Elisa

-Como siempre dejamos todo a ultima hora, ¿que le haremos a Einar? - Pregunto Karlita

-Rentarle un cuarto de motel y dejarlo solo con Elisa - Azriel hablo mas rápido de lo que puedo procesar. - Oye - Recrimino cuando Isa le dio un golpe.

-La playa nos queda a veinte minutos podemos hacerle algo ahí. - Propuso Isa que no dejo de mirar feo a Azriel.

-¿Y que le hacemos ahí? - Prosiguió Karlita

-Que tal un picnic. - propuse. - Se vería bonito.

Todos parpadearon al uní solo.

-¿Y de comer? - Dijo Azriel.

-Tu siempre pensando en comida, amor - Dijo Isa sobándole su parte golpeada por ella.

-No siempre. - Bajo y subió las cejas con una sonrisa picara que hizo sonrojar a Isa, quien lo volvió a golpear. - Bueno tú, primero me golpeas y luego me sobas. No, no, yo no quiero esa relación toxica, no. - Dijo muy dramático el hombre.

-Ay ya berrinchudo, no chille cosito.

-Y me dices llorón, no.

Mire a Karlita quien también estaba expectante a la escenita.

-Einar siempre quiso un perro, ¿y si le regalamos uno? - Me dijo Karlita viéndome.

-Que buena idea, - le dije - Yo veo la comida.

-No Elisa, tu tienes paladar de niño de cinco años, tú ve por el perro, nosotros nos encargaremos de la comida.

-Pero no quiero ir por un perro.

-Ve por uno, ¿que tan difícil puede ser?

Muy difícil, tenia la perrera enfrente de mi Azriel me había botado, literalmente, enfrente de ella y se fue. No sabia que hacer, no quería entrar, aun están muy vividos los recuerdos de mi madre que me decía:

"Si no haces lo que te digo voy a llamar a los perros para que te coman viva"

Como ven no me llegaron a comer viva, pero si me ponía cara a cara con cualquier perro que pareciera bravo.

Así que no me agradan nada, pero nada, los perros.

Tenia la mano temblorosa en la perilla de la puerta, la abrí con cuidado, suspire profundo y entre.

Los ladridos llenaron mis oídos, alertándome, recordándome mi pasado con ellos. Unos recuerdos no muy bonitos.

De un momento a otro el aire del mundo se acabo, mis pulmones no respiraban lo suficiente y las palpitaciones de mi corazón las escuchaba fuertemente en mis oídos, se combinaron con los ladridos de los perros.

Ni siquiera había entrado al perrera.

Mis ojos se movían sin cesar, mis piernas respondían solo a los temblores, sentí mi mano, que aun seguía sujeta a la perilla, sudorosa.

Cerré la puerta de golpe y me recargue sobre la pared, escurriéndome lentamente hasta que toque el suelo. Seguro que todos me vieron.

No podía dejar esa imagen mental de los perros.

Decidí caminar en busca de otra cosa, alguna excusa creíble del por que no conseguí al perro. No quería decirles lo que en verdad había pasado. Pienso que mientras mas sepan de ti mas formas existen de matarte...

Ni yo sabia a donde iba, solo daba vueltas por las calles, perdida.

Seguía sumergida en mis pensamientos hasta que pase al lado de un terreno abandonado y escuche un chillido. Como no tengo instinto de supervivencia en vez de correr fui en busca de lo que produjo el sonido.

La cosa seguía chillando y yo me guiaba por esos sonidos hasta que di con una caja de zapatos. La cosa era un perrito bebe que ya había abierto los ojos y se veía bastante desnutrido. Busque a su madre y di con ella en medio de la calle, atropellada.

-Bueno pequeño, parece que la suerte por fin te sonríe. - le dije como si pudiera escucharme.

Lo tome entre mis manos temblorosas y cuando bostezo me di cuenta que aun le faltaba unos dientecitos.

-Un bañito y estarás perfecto.

(SEPARADOR)

Había puesto a la cosita en una caja con un moño.

-¿Lo consiguieron hoy o lo encargaron desde antes? - les pregunte al ver el pastel de Harry Potter.

-Sorprendentemente lo conseguimos hoy. ¿Esta lindo no? - Dijo Isa.

Teníamos nuestro intento de picnic casi armado y solo faltaba el cumpleañero.

-¿Cuanto van a tardar? - Dijo una Karlita impaciente.

-Azriel ya fue por el, no han de tardar.

-Ya quiero pastel. - Insistió Karlita

-Cálmate niña, ya casi legan, no seas impaciente.

-Tengo hambre.

Isa y yo la miramos, Karlita solo se saboreaba el pastel y la comida que prepararon.

-Cierra la boca, va a caer tu baba en la comida.

En unos pocos minutos, que parecieron una tortura para Karlita, llegaron. El cumpleañero, como siempre, guapo y Azriel... que se veía como Azriel.

-Antes que nada - llamo la atención de todos Isa. - Abre tu regalo, no le valla a dar ansiedad.

Einar se sentó a mi lado, cerca, muy cerca, podía oler su perfume, le pase la caja que tenia a mi lado.

-¿La caja viene con movimiento incluido? - me pregunto al ver el brusco movimiento de esta.

-Es parte de su encanto, querido. - le respondí.

Me miro sonriente arqueando una ceja, como si no esperara mi respuesta.

-¿Lo vas a abrir o no?, llevas media hora mirándola. - Dijo Isa a la defensiva.

-Deja que mire su belleza subjetiva - la calmo Azriel.

-Es que me da miedo que le de algo a... eso...

Einar dejo de mirarme para centrarse en abrir la dichosa caja.

Me dio demasiada ternura ver su puchero, quería llorar.

-Un perrito...

-No, como crees, es una tortuga - le dijo Karlita sarcásticamente.

-Estoy tan... feliz que ni tu estúpido sarcasmo me arruina el momento. - se le quebró la voz.

Le puse la mano en el hombro y lo acaricie.

-¿Vas a llorar? - le dije al ver sus ojos cristalinos.

-Es que es muy tierno.

Pase mi mano a su otro hombro para abrazarlo., el soltó al perrito y se giro para abrazarme por la cintura. Sollozo un poco hasta que se calmo y volvió a tomar al perrito.

-¿Como le vas a poner? - le pregunto Azriel

-No lo se...

Nos interrumpió el ruido del estomago de Karlita.

-Les dije que tenia hambre -- dijo avergonzada.

-Vamos a comer - dijo Einar

Karlita aplaudió de felicidad y tomo su plato para servirse la comida.

-¿Te sirvo, solecito?

-Yo me sirvo, tu me sirves mucho. - le reclame.

-Es para que comas. A ver yo te sirvo. - me quito el plato de las manos para servirme comida.

-Me serviste mucho.

-Te serví lo suficiente.

-Es mucho.

-Te lo comes - dijo metiéndose una cucharada de comida - o te lo meto.

-Ey, ey. - Dijo Az - aquí no Einar, hay un motel a unas pocas cuadras.

-El que tiene hambre en pan piensa. - Le respondió Einar.

-Me tienen muy mal alimentado la verdad.

Isa lo golpeo en el brazo.

-Y me maltratan.

-Ay, ya Azriel deja de ser tan dramático. - Dijo Karlita. - No me dejan comer agusto.

-No te estoy tapando la boca.

-Pero cuando hablas me hartas.

Einar, Isa y yo estábamos expectantes en primera fila sobre la pelea.

-Comete eso - me susurro Einar en la oreja.

-Pero me serviste mucho - Me gire para mirarlo a los ojos.

Tomo un mechón de mi cabello enredado y lo puso atrás de mi oreja.

-Come solecito o no habrá pastel. - Susurro cerca de mis labios.

Trague grueso, los demás desaparecieron junto con su pelea, puso una mano en mi rodilla.

-Come...

Me lamí los labios y él lo notó. Había tenido a Fernando así de cerca y solo con él me sentía rara, sentía mis órganos revueltos, pero con Einar no, con Einar me sentía tranquila, me sentía en paz, solo con el desaparecen los demás. ¿Sera que ya esta empezando a gustarme Fernando?, puede que ahora solo vea a Einar como un amigo?

-¿Se van a besar o no? - Nos gritó Az - Nos ponen más tensos a nosotros

Holiwiis mis inestables. Como andamos?

Ay yo siento que me salio muy linda esta escena, ustedes no?

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Los amoooooooo. ♥️