mientras sus labios se separaban suavemente, sus respiraciones profundas y aceleradas, pero tranquilas, mientras ambas se embebían en el aliento de la otra. Sus ojos mirándose, azul impactando en el gris, la calidez entre ambas armonizando con lo que sentían.

« Juntas »

                               ◇

Katarina abrió la puerta ante los insistentes golpes de Lux, que llamaba su nombre con cierto grado de desesperación. Apenas Lux vio la puerta cediendo, empujó dentro e ignoró la presencia de la pelirroja, siguiendo de corrido hacia la despensa y sacando una botella de alcohol fuerte, abriéndola y bebiendo directo de esta como si su contenido fuera agua.

—Wow, eso no quita la sed —comentó Katarina, cerrando la puerta y caminando hasta quedar delante de Lux.

—Ya lo sé —jadeó la chica apenas terminó de tragar, habiendo bajado una cantidad considerable del amarillento líquido y disfrutando el ardor bajando por su garganta.

—¿Qué coño sucede, Lux? —preguntó la pelirroja, viendo como su amiga parecía al borde de una crisis.

—Tenemos problemas, o bueno, no nosotros directamente, aunque tal vez sí —dijo Lux, sus explicaciones inconexas alterando a la mayor.

—Organiza tus ideas y luego habla, sabes que detesto que desvaríes sin sentido —ordenó firme Katarina, apoyándose en la mesa del comedor mientras Lux se apoyaba en la encimera. Lux cerró los ojos, respirando profundamente y luego dándole otro largo trago a la botella antes de dejarla en la encimera y mirar a Katarina.

—Ahri llegó en la noche, estaba herida, demasiado herida, decía cosas sobre como secuestró a la novia de Vi y que esta estaba embrazada, que el bebé tenía el poder de la Arcana, que ella vio como lo usaba —inició Lux, la desesperación colándose en sus palabras —. Pensé que estaba loca, pero esta chica que antes andaba con Silco, Jinx, apareció y dijo que le creía, que Ahri decía la verdad y que si se unía a sus planes, le aseguraría que pudiera vengarse de Vi y de su novia. Ahri no dudó en ceder y yo no pude detenerla, esa chica está demente.

—Estuvo desquiciada desde que andaba con Silco, él era quien único la soportaba —comentó Katarina, entendiendo la gravedad de la situación —. ¿Qué pasó después?

—Jinx se la llevó a no sé dónde y yo vine corriendo hacia acá. Lo que me preocupa es que sea cierto, si ese bebé es portador de la Arcana, lo que puede pasar es terrible y no creo que Jinx ni Ahri se detengan ante nada —expresó Lu, reconociendo el peligro cuando se acercaba.

—Jinx debía de venir del norte, tengo entendido que Daruis iba a seguir vendiéndoles shimmer, para lo que sea que la estén usando ahora —dijo Katarina pensativa, aferrándose al borde de la mesa ante la atenta mirada de Lux —. Piltover está alejado de todo esto, pero Zaun no y si Jinx tiene éxito llegando a ese bebé, el mundo como lo conocemos estará condenado.

—¿Qué haremos entonces? —la fuerte voz de Ezreal llegó a ellas, haciéndolas sobresaltarse.

—Iremos con Vi. Si me preguntan qué bando escojo, siempre iré por aquel que no esté liderado por una psicópata que lanza misiles hacia las ciudades sin contemplaciones —afirmó Katarina, recibiendo un asentimiento de parte de Ezreal.

—¿Qué haremos con las extracciones de las minas que vienen de Zaun? —preguntó Lux, acercándose a ella ya más calmada.

—Dejaremos que Sylas y Garren se encarguen, ellos de todas formas son quienes trabajan en eso, tú eres meramente el rostro que mostramos —indicó Katarina, con esa habilidad innata de organizar todo adaptándose a las nuevas circunstancias.

—Si las cosas van como Lux dice, nos estaremos enfrentando a una guerra eventualmente —comentó Ezreal, dándole voz a los pensamientos de ambas chicas.

—Cuando llegue el momento, lo haremos, por ahora lo mejor es prepararnos —aseguró Katarina firmemente —. Organizad lo que tendremos que llevarnos, es hora de irnos —con esa orden, todos se pusieron en marcha, la decisión más importante ya había sido tomada.

**********
Nuevos personajes, nuevos aliados, nuevos problemas y algo de amor todo fluff allí para mi OTP. ¿Alguien más ama este capítulo?

Dejando las bromas al lado, ¿qué les parece? ¿Opiniones, hipótesis, criticas?

Si les ha gustado, no olviden decirme en comentarios y pues, ya saben, seguir adelante... SIGUIENTE 🔜🔜🔜

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