Elisa.

Ya era de noche, lo se por la inmensa luna que se asomaba por mi ventana.

Lamentablemente no tenia puerta para ponerle seguro, solo espero que Brian y los demás no se despierten.

Sali por la ventana, camine un buen rato, me perdí en algún punto, no encontraba mi antigua casa, pero al fin me encontraba enfrente de ella.

Abrí aquella puerta polvorienta y oxidada por algún tiempo, ya había pasado otro mes desde que me fui, ya era octubre. Estaba como lo recordaba, no había nada de valor mas que puros recuerdos. Subí a mi habitación y metí todo lo que consideraba importante en mi mochila, entre a la habitación de ella.

Me mordí el labio para cambiar el dolor de la sangre por el sufrimiento. Tenia fotos de su boda, fotos con mis hermanos, pero conmigo no tenia ninguna, tenia sentido de alguna manera, ella odiaba cualquier cosa que le recordara a mi padre.

Empecé por ese mismo lugar, regué gasolina, sin hacer mucho esfuerzo, por donde caminara escurría gasolina, hasta llegar a la puerta y un poco mas afuera.

Todavía tenia vecinos, así que espero que la capucha tape lo suficiente mi cara.

Saque un cigarro y lo prendí.

Si no sabes que hacer... solo sigue la marea.
Retroceder y aprender no es lo mismo que aferrarte y sufrir...

Me convertí en ella, con ambición de destruir todo lo que me recuerde a ellos.

Cúlpate del pasado y sufre el futuro...
Hazlo... Hazlo, hazlo.

La brisa si susurra cosas.

Arroje el encendedor al camino de gasolina que había dejado.

Me quede uno segundo a observar como ardía lo que aluna vez llame hogar, lo que alguna vez guardo mi felicidad y momentos con mi padre.

Destruye el pasado y ve el futuro.

Me fui de ahí, escuchando como ardía y se derrumbaba a mis espaldas lo alguna vez fue mi felicidad y lo que ahora es mi tormento.