21. Feliz Año Nuevo, Blondie
📆 31 DE DICIEMBRE DE 2024
📆AL DÍA SIGUIENTE
Aún me resulta extraño despertarme y tener a alguien a mi lado. Pocas veces, o más bien, ninguna, he dormido con algún chico, y percibo que a Kylian le pasa lo mismo pues anoche más de una vez tuve que empujarle para que me diera espacio, aunque a causa del frío, fui yo la que buscó como acurrucarse a su lado.
-Así que no vas a decirme donde vamos a ir a cenar -termino de ondularme el pelo, sosteniendo la plancha mientras ladeo mi cabeza esperando su respuesta.
-Es lo único a lo que quiero sorprenderte hoy -me relamo los labios pendiente de como Kylian se abrocha la camisa blanca, una que le queda bastante apretada, dándole un aspecto totalmente delicioso- babeas, Miller.
-Si no fueras por ahí provocando -sigo con mi tarea de rizarme el pelo, uno que tengo algo más largo desde que llegué a Madrid y me permite moldearlo mejor. Kylian se sitúa tras de mi, con una de sus manos en mi cintura.
-Hacemos un contraste de escándalo. Tú tan blanquita y yo cacao -le devuelvo la sonrisa que él me ofrece a través de nuestro reflejo en el espejo, y si, es cierto, es brutal la imagen de ambos- si tuviéramos algún hijo seguro que sería chocolate con leche.
No puedo evitar que un escalofrío recorra todo mi cuerpo solo de imaginarme el tener un hijo con él. Hasta un jadeo escapa de mi boca tras sus palabras, unas que ni siquiera causan en mi algún tipo de desasosiego. Desenchufo la plancha dejándola a un lado, para agarrarme después a su brazo, sin dejar ambos de tener la mirada en el otro.
-¿Ni dos días llevas conmigo y ya quieres hacerme un hijo? -le doy una burlona sonrisa que él no corresponde, al contrario, su boca se tuerce hacia abajo en una expresión más seria de lo que esperaba.
-Lo quiero todo contigo, Sianna -Kylian me da la vuelta tomándome después de las caderas. Me alza hasta subirme a la encimera del lavabo, colocándose él entre mis piernas- de verdad que intento ir lento contigo, disfrutar de cada segundo a tu lado, pero, a veces pienso en cuando tengas que irte y eso me lleva a querer hacerlo todo, y deprisa.
-¿Y quieres hacerme un hijo antes de que me vaya? sería una bonita forma de retenerme -le obsequio con otra sonrisa, una que muere en mis labios al ver como él curva su boca hacia arriba, provocando mi indignación- ¡ni se te ocurra, Kylian!
Lo empujo hasta lograr algo de espacio entre nosotros, saliendo del baño para terminar de vestirme. Las carcajadas de Kylian podrían indignarme, pero, que él piense en que podemos llegar a algo más entre nosotros, me abruma, sin llegar a molestarme.
Me siento en la cama para calzarme los zapatos, unos de tacón bajo que me compré esta mañana en una de esas tiendas donde Kylian me llevó. Segundos después, él sale del baño con el teléfono en su mano ofreciéndome una mueca algo marcada.
-Es Lucas otra vez, me pide, no, me ruega que nos pasemos un rato por su fiesta. Está de un pesado -Kylian resopla un par de veces bloqueando su teléfono a continuación. Busca mi mirada ofreciéndole yo una leve sonrisa.
-No me importa ir, de verdad. Lucas es tu amigo y me gustaría que estuvieras un rato con él.
-Me va a joder el resto del plan para esta noche -solo tengo que acercarme a Kylian para buscar su cintura, poniendo mis manos en ella.
-Una hora y punto, ¿Qué te parece? -ladeo mi cabeza curvando mi boca en una sonrisa, consiguiendo que él me responda de la misma manera, no sin antes emitir un ligero suspiro.
-De acuerdo. Solo una hora. No quiero que nada me estropee esta noche contigo -mi boca casi roza la suya, sintiendo su aliento en mis labios y como mi cuerpo entero temblequea cuando sus dedos se anclan en mi cintura, marcando mi piel con ellos.
-Estamos aquí, los dos, inesperados e irremediablemente juntos. Tú y yo somos un desafío. Ninguno va a dejar que nadie nos destroce lo que tú y yo hemos creado.
🕰 MÁS TARDE
No puedo evitar sonreír mientras veo las luces de París en todo su esplendor cerniéndose frente a mi. Las manos de Kylian rodean mi cintura, posándose una de ellas en mi cadera y la otra ofreciéndome una copa de champan que tomo de buen grado.
-Cenar en la Torre Eiffel es algo impresionante -le confieso tomando un sorbo de mi bebida. Su mirada tan intensa y rotunda sobre mi es algo que de nuevo me hace temblequear por la forma como mantiene su vista en mi.
-No, tú lo eres más. Estás jodidamente preciosa esta noche -sus labios me besan, lenta y profundamente robándome el aliento al hacerlo. Me agarro a las solapas de su chaqueta al sentir temblar mis piernas, más cuando su lengua se desliza por mi boca tomando la mía de una forma tan arrebatadora.
El murmullo de las personas a nuestro alrededor nos hace separarnos. El reloj casi marca las doce y ambos dirigimos nuestra mirada hacia las ventanas, donde en el fabuloso de París comienzan a formarse los primeros fuegos artificiales.
-¿Sabes que eres lo mejor que me ha pasado este año? -giro mi cabeza para escuchar sus palabras, unas tan emocionadas que tengo que contener las terribles ganas que tengo de llorar.
-¿Y tú sabes que has hecho que deje de odiar Madrid? -su boca se curva hacia arriba en una sonrisa, una que adoro, porque joder, lo adoro a él.
-Feliz año nuevo, Blondie. Que el año que viene también pueda tener tus labios junto a los míos en un momento igual a éste.
Unimos nuestras copas brindando por el nuevo Año. Una vez lo hemos hecho ambos miramos a través de los grandes ventanales esos fuegos artificiales que pueblan París.
Kylian se sitúa tras de mi, abrazándome con su cuerpo. Me agarro a una de sus manos bebiendo de nuevo de mi copa, la cual apuro y la dejo encima de la mesa que hay junto a nosotros. Reposo mi cabeza en su pecho, sintiendo su cálido aliento en mi cuello y como sus labios dejan un pequeño beso en el que eriza todo mi piel.
-Nunca he vivido algo tan bonito como esto. Es mágico ver París iluminada de esta manera -ladeo un poco mi cabeza al percibir su mirada sobre mi. De nuevo, esa intensidad con la que me mira, provoca en mi descriptibles y febriles sensaciones.
Solo me dejo abrazar por él. Disfrutando de cada luz de colores, de cada roce de sus dedos en mi piel y de como puedo percibir su acelerado pulso bajo las yemas de mis dedos.
Dicen que la vida es cuestión de momentos. Para mi, los momentos más perfectos son los que estoy viviendo al lado de Kylian. Me está dando tantas razones para creer en nosotros que cada segundo a su lado, es un segundo más que mi corazón está empezando a quererlo.
-Deberíamos irnos ya a casa de Lucas -asiento a sus palabras dejando que Kylian me separe de su cintura, aunque sin deshacer la unión de nuestras manos.
En pocos minutos nos despedimos de las personas que han atendido nuestra cena para salir del Restaurante Jules Vernes. De camino al ascensor, percibo como la gente clava sus miradas sobre nosotros con algo de disimulo. Y sinceramente, si mañana mismo sale mi foto por toda la red, no será un drama, pues a las personas que podría importarles, les da igual.
-¿Estás incómoda porque nos miran? -Kylian pone su mano en la parte baja de mi espalda mientras ambos entramos en el ascensor, no estando solos en el. La forma sutil que él tiene de revindicar que está conmigo es algo que me produce cierta satisfacción.
-Para nada. Como que me da igual -busco poner mi mano sobre su pecho, apoyando su cabeza en el. No puedo evitar sonreír al ver como el par de parejas que hay frente a nosotros, hablan en susurros de nuestra presencia.
-Seguro que ya mismo hay rumores de que Mbappé tiene novia -su voz me llega en un susurro cuando él baja su cabeza hasta hablarme lo más cerca que puede de mi oreja.
-Joder, ¿y quién podrá ser? ¿Kendall Jenner? ¿Esther Expósito? ¿París Jackson? -deslizo una de mis manos por su pecho hasta levantar mi cabeza y buscar su mirada, una que se ha vuelto bastante burlona a causa de mis palabras.
-Ninguna de ellas es tan preciosa como tú.
Mi boca se curva en una sonrisa ladeada. Le dedico una mordida de labios que Kylian corresponde deslizando su mano por mi espalda hasta posarla en mi trasero, el cual aprieta y masajea sin dejar de mirarme.
-Estoy deseando que nos vayamos de casa de Lucas -su nariz roza mi cuello provocando que mis terminaciones nerviosas se vuelvan alocadas e inquietas por su causa.
-Pero si aún no hemos llegado, Kylian.
-Por eso, blondie, por eso.
🕰 MÁS TARDE
La casa de Lucas Hernández más parece un cabaret parisino que un hogar donde se celebra una fiesta de Año Nuevo. La extravagancia y el lujo campan a sus anchas por cada rincón de la estancia donde nos encontramos, asistiendo hace unos minutos a un comefuegos que bailaba semidesnudo encima de una tarima.
-Creo que comparado con ésta, el resto de fiestas a las que ido, son una mierda -le doy un buen trago a la copa de color verduzco que tengo en mi manos, cuyo sabor es delicioso.
-Lucas se separó antes del verano y esta es su forma de demostrar que no le ha afectado el divorcio -Kylian roza mis brazos con las yemas de sus dedos apartándome el pelo del cuello para que sus arrebatadores labios se posen en el- veintisiete minutos más y nos vamos.
-Oh, Dios, ¿y será verdad que los estás contando?
-Yo, no, mi móvil. Mira -Kylian se saca su móvil del bolsillo mostrándome una cuenta atrás que provoca en mi una carcajada. Me giro enlazando mis manos tras su cuello relamiéndome los labios mirando los suyos.
-Si quieres, podemos irnos ya. Creo que hemos cumplido. Te han visto. Me han visto. Y no dejan de mirarnos -las manos de Kylian se posan en mi trasero, apretando este hasta presionarme contra su cuerpo. Lo que veo en su mirada es un brillo travieso y maléfico que provoca en mi un intenso cosquilleo.
-Debería besarte y provocar más escándalo alrededor nuestra -me sugiere Kylian acercando cada vez más sus labios a los míos. Aunque por desgracia no llego a rozarlos porque alguien acercándose a nosotros, lo llama por su nombre.
-¡Kylian!
Me separo de mi novio, aunque él me mantiene delante suya sin querer mostrarse muy efusivo con el recién llegado. Solo le tiende la mano y ambos la estrechan durante unos segundos.
-Achraf -lo nombra Kylian manteniendo una expresión bastante seria en su rostro-¿qué tal estás?
-Genial. ¡Me alegro tanto de verte! ¿Qué tal con el tito Floren? ¿te trata bien el viejo?
Me tensó al escuchar como este tío habla de forma tan despectiva de mi abuelo. Kylian lo nota pues me agarra de las caderas hundiendo sus dedos en ellas y tirando de mi para que no me separe de él, cosa que no hago, manteniéndome en silencio pues deseo saber que le contestará él.
-¿Y tú que tal tu divorcio? he oído que tu ex te ha dejado en la ruina -de todas las posibles respuestas que esperaba de Kylian ésta es la que más me sorprende, pues el rostro del chico que hay frente a nosotros ha mudado hasta ponerse lívido.
Kylian me toma de la mano y en cuestión de segundos nos alejamos del tal Achraf, alguien que acaba de entrar en el club de personas que odio. Dejó que mi novio me lleve hasta el vestíbulo, signo inequívoco de que vamos a irnos ya.
-¿Y ese quien era? -le pregunto a Kylian mientras va hacia el ropero dándole la ficha a la encargada para que traiga nuestros abrigos.
-El Madrid lo vendió hace cuatro años al Milán y ellos al París Saint Germain al año siguiente. Aún está resentido porque no quisieron contar con él en el Real Madrid, y culpa a tu abuelo de su traspaso. Era mi mejor amigo.
-Oh, joder -acierto a decir pues sé que aún hay algo más que quiere contarme.
-Incluso me "aconsejó" no irme al Real Madrid, el muy capullo -noto algo de molestia en su tono de voz al hablarme de Achraf, algo que evidencia la expresión marcada de su rostro- dejamos de ser amigos cuando quiso utilizarme como coartada una vez que le puso los cuernos a su mujer. Fue un caso bastante desagradable, porque la chica con la que la engañó, lo acusó de violación.
Dejó que él me ponga el abrigo una vez que la chica nos los ha traído. Nos dirigimos hacia la puerta mientras yo asimilo lo que acaba de contarme.
-Mierda. Lo que me faltaba hoy -dirijo mi mirada hacia donde Kylian la tiene, quien chasquea su lengua un par de veces, dirigiendo su molestia hacia una chica castaña con un exuberante vestido dorado que se dirige hacia donde estamos. Kylian tira de mi para ignorarla, percatándome de que es la influencer que juró que había pasado la noche con él en su cumpleaños.
-¡Kylian, querido! ¡Que alegría verte! -exclama ella en un marcado acento francés que me cuesta algo entenderlo. Asisto a como la chica se dirige a mi novio, esquivándola él ante su perplejidad- ¿en serio no vas a saludarme? ¿con todo lo que hemos compartido?
-Una puta copa en mi cumpleaños y ya proclamaste que habíamos follado. Así que no, no voy a saludarte o mañana toda Francia creerá que te he dejado preñada -no puedo evitar reírme al ver el rostro de la chica, uno perplejo a causa de las rotundas palabras de Kylian sobre ella. Es entonces cuando ella se percata de mi presencia, dirigiendo toda su furia hacia mi.
-Yo que tú tendría cuidado, rubia. Este es de los que te la meten y luego ni se acuerdan -me advierte ella logrando que de mi boca salga un suspiro algo hastiado.
-Bueno, tú por eso no te preocupes, que ya se la chupo hasta el fondo para que no se le olvide que está conmigo -agito mi mano a modo de despedida, antes de enlazar mi brazo con el de Kylian para poder salir de una vez de esta puta fiesta, no sin antes darme la vuelta y ofrecerle una última mirada a la influencer de turno- au revoir, mon cœur.
Apenas hablamos Kylian y yo cuando salimos de casa de Lucas, dirigiéndonos hacia el coche que nos espera justo en su puerta. Solo le ofrezco una pequeña sonrisa, cuando él me agarra de la cintura, dándome la vuelta antes de entrar en el vehículo.
-Sianna -su voz es un tono de advertencia, de querer saber porque estoy tanto tiempo en silencio.
-No tengo dudas contigo, pero me jode que alguien me las genere -bajo mi mirada hacia el suelo, apretando mis labios tras hablarle. Dos de sus dedos se posan en mi barbilla, levantando esta para que pueda fijar mi mirada en la suya- es muy guapa. Y habla tan convencida de que estuvo contigo.
-No pasó nada con ella, y lo sabes. Esa noche no podía sacarte de mi cabeza. Te comparaba con todas las tías que se me acercaban -asisto a su confesión, una, que aunque sé, me deja más aliviada escucharla de sus labios.
-¿Será así siempre? ¿las tías se te van a acercar queriendo algo contigo y yo voy a tener que joderme?
-Se llama confianza, Sianna. Y ya te dije una vez que cuando se me acercan es porque todas van a lo mismo -sus labios casi rozan los míos al hablarme, siendo su tono de voz algo desesperado pues me habla esperando que crea sus palabras- tú eres la única que me ve tal y como soy. Solo te pido que creas en mi.
Trago saliva mojando mis labios mientras los rítmicos golpeteos de mi corazón atraviesan mi pecho una y otra vez. Jamás me ha mentido y no es ahora cuando todo entre nosotros está más claro que nunca que deba dudar.
-Y lo hago. Aunque no descartes que empiece a arrancar pelos -mis palabras le provocan una carcajada, para, segundos después, tirar de mi hasta hacer que choque contra su pecho. Sus brazos me envuelven sintiendo su agitada respiración en mi cuello- oye, ¿tú no ibas a llevarme a un sitio?
"El Hotel Ritz de París, nos acogió la primera noche del año. Kylian se empeñó en hacer de estos días algo mágico e inolvidable, y lo consiguió.
Dormir en una habitación de cuento de hadas y bañarme en una bañera dorada mientras tomábamos fresas con chocolate, es una de esas excentricidades que él se encargó de proveernos durante nuestra estancia de 24 horas en el hotel. Caviar. Fresas. Champagne rosado. Un delicioso jacuzzi.
Y lo más importante para mi, el hecho de lo mucho que le importo a Kylian por todas las molestias que se ha tomado para que estos días en París con él, sean perfectos.
¿Así como no voy a enamorarme de él?"
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