Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

25. Si será suficiente

📆 MEDIADOS DE FEBRERO

📆DÍAS DESPUÉS

Apenas puedo sostener el teléfono entre mis manos de lo mucho que me tiembla todo el cuerpo. Lo guardo en mi bolso como si este quemara y no quisiera que sonara nunca más. La llamada que acabo de recibir, era algo que esperaba, pero no por eso deja de sorprenderme. Camino alejándome de todo queriendo tomarme un tiempo para pensar. Si esto me hubiera pasado estando en Nueva York, no le buscaría tantos contras como hago ahora. Y la lista es bastante larga.

Abro la puerta de uno de los almacenes pequeños, donde sé que encontraré toda esa tranquilidad que necesito para pensar, pero, al hacerlo, me encuentro que ya está ocupado. Lorena alza su cabeza en cuanto abro la puerta, limpiándose las abundantes lágrimas que bañan su rostro. Dejo atrás mis propios dramas y cierro tras de mi para centrarme en mi amiga.

-Lorena, ¿qué te pasa? ¿porqué lloras? -le pregunto tomando asiento en el suelo justo a su lado.

-Jude y yo nos peleamos ayer, y no ha venido a dormir a casa -chasqueo mi lengua durante unos buenos segundos pensando en qué decirle, pues si me estuviera pasando a mi, estaría igual de triste que ella.

-A lo mejor ha dormido en casa de Brahim -le sugiero intentando calmarla y no avivar más su estado- pero, ¿porqué os habéis peleado?

-Porque estoy harta de que las tías lo acosen. Les da igual que tenga novia. Y yo ya no puedo más -de nuevo Lorena se echa a llorar, refugiándose en mis brazos al hacerlo. Entiendo en parte todo el acoso que sufre, pues Kylian suele recibir casi lo mismo de parte de algunas mujeres. Lorena me cuenta lo que ha pasado, intentando yo ser racional con ella y no avivar más lo mal que se siente. 

-Jude te quiere, Lorena, lo que pasa es que es demasiado...

-¿Gilipollas? ¿Inútil?

-No iba a decir eso -le contesto medio riéndome para que ella haga lo mismo- iba a decir que es demasiado diplomático y no le gusta ser grosero con nadie.

-Pues ya va siendo hora de que lo haga. Estoy muy harta de escuchar por los pasillos a las tías decir como se lo follarían en los vestuarios -tuerzo mi boca pensando que debe ser muy desagradable de escuchar. Intento calmarla como puedo y al final hasta su semblante cambia pasando de ser triste a otro más alegre.

-El salir con un futbolista, tiene estos inconvenientes, Lorena -le explico apoyando mi cabeza en la pared mientras dejo que un largo suspiro salga de mi garganta- Kylian recibía a diario de las más variadas proposiciones, hasta que tuvo que bloquear los mensajes de personas a las que no seguía. Resulta agotador que lo persigan tanto, pero, yo confío en él, y es lo único que me importa.

-Y yo también confío en Jude. Después de todas las cosas que han pasado entre nosotros, sé que él jamás me engañaría, pero, jode mucho tener que soportar tanto comentario.

Durante segundos, ambas permaneceos calladas, cada una reviviendo su drama. Ladeo mi cabeza buscando su mano, pues estoy algo cansada de luchar contra mi misma, y necesito un respiro. 

-Deberíamos salir esta noche. Solo nosotras, yo lo necesito por lo menos, qué te parece? -le propongo aceptando ella inmediatamente mi idea. 

-¿Y a ti que te pasa? no estarías aquí sino fuera porque te ocurre algo -Lorena por fin ha dejado de llorar, buscando mi mano para entrelazarla con la de ella, gesto este que me da bastante ánimo para contarle lo que me ocurre.

-Hoy recibí una llamada de la directora de una gira que prepara mi escuela para este verano. Y si estoy en condiciones y recuperada, cuentan conmigo para empezar en Mayo. Quieren que vaya un par de semanas antes de que comience, a Nueva York para que haga una prueba -le cuento sintiendo de nuevo como todo el cuerpo me tiembla al decirlo en voz alta.

-Y es lo que esperabas, pero, no estás muy feliz que digamos.

-Mi vida ha cambiado desde que estoy aquí, Lorena. La relación con la familia de mi madre es lo mejor que tengo. Nuevos amigos y tengo a Kylian. Y aunque sabía que un día tendría que volver, aún no asimilo que tenga que hacerlo tan pronto -le confieso con algo de ansiedad pues ahora no es ese momento en el que yo quiero volver.

-Sianna, estoy segura que tu familia te apoyará y estará muy feliz con la noticia, y creo que Kylian igual. Los que te queremos, estamos deseando que puedas bailar de nuevo, y estoy segura de que lo vas a lograr. Además, la gira solo sería en verano, ¿verdad?

-Si, solo sería junio, julio y agosto. Y después me incorporaría a la Escuela para mi último curso.

-¿Y no has pensado en la posibilidad de terminar tu carrera aquí en España? -su pregunta me deja algo sorprendida pues es cierto que no me había planteado ningún escenario más para terminar mis estudios de danza- por lo que sé hay varias Universidades en Madrid donde podrías seguir estudiando.

Me quedo pensativa unos buenos segundos, dándole vueltas a lo que Lorena me cuenta. La Juilliard es la mejor Escuela de Danza del mundo, y sería una locura dejarla para estudiar en otro sitio. A veces, tenemos que hacer sacrificios si queremos conseguir lo que queremos, nuestro sueño, pero, otras veces, hay más cosas en la vida que tenemos que valorar.

-No lo sé, Lorena. Ahora mismo solo pienso que en dos semanas me voy a Nueva York y no sé como se lo va a tomar Kylian.

Mi amiga agita su cabeza de un lado a otro y acaba poniéndose en pie. Me ofrece la mano para que me levante, sujetándome a ella al hacerlo.

-Pues yo solo pienso que como terminó ya mi turno, nos largamos de aquí, Sianna. No voy a volver a pensar más en el inútil de mi marido.

-¿Marido? -le pregunto a Lorena viendo como ella se sonroja al contestarme.

-Después de un par de copas, te lo cuento. 

🕰 MÁS TARDE

Cojo aire un par de veces y fijo mi mirada en el atardecer, ese que está dando paso ya a la noche. Después de comer con Lorena y Luara, nos fuimos a un chillout de tarde, donde hemos estado casi hasta la hora de cenar. Bailar, hablar, reír y beber con moderación, es en lo que ha consistido nuestra salida, sentándome bastante bien el hacerlo. Hasta que he recibido esta llamada.

-Tienes cara de haber hablado con un muerto -me señala Luara, quien, al igual que Lorena, se han quedado las dos en el jardín de la segunda esperando que terminara de hablar.

-Casi -les respondo mirando mi móvil, cerciorándome de nuevo que la llamada que he recibido es real.

-¡Sianna, joder! ¡Cuéntanos que te han dicho! -me grita Lorena consiguiendo que con su aguda voz, salga de este trance. 

-Era de mis compañeras de la Juilliard. Dos de las bailarinas principales del penúltimo curso, se trasladan a otro Estado y el año que viene quedaría yo sola como protagonista -termino de hablar mirando a mis dos amigas, quienes no saben muy bien que decirme.

-¿Y eso es bueno? -me pregunta Lorena con cautela mientras se va a acercando a la puerta de su casa.

-Muy bueno. Buenísimo -le respondo llevándome las manos a la cara.

-Pero no te gusta que sea tan bueno -pregunta esta vez Luara con el mismo cuidado que Lorena.

-Me deja sin opciones de pensar precisamente, en todas las posibilidades que tengo  -le respondo cogiendo aire con excesiva fuerza, intentando ser más consciente de la propuesta que acabo de recibir. 

-¡Ese inútil no está aquí, otra vez! -Lorena casi gruñe fastidiada cuando pone un pie en su casa.

-Está en Valdebebas, en su habitación de la Residencia -Luara agita su teléfono mostrándonos el mensaje que acaba de enviarle a Brahim y cuya respuesta enfada todavía más a Lorena.

-¡Me cago en su puta madre! y mira que su madre es una santa pero, él, es un cabrón -grita ella enfurecida, cerrando la puerta de su casa tan fuerte que hasta los cristales se agitan un poco- me voy a buscarlo. Se va a enterar ese inútil.

Lorena se dirige hacia su coche, siendo seguidas por Luara y yo. Aunque este no es el momento de dejarla a solas, hay conversaciones en las que nosotras dos no deberíamos meternos.

-¿Te importa dejarme en casa de Kylian? -le pregunto a Lorena antes de que emprenda camino hacia Valdebebas.

-Y a mi en la de Brahim -añade Luara sentándose en la parte delantera.

-Cobardes. Me dejáis sola -nos gruñe Lorena ofreciéndole yo una mueca que confirma sus reclamos. 

-Necesitas hablar con él, Lore. Que sepa bien lo que sufres, y es mejor que no estemos cerca -sigue diciéndole Luara, asintiendo nuestra amiga a todos los consejos que intentamos darle.

Durante minutos, nos limitamos a cantar las canciones que la radio emite. Mi cabeza es un autentico lío ahora mismo, y aunque no quiero pensar mucho en ello, necesito compartirlo con Kylian.

-Sianna, ¿dejarías Nueva York por Kylian? -la pregunta de Lorena me hace desviar mi mirada de la ventanilla para centrarme en ella, quien me ofrece una calmada sonrisa a través del espejo retrovisor. 

-Lo haría. Maldita sea, si lo haría. Y sé que él sería capaz de fundar una puta escuela de Danza con tal de tenerme a su lado.

-¿Pero? -la pregunta de Luara tiene tantas respuestas que prefiero negar con mi cabeza y dejar de hablar de algo que me tiene en un sin vivir.

Mis dos amigas dejan de preguntarme, respetando mi silencio, y no es hasta que me dejan en la puerta de la casa de Kylian, que recibo por su parte varias miradas comprensivas.

-Sianna, piensa en ti, en lo que quieres tú, no en lo que quieren los demás.

Asiento a las palabras de Lorena bajándome del coche. Me despido de ellas alzando mi mano cuando Kylian me abre el portón que da acceso a su casa. Al atravesarlo, camino por el empedrado sintiendo mi corazón estrellarse alocadamente contra mi pecho. En cuanto aparece en la entrada, casi corro hacia él, atrapándome Kylian entre sus brazos.

-Ei, ¿qué te pasa? -apenas quiero contestarle, solo refugiarme en sus brazos y quedarme para siempre en ellos. Y aunque intento morderme los labios y no llorar, acabo haciéndolo dándose él cuenta perfectamente de que algo me ocurre- ¿blondie?

-Te quiero, Kylian. Te quiero mucho. Nunca se lo he dicho a nadie porque no había quien se lo mereciera. Pero a ti te quiero. Creo que empecé a enamorarme de ti, el día que me seguiste en Instagram, y no creo que en mi vida quiera más a nadie como te quiero a ti.

-Sia, mi amor, me estás asustando, ¿qué te pasa?

Lo callo con un beso al escuchar el tono desesperado de su voz. Nuestros labios se encuentran de forma rotunda, casi sin dejarnos espacio para respirar. Kylian me arrastra dentro de la casa, tomando mi boca una y otra vez, hasta agarrarme de las caderas.

Pronto sus pasos nos llevan a su dormitorio, donde deshacemos la cama, enredados el uno con el otro, sin nada que detenga la pasión que a ambos nos amenaza con consumirnos. Es un encuentro pasional, cargado de emociones por mi parte, lo que me hace contener las lágrimas, hundiendo mi boca en su cuello para que no perciba mis sollozos.

Kylian acaricia mi espalda estrechándome entre sus brazos una vez que ambos hemos llegado a ese punto de estallido que ambos nos consume, dejando que me calme de esta manera, obstinada en no querer separarme de él, y queriendo alargar una conversación que sé que voy a odiar.

-¿Quieres hablar ya? he dejado que te calmes a tu manera, pero me tienes muy preocupado, Sia -levanto mi cabeza de su pecho, encontrándome con su mirada caramelo, tan intensa y arrebatadora que varios suspiros salen de mi garganta concentrándome en sus ojos.

-Lo siento, pero, ha sido verte y he sentido que solo quería esto, estar contigo -le confieso apartándome un poco de él para darle espacio y que se recueste a mi lado.

-Y yo estoy siempre para ti. Cuando me necesites, pero, ahora tienes que contarme que te pasa. Por favor.

Trago saliva intentando que las palabras no se me atasquen en la garganta. Casi no quiero ni mirarlo pues el ver la decepción o la desilusión en sus ojos, es algo con lo que sé que no voy a poder lidiar. Se lo cuento todo sin dejar que él me interrumpa, y para cuando termino, no me siento aliviada, al contrario, tengo una pesada losa en mi pecho que me impide respirar con normalidad.

-Mírame, Sianna, por favor, mi amor, mírame -siento un par de sus dedos bajo mi barbilla, alzándome esta para que lo mire, algo que hago, encontrándome una bonita sonrisa por su parte.

-Kylian, yo... -él se inclina para rozar mis labios dándome un abrazo después de hacerlo. Mi cabeza se pierde en el hueco de su cuello, encontrando ese refugio que tanto necesito.

-Tú, nada. Sabíamos que este día iba a llegar. Tienes tu vida. Tus planes de futuro. Eres una gran bailarina, y viniste aquí para volver a serlo. Y el final de tu túnel está cada vez más cerca -sus sinceras palabras me rompen el corazón pues son cruelmente verdaderas.

-¿Y nosotros? -aprieto mis dientes muy nerviosa, pues temo tanto la respuesta, una que me importa mucho más que todo lo demás que me ha pasado hoy.

-¿A qué te refieres con nosotros? -el rostro de Kylian se vuelve más serio, incluso endureciendo su expresión. 

-Que entenderé si quieres dejarlo, Kylian. Las relaciones a distancia son una mierda, más si nos separan tantos kilómetros.

-¿Quieres dejarme tú? -su voz, su tono, ahora si está cargado de desilusión y tal vez de algo de apremio en el. Niego con mi cabeza sintiendo ya esas primeras lágrimas que tanto he intentado contener, pero que ya no quiero hacerlo más.

-No, no quiero, pero no quiero atarte a una persona a la que luego casi no vas a ver.

Me derrumbo. Lloro con desconsuelo temiendo que llegue ese maldito día, en el que tenga que decirle adiós. Sus brazos me rodean de nuevo, y aunque me tenso cuando lo hace, acabo abandonándome a Kylian, cansada ya de luchar contra mi misma, como bien me recordaron mis amigas.

-Te quiero, Sianna. Y no voy a dejar de quererte ni a dejarte a ti porque te vayas a la otra punta del mundo -cada una de sus palabras se me clava en el corazón, con cierta amargura, pues, sería más fácil que él me dijera que lo mejor sería que rompiéramos y no alargar quizás, algo que puede que en un futuro nos rompa a ambos.

- Pero...

-Sin peros, Sianna -él me hace levantar la cabeza para que nuestras miradas estén la una sobre la otra. La rotundidad de la suya es algo que me abruma a la vez que me da ciertas esperanzas de que puede que esto salga bien- nos costará al principio, pero, lucharemos por ello. Lo haremos por nosotros, ¿o acaso tú no quieres luchar?

-Llevo toda la vida haciéndolo.

-Pues ahora lucharás por los dos. No pienso rendirme contigo. Te quiero, y no concibo estar sin ti, pero, si tú no crees en nosotros, eres libre de irte ahora, y te juro que no te guardaré rencor por ello. Eres libre, mi vida. Libre para elegirte a ti -Kylian hace un gesto con su mano derecha, señalándome la puerta de su habitación.

Ese simple gesto me derrumba, provocando que el estómago me de un vuelco y que mi respiración se acelere. Las lágrimas, casi me nublan la visión, siendo incapaz de contestarle, o, de opinar a sus directas palabras. 

"La posibilidad de estar sin él me aterra, pero a la vez sigo pensando que puede que esto sea la crónica de una muerte anunciada. Él y yo manteniendo una relación, que tiene que ser bastante fuerte como aguantar que ambos estemos en continentes separados.

Y lo que más me jode es lo claro que lo tiene él. Y yo, bueno, nunca he dudado de lo que lo quiero. El miedo que tengo es si este amor será suficiente para los dos"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro