«Tal vez me abandonó» fue lo primero que pensó luego de que su paciencia se agotó, temía que lo hubiera abandonado y el anillo solo fuera una manera de humillarlo pues realmente había creído que podía comunicarse con ella haciendo uso de él.

—Estoy pensando tonterías, no me dejaría y aunque lo hiciera, no importa si se burla de mi o no, al final ella morirá —se recordó en voz alta mientras se quitaba la capucha, comenzaba a bajar el sol y en la noche podría andar sin mucho temor a que le reconocieran.

Tratando de tranquilizarse saco todo de las dos mochilas que llevaba para volver a guardarlas en una forma de mantenerse ocupado, ¿una tontería? Si, pero eso lo calmaba y ayudaba a creer que seguramente Pandora se había tardado porque se había distraído y no por algo por lo que debiera de preocuparse.

—Strix volverá, yo tengo sus cosas —volvió a hablar consigo mismo luego de terminar acomodar las cosas en las mochilas sin prestar atención a lo que llevaban, muchas de las cosas tenían un valor sentimental para la bruja, lo sabía porque no eran cosas suyas, todo lo había empacado ella.

«No hay nada porque preocuparse» se repitió una vez más mientras apretaba los puños sintiendo el anillo clavarse un poco en su palma.

«Ella dijo que si consideraba que se había tardado golpeara el cuarzo y vendría de inmediato» recordó debatiéndose entre hacer caso a la castaña o parecer fuerte y para nada angustiado con su retraso.

Finalmente, cuando decidió que ya había sido demasiado humillado por la mujer y una muestra de debilidad no borraría de la mente de Pandora que lo había desnudado luego de haberlo asustado hasta provocarle un desmayo, Logan dio un pequeño golpe al cuarzo el cual le provocó un ligero hormigueo desde su dedo hasta su muñeca, una muestra de que había funcionado la tontería que había hecho o por lo menos eso era lo que quería creer, seguro Pandora llegaría en cualquier momento apenada por obligarlo a seguir sus tontas instrucciones.

«Mas bien llegará con una sonrisa triunfante porque cediste y usaste magia» le corrigió una molesta voz interna antes de que se levantara con rapidez y se esforzara por desaparecer cualquier rastro de preocupación como una manera de intentar disminuir las burlas de la bruja, podía oírla acercarse a paso veloz, aunque si prestaba atención podía escuchar los pasos de varias personas, tal vez iría acompañada de más hechiceros dispuestos a atraparlo.

La verdad es que no se equivocaba y seguro de esto trato de buscar un camino por el cual huir, pero antes de hacerlo titubeo, no sabía si lo mejor sería llevarse ambas mochilas y lanzar el anillo lejos de él por si aquel artefacto resultaba ayudarla a rastrearlo. Hizo una de esas dos cosas y no precisamente la que creía más confiable, tomo ambas mochilas y mantuvo el anillo en su dedo en caso de que Pandora no lo hubiera traicionado y en realidad los hechiceros lo hubieran perseguido por todo su trayecto en los distintos territorios de Alynthi.

Mientras corría por el bosque sintió una descarga en su mano, era como si Pandora golpeara varias veces su collar en una manera desesperada de advertirle del peligro. «¡Muy tarde bruja!» gritó internamente mientras corría con dirección al bosque, no sabía si sería buena idea, si habían atrapado a Pandora la llevarían hasta la capital y para llegar ahí tendrían que cruzar la frontera entre el comienzo del bosque pagano, Sanctum y el final de las aldeas del Este, si tenía suerte podría interceptarlos y salvar a su compañera de viaje, pero si fallaba prácticamente se estaría entregando en bandeja de plata a Aleksander. Una nueva descarga se sintió en su mano, esta vez con mayor intensidad, comenzaba a temer que aquellas señales fueran porque estaban violentando a Strix y no porque ella las quisiera provocar, sin saber si su mensaje sería recibido por la castaña golpeó dos veces el cuarzo antes de acelerar el paso en rescate de la chica, esperaba poder llegar a ella antes de que estuvieran dentro de la capital.

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Le dolían las costillas, había intentado poner resistencia y como resultado los brujos la golpearon con fuerza hasta que ya no pudo evitar que se la llevaran, aunque bien había podido meter las manos entre su abdomen y las botas de sus agresores Pandora decidió salvaguardar su collar y evitar que se rompiera. Estaba segura de que sus desesperados intentos por comunicarse con Logan no habían tenido éxito, de ser así él habría contestado ¿verdad?

Cansada se acomodo en la pequeña jaula en la que la habían metido, la transportaban a Sanctum y tanto ella como sus captores sabían que no saldría con vida de ahí, Aleksander la mataría después de torturarla hasta que contara todo lo que sabía sobre el molesto rubio que probablemente ya estaría en camino a la cabaña donde había enterrado a su amada.

Una fuerte descarga en su mano y cuello le devolvieron la esperanza, cuando estaba a punto de sonreír y buscar una manera de abrir su celda otra descarga arremetió contra ella.

—Ya entendí, idiota —gruño en voz baja mientras se recuperaba, si bien las descargas que provocaban los cuarzos no eran lo suficientemente fuertes como para provocar daños en sus propietarios, si eran molestas y más en su estado, Logan tendría que sacarla de ahí sin ninguna ayuda, ella no podía hacer mucho y menos sin su magia.

—¿Estás cómoda, linda? —escucho preguntar a uno de los tres brujos que conducían la carreta.

—Tan cómoda como se puede estar en una jaula —respondió mientras trataba de liberarse de la soga que sujetaba sus manos.

—¿Te lastimaron mucho? Les dije que no te golpearan tanto, pero son unos salvajes que no miden su fuerza —volvió a hablar el hombre con voz preocupada, en respuesta sus compañeros comenzaron a hacerle burla mientras Pandora soltaba una risa indignada.

—Gracias por preocuparte, pero no me interesa la falsa preocupación de alguien que en lugar de intervenir solo pidió que el numero de golpes que recibiera fuera el menor posible.

Los brujos rieron mientras el hombre volteaba a verla molesto.

—Necesito una esposa y eras una buena candidata, pero tu falta de modales y esa filosa lengua que tienes te han restado muchos puntos.

Pandora rio con fuerza mientras le mostraba el dedo de en medio —No sabes lo mucho que me duele escucharte decir lo mala esposa que sería.

El hombre dejo de contestarle y prestarle atención, en su lugar peleaba con sus compañeros que no paraban de burlarse por sus pésimos gustos en mujeres. Con el trío distraído la joven castaña siguió peleando contra la soga y buscando a Logan con la mirada, no se le veía por ningún lado y comenzaba a creer que no aparecería, ya estaban muy cerca de la frontera que separaba las aldeas de la capital, una vez cruzándola esperar un heroico rescate ya no sería una opción.

«¿Cuándo me convertí en una damisela en apuros?» se pregunto indignada antes de tomar el cuarzo y jalar el collar con fuerza, si el artefacto no le ayudaba a pedir ayuda le serviría ya fuera para romper la soga o para darle un buen susto al trío de idiotas que seguían hablando sin parar.

Titubeante la morena apretó el collar antes de atreverse a golpearlo con fuerza y destrozarlo, si tenía suerte podría obtener un fragmento lo suficientemente filoso y grande para cortarle la garganta a alguien, así ellos pararían la carreta y la sacarían de su celda para castigarla, si lograba correr rápido podría adentrarse en el bosque y le perderían el rastro.

La verdad era que su plan no era perfecto, sonaba irreal, pero era lo único que se le ocurría ya que Logan no aparecía, quería estar segura de que lo lograría, pero no quería romper el cuarzo que había sido regalo de sus hermanos para que siempre estuvieran comunicados con ella. No quería hacerlo, pero estaba lista para salvarse a si misma, aunque fuera con el plan más tonto de todos.

Cuando estuvo lista para hacerlo se sentó en el suelo y alzo sus manos para que el impacto fuera más fuerte, con fuerza y decisión comenzó a bajar las manos, lista para actuar con rapidez, pero antes de que el cuarzo pudiera tocar el suelo de la celda la carreta se volteo. Adolorida por la caída y por todos los golpes y la debilidad que la envolvía, Pandora solo fue consciente de que los hechiceros comenzaron a luchar contra un grupo que los superaban en número.

Antes de poder caer inconsciente una persona la levanto en brazos y comenzó a llevarla hacia el bosque y, segura de que quien la había salvado era el mismo que la había sorprendido un día antes con la idea de ir por todo Alynthi en búsqueda de una tonta reliquia, la bruja se recargo en el pecho de su salvador y dejó que el cansancio la venciera no sin antes pronunciar el nombre del que creía ser su salvador.

—Logan…