14. Realmente, te necesito
📆 DÍAS DESPUÉS
Llevo sin ver a Kylian desde que el jueves que estuvo en casa. Jugó un partido fuera y luego tuvo que viajar a París de forma precipitada, y aunque fue un viaje relámpago, no he querido preguntarle a que se debió. Tuvo que ser grave porque apenas hemos hablado estos días y aunque quiera no puedo evitar preocuparme.
Camino directamente hacia el gimnasio pues Mario quiere empezar a potenciar la rodilla. Me ha dicho que si todo va bien, posiblemente después de Navidad pueda empezar a apoyar la punta en el suelo, algo que sería vital para mi rehabilitación.
-¡Sianna! -desvío mi mirada hacia la derecha donde veo venir a Jude con Kylian. Aprieto mis labios algo nerviosa, pues estamos a la vista de todo el mundo y no sé como él va a reaccionar.
-Hola, ¿Qué tal? -le pregunto a Jude pero mirándolo a él, quien no puede evitar esconder una sonrisa al cruzar su mirada con la mía- ¿vais a entrenar?
-A desayunar, ¿te vienes?
-No, gracias. Tengo ahora sesión con Mario y no quisiera dejar plantado a un hombre prometido -una sonrisa se forma en mi boca al contestarle, provocando que Jude ruede sus ojos cuando le nombro a su cuñado.
-Y nervioso por casarse, no lo olvides. Que a su hermana la tiene hasta el coño, y se hace extensivo a mi también -se queja el británico bufando un par de veces para dar más énfasis a sus palabras.
-Bueno, es normal. Quiere que todo sea perfecto el día de su boda -apoyo mi pierna buena en el suelo, mordiendo mis labios cuando miro a Kylian, quien no ha perdido detalle de nuestra conversación pero con su mirada puesta en mi- bueno, yo me voy. Luego nos vemos.
-Adiós, Sianna -me despido de ambos dándome la vuelta sin esperar la contestación de Kylian.
El vernos aquí, a la vista de todo el mundo, después de todos los besos que hemos compartido, es algo que me inquieta. Pero a él parece darle igual, cuando me pilla desprevenida y toma mi mano arrastrándome a una habitación medio vacía en la cual parecen guardar algo de material.
Kylian cierra la puerta tras de si, apoyándome en la pared de enfrente. Pronto siento sus carnosos labios tomar los míos, devorándome de forma desesperada. Subo mis manos hasta cruzarlas tras su cuello, pasando mis uñas por el. Su boca chupa mi labio superior, rozándolo con sus dientes a la vez que sus caderas se presionan contra las mías. Un roto suspiro sale de mi garganta muriendo en sus labios cuando su lengua se apodera de la mía. Sus demenciales y atormentados besos me dejan desmadejada y a su merced cuando sus manos se apropian de mis caderas, hundiendo sus dedos bajo mi camiseta.
-Kylian -casi ni reconozco mi voz al pronunciar su nombre. Casi mi cordura desaparece cuando sus manos se pierden en la parte baja de mi espalda, erizando los vellos de mi piel a causa de sus demoledores caricias.
-No puedo jodidamente verte y no besarte. Sería delito hacerlo.
Río al ver su determinada mirada sobre mi. Sus ojos, oscuros e intensos, parecen querer devorarme, algo a lo que yo estoy dispuesta. Mis uñas acarician su cuello, bajando lentamente por sus hombros hasta posarse en sus brazos. Tiro de él para ser yo ahora la que presiono mis labios con los suyos, mordisqueando un poco el inferior, engullendo esta vez un ronco gemido que se forma en su garganta.
Sus caderas presionan las mías, de una forma deliciosa. Podría rendirme a él, ser tomada por Kylian ahora mismo y nada me importaría más, pues es tal el deseo que siento que mis ganas se acrecientan con cada acometida de su provocadora lengua sobre mi.
Sus dedos hace tiempo que marcaron la piel de mi espalda. Su boca, posesiva y urgente sigue besándome descontrolada, compitiendo casi con mis ganas. Sus carnosos labios son deliciosos, adictivos y tan besables que no quiero que deje de hacerlo.
-Tengo que irme y no quiero -mi boca forma una amplia sonrisa al escucharlo quejarse. Levanto mi mano para posarla en su mejilla aún sonriéndole.
-Yo también tengo que irme, y tampoco quiero hacerlo.
-No podré verte hasta dentro de unos días -se queja él de una forma bastante adorable- nos vamos esta tarde a Alemania para jugar el partido de Champions y hasta el miércoles no podremos quedar.
-Tranquilo. No pasa nada -le obsequio con una sonrisa para de alguna manera hacerle saber que no tiene porque preocuparse por mi. Aún sigo acariciando su mejilla, cerrando él sus ojos al sentir el contacto de las yemas de mis dedos sobre su piel- yo solo quiero que tú estés bien, ¿lo estás?
-Ahora que te he visto, estoy mejor. Tú consigues iluminar mi día, Sianna -Kylian abre sus ojos ofreciéndome él una sincera sonrisa, una que provoca que bese sus labios de nuevo.
Solo es un pequeño roce, uno que hace cosquillear mis labios y llevarlo a poner su cabeza en mi hombro, dejando que mis manos acaricien su cuello. Puedo sentir como tiembla sin tener ni idea de que lo tiene así.
-Consigues que los latidos de tu corazón me calmen -me dice él una vez que han pasado unos buenos segundos y Kylian ha dejado de estar sobre mi.
-Lo que sea que te tenga así, olvídalo. Nada merece la pena más que tú -le aseguro, tomando sus mejillas con mis manos.
-Mierda, ahora si que me va a joder más dejarte.
Logro que sonría. Que su rostro se muestre mucho más calmado que estaba antes. Lo abrazo transmitiéndole así todo mi apoyo, devolviéndomelo él, y casi levantándome del suelo. Ambos sabemos que debemos irnos pues nuestros segundos están contados.
-Luego te llamo cuando lleguemos a Leipzig -me dice Kylian besando mi mejilla antes de darse la vuelta para salir de esta habitación.
-¿Sexo telefónico, señor Mbappé? -me burlo de él provocándolo de esta manera, pero, Kylian es el que siempre acaba sonrojándome.
-Tú por si acaso, ponte el pijama más sexy que tengas, blondie.
📆 AL DÍA SIGUIENTE
Muevo mis caderas de un lado a otro, mirándome en el espejo que hay frente a mi. Frunzo mis labios sin estar del todo muy convencida de la imagen que me devuelve el brillante cristal. Definitivamente, el dorado no es mi color, ni lo más adecuado para una boda.
-No te gusta -desvío mi mirada hacia Lorena pues creo que ella se ha dado cuenta de que el vestido no me llena del todo.
-No. Para nada. No es mi estilo. Y joder, mira que es bonito -de nuevo vuelvo mi vista al espejo pensando lo mismo que antes. No me gusta el vestido- lo siento, Lore, de verdad. Seguro que estás harta de mi con tanto vestido.
-No te preocupes. Aunque no te lo creas, yo me he comprado el vestido de madrina solo hace una semana -Lorena se queda mirándome algo pensativa hasta que por fin me muestra una cómplice sonrisa- voy a llevarte a la tienda donde yo fui. Es un poco cara, pero, estoy segura de que allí encontrarás lo que buscas.
-Ahora mismo, lo que menos me importa es el dinero, ¡necesito ese vestido!
Después de cambiarme el vestido que llevaba y agradecerle a la dependienta su ayuda, Lorena y yo salimos de la tienda rumbo a lo desconocido, o por lo menos para mi. Enganchada a mi brazo, mi amiga se empeña en tomarse un capuchino con mucha nata mientras ambas caminamos desafiando al poco sol que aún queda en el cielo.
-Oye, ¿ha pasado algo más entre Kylian y tú? -niego con mi cabeza acompañando mi respuesta de un largo suspiro porque es una pregunta que yo también me hago.
-¿Aparte de los besos?
-Si, aparte de eso -me dice ella tomando otro sorbo de su café.
-Nos hemos besado y hablamos mucho por teléfono o videollamada, pero nada más -le admito encogiendo mis hombros pues son contadas las ocasiones en las que últimamente nos hemos visto.
-¿No te ha pedido salir o algo así?
-No -le contesto con rotundidad pues este tema es algo que también me confunde.
-¡Pues no sé en qué está pensando ese idiota! -se queja ella rodando sus ojos y soltando una palabrota en inglés dirigida a Kylian- siempre diciendo lo mucho que le atraes y ahora no te dice nada.
-¿Él te ha dicho que le atraigo? -Lorena me ofrece una mueca, frunciendo el ceño antes de contestarme.
-Igual que tú me lo has dicho a mi, Kylian también. No es que hayáis sido muy discretos el uno con el otro.
Me quedo pensando en la últimas palabras de mi amiga, intentando darle sentido a porqué Kylian y yo seguimos sin ser nada. Y no es porque me muera por ser su novia o algo así, pero me gustaría saber que quiere él de mi, para actuar en consecuencia.
-A lo mejor no le interesa salir con nadie, y solo quiere un rollo conmigo -le sugiero a Lorena muy a mi pesar, pues si fuera así, me dolería que Kylian quisiera eso conmigo.
-Claro, igual que Jude, que tampoco quería nada conmigo y en cuanto nos acostamos juntos le faltó tiempo para decirme que era su novia.
-¿Quieres que me acueste con Kylian para que me pida salir? -Lorena abre la boca algo avergonzada pues tal y como me ha hablado parecía que quisiera sugerirme eso.
-¡No, por favor! Bueno, a ver, si quieres acostarte con él, yo que te animo, pero, si quieres algo más que eso, deberías hablarlo antes de que suceda. O no.
-Te explicas como un puto libro abierto, Lorena -me burlo de ella al ver la incomodidad en su rostro. Nunca he conocido a una persona tan buena y dulce como ella. Por eso me gusta tanto que seamos amigas.
-Sianna, sinceramente, haz lo que sientas. Pero, protege tu corazón antes de hacerlo, por favor.
El consejo de Lorena es algo que voy a llevar a cabo. Tampoco es como si buscara que Kylian pusiera nombre a esto que estamos empezando a tener. No puedo exigirle algo que ni yo misma sé si podré cumplir, pues, el momento de mi partida es algo que no deja de rondar mi cabeza.
Mi abuelo es quien ha sido más tajante conmigo. Me ha dicho que piense bien lo que quiero porque después no cree que pueda lidiar con una post-adolescente con el corazón roto.
Y mucho me temo que él no deja de tener razón.
-Pues ya llegamos -Lorena me muestra orgullosa la fachada de la tienda donde estamos. Abro mucho mis ojos al ver donde nos encontramos dándome algo de risa nerviosa al leer el nombre de la tienda.
-Rosa Clará.
-Si -me contesta Lorena- te dije que era cara, pero, vale la pena. ¿Qué te parece?
-Bien. Bien -le contesto buscando mi móvil en el bolso ante su confusa mirada- voy a llamar a mi abuelo. Necesito más ceros en mi tarjeta.
🕰 MÁS TARDE
Llevo mi mano a la garganta poniéndome en pie algo nerviosa. El central del equipo alemán, le ha hecho una entrada muy fea a Kylian quien se retuerce de dolor aún tumbado en el césped. Las asistencias entran y después de atenderlo unos minutos se lo llevan cojeando fuera del terreno de juego.
Me muerdo las uñas sin saber que hacer, pendiente de la televisión y también del móvil. Al partido le quedan unos buenos minutos y aún no puedo llamar a mi abuelo para preguntarle. Se me hace eterna la espera paseando por el comedor, con mi teléfono en la mano.
No sé a quien llamar y la inquietud por querer saber si está bien es algo que me tiene en un sin vivir.
Hasta que por fin el nombre de mi abuelo aparece en la pantalla del móvil, contestando la llamada con rapidez.
-Abuelo -pronuncio su nombre con algo de ansiedad sabiendo él perfectamente a que viene mi llamada.
-Es un esguince. Leve. Tiene que estar de reposo solo una semana. Está bien, Sianna.
Aliviada por las palabras de mi abuelo, me dejo caer en el sofá mientras él me cuenta lo que ha hablado con Kylian. Pienso que si él supiera que mi abuelo sabe lo que siento por él, seguramente se moriría de vergüenza la próxima vez que lo viera.
Me despido de él y decido enviarle un corto mensaje a Kilian, pues no quiero molestarlo mucho. Bastante tiene con su lesión.
🧚♀️No sé muy bien que decirte, solo que espero que estés bien. El consultorio de enfermería está abierto las 24 horas por si lo necesitas.
Le envío el mensaje sin esperar a que lo lea. Decido irme a la cama, agotada y nerviosa. Es cuando estoy poniéndome el pijama después de haberme lavado los dientes, que recibo una llamada de Kylian, contestando al instante.
-Hola -es lo primero que le digo nada más descolgar su llamada- ¿cómo estás?
-Bien. No te preocupes. Es un esguince. Es menos grave de lo que pensaba -me contesta él con la voz algo cansada al hablarme.
-Me tenías muy preocupada, Kylian.
-Lo sé. Pensaba que lo estarías cuando estaba tirado en el césped. No sé porqué pero te imaginé preocupada viéndome en la tele.
-Lo estaba. No sabía a quien llamar y en la retransmisión no decían nada.
-Siento mucho que hayas sufrido por mi culpa, Sianna -sonrío levemente al escucharlo decir mi nombre algo que adoro que haga.
-Y yo siento que te hayas lesionado, ¿te duele mucho?
-Solo un poco. No te preocupes, pero, quería saber si la enfermera que me envío un mensaje antes vendría a cuidarme un par de días -casi río por su petición, una que no va con segundas intenciones pues realmente puedo percibir por su tono de voz lo jodido que está por el esguince.
-Ya te he dicho que el consultorio está abierto las 24 horas del día -le repito formando una carcajada en mi boca.
Hay una pausa cuando es el turno de él de contestarme, un silencio prolongado al que acompaña una pequeña mueca de
-¿Podrías venir mañana a verme a casa? realmente te necesito, Sianna.
"Él me necesita. A mi. Quiere que esté a su lado. Y estoy tan preocupada por él y por como esté, que lo demás, eso que aún no pasa entre nosotros, me da igual.
Kylian despierta en mi muchos sentimientos. Está como yo. Abandonado por alguien que lo usó y que nunca le dio ese cariño que anhelaba. Somos los dos como dos barcos perdidos, sin rumbo, pero, que se buscaron un chocaron el uno con el otro.
Nunca he querido entregarle mi corazón a nadie. No sé lo que es amar a una persona porque no he sido capaz de hacerlo, pero, mucho me temo que con Kylian eso no va a ocurrir, y, por increíble que parezca, ya no tengo tanto miedo."
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro