31. Nunca dejaré de serlo
📆DÍAS DESPUÉS
Si no pasa nada, podré jugar el partido de mañana, uno muy importante pues nos enfrentamos al puto City, y de ganarles, estaríamos ya en cuartos de este absurdo Mundial que solo sirve para que otras personas ganen dinero a nuestra costa. Y también para cansarnos de cara a la nueva temporada.
-Te veo más atractivo incluso. ¿Estás seguro de que no te han hecho la cirugía? -.Brahim mueve mi barbilla de un lado a otro, provocando una sonrisa en mi. Le aparto la mano, dándole un cachetada en el cuello para que deje de mirarme la nariz.
-No, mi belleza sigue siendo natural -le respondo al malagueño pasando uno de mis brazos por encima de sus hombros. Levanto mi vista buscando a Sianna, a la que saludo levantando mi mano antes de entrar en el túnel de vestuarios. Ella me envía un beso, haciendo que sonría antes de perderla de vista.
-Así que lo deja todo por ti -las palabras de Jude me hacen rodar mis ojos, pues aunque les expliqué a mis dos amigos la decisión que Sianna había tomado, aquí el británico tiene otro punto de vista.
-No. Lo deja todo por ella, porque no estaba cómoda en Nueva York. Su casa es Madrid -le vuelvo a explicar a Jude quien tuerce su cabeza, sin contestarme y temiéndome lo que maquina.
-¿Vivirá con su abuelo cuando vuelva a España?
-Pues claro, Jude, ¿dónde coño va a vivir? -le pregunto entrando ya en el vestuario, aún el británico con esa mirada que no me augura nada bueno.
-Dos meses estuvimos Lorena y yo separados. Los mismos que tú y Sianna, pero nosotros, por otras razones, ¿y sabes lo primero que hice cuando la volví a ver?
-No sé si quiero saberlo -le respondo, aún sabiendo que él va a ignorar mi respuesta. Jude se detiene frente a mi, tomándome de los hombros para contestar a su propia pregunta.
-Pedirle que se viniera a vivir conmigo .-su respuesta es algo que no esperaba y que que causa cierta sorpresa en mi, consiguiendo que me ponga algo nervioso- así que, ya sabes, Mbappé, repite mi historia que a mi me ha ido de puta madre.
Me quedo estático a la entrada del vestuario sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo. Pedirle que se venga a vivir conmigo es un nivel más de nuestra relación. Ahora mismo mi cabeza no deja de pensar en que sería una maravillosa idea, pero también creo que solo llevamos seis meses juntos y puede que sea demasiado pronto, por lo menos para ella que tanto está viviendo en este tiempo.
Me ducho con rapidez, cambiándome de ropa por el chandal del equipo. Mientras mis compañeros hacen lo mismo, salgo del vestuario dirigiendo mis pasos de nuevo hacia el terreno de juego. Al salir, el campo está prácticamente vacío quedando solamente algo de prensa y los familiares del equipo.
Voy hacia donde está ella, quien ha bajado desde el asiento donde veía el entrenamiento, esperando que yo apareciera. Sianna se encuentra acompañada de Lorena y Luara, quienes también esperan a sus novios.
En cuanto ella se percata de mi presencia, una amplia sonrisa se marca en su rostro, alejándose de sus amigas para recibirme. Acorto la distancia que nos separa, dejando que sus brazos envuelvan mi cuerpo, poniendo los míos en su cintura. Tiro de ella hasta atraerla más a mi pecho, hundiendo mi cabeza en la curva de su cuello.
-¿Porqué siempre hueles tan bien? me vuelves loco con tu olor, Sia -su pecho retumba en una carcajada, no queriendo separarme de ella. Sé que posiblemente estarán aprovechando este momento para grabarnos pero me da un poco igual.
-Y tú a mi me vuelves loca de todas las maneras .-quiero besarla. Probar su boca, pero, tampoco quiero ofrecerles un espectáculo a todos los usuarios de redes sociales. Me separo de ella y solo dejo un pequeño beso en su mejilla, provocándole otra carcajada.
-Siento que estés aquí y no podamos vernos mucho. Lo has dejado todo por mi y apenas nos vemos.
-No te preocupes, Kylian. Tú solo concéntrate en ganar el Mundial, que yo mientras, arraso con las tiendas de la zona.
-Cuando acabe todo esto, tú y yo nos iremos bien lejos, a algún sitio donde nadie pueda encontrarnos.
-Donde tú quieras -sus dedos acarician la parte de atrás de mi cuello, consiguiendo que mi piel se erice- no empiezo la Escuela hasta mediados de septiembre, así que, soy toda tuya durante dos meses y medio.
-Sia, eso de que eres mía, suena malditamente bien -no puedo evitarlo, rozo sus labios, solo unos segundos porque necesito probarla. Ella me abraza, me deja que sienta los acelerados latidos de su corazón posando su boca en mi oído.
-Nunca dejaré de serlo.
📆 DIAS DESPUÉS
-Oportuno es por los cojones, el gilipollas este -Jude deja a un lado su teléfono tan cabreado como estoy yo y el resto de la plantilla. Incluso se pone en pie dirigiéndose hacia donde está Rodrygo, teniendo yo que disuadirlo de su idea.
- Déjalo, Jude, no merece la pena -le pido cogiéndolo del brazo para que vuelva a sentarse.
-¡No tenías otro día! ¿verdad? -le grita Jude al brasileño quien alza su barbilla como si lo estuviera desafiando- un día antes de la semifinal. Eres un puto egoísta. Menos mal que te vas a tomar por culo.
- Al París Saint Germain, por si se te ha olvidado -le contesta Rodrygo provocándolo con un guiño de ojos que al británico lo molesta aún más.
-Suerte con eso, porque la vas a necesitar -soy yo ahora el que le respondo, ignorándolo después porque no me apetece una confrontación con el brasileño.
Rodrygo jugará el año que viene en mi ex-equipo, y no sé le ha ocurrido otra cosa que anunciarlo a través de sus redes sociales con el consiguiente malestar que ha generado en todos nosotros y en el club. De hecho, no me extrañaría que mañana no jugara pues el mismo Ancelotti está muy cabreado.
Tanto Jude como yo terminamos de cambiarnos con rapidez, saliendo del vestuario a la misma vez que Nacho. Nuestro capitán y cuñado de Jude nos hace un gesto con sus manos para que lo sigamos alejándonos de miraras ajenas. Acabamos sentados en unas escaleras donde no nos molesta nadie, a la espera de volver a nuestro hotel.
-Para la temporada que viene va a haber muchos cambios -nos cuenta Nacho bajando el tono de voz.
-Es evidente que lo habrá. Ancelotti se va y estamos sin entrenador -nos recuerda Jude pues el mismo mister nos dijo hace unos días que ya nos seguirá entrenando más.
-Bueno, por poco tiempo -nos dice Nacho esbozando una enigmática sonrisa- de hecho, yo ya he estado hablando con el nuevo entrenador...
-Pero claro, no nos puedes decir quién es -termino la frase por él, asintiendo Nacho a lo que le digo.
-Solo os diré que a los nuevos capitanes los elegiremos nosotros y no será por antigüedad.
Frunzo mis labios un poco sorprendido por las palabras de Nacho y por lo demás que nos cuenta. Yo lo único que quiero es tener un buen ambiente y seguir jugando tan a gusto como lo hago.
Pasan unos minutos y los tres nos dirigimos hacia el autobús que nos lleva al hotel. Por suerte, podremos estar por la tarde, un rato con nuestras familias y me muero por ver a Sianna. Desde que sé que se va a quedar en Madrid, mi cabeza no deja de darle vueltas a las palabras de Jude, queriendo buscar un momento para proponérselo, porque si, quiero que se venga a vivir conmigo.
-Yo tengo una idea de quién puede ser el entrenador -me cuchichea Jude una vez que ambos nos hemos sentado en el autobús.
-Sorprendeme -le contesto muy interesado en sus teorías.
-Xabi Alonso.
-¿El entrenador del Castilla? -me sorprendo un poco porque, aunque él es un hombre de la casa, solo ha entrenado a las categorías inferiores, eso sí, con muy buenos resultados.
-¿Tú crees?
-¿Quieres apostar?
-Lo que quieras, Jude. Me gustaría la nueva Play 5 -Jude chasquea su lengua pensando en que apostar conmigo, tardando solo unos segundos en hacerlo.
-Y yo quiero ver una carrera de Fórmula Uno.
🕰️ MAS TARDE
Busco refugio en su cuello, besando este con mi boca. Su cuerpo entero se agita y estremece cada vez que mis labios succionan su piel. La punta de mi lengua traza un camino invisible hasta detenerme en su hombro.
-Kylian, pórtate bien -me pide Sianna, regalándome por su audacia.
-Estas sentada sobre mis rodillas. No puedo portarme bien.
Aprieto un poco sus caderas con una de mis manos, arrancándole un roto gemido que mi boca silencia cuando la beso. Me deshago en su sabor tomando sus labios entre los míos, chupando estos, consiguiendo que ella tembleque encima de mi. Su adictiva boca toma la mía sin dejar ni un solo centímetro de esta sin recorrer.
-Estiy deseando que terminemos todo esto y poder estar a solas -beso su barbilla acariciando uno de sus muslos, mientras ella roza mi cuello con sus uñas en una placentera caricia.
-Ese a solas implica los dos desnudos, ¿me equivoco?
Su arrebatadora sonrisa y como ha descubierto mis intenciones, me hacen rodearla con mis brazos para atraerla más a mí cuerpo. Sianna descansa en mi pecho levantando su cabeza para buscar mi mirada y regalarme una arrebatadora sonrisa.
-Te quiero, Sianna. Te amo tanto.
Sus mejillas se sonrojan tras mis palabras, siendo este color tan adorable en ella. Quizás esté sería el momento perfecto para pedirle que viva conmigo, sintiéndome algo nervioso por la petición que voy a hacerle.
-Cuando volvamos a Madrid, ¿ya has pensado donde vas a vivir? -le pregunto sintiendo como los latidos de mi corazón están golpeando con fuerza contra mi pecho.
-Pues con mi abuelo, ¿donde iba a vivir sino? -ella me mira como si lo que acabara de preguntarle fuera una tontería. Así que tomo aire, preparado para su rechazo, si es que este sucede.
-Conmigo, por ejemplo.
Contengo el aliento esperando su reacción. Sianna se aparta de mi pecho, buscando mi mirada, como si creyera que me estoy burlando de ella. Una de sus manos se posa en mi pecho, ahí donde mis latidos son más erráticos e intensos.
-¿Lo dices en serio, Kylian?
-Si. Lo hago. Pero si tú no quieres, no pasa nada, de verdad. Puede que sea pronto para nosotros, pero hemos estado muchos meses separados y creo que no aguantaría más sin tí.
Dejo escapar todo el aire que contenía en mi garganta, esperando su respuesta. Su rostro sigue mostrándose confuso, pero acierta a esbozar una sonrisa, una a la que me aferro y rezando porque me diga que si.
-Si.
Solo esa palabra y me vuelvo loco. Tengo ganas de reír y también de gritar, pero me limito a abrazarla bien fuerte, poniéndome en pie con ella en mis brazos. Doy un par de vueltas con los gritos de Sianna, quien se muestra igual de feliz que yo. Nos miramos, sabiendo perfectamente que nuestras vidas van a cambiar a partir de ahora. Y lo harán a mejor.
-Me haces tan feliz, Sianna.
Acabo subiéndola en una encimera que hay en la habitación donde ambos estábamos. Preferí buscar algo de intimidad a la hora de la visita, que el estar rodeado del resto de mis compañeros y su familia. Mis manos se posan en sus muslos, dejando que ella acaricie mi mejilla en una caricia extremadamente lenta. Sus dedos siguen un tortuoso camino por mi cuello, aplastando su boca con la mía mientras sigue tocándome.
Sus labios, tan adictivos como deliciosos, reclaman los míos de una forma desesperada, no en vano hace mucho tiempo que no estamos juntos y creo que esta vez las ganas nos están dominando a los dos, pues nuestros besos han subido de intensidad así como de rudeza, mordisqueándonos y lamiéndonos abrumados por el placer.
Deslizo mis manos por sus muslos hasta colarlas bajo su falda. Las mantengo en la unión de estos. Un suspiro sale de su boca cuando mis pulgares presionan su clítoris, frotando este un par de veces hasta que mis dedos enganchan el elástico de sus braguitas, haciéndolas a un lado. Sus mojados pliegues me reciben, usando su humedad para esparcirla bien por todo su sexo, gimiendo Sianna con cada movimiento de estos.
-Kylian, ¿y si viene alguien? -me pregunta con un ahogado tono de voz mientras le levanto la falda que lleva, pues lo único que deseo ahora mismo es poder perderme entre sus piernas.
-Saben que estoy aquí contigo y aún tenemos tiempo. Créeme, más les vale no molestarnos.
No le doy tiempo a protestar cuando bajo mi cabeza, hundiendo mi boca entre sus pliegues. Los chupo y succiono perdiéndose mi lengua entre ellos. Mi boca, roza y prueba su hinchado clítoris, acompañando sus gemidos de cada embestida de mi lengua.
-Kylian, maldito, vas a hacer que me corra ya.
Mi lengua sigue recorriendo su sexo, a la vez que dos de mis dedos entran en su interior, moviéndolos en círculos. La punta de mi lengua presiona más en su clítoris hasta que siento como Sianna se contrae con un espasmo. Acelero los movimientos de mis dedos, curvándolos aún más para ayudarla a llegar, aún con mi boca sigue en sus pliegues tomándola con desesperación.
-¡Kylian!
La chupo, lamo y succiono mientras ella estalla en mi boca. Sus caderas se mueven queriendo acercarse más a mi, teniendo que sujetarla de los muslos para seguir engullendo sus deliciosos fluidos.
Me pongo en pie y la visión que tengo delante de mi, es demasiado excitante. Sianna con la respiración entrecortada y las mejillas sonrojadas a causa del buen orgasmo que le he dado. Se muerde el labio y pone una de sus manos en la cintura de mis pantalones, siendo ella quien me la baja manteniéndome la mirada. En cuanto mi pene está libre, abre más sus piernas, y se coloca al borde de la encimera, relamiéndose los labios con deseo.
-No puedo esperar más -me pide ella aún con su respiración agitada y en un maldito tono demandante que me excita aún más- ahora, Kylian.
Pongo mi pene en su entrada y tomándola de las caderas, entró en ella de una fuerte y dura embestida que la hace gimotear. Empujo mi pelvis hasta enterrarme profundamente en su interior, comenzando un demencial ritmo que Sianna acompaña, con una de sus manos en mi hombro. Ella va recibiendo cada penetración de mi pene con rotos y desmadejados gemidos que aunque intenta contener, le es muy difícil el hacerlo. Mi ritmo dentro de ella es frenético, pues se lo hago bien lento, para después, llenarla profundamente de forma despiadada.
Roto mis caderas hasta hacer que sus jadeos sean ya incontrolables. Este movimiento la está volviendo loca a juzgar por la forma en que su cuerpo se contrae. Pongo mi mano en la parte de atrás de su espalda buscando apoyo para entrar más profundamente en ella. Mis embestidas se vuelven más duras, rozando la profundidad de su cuerpo, apretándome con sus paredes interiores de una forma bastante placentera.
-Oh, Kylian, no puedo más.
Sianna abre aún más sus piernas, lo que me facilita el poder entrar en ella con más dureza. Nuestras pelvis chocando la una con la otra, de forma desesperada. No varío el ritmo, moviéndome dentro de ella de forma escandalosa. Siento como un involuntario espasmo de su interior, me aprieta el pene hasta casi ser algo doloroso. La agarro de la espalda, apoyándome en ella para poder embestirla unas últimas veces, abrumado por el placer que ella me provoca.
Sianna se corre, apretándome con su interior. Retiro mis caderas y la penetro de nuevo sin querer parar hasta el final, pues yo también me voy con ella. Oleadas intermitentes de placer recorren mi cuerpo mientras mi pene se derrama en su interior, dejándola deshecha sobre mi cuerpo.
Ambos intentamos controlar nuestra respiración, conscientes del momento que acabamos de vivir. Le aparto el pelo de la cara, preocupado por si he sido un poco impetuoso, pero su maravillosa sonrisa cuando lo hago, me demuestra que no es así, aliviándome de cierta manera.
-Voy a querer mucho sexo cuando viva contigo -me río con las palabras de Sianna, quien lleva sus manos al cuello luciendo una increíble sonrisa. Arrebatadora es como ella se muestra, brillando su mirada cuando se posa en la mía.
-Blondie, vas a tener eso y mucho más, porque ahora, todo lo mío es tuyo, y ya sabes que eso también incluye cada parte de mi corazón.
"Vivir con Kylian es algo que no entraba en mis planes, pero no por ello no es algo que me desagrade, es más, no he tenido que pensármelo mucho porque realmente quiero hacerlo. Sé que algún día querré formar una familia, con Kylian, y este es el primer paso para hacerlo.
Mi vida va a estar llena de muchos desafíos este año, algunos, muy bonitos y propiciados por mi, y otros que me producen cierto desasosiego, porque aún no sé, quién es mi padre "
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