Elisa

Después de lo que paso allá arriba, nos reunimos todos en el primer piso, Brian seguía con esa expresión, pero por mas que yo intentara acercarse a el no podía.

—¿Que vamos a ir a donde?

—Por ahí, a conocer la ciudad.

—Pero si he vivido 17 años aquí.

—Si no te acordaste de nuestra playa dudo que te acuerdes de los demás lugares. Además, es bonito convivir.

—Como si no fuera suficiente tenerlos todos los días en mi casa.

—Cállate, bien que quieres ir.

Brian manejando, Karla de copiloto, y nosotros tres en la parte trasera. Hicimos una parada para recoger a Einar. Íbamos los seis, apretados pero ahí estábamos.

—¿A donde vamos?

—A donde sea pero que sea rápido, me estoy asando.

—Tengo el aire acondicionando prendido, no seas exagerada.

—El aire de afuera esta caliente.

—¿A que hora vamos a llegarrr?

—¡A la hora que lleguemos, no me estén presionando!

—¿¡A que hora vamos a llegar Briaaaan!?

—¡Si tanta prisa tienes bájate!

—¿Tanto drama solo para llegar al centro de la ciudad?

—Tu hiciste drama minion.

—¿Y ahora que?

—Caminemos.

Aparte mi mano con brusquedad al sentir otra mano rozándola. Era la de Einar quien extendió su mano para que yo la tomara. Todos nos miraban, no me gustaba que hicieran eso. Los intensos ojos de Einar solo me miraban a mi, esperando a que le diera la mano.

—Un pueblito muy encantador. Muy pintoresco.

—¿Nunca lo habías visto?

—No salgo mucho de mi casa.

—Aquí Azriel me pidió ser su novia. — Sonrió Isa con nostalgia. — Un hermoso recuerdo.

—Ay, Azriel, no sabia que podías ser romántico.

—Tengo mis momentos. — Se encogió de hombros.

—Pero mira que bonito, tiene los colores del atardecer.

—Camina maldita hormiga, no te nos vallas perder.

¿Tenia los colores del atardecer?¿que atardecer?

Rojo, amarillo y naranja. O. Rosa, morado y azul

¿Que colores?

Caminamos entre las casas de aquel pueblito, unas calles muy empinadas, se nota que antes era un cerro. Muy pesado el caminar.

Cada casa tenia flores y plantas a fuera. Cada casita era un establecimiento, una tienda, una cafetería, un restaurante.

Caminamos en grupo, Az e Isa tomados de la mano como Einar y yo.

Az e Isa nos eran guías, nos señalaban cada parte del pueblito lo que sabias y debes en cuanto Isa contaba sus experiencias románticas. Brian y Karla iban atrás del grupo, susurrando y chismeando de todo y sobre todos. Lograba escuchar una que otra palabra de lo que decían.

Hasta que llego la noche.

—¿Ya nos vamos?

—No, como creen. — anuncio Brian con una sonrisa. — Por algo los traje aquí.

Ahora Brian era quien nos guiaba por las angostas calles.

—"El Mercado Nocturno"

—¿Que es esto?

—Un mercado que se pone de noche.

—¿Y que tiene de diferente?

—Las luces.

Era como un pasillo largo, con puestos de cada lado del camino, luces colgaban de cada árbol, pasando de rama en rama, iluminando cada pequeño espacio oscuro.

—¿Me compras una Hello Kitty? — Isa jalo del brazo a Azriel, alejándose de nosotros.

—¿Que es eso?¿me lo compras?

—No tengo dinero.

—Eres millonario Brian.

Entonces nos dejaron solos a nosotros dos.

Einar camino y al estar agarrada de su mano le seguí el paso.

—¿Conocías esto?

—No salía mas allá de los muros de mi casa. — Pause, ¿realmente me estaba enamorando de el? Sentía como un vínculo que se rompió lo estuviera volviendo a arreglar. — Esto me recuerda a cuando bailamos.

—¿Lo recuerdas? — sonrió, le mire los labios y volví a sus ojos.

—Muy poco, pequeñas escenas que pasan rápido por mi mente, solo que ahí estabas tu y una enorme luna.

—Si... — miro al cielo. — ¿Que mas recuerdas?

—No mucho...

—Espera.

Me jalo hasta que llegamos a un pequeño local, como una cafetería.

Me sentó en unas mesas que tenían y el fue a encargar algo, después de un rato regreso con dos tasas.

—¿Que es? — sostuve la taza en mis manos.

—Café de moka, tu favorito.

Le sonreí al café y luego lo mire, hicimos contacto visual hasta que yo aparte mi mirada por vergüenza.

—Ahora si, ¿Que recuerdas?

Le conté de lo que mi mente estaba al tanto. Como recordaba el día del accidente y del como conocí a Brian, que sabia que el y yo nos conocíamos desde pequeños y del día que Isa y Az anunciaron que era pareja, a Karla le gustaba el básquet y que un día un nuevo compañero se integro a nuestro salón de clases.

—¿Que más?

—Solo eso lo recuerdo con claridad, lo demás son fragmentos.

—¿Que recuerdas del compañero?

—Solo eso, que se integro. Lo demás esta cortado hasta que desperté en el hospital.

Un gorrión paso volando y se poso justo en la rama que estaba encima de la cabeza de Einar.

Visualice a lo lejos a los otros cuatro que nos espiaban. Divertidos y sin vergüenza, todos riéndose, tal vez de nosotros o de algo que se dijeron entre ellos.

Einar me miraba con detenimiento, como si se estuviera memorizando cada facción de mi rostro, yo no sabia que hacer, me ponía nerviosa, no se como reaccionar en estos casos. Solo miraba mis pies.

—¿Que recuerdas... de nosotros?

—Nosotros...¿quienes? — levante la vista para mirarlo.

—Nosotros dos.

¿Que recordaba que había pasado entre nosotros?

Nada.

Solo aquel baile.

Pensé en que decirle y en decirle alguna mentira, una que sonara convincente. El tiempo de espera se fue haciendo mas sospecho y al final no le pude decir nada.

El asintió comprendiendo mi silencio.

—Vamos, caminemos.

Lo vi un poco triste, a pesar de que seguía con su sonrisa en la cara, me volvió a tomar de la mano y seguimos caminando sin rumbo, entre los puestitos viendo que comprar, que hacer o que comer.

—Mira lo que me compro. — Hablo Karla, sacándome un susto.

Sus brazos estaban cargados, llenos de cosas, peluches grandes, todos de Spiderman y otras pocas cosas mas.

—Dile algo, me esta exprimiendo el dinero.

—Dile que no.

—¿Se las encargo un rato?, luego vuelvo para que no les haga mal tercio.

Brian se fue, queriendo perderse en la multitud, pero realmente no, su cabeza sobre salía por mucho.

—¿Que...?

—Es que ya le puso el ojo a una. Yo creo que no quiere que ella piense que soy algo de el. — se encogió de hombros. — que fácil es sacarle dinero a Brian.

—Tampoco abuses. — le dijo Einar. — Estas viendo y no vez.

—¿Que cosa?

—El hospital no salió de a gratis. Y todavía nos recibe en su casa y tu pidiéndole mas.

—Bueno... puede que me emocionara de mas...

—Camínale chaparra.

Caminábamos los tres sin rumbo alguno.

—¿Que paso mi Karla?¿por que estas de mal tercio?

—Brian me deshecho. Vete para allá inútil, así me dijo.

—Ay, Karla.

—¿Que estas comiendo?

Isa se encogió de hombros.

—No se, pero se veía bueno y sabe bien.

—¿Me das?

—No.

—¿Por que le dices que no si le vas a dar?

Isabel barrio con los ojosa Azriel.

—Que te valga.

—¿Nos vamos?, me duelen los pies... — quise hablar pero se escucho mas como un susurro.

—Deja que venga el que nos trajo.

Asentí.

Trate de buscar con la mirada a Brian, es un hombre alto, no se puede perder, en un momento, por instantes cruce miradas con un chico de ojos azules, sus ojos eran hermoso pero su nariz estaba vendada y tenia moretones por su rostro.

El me miro, no sabia como interpretar aquella mirada.

Era como... si me odiara.