4. Aún no me has seguido
📆MÁS TARDE
Guardo una vez el móvil en mi bolsillo, algo decepcionado, pues Sianna no ha contestado mi solicitud de seguimiento. Aprieto mis labios un par de veces, resoplando algo impaciente. Sé que a lo mejor soy idiota esperando algo de alguien que apenas me conoce, pero, quería de esta forma demostrarle que no está sola en Valdebebas y que no todos somos como los idiotas que cuchichean de ella.
-A Kylian le gusta le gusta la rubia -centro mi atención en Brahim, quien parece dedicado a burlarse hoy de mi, algo que no me molesta, pues estoy empezando a comprender el humor del malagueño, siendo este bastante divertido en muchas ocasiones.
-¿Qué rubia? -pregunta Lorena, la novia de Jude, quien me ofrece otra porción de ese bizcocho bajo en azúcar que ella misma ha hecho.
-No es nadie -.le respondo queriendo no darle alas a Brahim pues me avergüenza un poco ser el centro de atención a causa de una chica.
-Sianna, la rubia a la que he invitado a cenar y no ha venido -contesta Brahim a su pregunta, sacándome la lengua al preguntar.
-¿La nieta del presidente? -Brahim le responde afirmativamente a Lorena, quien acaba sentándose frente a mi, ofreciéndome una calmada sonrisa- todo el mundo sabe quien es, y que está recuperándose de una lesión de rodilla.
-Rotura de ligamentos y de menisco –le aclaro aún a riesgo de que Brahim utilice la información para seguir fastidiándome.
-Es bailarina –añade Luara torciendo su boca en una mueca- tiene su Instagram privado, pero, he visto videos suyos en internet. Es muy buena. Está en la Julliard, en Nueva York.
Luara me da en dos minutos demasiada información sobre ella, más de la que me gustaría. Si bien es cierto que he tenido la tentación de buscarla también en redes sociales, me conformo con seguirla, y tener la esperanza de que ella también lo haga.
-Y le gusta a Kylian –sigue insistiendo Brahim.
-Y si no le gusta, ya te estás encargando tú de emparejarlos. Hijo mío, lo que te gusta un buen salseo. Y si no habrá venido es porque no ha podido –Luara le da un pequeño puñetazo a su novio, pidiéndole que deje de molestarme- o porque le da vergüenza juntarse contigo.
Brahim responde a las pullas de su novia, con una mueca fastidiada, aunque dejando por fin el tema de Sianna. El resto de la cena transcurre con normalidad. Durante la pretemporada, Brahim y Jude fueron los primeros en acercarse a mi, protegiéndome de alguna manera, del resto de la plantilla, pues algunos no estaban muy contentos con mi llegada. Su sincera amistad es algo que valoro y que quiero conservar a toda costa, así como la relación que tengo tanto con Luara como con Lorena.
Brahim y su novia se niegan a que les ayudemos a recoger la mesa y es cuando por fin me encuentro a solas con Jude y Lorena, que me decido a hablarles de Sianna, pues, no quiero sufrir luego las consecuencias de mis confesiones con el malagueño, y Jude es mucho más discreto que él.
-Si que me gusta, Sianna –puedo ver en Lorena una pequeña sonrisa tras mis palabras, unas, que decirlas en voz alta son como un alivio para mi.
-Se ve buena chica, algo recelosa, aunque bueno, yo estaría igual si fuera ella. No me fiaría de nadie –aporta Jude a la conversación.
-¿Y qué vas a hacer? –es Lorena quien me pregunta ahora, de esa forma tan dulce y amable que es tan habitual en ella.
-Conocerla más. La he seguido en Instagram, y esperaré a que ella también lo haga –esbozo una pequeña sonrisa que Lorena me corresponde.
-Nena, tú nunca me seguiste en Instagram, ahora que lo pienso –Jude fija su mirada en su novia quien acaba emitiendo una carcajada tras sus palabras.
-Tenía tu teléfono, no me hacía falta seguirte para que habláramos, idiota –le contesta ella recibiendo un beso de su novio en la mejilla.
-Kylian –me habla ahora Jude cambiando la expresión por una más seria- si ves que no te acaba siguiendo, dile que quieres mejorar tu español y que te encantaría que ella te diera clases, aunque ya sepas hablarlo. A mí me funcionó.
-Jude, ¿tú ya sabías hablar español cuando me dijiste que te diera clases? -puedo ver en el rostro de mi compañero, como este se sonroja un poco destacando ese color en su piel.
-Algo sabía -responde Jude intentando que su novia no insista más.
-Bellingham -que ella pronuncie su apellido le hace a Jude ponerse incluso más nervioso, llevándole a confesar por fin, algo que al parecer Lorena desconocía.
-Si que sabia español. En el colegio lo elegí como segunda lengua, pero, necesitaba perfeccionarlo- Lorena frunce el entrecejo mirando a su novio, pero, puedo ver en ella una sonrisilla satisfecha. Jude vuelve a centrar su atención en mi dando por zanjado el tema de las clases- hazme caso, Kylian, tú hazte el idiota con ella, que ya lo eres, y verás como se apiada de ti y acaba saliendo contigo.
Y algo me dice que los consejos de Jude Bellingham, siempre dan resultado.
📆FINALES DE SEPTIEMBRE
📆DÍAS DESPUÉS
Me gusta ir a la piscina cuando ya todos mis compañeros se han marchado a casa. Me relaja nadar y hacer ejercicios en solitario, pensando en mis cosas sin que nadie me moleste. Aunque creo que la rubia de pelo corto ha tenido la misma idea que yo, pues está sentada en el borde con sus pies en el agua, y su mirada perdida en el infinito.
Si, aún no me ha seguido. Y estoy empezando a pensar que tal vez no lo ha hecho porque no le tengo que caer muy bien, o porque a lo mejor no quiere seguir a ningún futbolista. Mis divagaciones a punto están de hacerme dar la vuelta y marcharme, pero ella elige ese momento para girarse y regalarme una sonrisa que no dista mucho de ser alegre.
-Hola -me saluda ella mientras sus pies abandonan el agua- ya he terminado mis ejercicios, perdona que la esté acaparando.
-No, por favor, quédate -le pido alzando una de mis manos, acercándome con mucha cautela hacia donde ella está- solo buscaba algo de silencio.
-Por eso mismo debería irme .-vuelve a insistir la rubia de ojos azulados más tristes hoy de lo que en ella es habitual.
-Dicen de mi que soy un antisocial. Por favor, no te vayas, tengo que labrarme otra reputación -mis palabras la hacen sonreír un poco, aunque no todo lo que me gustaría.
Cuando ella vuelve a meter sus pies en el agua, es entonces cuando acabo sentándome a su lado, haciendo lo mismo que Sianna. Durante unos segundos ninguno de los dos es capaz de emitir palabra alguna respetando ambos nuestro silencio, uno que acabo rompiendo yo.
-¿Porqué dicen eso de ti? -me pregunta ella torciendo un poco su cabeza para poder mirarme mejor.
-Supongo que porque mis amistades en el equipo son reducidas. Jude, Brahim, los franceses petardos, Nacho y poco más.
-¿Y eso porqué?
-Son los únicos que de verdad me han demostrado que quieren ser mis amigos, más allá de lo que soy y de lo que arrastro detrás.
Mi respuesta parece dejarla satisfecha, pues se limita a mover la cabeza y volver a mirar el agua con la misma melancolía que me muestra desde que me senté a su lado.
-¿Porqué estás tan triste? -mi pregunta la hace girar la cabeza de nuevo, no sorprendiéndose por ella, pues se limita de nuevo a curvar su boca en una sonrisa forzada.
-El viernes me operan. La inflamación de la rodilla ha bajado considerablemente y he ganado más movilidad en ella.
-Pues eso es genial. Quiere decir que la rehabilitación está funcionando, pero, ¿por eso estás así? -vuelvo a insistir porque me temo que ella necesita hablar y desahogarse con lo que sea que ronde su cabeza. Conozco esa sensación y en Sianna es bastante evidente.
-Mi padre está en casa, en Nueva York, y no va a venir a la operación -y ahora es cuando entiendo su tristeza, más si su tono de voz al decírmelo denota como de mal se siente- y no es porque no pueda, es porque no quiere. Me ha dado unos argumentos tan poco creíbles, que he acabado colgándole el teléfono.
-Joder. Lo siento. No sé ni que decirte ni si opinar.
-Tranquilo, si ya me lo he dicho yo todo. Necesito que mi padre esté conmigo. Es la única familia que tengo.
-También tienes a tu abuelo -le recuerdo observando como la expresión de su rostro vuelve a mudar, ofreciéndome ahora una bastante indescifrable hasta para mi.
-Si, lo tengo, por increíble que parezca, él si que está a mi lado.
Sus enigmáticas palabras no me dejan darle réplica porque ella desvía su mirada hacia algún punto más allá del agua. Ahora que la tengo más cerca, me he dado cuenta de que sus ojos están enrojecidos, al igual que sus mejillas, lo que me confirma que ha estado llorando un buen rato.
-Yo llevo peleado con mi madre más de un año, porque me dejé aconsejar por ella, creyendo que hacía lo mejor para mi, y en realidad era lo mejor para su cuenta corriente -aún mi corazón sufre una punzada al recordar cada palabra de mi madre. Como me "obligó" a renovar por el París Saint Germain sin yo quererlo, argumentando que sería el jugador mejor pagado del mundo.
¿Y de qué coño sirve el dinero cuando no te gusta lo que haces?
-¿Y no os habláis? -puedo ver en Sianna como de interesada está en lo que le cuento, siendo también un alivio para mi, el poder hablar con alguien que desconoce toda mi situación familiar y que parece no juzgarme.
-Si, a través de nuestros abogados. La he denunciado por apropiación indebida y usurpación de funciones. Y ella aún sigue pensando que todo lo hizo para salvaguardar mi futuro -algo que me recuerda habitualmente haciendo declaraciones en todo medio que le ponga un micrófono por delante.
-Bueno, mi padre también me recuerda constantemente que aún está invirtiendo en mi para que sea la nueva Olga Smirnova -Sianna acaba riéndose al ver mi mueca de confusión al pronunciar el nombre de alguien que no conozco- es la mejor bailarina de ballet del mundo. Todas al final, queremos ser como ella.
-Tendré que buscarla en Instagram entonces, ¿crees que me seguirá? tengo la mala suerte que las bailarinas de ballet, por alguna extraña razón, no me siguen -mis palabras hacen que Sianna abra su boca de forma desmesurada, mostrándose algo avergonzada. Mueve sus pies en el agua de una forma muy delicada y suave, como si estuviera ejecutando algún paso de baile.
-Me da miedo que alguien descubra quien soy y acaben molestándote a ti, por eso no te he seguido -se justifica ella, creyéndome sus palabras, pues se muestra bastante sincera cuando lo hace.
-Uno de tus tíos también me sigue, no creo que a nadie le extrañara si lo haces -ella parece pensarse mi petición, y aunque no quiero obligarla, deseo que me siga y tener alguna forma de contacto con ella- y si lo descubren, como que me da igual.
-¿No te molestaría que rumoreaban que te hablas con la nieta del presidente?
-¿Te molestaría a ti? -Sianna niega con su cabeza formando por fin en su boca una sonrisa, no tan amplia como espero de ella.
-¿Y si te doy mejor mi teléfono? -me propone ella, teniendo que contener el alivio que siento pues pensaba cosas horribles de porqué Sianna no quería seguirme en Instagram.
-Y me sigues también, así puedo mandarte memes de Carvajal.
Sianna se muerde los labios, esos tan carnosos y jugosos que aunque quiera evitar acabo mirándolos fijamente. La rubia sigue con su indecisión, una que no quiero forzar más por si se la hago sentirse incómoda.
-Eres muy insistente -acaba ella diciéndome mostrando ahora una sonrisa mucho más amplia.
-No sabes cuanto, blondie.
De nuevo el silencio vuelve a instalarse entre nosotros. Uno cómodo al que sé adaptarme. La rubia respira pausadamente aunque de vez en cuando se le escapa un tenso suspiro que achaco a los nervios de la operación.
-Una vez estuve en París. Bailé en una exhibición en el palacio de Versalles. Fue mágico estar en ese lugar -puedo ver en su rostro la emoción que me muestra al contármelo. Creo que a ella le pasa como a mi con según que sitios he jugado, que me apasiono cuando hablo.
-Si te busco en Youtube, ¿encontraré videos tuyos bailando? Tengo mucha curiosidad por ver como te mueves...
-No hace falta que me busques. Te mandaré un par de ellos. Pero no esperes de mi que sea la Paulova.
-Oh, joder, esa si sé quien es, es la de la tarta -Sianna ríe tras mis palabras mostrándose ahora mucho más abierta y relajada que en todo el rato que llevamos juntos.
Durante unos buenos minutos hablamos de cualquier cosa, de algo que la haga olvidar lo de su padre.
-¿Se molestó mucho Brahim porque no fui a su cena? -puedo percibir en su tono de voz como de preocupada se muestra por si el malagueño estuviera enfadado por ella tras su rechazo a su invitación.
-No, para nada. Entendió perfectamente que no fueras, pero, te perdiste como su novia lo arrojó a la piscina.
-Oh, vaya, por eso me arrepiento de no haber ido.
-¿Solo por eso?
Mi pregunta la hace enrojecer y a mi darme bofetadas mentales por mi atrevimiento, pero, he decidido que me ya me da igual. Sianna me gusta y es algo que no voy a esconderle, más si su mirada está sobre la mía de forma tan intensa y arrebatadora, que me lleva a pensar que puede que ella también tenga algún tipo de interés en mi.
Nuestra conversación vuelve a discurrir de forma amena y distendida, hasta que ella se pone en pie contándome que el chofer de su abuelo la espera para llevarla a casa. Le doy algo de intimidad para que se vista, metiéndome en la piscina y haciendo un par de largos antes de despedirme. Es cuando ya la veo con las muletas en la mano, que me acerco para decirle adiós, siendo Sianna la que vuelve a sorprenderme con sus palabras.
-Gracias, Kylian. Estás haciendo que estar aquí sea más agradable.
"He acabado siguiéndolo. No quiero que crea que no me cae bien o algo por el estilo. Bastante tiene que aguantar con algunas personas del club que lo miran como si fuera el enchufado de mi abuelo. En cuanto lo he hecho, me ha enviado un mensaje con un gif muy gracioso, adjuntando su número de teléfono. Poco he tardado en añadirlo a mis contactos, encontrándome con un nuevo mensaje suyo deseando que pasara buena tarde.
Hablar con Kylian es tan fácil. Las palabras me salen sin problema, cuando no me mira, claro. Porque esos ojos color caramelo están siendo mi perdición. Algunas personas no lo ven atractivo, por lo que he podido leer en las redes. Pero, no es su rostro lo que llama mi atención, es su forma de ser, de comportarse, de hablar... Y si, joder, que tiene un cuerpazo de infarto.
Y lo admito, le he mirado el culo más de una vez."
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