ELISA

—Podemos ir a tomar algo, comer un helado. Conozco muy buenos restaurantes. — me dijo Fernando.

Ese día me había invitado a salir y por los nervios que me genero su cercanía con la mía le dije que si, antes de pensarlo bien. Me sonreía, tan dulce.

—Donde decidas estaría bien — le confirme, trate de sonreír de una manera genuina, sin que mis labios temblaran.

—Me gusta tu hoyuelo. — dijo mientras presionaba su dedo índice contra el mencionado.

Su tacto caliente y suave hizo que mi sangre subiera a mis mejillas en un sonrojo notable.

—Te vez bonita sonrojada — quito si dedo de mi cara y se remojo los labios con su saliva, mire su acción y el lo noto. Por un momento vi sus ojos negros, como si tuviera lujuria en ellos. — ¿Te parece a las 6? 

—Si... —pause, se me fue el aire, hizo que se me fuera el aire, podía sentir sus ojos penetrando mi alma, buscando mis pecados. — Si, a las seis estaría bien. — Le sonreí tímidamente.

El me devolvió la sonrisa tímida y se fue. Respire profundo, sentí mis pulmones inundarse de aire. ¡Dios!, ese hombre si que me ponía nerviosa.

Camine a casa, mi madre seguía sin aparecer por ningún lado, ojala siga así.

Como era de costumbre llegue con Brian.

—Isabel?

—Hasta que por fin llegas, ya no quería seguir estando sola con ricitos de oro.

—Te hubieras ido. — Dijo Brian sin voltear. 

—¿E Irme de la fiesta? No. — se respondió sola.

Bri Bri le rodo los ojos.

—Vuélveme a hacer esos ojos de huevo — Amenazo Isabel.

—¿Que me harás? 

Isa se paro amenazante de la silla y camino hacia Brian.

—Creme que no lo quieres saber.

Miraba la situación aburrida, sabia que no llegaría a ningún lado. Briana se levanto de donde estaba, claramente mas alto que Isa.

—¿Que me harás? 

Isabel abrió los ojos de par en par y trago saliva.

—Es mejor que no lo sepas, siéntate.

—Voy a sentarme, pero no por que me lo ordenaste.

Isabel volvió a caminar a su silla, los dos veían el paisajes. Trate de unirme a ellos pero solo camine a tomar una botella y me senté en el sillón polvoriento de esa casa.

Miraba mi celular impaciente, no se por que. Bueno si se, pero no quiero admitirlo.

Y llego su mensaje.

Holaa, Eli.
Busque el mejor lugar para los dos 
y descubrí un restaurante con vista al mar, 
muy cerca del mar

Y que tal esta?

Bien :) bastante hermoso diría yo.

Me refiero al dinero.

Oh, jajaja.
No te preocupes por eso, yo pago.

*Stiker de gato sonriendo*

—¿Con quien hablas mocosa?, estas muy sonriente. — Brian subió y bajo las cejas.

—Pues... — Me interrumpió la notificación de mi celular.

Paso por ti. 
Se llama Luna.

—Andas pero si bien boba. Hasta pena me das.

Le rodé los ojos a Brian y bufe.

—¿A donde vas, toro?

—¿Por los cuernos? — Pregunto Isabel.

—¿Cuales cuernos?, ni novio tengo.

—Lo dije por que bufo, ella te los puso yo no — señaló a Isa.

Le volví a rodar los ojos.

—Ojos de huevo, ¿a donde vas?

—A mi casa, ¿a donde más?

—¿Te acompaño?

—No — salió muy seco, muy sospechoso — tú sigue metiéndote eso.

—Eeeh — Dijo Isa con todo pervertido.

—Mira que mal pensada, me referia a la droga.

—Si te pasa algo me dices — me tomo de la nuca, obligándome a que lo mirara.

—Si — Asentí lentamente.

—Bueno — Beso mi frente.

Me sentí demasiado mal al cerrar la puerta, le había dicho a Brian que no me acercaría y mírame ahora, comiendo con el enemigo. No me moleste en arreglarme o hacerme algo especial, solo en quitar el olor a alcohol de mi ropa y sistema.

Fernando no paraba de decirme lo hermosa que me veía esa noche y yo... no podía dejar de mirar sus ojos azules, tan azules que pareciera que le quito el color al cielo.

—Entonces, no se, quiero... conocerte un poco más. — Me dijo

—¿Que quieres saber?

—¿Tienes novio, amante, ligue, algo?

—Sola, por el momento. — Seguí mirando sus ojos, aunque eran hermosos no se comparaban en nada con los de Einar. — ¿Y tu?

—Igual, solo — se lamió los labios.

—¿Por que?, siempre estas rodeado de mujeres — por su expresión pensó que yo no la había visto rodeado de perras en celo buscando sexo.

—Pues busco unas que no sean tan fáciles de follar, así como caen conmigo pueden caer con cualquiera.

Un mujeriego bastante inteligente.

—Y tu... tu eres diferente. — dijo susurrando, acercándose a mi.  — Jamás había unos ojos tan hermosos, unos ojos que envidiarían las estrellas.

—¿A si?, ¿por que?

—Nunca tendrían una luz tan brillante y hermosa — su voz de la nada se hizo mas ronca. — Eres tan única como la luna. — Mire atrás de el, la luna se asomaba y con ella el recuerdo de aquel baile. — Tan hermosa como el atardecer... — Volví a mirar sus ojos, su cara se acercaba mas a la mía pero no demasiado como para amenazar con besarme.

De la nada se alejo de mi, recostó toda su espalda en el respaldo y yo no me moví ni parpadee, me quede bastante desconcertada.

—Se hace tarde — pronuncio, sacándome de mi trance.

—Si... debería irme a casa. — aunque no quisiera volver. Era como un sexto sentido que me decía que no debería estar ahí, o simplemente era la culpa diciéndome que traicione la palabra de Brian, pero seguía ahí, no se por que.

—Yo te llevo, no te preocupes.

Como el dijo, pago la cuenta y me llevo en un camino sumido en el silencio a mi casa.

—¿Que haces? — Me retire al sentí su nariz casi empalmarse con la mía.

—Nada. Me estribaba, manejar afecta los huesos.

—Claro... Adiós — dije demasiado seca.

—Hasta pronto. 

Me baje del carro y el espero hasta que entrara a mi casa, vi por la venta como luego de eso se fue.

—¡ELISA! — Grito mi madre.

Supiere.

De vuelta al infierno

Holiwiis mis inestables, ¿como están?

¿Que le hacemos a Elisa?
¿Fernando o Einar?

Prefiero a Einar por que tiene mejor gusto musical (aunque no conozca al de Fernando)

No se les  olvide seguirme y votar (o comentar mis horrores de ortografía.)

Los amooooooooooo.♥️